I. “Explicar pacientemente” (1930)
“…en vez de dar consejos tácticos en el sentido
estricto del término, me creo en la obligación de tratar ciertas cuestiones
de principios, porque sin la
clarificación preliminar de las mismas cualquier cambio de opiniones sobre
problemas prácticos resultaría un castillo de arena”
“Ustedes tienen reservas sobre la frase “explicar
pacientemente”, que utilicé para caracterizar las tareas fundamentales de los
comunistas austríacos. Dicen que la misma podría haber sido apropiada hace dos
años pero que, dada la tempestuosa marcha de los acontecimientos, no hay tiempo
para eso. “Ahora es tarde”, agregan…”
“…la fórmula “explicar pacientemente” fue
utilizada por primera vez por Lenin, en abril de 1917. Seis meses más tarde conquistamos el poder…no es lo mismo que el partido
revolucionario explique pacientemente, a que emplee tácticas dilatorias, el
gradualismo o el sectarismo aislado. “Explicar pacientemente” no
implica explicar las cosas de manera incoherente, indolente, con cuentagotas”
“Comprended
que sois una pequeña minoría y reconocedlo abiertamente; no os propongáis
tareas que exceden vuestras fuerzas, como el derrocamiento “inmediato” del
Gobierno Provisional; no temáis quedar en oposición a los defensistas, a los
que siguen hoy la abrumadora mayoría de las masas; tratad de comprender la
psicología de los defensistas honestos –obreros y campesinos- y explicadles
pacientemente como poner fin a la guerra” (Lenin, abril de 1917)
“No creáis
que existen recetas sofisticadas ni ardides que os permitirán fortaleceros
repentinamente sin ganar la conciencia de las masas; dedicad todo vuestro
tiempo, toda vuestra impaciencia revolucionaria, a “explicar pacientemente”
(Lenin, abril de 1917)
“Pero si se supone que la marcha de los
acontecimientos del próximo período será verdaderamente tempestuosa…los frutos
que dará el “explicar pacientemente”, se acrecentarán rápidamente”
Contra el aventurerismo
sustituista
“La pura impaciencia política, que busca
cosechar antes de sembrar, conduce al oportunismo, al aventurerismo, o a una
combinación de ambos. En los últimos cinco o seis años hemos observado en
todos los países decenas de ejemplos de intentos
oportunistas o aventureristas de fortalecer artificialmente la participación
del proletariado sin su participación consciente. Todos estos intentos
culminaron en el fracaso y sólo sirvieron para debilitar al sector
revolucionario”
Explicar pacientemente = ganar
la confianza de las masas (clase obrera)
“Dicen ustedes que el estado de ánimo de las masas
socialdemócratas de Austria es revolucionario, pero que su disposición a hacer
la revolución se ve paralizada por el poderoso aparato de la socialdemocracia
austríaca. Ustedes, dicen que a las masas “sólo les falta la dirección
apropiada”. “¡Sólo!”. Pero esta pequeña palabra implica nada menos
que toda la actividad del partido revolucionario, desde los primeros esfuerzos
propagandísticos hasta la conquista del poder. Si no se gana la confianza de las masas a través de sus experiencias
en la lucha, no puede haber dirección revolucionaria. En algunos períodos se tarda décadas en
ganar esa confianza. En etapas revolucionarias, unos mese pueden ser más
fructíferos (con una política correcta) que años enteros de desarrollo pacífico.
Pero el partido jamás puede saltarse esta tarea fundamental”
“La frase
“explicar pacientemente” se refiere sobre todo al objetivo “¡Ganar la confianza
de los obreros!...contra los métodos de fantoche y las maquinaciones
de trastienda, cuyo fin es engañar a la historia e imponer la propia voluntad
sobre la clase”
Selección desde la base y no
siguiendo a burócratas ambiguos
“Un órgano de oposición socialdemócrata que
realmente exprese los sentimientos de honestos obreros socialdemócratas,
enfurecidos con sus dirigentes, tendría una gran importancia sintomática (lo que no excluiría de nuestra parte una
lucha implacable contra sus vacilaciones; por el contrario, las presupondría)”
“Si el
grupo de ustedes representa una tendencia de obreros socialdemócratas de base,
es mediante su intervención que expulsarán a los dirigentes; no lo lograrán
persiguiendo a burócratas ambiguos. Los obreros saben bien quién de los
suyos cree ciegamente en la dirección, quién la critica, quién está enfurecido
con ella. En tales circunstancias, la
selección desde abajo es mil veces más digna de confianza que la selección
desde arriba. Pero para eso, desde luego, hay que contar con apoyo desde
abajo”
Contra el vanguardismo espurio
del método clandestino
“…si se hace como defensa frente a la policía no
hay más remedio. No obstante, hay
que comprender lo perjudicial que es el anonimato para un grupo nuevo que lucha
por ganarse la confianza de las masas”
“Los métodos encubiertos jamás produjeron buenos
resultados en la política proletaria revolucionaria. Los años recientes lo demostraron con creces”
Social-fascismo
Recordar que este engendro estalinista que existió
entre 1928 y 1934, no sólo consignaba a la socialdemocracia como
“social-fascista”, sino que a toda variante política no estalinista se la
consignaba como fascista (liberal-fascismo, fascismo laborista,
trosko-fascismo). “Los estalinistas abandonaron esta teoría en alguna fecha
indeterminada de 1934, sin dar explicaciones”
II. Cómo dirigir una discusión
política (1937)
Esquematizar en una discusión
“Naturalmente es demasiado fácil ser super-sabio a
una gran distancia del campo de batalla y decir a cada uno de los combatientes
que “exagera un poco”
“Es difícil no exagerar una disputa de opiniones.
Pero es muy peligroso esquematizar la exageración”
Discutir sin amenazar con un
quiebre, sobre el centralismo democrático
“Como regla general, creo que no es correcto
comenzar una discusión con una amenaza de severas consecuencias organizativas.
Una discusión es una discusión: es un
intento de convencerse el uno al otro. El balance de la discusión puede
revelar puntos de vista irreconciliables y llevar a medidas organizativas.
