Podría ser muy largo el debate. Voy a tratar de ser sintético:
(i) Mi argumento no se basa en identificar con la izquierda a todo el que se denomine de izquierda. Más allá de que esto puede tener cierta relevancia (sobredeterminar), mi criterio es material y objetivo.
a) La distinción izquierda/derecha nace en la revolución francesa, en el seno de la asamblea nacional, asamblea donde no estaban representados ni obreros ni explotados (entendiendo que la clase obrera recién se estaba formando pero que explotada-trabajadora era la mayoría del país). Menos todavía estaban presentes “físicamente” los explotados en esta asamblea. Los jacobinos eran burgueses (sociológicamente) y tenían una línea política (proyecto) burgués.
b) Los elementos políticamente cercanos a los trabajadores en este contexto no se encontraban presentes en dicha asamblea y no compartían (en su acción práctica y muchas veces también en el discurso) aquella división izquierda/derecha. Me refiero a los rabiosos (Roux, Leclerc, Varlet y Babeuf). La misma acción de los explotados durante 1789-1796 fue ajena a la asamblea (y su distinción izquierda/derecha), siempre por abajo y en las comunas. Las comunas de 1792, 1793, 1795; las insurrecciones de pradial y germinal en 1795. Y quien recoge estas experiencias y codifica por primera vez el comunismo, Babeuf (la conspiración de los iguales), no participó en la asamblea, criticaba a los jacobinos, ponía el acento en la clase obrera, la insurrección, la dictadura obrera y era igualitarista radical.
c) Marx nace políticamente distinguiéndose de la “izquierda” (e.g. Manifiesto comunista). En su tiempo existían dos tipos de izquierdas: i) los demócratas-radicales, que retomaban “tragicómicamente” la tradición jacobina; ii) los socialistas de todo tipo. Eran mayoría los primeros y se distinguían por ser ciudadanistas y aobreros; con respecto a los segundos, en general no ponían el acento en la clase obrera y la lucha de clases. Son precisamente estas cuestiones las que distinguen al marxismo del Manifiesto Comunista (sumando la necesaria dictadura del proletariado), marxismo que luego desarrolla estas premisas en el resto de la obra de Marx.
d) Incluso la segunda internacional (1891-1914), con sus fuertes tendencias reformistas-revisionistas, no se identificaba con la izquierda necesariamente. En tanto marxistas (en su mayoría, porque también integraban esta organización los laboristas fabianos ingleses), proponían la organización independiente del proletariado y enfatizaban la lucha de clases (si bien bernestein rechazaba la dictadura obrera). Hacían esto en oposición a la izquierda de su tiempo, representada, por ejemplo, en el partido radical francés, por los whigs en GB, etc)
e) El marxismo clásico, codificado por Lenin, nace distinguiéndose de la izquierda rusa de tiempo, la cual constituían populistas (narodniki). Los populistas habían sido revolucionarios que enfatizaban en la centralidad del campesinado por los años 1860s; Lenin demuestra en los 1890s cómo la deriva radical-burguesa de los populistas (que veía ante sus ojos) era inevitable y se encontraba ínsita en los inicios del populismo ruso
f) Tanto Trotsky, como Bordiga y Lenin, reconocen ampliamente la existencia de la izquierda, a la cual entienden en su mayoría como burguesa. Por poner un ejemplo, Trotsky en los 1930s llama a la defensa contra el fascismo no a la “izquierda” (¡nunca lo hace!), sino a los partidos obreros de su época (en su caso a los socialdemócratas). Para el conjunto de los partidos obreros (por línea política, ideología y en su mayoría por base social), que se incorporaban a la Internacional Comunista (o estaban en su periferia), la distinción izquierda/derecha se daba, antes bien, en el seno del comunismo (de ahí la izquierda comunista de gorter, de ahí la derecha comunista de Bujarin tomski, etc)
g) Que el estalinismo haya establecido el frente-populismo en los 1930s (y que incluso tenía su antecedente “comunista” en su práctica durante la revolución china de 1925-1927), un frentepopulismo que no le hacía asco a la alianza con la izquierda “democrática” (e.g. los radicales en Francia), no supuso sino una “deformación”. Si bien los partidos estalinistas fueron “obreros” (al menos por base social, base electoral y dirigencia), y éstos sí se planteaban como plenamente dentro de la “izquierda” (en su tiempo se hablaba de las fuerzas democráticas, progresistas, antifascistas, revolucionarias, etc), este campo de izquierda (que incluía a los partidos estalinistas obreros) no fue genuinamente trabajador/obrero. Y esto por cuestiones objetivas:
(i) Traicionaron toda la práctica política de lo que fueron los genuinos partidos obreros anteriores al estalinismo (esto es, si descontamos a la II Internacional desde 1912-1914, la cual seguía y siguió siendo obrera largo tiempo, pero sólo sociológica y electoralmente, no por línea política ni alianzas)
(ii) Se sostiene que los intereses mediatos de la clase obrera-explotada coinciden con los de varias fracciones de patrones explotadores (burguesía nacional en la periferia, capital medio y pequeño en los centros, etc)
(iii) Retoma la tradición jacobina de manera explícita, tradición que es aobrera. No es sólo que retome, codifique y generalice el mito espurio de la “revolución democrático-burguesa” nacido en el marxismo ruso de fines del siglo XIX (revolución que no existió según Neil Davidson, Callinicos, Perry Anderson, etc), sino que también se comienza hablar de los derechos y la democracia en términos generales (no calificándolos en términos “de clase”)
(iv) El estalinismo aplicó tácticamente el programa de la oposición de izquierda (deformado) en los 1930s y luego en Europa del este en 1947. Que esto fue táctico se ve en: i) en el campo capitalista se aliaron con los patrones explotadores y postularon el desarrollo del capitalismo en términos mediatos; ii) en la misma urss no tuvieron problemas en reprimir sangrientamente todo alzamiento obrero (Alemania 1953, Polonia y Hungría 1956, etc); iii) la capa burocrática no tuvo problemas en traicionar a las posibilidades revolucionarias de 1989-1994 y reciclarse como fracción capitalista mafiosa.
