miércoles, 16 de julio de 2014

Trotsky y una crítica a la tesis de la “ruptura democrática” y su conjunción con el “acumular poder popular”

Una parte considerable de mi artículo sobre los peligros que amenazan a la revolución española, está dedicado a demostrar que entre la revolución democrático-burguesa de abril y la futura revolución proletaria, no hay lugar para una revolución obrero-campesina intermedia. De pasada he subrayado que esto no significa que el partido del proletariado deba ocuparse exclusivamente de aumentar sus fuerzas "hasta la lucha final". Una concepción de este tipo seria antirrevolucionaria y digna de un filisteo. Si bien no puede existir una revolución intermedia, un régimen intermedio, sí pueden producirse manifestaciones de masas intermedias, huelgas, demostraciones, encuentros con la policía y el ejército, sacudidas revolucionarias impetuosas, durante las cuales los comunistas deberán estar en las primeras filas del combate. ¿Cuál es la significación histórica de estas luchas intermedias? Por una parte son susceptibles de provocar cambios democráticos en el seno del régimen democrático burgués, y por otra pueden preparar a las masas para la conquista del poder y para la creación del régimen proletario (Por la ruptura de la coalición con la burguesía, Trotsky, 1931)

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