Pero es absolutamente claro que la perspectiva de tales medidas no puede
considerarse como argumento”
“…camaradas
que dicen que “la más mínima desviación del bolchevismo implica una ruptura con
éste”. Tal afirmación es absurda. Un partido viviente puede sólo
alcanzar una política relativamente correcta, por aproximaciones sucesivas;
esto es, por desviaciones sucesivas a la derecha y a la izquierda. Lo mismo es
verdad individualmente para cada miembro del partido”
“El vigor del partido y la habilidad de sus
dirigentes se prueban por sus capacidades de asimilar las desviaciones
parciales a tiempo y no permitirles que
lleven a una ruptura completa con el marxismo”
Práctica organizativa y línea
política
“…la
práctica organizativa se desprende la política general solamente en última
instancia. En otras palabras, que tiene, dentro de ciertos límites, una importancia
independiente; que puede, por consecuencia, influenciar para bien o para mal,
la política general”
“El régimen del partido se construirá, corregirá
y mejorará durante años y años en conexión con una política correcta”
“Usted rechaza, y con razón, la afirmación de que
“la más mínima desviación del bolchevismo implica necesariamente una ruptura
con éste”. Pero usted repite en la página siguiente la misma afirmación
solamente que en relación con el problema organizativo. Desea proveer, de un
solo golpe, una base perfecta para el edificio del partido, y este objetivo lo
domina con un poder tal, que está listo a renunciar no solamente a una política
marxista “perfecta”, sino incluso a una lucha común por acercase a tal
política, sobre uno de los más importantes problemas de este período histórico”
III. Comunismo y sindicalismo (1929)
“El problema de los sindicatos, es uno de los
más importantes para el movimiento obrero y por lo tanto también para la
Oposición. Si ésta no tiene una posición
clara sobre el tema no podrá ganar una influencia real sobre la clase obrera”
1) “El partido comunista es la herramienta
fundamental para la acción revolucionaria del proletariado, la organización de
combate de su vanguardia que debe erigirse en dirección de la clase obrera en
todos los ámbitos de su lucha, sin excepción, y por lo tanto también en el
campo sindical”
2) “Los que, por principio, contraponen autonomía
sindical a dirección del Partido Comunista
están contraponiendo –quiéranlo o no- a sector proletario más atrasado
con la vanguardia de la clase obrera, la lucha por las conquistas inmediatas
con la lucha por la completa liberación de los trabajadores, el reformismo con
el comunismo, el oportunismo con el marxismo revolucionario”
3) “El sindicalismo francés de preguerra, en la
época de su surgimiento y expansión, al luchar por su autonomía sindical
luchaba en realidad por su independencia del gobierno burgués y sus partidos,
entre ellos, el socialismo reformista-parlamentario. Esta fue una lucha contra el oportunismo librada de manera
revolucionaria…En este sentido, el
sindicalismo no hizo un fetiche de la autonomía de las organizaciones de masas”
4) “La teoría de la minoría activa era
esencialmente una teoría incompleta del partido proletario. En toda su práctica el sindicalismo
revolucionario era un embrión de partido revolucionario, contra el oportunismo;
es decir, era un notable precursor del comunismo revolucionario”
5) Errores del anarco-sindicalismo: i) comprensión
errónea de la naturaleza del Estado y de su papel en la lucha de clases (error
estratégico); ii) errores tácticos, como el fetichismo hacia la huelga general,
el desconocimiento de la relación entre la insurrección y la toma del poder
6) “Después de la guerra, el sindicalismo
francés encontró en el comunismo su refutación, y también su desarrollo y su
realización plena. Intentar revivir ahora el sindicalismo revolucionario sería
tratar de hacer retroceder la historia”
7) “Los
epígonos del sindicalismo transforman (en las palabras) la independencia de las
organizaciones sindicales de la burguesía y de los socialistas reformistas, en
independencia en general, en independencia absoluta de todos los partidos,
incluyendo el comunista”
8) “La
independencia de la influencia de la burguesía no puede ser un estado pasivo.
Solamente se expresa mediante actos
políticos, o sea mediante la lucha contra la burguesía”
9) “Los epígonos del sindicalismo querrían hacernos
creer que los sindicatos son suficientes por sí mismos. Esto teóricamente no
quiere decir nada, pero en la práctica significa la disolución de la vanguardia
revolucionaria en la retaguardia de masas, o sea en los sindicatos”
“Pretender
que los sindicatos son autosuficientes porque el proletariado ya ha alcanzado
su “mayoría” de edad, es sencillamente adular al proletariado. Es
decirle que es lo que no es ni podrá ser bajo el capitalismo, y
mantener en el atraso y la ignorancia a enormes masas de obreros, permitiendo
sólo a la vanguardia la posibilidad de superar las dificultades y llegar a una
clara comprensión de las tareas del conjunto de su clase”
10) “La autonomía real, práctica y no
metafísica, de la organización sindical, no se ve perturbada ni disminuida en
los más mínimo por el intento del Partido Comunista de influir sobre ella”
“Que los comunistas ganen la mayoría en los órganos
directivos está totalmente de acuerdo con el principio de autonomía, o sea de
libre autogestión de los sindicatos”
11) “Por supuesto que los comunistas se someten en los sindicatos,
sin importar que puesto ocupen, a la disciplina partidaria. Esto no excluye
sino que presupone su sumisión a la disciplina sindical”
“En estas cuestiones, con fórmulas jurídicas –y
la autonomía es una fórmula puramente jurídica- no se va a ninguna parte”
12) “Pero el
criterio principal es la influencia del partido sobre la clase obrera, que
se mide por la circulación de la prensa comunista, la concurrencia a actos del partido, el número de votos obtenidos en
las elecciones y, lo que es especialmente importante, el número de
obreras y obreros que responden activamente a los llamamientos del partido a la
lucha”
13) “En
tiempos de “paz”, cuando las formas más militantes de acción sindical
consisten en huelgas económicas aisladas, el papel directo del partido en la acción sindical pasa a segundo
plano. Por regla general, el partido no interviene sobre cada huelga
aislada. Ayuda al sindicato a decidir si es oportuna, a través de su
información económica, política y sus consejos. Colabora en la huelga mediante
la agitación, etc. Pero en la huelga el
primer lugar por supuesto corresponde al sindicato. La situación cambia radicalmente cuando la
movilización adquiere la forma de una huelga general o incluso en una lucha
directa por el poder. En esas condiciones el papel de dirección del
partido es directo e inmediato. Los sindicatos –naturalmente los que no se
pasan al otro lado de la barricada- se convierten en aparatos organizativos del
partido que aparece, ante toda la clase, como el líder de la revolución y asume
toda la responsabilidad. Entre la
huelga económica parcial y la insurrección revolucionaria, hay toda una gama de
posibles relaciones entre el partido y los sindicatos, varios grados de
influencia directa e inmediata, etc. Pero, cualesquiera que sean las
condiciones, el partido trata de ganar influencia y para ello cuenta con la
autonomía de los sindicatos, que (sobra decirlo) no están “sometidos” a él
organizativamente”
14)
“Los hechos demuestran que no existen en ninguna parte sindicatos
políticamente “independientes”. Nunca
los hubo y la experiencia y la teoría nos dice que nunca los habrá”