h) La izquierda latinoamericana tampoco coincide con nuestra “izquierda trabajadora”. Los partidos más genuinamente obreros fueron los PCs estalinistas, para los cuales corre todo lo anterior. El resto de la izquierda latinoamericana, en parte influenciada por los PCs estalinistas, se identifica con figuras patronales (lo son por línea política, sociológicamente, etc), del tipo Bolívar, Santiago Arcos, Carrera, Manuel Rodríguez (al menos en parte):
1) La izquierda latinoamericana partió en su mayoría del mito de la liberación nacional (pongamos el claro ejemplo del pri mexicano de cárdenas), el cual no sólo operaba con una perspectiva nacionalista, sino que explícitamente se unió a los patrones aún en su versiones más radicales (el mismo Cárdenas)
2) La izquierda latinoamericana tiene su símbolo en la revolución cubana, una revolución que fue: (i) apoyada por patrones cubanos y yanquis; (ii) cuya base operativa y dirección fue un movimiento político burgués como el 26 de julio; (iii) que rechazaba explícitamente una base obrera (preferían el campesinado –los pequeños patrones del campo); (iv) que no apostó a la autoorganziación obrera para conquistar el poder (de hecho, desmovilizaron una de las huelgas obreras generales de 1958); (v) cuyo líder, Fidel, todavía en 1958 planteaba que no tenía problemas con los patrones capitalistas y la inversión extranjera, y que lo suyo era sólo el “desarrollo”; (vi) que aplicó el programa de la oposición de izquierda (pero deformado), solo por una cuestión táctica y apoyado (casi digitado) por el estalinismo.
3) Que la izquierda latinoamericana no es “izquierda trabajadora” lo demuestra el hecho de que incluso sus versiones más radicales, como el MIR chileno, no lo fueron: i) el MIR era guevarista y no apostaba a construirse en el seno de la clase obrera (ponía énfasis en el campesinado, la lucha armada , las acciones terroristas, etc); (ii) la versión más desmaoizada del MIR chileno (1972-1973), no sólo planteaba un poder popular que incluía dentro de las fuerzas populares al capital medio y pequeño (y un poder popular que estaba consignado así en el mismo programa de colaboración de clases de la UP), sino que explícitamente hizo caso omiso de los cordones industriales de esa época (la autoorganización genuina de la clase obrera).
i) En el chile actual, la izquierda en ningún caso es “izquierda trabajadora”: Meo propone explícitamente una alianza con los patrones; el desconcierto, el ciudadano y el mostrador también proponen una alianza con los patrones; TALM rechaza explícitamente a la clase obrera (véase lo que escribió Pablo Varas a inicios de 2013-http://www.g80.cl/noticias/columna_completa.php?varid=17205); incluso Igualdad no apuesta a construirse en el movimiento obrero (no tiene vinculación orgánica con sindicatos clasistas –tipo CNT, CGT, CEPCH, UCT, etc-, no está metido en la CUT para sacar a la burocracia, etc), de hecho no tuvo problemas en hacer un acuerdo electoral con el proyecto patronal de Sfeir. Y sobre el PC, esto escribí hace poco:
Podríamos consignar que hoy existe una izquierda clasista que al menos en algunas dimensiones es “izquierda trabajadora”, pero ésta es muy minoritaria. Y, por lo demás, la NM sí es de (centro) izquierda, y no porque se autodenomine así, sino porque su base social y electoral sigue siendo de “izquierda” (teniendo en cuenta todo lo escrito anteriormente –tradición jacobina, progresista, democrática-radical, estalinista, etc-).
saludos comunistas,
msm
pd ("traté" de ser sintético...jaja)