15) “La expresión más acabada de este sindicalismo
fuera de época es la llamada Liga Sindicalista (Ligue Syndicaliste). Por sus características, aparece como una
organización política que trata de subordinar el movimiento sindical a su
influencia. Concretamente, recluta a
sus militantes según el método de los grupos políticos y no el de los
sindicatos. Tiene una plataforma, ya que no un programa, y lo defiende en sus
publicaciones. Tiene su propia disciplina interna dentro del movimiento
sindical. En los congresos de las confederaciones sus partidarios actúan como
fracción política, lo mismo que los comunistas”
“La Liga no actúa abiertamente en nombre del
derecho y la necesidad de la minoría más avanzada de luchar para extender su
influencia sobre las masas. Se presenta bajo el disfraz de lo que llama
“independencia sindical”…En cambio
el Partido Comunista dice abiertamente a la clase obrera: este es mi programa,
mis tácticas y mi política, y se lo propongo
a los sindicatos…Los
obreros deben desconfiar doblemente de los aspirantes a dirigentes que actúan
de incógnito, pretendiendo hacerles creer que no necesitan ninguna dirección”
“La Liga sindicalista…Mientras acepta la revolución
proletaria e incluso la dictadura del proletariado, ignora al partido y lucha
contra la influencia comunista, sin la cual la revolución proletaria sería
siempre una frase vacía”
17) “La
ideología de la independencia no tiene nada en común con las ideas y
sentimientos del proletariado como clase. Si el partido, mediante su
dirección, es capaz de garantizar una política correcta, clara y firme en los
sindicatos, a ningún obrero se le ocurrirá rebelarse contra la dirección el
partido”
“Claro
está que cualquiera que sean las condiciones la consigna abstracta de
independencia nunca surgirá de las masas. La burocracia sindical es
otra cosa. No sólo tiene celos
profesionales respecto de la burocracia partidaria, sino que tiende a
independizarse también del control de la vanguardia del proletariado. La consigna de independencia es, por sus mismas bases,
una consigna burocrática y no de clase”
18) “Bajo el fetiche de la “independencia”, la Liga
Sindicalista convierte en fetiche también la unidad sindical”
“No hace falta decir que mantener la unidad de
las organizaciones sindicales tiene enormes ventajas, tanto desde el punto de
vista de las tareas diarias del proletariado como desde el de la lucha del
Partido Comunista por extender su influencia sobre las masas. Pero la realidad nos muestra que a partir
de los primeros éxitos el ala revolucionaria en los sindicatos, los
oportunistas han tomado deliberadamente la senda de la ruptura…Pero de esto no se desprende que la fórmula vacua de la
unidad sea más importante para nosotros que las tareas revolucionarias de la
clase obrera”
19) “En tales condiciones, sería
alimentar vanas esperanzas pretender unificar el movimiento sindical mediante
una simple llamada a la unidad”
“En realidad, el futuro de la revolución no depende de la fusión de los
dos aparatos sindicales, sino de la unificación de la mayoría de la clase
obrera alrededor de consignas y métodos de lucha revolucionarios”
“Actualmente, la unificación de la clase obrera
sólo es posible mediante la lucha contra los colaboracionistas de clase, que se
encuentra no sólo en los partidos políticos sino también en los sindicatos”
22) “La oposición sindical…No lucha contra los actos arbitrarios y los
métodos incorrectos de la dirección comunista, sino contra la influencia
comunista en la clase obrera…La oposición no lucha contra los métodos
caricaturescos del antimilitarismo, sino que plantea una orientación pacifista.
En otras palabras, la oposición sindical está evolucionando manifiestamente
en un sentido reformista”
23) “Es totalmente incorrecto afirmar que
–contrariamente a lo sucedido en Alemania, Checoslovaquia y otros países- no se
ha constituido en los últimos años en Francia, un ala derecha en el campo
revolucionario. Lo que pasa es que la
oposición de derecha francesa, renegando de la política revolucionaria del
comunismo, ha asumido, conforme a las tradiciones del movimiento obrero
francés, un carácter sindicalista, ocultando de este modo su fisonomía política.
En el fondo la mayoría de la oposición sindical representa el ala derecha”
24) “El
problema de la relación entre el partido, que representa al proletariado como
debería ser, y los sindicatos, que lo representan tal cual es, es el más
fundamental del marxismo revolucionario”
25) “Bien
entendida, la tarea del Partido Comunista no consiste solamente en ganar
influencia en los sindicatos tal como son, sino en ganar a través de los
sindicatos influencia en la mayoría de la clase obrera”
“Si el Partido paga su influencia en los
sindicatos al precio de limitar su alcance o de fraccionarlos –convirtiéndolos
en auxiliares del partido para objetivos puntuales o impidiéndoles convertirse
en auténticas organizaciones de masas-, las relaciones entre el partido y la
clase son erróneas”
“La inconstancia de la política comunista oficial
refleja su tendencia aventurera a convertirse en amos de la clase obrera en el
menor tiempo posible, mediante malabarismo, maquinaciones, una agitación
superficial, etc. Sin embargo, el modo de salir de esta situación no es
contraponer los sindicatos al Partido (o a la fracción), sino luchar
implacablemente por cambiar toda la política del partido, incluso la sindical”
27) “La
verdad nunca ha sido la suma de pequeños errores. Una organización
revolucionaria no puede nunca componerse de pequeños grupos conservadores, que
lo primero que buscan es diferenciarse unos de otros. Hay épocas en que la tendencia revolucionaria se ve reducida a una
pequeña minoría dentro del movimiento obrero. Pero lo que esas épocas exigen no es hacer arreglos entre pequeños
grupos, tapándose mutuamente los pecados, sino por el contrario una lucha
doblemente implacable por una perspectiva correcta y una educación de los
cuadros en el espíritu del auténtico marxismo. Solamente así es posible
la victoria”
“Las tesis propuestas son un primer paso hacia esa
definición, que es el preludio de una lucha exitosa contra la charlatanería
revolucionaria y contra la esencia oportunista”
IV. Consideraciones de principio
sobre el entrismo (1933)
“Por
supuesto, un partido marxista debe aspirar a su plena independencia y a la
mayor homogeneidad, pero en su
proceso de formación a menudo debe actuar como fracción de un partido centrista
o incluso reformista. Así, durante muchos años los bolcheviques
estuvieron dentro del mismo partido que los mencheviques. También la
Tercera internacional se formó gradualmente a partir de la Segunda”
Centrismo
“Como ya lo dijimos más de una vez el centrismo es
un rótulo que abarca a las más variadas tendencias y grupos que están entre
el reformismo y el marxismo. Ante
cada grupo centrista hay que colocar una flecha indicadora de la orientación de
su desarrollo: de derecha izquierda o de izquierda a derecha”
“El centrismo burocrático, debido a todos sus
zigzags, presenta un carácter extremadamente conservador que se corresponde con
su base social, la burocracia soviética. Después de una experiencia de diez
años llegamos a la conclusión de que el centrismo burocrático no se acerca al
marxismo, de cuyas filas surgió, y es incapaz de hacerlo. Precisamente por
esto rompimos con la Comintern”
“Mientras los partidos comunistas oficiales se
debilitan y descomponen, del campo
reformista –que creció considerablemente- se separan sectores de izquierda.
Estos también son centristas, pero van hacia la izquierda y, como lo demostró
la experiencia, pueden desarrollarse y volverse permeables a la influencia
marxista. Recordemos una vez más que la Tercera Internacional se formó a
partir de organizaciones de este tipo”
Entrismo
“En ese momento criticamos al grupo
Walcher-Froelich, Thomas y otros, no porque entraron a un partido centrista de
izquierda, sino porque lo hicieron sin un programa completo y un periódico
propio”
“Algunos de sus dirigentes siguen considerando la
crítica marxista es sinónimo de “sectarismo”…(olvidan) que ningún grupo
revolucionario puede vivir sin un laboratorio ideológico constantemente
creativo”
“Vale la pena entrar al ILP solamente si nos
hacemos el propósito de ayudar a este partido, es decir, a su mayoría
revolucionaria, a transformarse en un verdadero partido marxista. Por supuesto, sería inadmisible entrar si
el Comité Central del ILP exigiera a nuestros amigos que renuncien a sus ideas
o a luchar abiertamente por ellas en el partido. Pero es absolutamente
correcto asumir la obligación de luchar por nuestras posiciones dentro de los
límites que imponen los estatutos del partido y su disciplina. La gran ventaja de la Oposición de
Izquierda es que cuenta con un programa teóricamente elaborado, una experiencia
y un control internacionales. En estas condiciones no existe la menor base para
temer que los bolcheviques leninistas británicos se disuelvan en el ILP sin
dejar huellas”
“Se puede objetar que la debilidad numérica de
nuestra sección británica no nos permitiría jugar en el ILP el mismo rol que
jugó en el SAP el grupo Walcher-Froelich. Es posible. Pero aún si el ILP
está condenado a desintegrarse, los bolcheviques leninistas pueden salvar para
la revolución a un importante núcleo de ese partido”
V. El arte de la revolución (Capítulo XX, tomo III de la “Historia de la Revolución
Rusa”, 1933)
“Al igual que la guerra la gente no hace por
gusto la revolución. Sin embargo, la
diferencia radica en que, en una guerra, el papel decisivo es el de la coacción;
en una revolución no hay otra coacción
que la de las circunstancias. La
revolución se produce cuando no queda ya otro camino. La insurrección, elevándose por encima de la revolución como una
cresta en la cadena montañosa de los acontecimientos, no puede ser provocada
artificialmente, lo mismo que la revolución en su conjunto”
“De
ordinario se opone la conspiración a la insurrección, como la acción concertada
de una minoría ante el movimiento elemental de la mayoría. En efecto:
una insurrección victoriosa sólo puede ser la obra de una clase destinada a
ponerse a la cabeza de la nación; es profundamente distinta, tanto por
significación histórica como por sus métodos, de un golpe de Estado realizado
por conspiradores que actúan a espaldas de las masas”
“De hecho,
en toda sociedad de clases existen suficientes contradicciones como para que
entre las fisuras se pueda urdir un complot”
“En estado puro, la conspiración, incluso en
caso de victoria, sólo puede reemplazar en el poder camarillas de la misma
clase dirigente…la victoria de un
régimen social sobre otro sólo se ha dado en la historia mediante
insurrecciones de masas. Mientras que, frecuentemente, los complots
periódicos son la expresión del marasmo y la descomposición de la sociedad, la
insurrección popular, en cambio, surge de ordinario como resultado de una
rápida evolución anterior que rompe el viejo equilibrio de la nación”
“Lo que acabamos de decir no significa en
absoluto que la insurrección popular y la conspiración se excluyan mutuamente
en todas las circunstancias. Un
elemento de conspiración entre casi siempre en la insurrección en mayor o menor
medida. Etapa históricamente
condicionada de la revolución, la insurrección de masas no es nunca
exclusivamente elemental. Aunque estalle de improviso para la mayoría
de sus participantes, es fecundada por aquellas ideas en las que los
insurrectos vean una salida para los dolores de su existencia”
“Pero una insurrección de masas puede ser
prevista y preparada. Puede ser organizada de antemano. En este caso, el complot se subordina a la
insurrección, la sirve, facilita su marcha, acelera su victoria. Cuanto más
elevado es el nivel de un movimiento político revolucionario y más seria su
dirección, mayor es el lugar que ocupa la conspiración en la insurrección
popular”
“Es indispensable comprender exactamente la
relación entre la insurrección y la conspiración, tanto en lo que las opone
como en lo que se complementan recíprocamente”
“Es cierto que la historia demuestra que una
insurrección popular puede vencer en ciertas condiciones sin complot. Al surgir por el ímpetu “elemental” de una
revuelta general, en diversas protestas, huelgas, manifestaciones, escaramuzas
callejeras, la insurrección puede arrastrar a una parte del ejército, paralizar
las fuerzas del enemigo y derribar el viejo poder”
“Esto es –hasta cierto punto- lo que sucedió en
febrero de 1917 en Rusia. Un cuadro análogo presenta el desarrollo de las
revoluciones alemana y austrohúngara durante el otoño de 1918. En la medida
en que en estos dos casos no estaban a la cabeza de los insurrectos partidos
profundamente penetrados de los intereses y designios de la insurrección, la
victoria de esta debía transmitir el poder inevitablemente a las manos de los
partidos que se habían opuesto a la insurrección hasta el último momento. Derribar el antiguo poder es una cosa.
Otra diferentes es adueñarse de él”
“En la combinación de la insurrección de masas
con la conspiración, en la subordinación del complot a la insurrección, en
la organización de la insurrección a través de la conspiración, radica el
terreno complicado y lleno de responsabilidades de la política revolucionaria
que Marx y Engels denominaban el “arte
de la insurrección”. Ello supone una justa dirección general de
las masas, una orientación flexible
ante cualquier cambio de las circunstancias, un plan meditado de
ofensiva, prudencia en la
preparación técnica y audacia para dar el golpe”
Socialdemocracia: “Lo que niega como
“blanquismo” o, peor aún, como bolchevismo, es la preparación consciente de la
insurrección, el plan, la conspiración…Tras una falsa objetividad se esconde
una política de defensa de la sociedad capitalista”
¿Blanquismo o marxismo?
“Del hecho que la incapacidad táctica condenaba
al fracaso a la revolución, Blanqui deducía que la observación de las reglas de
la táctica insurreccional era capaz por sí misma de asegurar la victoria. Solamente a partir de esto es legítimo
oponer el blanquismo al marxismo. La
conspiración no sustituye a la insurrección. La minoría activa del
proletariado, por bien organizada que esté, no puede conquistar el poder
independientemente de la situación general del país: en esto el blanquismo es
condenado por la historia”
“Al proletariado no le basta con la insurrección de
las de las fuerzas elementales para la conquista del poder. Necesita la organización
correspondiente, el plan, la conspiración. Es así como Lenin plantea la
cuestión”
“La crítica de Engels, dirigida contra el
fetichismo de la barricada, se apoyaba en la evolución de la técnica en general
y de la técnica militar. La técnica
insurreccional del blanquismo correspondía al carácter del viejo París, a su
proletariado compuesto a medias de artesanos; a las calles estrechas y al
sistema militar de Luis Felipe”.
“En
principio el error del blanquismo consistía en la identificación de revolución
con insurrección. El error
técnico del blanquismo consistía en identificar la insurrección con la
barricada. La crítica marxista fue dirigida contra los dos errores”
“La crítica
de Engels no tenía nada en común con una renuncia a los métodos revolucionarios
en provecho del parlamentarismo puro, como intentaron demostrar en su tiempo
los filisteos de la socialdemocracia alemana, con el concurso de la censura
de los Hohenzollern”
“Los reformistas, en cambio, intentaban concluir
de la negación del papel decisivo de la barricada la negación de la violencia
revolucionaria en general”
Sobre los soviets
“La organización con la que el proletariado pudo no
sólo derribar el antiguo régimen, sino también sustituirlo, es el soviet…Los
soviets son los órganos de preparación de las masas para la insurrección, los
órganos de la insurrección y, después de la victoria, los órganos del poder”
“Sin
embargo, los soviets no resuelven por sí mismos la cuestión. Según su
programa y dirección, pueden servir para diversos fines. El partido es
quien da a los soviets el programa. Si
en una situación revolucionaria –y fuera de ella son generalmente imposibles-
los soviets engloban a toda la clase, a excepción de las capas completamente
atrasadas, pasivas o desmoralizadas…El problema de la conquista del
poder sólo puede ser resuelto por la combinación del partido con los soviets, o
con otras organizaciones de masas más o menos equivalentes a los soviets”
¿Conspiracionismo?
“Más de una vez, y mucho antes de la
insurrección de octubre, los bolcheviques habían tenido que refutar más de una
vez las acusaciones que les dirigían sus adversarios, quienes les imputaban
maquinaciones conspirativas y blanquismo. Y sin embargo, nadie como Lenin llevó una lucha tan intransigente
contra el sistema de pura conspiración”
“…la vieja táctica socialista revolucionaria del
terror individual contra los agentes del zarismo, resistiéndose a la crítica
implacable de los bolcheviques, que oponían al individualismo aventurero de la
intelligentzia el camino de la insurrección de masas. Pero al rechazar todas
las variantes del blanquismo y el anarquismo, Lenin no se postraba ni un minuto
ante la fuerza elemental “sagrada” de las masas”
La metáfora del parto y la
necesidad de un diagnóstico correcto
“Pero el
hecho de que no pueda provocar cuando se quiere un levantamiento y que para la
victoria sea necesario organizar oportunamente la insurrección, plantea a la
dirección revolucionaria el problema de dar un diagnóstico exacto: es preciso sorprender a tiempo la
insurrección que asciende para completarla con una conspiración”
“Aunque
se haya abusado mucho de la imagen, la intervención obstétrica en un parto
sigue siendo la ilustración más viva de esta intromisión consciente en un
proceso elemental. Herzen acusaba hace tiempo a su amigo Bakunin de
que, en todas sus empresas revolucionarias, invariablemente tomaba el segundo
mes de embarazo por el noveno. En
cuanto a Herzen, estaba más bien dispuesto a negar el embarazo incluso en el
noveno mes”
Sobre el momento revolucionario
“Entre el momento en que la tentativa de
provocar un levantamiento, por ser aún inevitablemente prematura, conduciría a
un aborto revolucionario, y el otro momento en que la situación favorable debe
ser considerada ya como irremediablemente perdida, transcurre un cierto período
de la revolución –puede medirse en semanas y, algunas veces, en meses- durante
el cual la insurrección puede realizarse con más o menos probabilidades de
triunfo. Discernir este período relativamente corto y escoger después un
momento determinado, en el sentido preciso del día y la hora, para dar el
último golpe, constituye la tarea más llena de responsabilidades para la
dirección revolucionaria”
Premisas de la insurrección
(i) “Como resultado de su incapacidad manifiesta
para sacar al país del callejón, las
clases dirigentes pierden fe en sí mismas, los viejos partidos se
descomponen, se produce una lucha encarnizada entre grupos y camarillas y se
centran todas las esperanzas en un milagro o en un taumaturgo”. Esta es una premisa política muy
importante, pero pasiva
(ii) “La nueva consciencia política de la clase revolucionaria, que constituye la
principal premisa táctica de la insurrección, se manifiesta por una furiosa hostilidad al orden establecido y por la intención de realizar los esfuerzos
más heroicos y estar dispuesta tener víctimas para arrastrar al país a un
camino de rehabilitación”
(iii) “Los dos campos principales, los grandes
propietarios y el proletariado, no representan, sin embargo, la totalidad de la
nación. Entre ellos se insertan las amplias capas de la pequeñaburguesía,
que recorren toda la gama del prisma económico y político. El descontento de
las capas intermedias, sus desilusiones ante la política de clase dirigente,
su impaciencia y su rebeldía, su disposición a apoyar la alternativa audazmente
revolucionaria del proletariado, constituyen la tercera condición política de
la insurrección, en parte pasiva en la
medida en que neutralice a los estratos superiores de la pequeña burguesía,
y en parte activa, en la medida que empuje a los sectores más pobres a
luchar directamente codo a codo con los obreros”
“La reciprocidad condicional de esas premisas es
evidente: cuanto más resuelta y firmemente actúe el proletariado y, por tanto,
mayores sean sus posibilidades de arrastrar a las capas intermedias, tanto más
aislada quedará la clase dominante y más se acentuará su desmoralización. Y, en cambio, la
disgregación de los grupos dirigentes lleva agua al molino de la clase
revolucionaria”
(iv) “El
proletariado sólo puede adquirir esa confianza en sus propias fuerzas
–indispensable para la revolución- cuando descubre ante él una clara
perspectiva, cuando tiene la posibilidad de verificar activamente la relación
de fuerzas que cambia a su favor…la condición, última en su enumeración
pero no en su importancia, de la conquista del poder: al partido revolucionario
como vanguardia…”
“Una situación revolucionaria no es eterna. De
todas las premisas de una insurrección, la más inestable es el estado de ánimo
de la pequeñaburguesía…Son precisamente los violentos y rápidos cambios de su
estado de ánimo los que dan esa inestabilidad a cada situación revolucionaria”
¿Mayorías efectivas o mayorías
formales?
“La resolución del congreso bolchevique de Julio,
que prevenía a los obreros de los conflictos prematuros, indicaba al mismo
tiempo que se haría necesario aceptar la batalla “cuando la crisis de toda
la nación y el profundo levantamiento de las masas creasen las condiciones favorables
para que los elementos pobres de las ciudades y del campo hagan suya la causa
de los obreros”. Ese momento llegó en septiembre y en octubre. La insurrección podía contar en adelante
con el éxito, puesto que podía apoyarse en una auténtica mayoría popular. Por
supuesto, esto no ha de comprenderse formalmente. Si se hubiera abierto
previamente un referéndum sobre la cuestión de la insurrección, habría dado
resultados extremadamente contradictorios e indecisos. La disponibilidad íntima a
apoyar la insurrección no es en absoluto identificable con la facultad de ser
consciente de antemano de su necesidad”
“Las consultas parlamentarias al pueblo tienen
lugar todas al mismo tiempo; sin
embargo, en tiempos de revolución, las diversas capas populares llegan a las
mismas conclusiones con un retraso inevitable, a veces muy pequeño…Y
cuando, por la marcha de los acontecimientos, se hace urgente una gran decisión
práctica, lo último que se podrá hacer es recurrir a un referéndum. Las diferencias de nivel y de consciencia
de las diversas capas populares se reducen a través de la acción: los elementos
de vanguardia arrastran a los vacilantes
y aíslan a los que se resisten. La
mayoría no se cuenta, se conquista”
“Para que
los soldados, los campesinos, las nacionalidades oprimidas, errando en la
tormenta de nieve de las papeletas electorales, conociesen a los bolcheviques
en la práctica, era necesario que los bolcheviques tomasen el poder”
“¿Cuál debía ser la relación de fuerzas que
permitiese al proletariado conquistar el poder? “En un momento decisivo, sobre un punto decisivo, hay que tener una
aplastante superioridad de fuerzas” (Lenin)
Los bolcheviques no cómo “intelectuales
de gabinete”
“La nulidad de los demócratas, incluso de los
que estaban más a la izquierda, procedía de la falta de confianza de los
escépticos “instruidos” respecto a esas masas oscuras que captan los fenómenos globalmente, sin entrar
en los detalles y los matices. Una
actitud intelectual, tan falsamente aristocrática y desdeñosa del pueblo, era
extraña al bolchevismo, contraria a su misma naturaleza. Los bolcheviques no
eran hombres de manos blancas, amigos del pueblo trabajando en su gabinete,
pedantes. No tenían miedo de las capas atrasadas que por primera vez se
elevaban de las profundidades”
La insurrección de Octubre
“Hacia el otoño los conciliadores de derecha
habían perdido ya definitivamente la posibilidad de hablar en las fábricas y en
los cuarteles. Pero los de izquierda
intentaban todavía persuadir a las masas de que la insurrección era una locura”
“Pero las masas querían acción y no lecciones de
moral…Sújanov cuenta que, bajo un cielo lluvioso, intentó convencer a los
obreros de los talleres de Pútilov de que era
posible arreglar todo sin insurrección. Fue interrumpido por voces impacientes. Le escucharon dos o tres
minutos y le interrumpieron de nuevo. “Después
de varias tentativas abandoné…”
Sobre el ejército y el problema
de las armas
“Atraerse a las tropas es la primera tarea de
toda insurrección. Esto se logra
principalmente por medio de la huelga general, las demostraciones de masas, las
escaramuzas callejeras, los combates de barricadas”
“Aunque la aplastante mayoría de la guarnición
se colocase al lado de los obreros, la minoría estaba contra los obreros,
contra la insurrección, contra los bolcheviques. Esa pequeña minoría se componía de los elementos más cualificados del
ejército: el cuerpo de oficiales, los junkers, los batallones de choque y
quizás también los cosacos. No se puede conquistar políticamente a estos
elementos: había que vencerlos”
“La guardia obrera, cuyas tradiciones se
remontan al año 1905, renació con la revolución de Febrero…los depósitos de artillería habían dejado
escapar, durante las jornadas del derrocamiento de la monarquía, treinta mil
revólveres y cuarenta mil fusiles. Además, una considerable cantidad de armas,
cayó en las manos del pueblo a consecuencia del desarme de la policía y gracias
a los regimientos simpatizantes.
Nadie respondió cuando se exigió la restitución de las armas…”
“Un fusil
en las manos de un obrero significa un principio histórico bien distinto que en
las manos de un estudiante”
“El hecho de
que los obreros poseyesen armas inquietó desde un principio a las clases
dominantes, ya que de esta forma se desplazaba bruscamente la relación de
fuerzas en las fábricas…Pero en las regiones industriales de provincia, el
reforzamiento de la guardia obrera implicaba la subversión de todas las
relaciones, no sólo en el interior de la empresa, sino también mucho más en sus
alrededores. Los obreros armados
destituían a los contramaestres, a los ingenieros, e incluso los detenían. Por
decisión de las asambleas de fábrica, los guardias rojos eran frecuentemente
pagados con los fondos de las empresas…Los obreros armados liquidaron casi
imperceptiblemente el poder oficial, sustituyéndolo por los órganos soviéticos.
El sabotaje practicado por los
propietarios y los administradores imponía
a los obreros la necesidad de proteger las empresas: máquinas,
depósitos, reservas de carbón y materias primas. Los papeles estaban
invertidos. El obrero estrechaba sólidamente los puños sobre su fusil para
defender la fábrica, en la cual veía la fuente misma de su poder. De este
modo, los elementos de la dictadura obrera se constituían en las empresas y los
distritos, aún antes de que el proletariado en su totalidad se hubiese
apoderado del poder estatal”
“De todas partes llegaban rumores alarmantes que
anunciaban nuevas sacudidas. En vísperas de la manifestación de julio se
esperaba ver el distrito incendiado. Los
obreros buscaban armas golpeando en todas las puertas, y a veces las derribaban”
“Los acontecimientos de Julio modifican
inmediatamente la situación de la Guardia Roja. El desarme de los obreros se
efectúa ya abiertamente y no por la persuasión, sino por el empleo de la
fuerza. Bajo la apariencia de
entregar las armas, los obreros sólo entregan los desechos. Todo lo que vale
algo es cuidadosamente escondido. Los fusiles son repartidos entre los miembros
seguros del partido. Las ametralladoras se entierran cubiertas de grasa. Los
destacamentos de la guardia y pasan a la clandestinidad, uniéndose más
estrechamente a los bolcheviques”
“La tarea de armamento de los obreros estaba
concentrada en un principio en los comités de fábrica y los comités de distrito
del partido. Restablecida después del aplastamiento de Julio, la
Organización militar de los bolcheviques, que hasta entonces sólo había
trabajado entre la guarnición y en el frente, se ocupó por primera vez de
instruir a la Guardia Roja procurando instructores a los obreros y, en algunos
casos, armas”
“…dar otro
sentido a la Guardia Roja. Ya no es la milicia de las fábricas y de los barrios
obreros, sino que son los cuadros del futuro ejército de la insurrección. Durante
el mes de agosto se hicieron más frecuentes los incendios en los talleres y las
fábricas. Cada una de las crisis que
se suceden va precedida de una convulsión en la conciencia colectiva, que
envía delante de ella una onda alarmante. Los comités de fábrica trabajan
intensamente para proteger a las empresas contra los atentados. Se sacan los
fusiles escondidos. El levantamiento de Kornilov legaliza definitivamente a
la Guardia Roja”
“La instrucción referente al arte del manejo del
fusil, que antes se hacía en habitaciones y tugurios –cuenta el obrero
Skorinko-, se hacía ahora al aire libre, en los jardines y en las avenidas”. “El taller se transforma en plaza de
armas –afirma el obrero Rakitov-. Ante los tornos los fresadores tienen la
mochila en la bandolera y el fusil sobre la máquina”
“Mientras que se dislocaban definitivamente las
antiguas tropas del zar, en las fábricas se asentaban las bases del futuro
ejército rojo”
“Una vez sobrepasado el peligro de Kornilov, los
conciliadores obstaculizaron la ejecución de sus compromisos: sólo entregaron 300 fusiles a los treinta
mil obreros de Putilov. Pronto cesó completamente el suministro de armas”
“El paso del Soviet a manos de los bolcheviques
modifica radicalmente la situación de la guardia roja. Perseguida o tolerada
hasta entonces, se transforma en un órgano oficial del-Soviet, que ya extiende
su brazo hasta el poder. Frecuentemente
los obreros pueden procurarse armas y sólo piden al Soviet una autorización.
Desde
finales de Septiembre, y sobre todo después del 10 de octubre, los preparativos
de la insurrección se plantean abiertamente en el orden del día. Un mes
antes del levantamiento, se realizan intensivamente ejercicios militares,
especialmente de tiro, en decenas de fábricas de Petrogrado”
“Los obreros reclaman cada vez más impacientemente,
las armas del Soviet, pero hay infinitamente menos fusiles que manos tendidas
para recibirlos. “Yo iba diariamente al Smolni –cuenta el ingeniero Kozmin-
y veía a los obreros y marineros acercarse a Trotsky, ofreciéndole o pidiéndole
armas para los obreros, informándole de la distribución de esas armas y
preguntándole: ¿Cuándo comenzará esto? La impaciencia era grande…”
“Formalmente, la Guardia Roja sigue siendo
independiente de los partidos. Pero cuanto más próximo está el desenlace, tanto
más los bolcheviques están en primer plano: constituyen el núcleo de cada
compañía, tienen en sus manos el aparato de mando y enlace con las otras
empresas y distritos. Los obreros sin
partido y los socialistas revolucionarios sin partido siguen a los bolcheviques”
“Sin embargo, aún en vísperas de la insurrección,
las filas de la Guardia Roja son poco numerosas…Los recursos en armamentos
seguían siendo muy limitados: por débil que fuese el gobierno, no se podían
ocupar los arsenales sin lanzarse por el camino de la insurrección”
“El 22 tuvo lugar la conferencia de Guardia Roja
de toda la ciudad: un centenar de delegados representaban aproximadamente a 20
mil combatientes. La cifra no debe
ser tomada muy a la letra: no todos los inscritos se mostraron activos: en
cambio, numerosos voluntarios acudieron a los destacamentos en los momentos de
peligro. Los estatutos adoptados al día siguiente por la Conferencia
definen a la guardia roja como “la organización de las fuerzas armadas del
proletariado para combatir a la contrarrevolución y defender las conquistas de
la revolución”. Notemos esto:
veinticuatro horas antes de la insurrección, el problema se define en términos
defensivos y no ofensivos”
“Todos los mandos son electivos. Esto no supone
ningún riesgo: todos son voluntarios y se conocen bien entre ellos”
“Las obreras crean destacamentos de ambulancias. En
la fábrica de material para los hospitales militares se anuncian cursos para
enfermeras”
“Un número creciente de obreros sin partido se
incorporaba a los ejércitos de tiro y de maniobra. Aumentaba el número de los
cuerpos de la guardia”
“El 23…un menchevique intentó hablar contra el
levantamiento, pero su tentativa fue ahogada bajo una tempestad de indignación:
“¡Basta, ya ha pasado el tiempo de las
discusiones!”
“Es tan irresistible el movimiento que se apodera
incluso de los mencheviques: “se
enrolan en la Guardia Roja –cuenta Tatiana Graf-, participan en todos los
servicios de mando y hasta muestran iniciativa”
“Skorinko
describe el modo en que, el día 23, socialistas revolucionarios y mencheviques,
jóvenes y viejos, fraternizaron con los bolcheviques dentro del destacamento, y
cómo el mismo abrazó con alegría a su padre, obrero de la misma fábrica.
El obrero Peskovoy cuenta: en el destacamento armado “había jóvenes obreros,
de dieciséis años aproximadamente, y viejos de hasta la cincuentena”. La mezcla
de edades añadía ímpetu y espíritu combativo”
“La historia de la Guardia Roja es en gran medida
la historia de la dualidad de poderes: ésta, por sus contradicciones internas y
sus conflictos, facilitaba a los obreros la creación de una importante fuerza armada desde antes de la
insurrección…destacamentos obreros que existían en todo el país en el momento
de la insurrección. En todo caso, decenas y decenas de miles de obreros
armados constituían los cuadros de la insurrección. Las reservas eran casi
inagotables”
“Evidentemente, la organización de la Guardia
Roja estaba muy lejos de ser perfecta. Todo
se hacía apresuradamente, en bloque, no siempre con destreza. La mayor parte de
los guardias rojos estaban mal preparados, los servicios de enlace marchaban
mal, los avituallamientos no eran muchos, el cuerpo de ambulancias no estaba
todavía dispuesto. Pero, completada con los obreros más capaces de sacrificio,
la Guardia Roja ardía en deseos de
llevar esta vez la lucha hasta el final. Y esto es lo que decidió el asunto”
El campo enemigo
“La fuerza social del otro campo, estaba
constituida por las clases dominantes…¿La joven generación, los hijos, los
estudiantes? Casi todos eran hostiles a la insurrección de Octubre. Pero la
mayor parte de ellos, como sus padres, esperaban a distancia el resultado de
los combates. Una parte se adhirió más tarde a los oficiales y a los
junkers, que ya antes eran reclutados en gran parte entre los estudiantes”
“El derrumbe de los partidos conciliadores mostraba
que las clases dominantes se habían quedado sin ejército”
Transporte, comunicaciones,
distinciones de clase y una perspectiva materialista
“La importancia de los raíles en la vida de los
Estado Modernos hacía que la cuestión de los ferroviarios ocupase un lugar
dominante en los cálculos políticos de ambos campos…El “Vikjel” (comité
ejecutivo panruso de los ferroviarios), que se había formado tardíamente, tenía
raíces mucho más sólidas entre los empleados que entre los obreros…Sólo una
minoría de los ferroviarios seguía a los bolcheviques, principalmente en los
depósitos y talleres…en la masa de empleados y obreros conciliadores, la huelga
ferroviaria de septiembre produjo un brusco viraje hacia la izquierda. El descontento provocado por el “Vikjel”,
que se había comprometido con sus
zig-zags, era cada vez más resuelto. Lenin señalaba que “los
ejércitos de ferroviarios y de empleados de Correos continúan en agudo conflicto
con el Gobierno”. Esto era casi suficiente ya desde el punto de vista de los
problemas inmediatos de la insurrección”
“…Correos y Telégrafos. Según el bolchevique Boki,
“los aparatos telegráficos están custodiados, sobre todo por kadetes”. Pero aún
así, el personal inferior se oponía con hostilidad a la jerarquía. Entre los
carteros había un grupo dispuesto a apoderarse del Correo. Era inútil
soñaren convencer a todos los ferroviarios y empleados de Correos únicamente
con palabras. Si hubiesen vacilado
los bolcheviques, habrían dominado los kadetes y los dirigentes conciliadores.
Si la dirección revolucionaria actuaba resueltamente, la base debía arrastrar
tras ella a las capas intermedias, aislando a los dirigentes del “Vikjel”. La estadística no es suficiente en los
cálculos de la revolución: es necesario el coeficiente de la acción viva”
Específicamente sobre el
ejército
“Si en su conjunto el ejército es una aglomeración
social, cuando se escinde abiertamente, los dos ejércitos son conglomerados de
campos opuestos. El ejército de los poseedores lleva adentro el gusano del
aislamiento y de la disgregación”
“Después de la ruptura de Kerenski con Kornilov,
los hoteles, los restaurantes y los garitos estaban repletos de oficiales
hostiles al gobierno. Sin embargo, su odio contra los bolcheviques era
infinitamente más vivo…Tal es la invocación del oficial Sinegub, uno de los más
valerosos defensores del Palacio de Invierno el día de la insurrección. Pero no
hubo más que raras unidades que se mostraron dispuestas a la lucha, aunque el
cuerpo de oficiales era muy numeroso. Ya el complot de Kornilov había mostrado
que el cuerpo de oficiales, profundamente desmoralizado, no constituía una
fuerza combativa”
“La composición social de los junkers es heterogénea
y no hay unanimidad entre ellos. Junto a los militares por herencia, hijos y
nietos de oficiales, hay un buen número de elementos adventicios, reclutados
por las necesidades de la guerra ya en tiempos de la monarquía…La composición
heterogénea de las escuelas miliares y su completo aislamiento del ejército
daba como resultado que en las horas críticas también los junkers comenzasen a
tener sus mítines: ¿qué harán los cosacos? ¿se moverán otras fuerzas aparte de
nosotros? Y, en general, ¿valía la pena batirse por el gobierno provisional?”
“…los junkers…y, aunque hablen con desdén de los
soldados, los consideran con suma aprehensión…Sus temores está
suficientemente motivados. Miles de
miradas hostiles observan a los junkers desde los cuarteles vecinos y los
barrios obreros. La vigilancia es tanta cuanto que en cada escuela hay un
destacamento de soldados que en las palabras conservan la neutralidad, pero que
de hecho se inclinan a favor de los insurrectos. Los arsenales de las
escuelas están en manos de los soldados rasos”
“Durante el mes de octubre hubo nuevas elecciones
de comités en el ejército y en todas partes con un notable cambio a favor de
los bolcheviques”
“El 23, los representantes de los diversos
contingentes del frente desfilaron ante el Soviet de Petrogrado reclamando la
paz: en caso contrario, las tropas se lanzarían contra la retaguardia y
“exterminarían a todos los parásitos que se disponen a guerrear otros diez años
más”. Tomad el poder, decían al Soviet las gentes del frente: “las trincheras
os apoyarán”
“De aquel
frente que, en los primeros días besaba manos y pies al sacrificador liberal,
que llevaba en triunfo a los ministros kadetes, se embriagaba con los discursos
de Kerenski y creía que los bolcheviques eran agentes de Alemania, no quedaba
nada”
“El desenlace se acerca –escribía el mismo día de
la insurrección de Petrogrado Budberg- y no puede haber ninguna duda sobre su
desenlace; en nuestro frente no hay un sólo contingente…que no esté en poder de
los bolcheviques”
Indeterminación y planificación
“Asegurarse condiciones que excluyesen todo
peligro, era hacer inútil la insurrección: su función es precisamente romper los obstáculos que no se pueden
eliminar por la política. No se puede calcular todo de antemano. Pero todo lo que se podía prever fue
calculado”
VI. El frente único defensivo (1933)
“Los desacuerdos entre el comunismo y la
socialdemocracia han llegado muy lejos. Yo los considero irreconciliables. Sin embargo, el curso de los
acontecimientos plantea con frecuencia ante la clase obrera tareas que exigen
imperiosamente la acción común de los dos partidos…Ahora es mucho más fácil
emprender una acción conjunta, cuando para el proletariado no se trata de
iniciar la ofensiva por lograr nuevos objetivos, sino de defender las
posiciones ya conquistadas”
“El proletariado alemán está en una situación que
retrocede y entrega sus posiciones. Seguramente no faltan charlatanes que
afirmen que al parecer estamos en presencia de una ofensiva revolucionaria…Pero
hoy el problema es detener la retirada desordenada y proceder a agrupar las
fuerzas para la ofensiva”
Frase: “En
política, como en el arte militar, comprender claramente un problema es
facilitar su solución. Estar intoxicado de frases es ayudar al adversario”
“El objetivo del capital y de la casta
terrateniente está claro: aplastar las organizaciones del proletariado,
quitarles la posibilidad no sólo de tomar la ofensiva, sino también de
defenderse”
Autocita de 1930:
“El partido
comunista debe llamar a la defensa de las posiciones materiales y morales que
la clase obrera ha logrado conquistar en el Estado alemán. Esto se refiere muy
directamente al destino de las organizaciones políticas obreras, los
sindicatos, periódicos, imprentas, clubs, bibliotecas, etc. Los obreros comunistas
deben decir a sus compañeros socialdemócratas: “Las políticas de nuestros
partidos se oponen irreconciliablemente; pero si los fascistas vienen esta
noche a destrozar el local de vuestra organización, vendremos corriendo, arma
en mano, para ayudaros. ¿Nos prometéis que si nuestra organización es amenazada
correréis en nuestra ayuda?” Esta es la quintaesencia de nuestra política en el
período actual. Toda nuestra agitación debe ser acometida en este tono”(León Trotsky, 1930)
“Incluso ahora es posible alterar la relación de
fuerzas a favor del proletariado. Para
este objetivo, hay que tener un plan, un método, una combinación de fuerzas
para la defensa. Pero, ante todo, hay que tener la voluntad de defenderse. Me
apresuro a añadir que sólo se defiende bien quien no se limita a la defensiva,
sino quien, a la primera ocasión, está decidido a pasar a la ofensiva”
¿Pacto de no agresión o frente
defensivo?
“Los dirigentes socialdemócratas proponen al
partido comunista sellar un “pacto de no agresión”. Cuando leí por primera
vez esta frase en el Vorwarts, pensé que era una broma casual y no muy feliz”
“La fórmula
ha sido copiada de la diplomacia…dos Estados tienen causas suficientes
para ir a la guerra, pero se comprometen durante un período determinado a no
recurrir mutuamente a la fuerza de las armas…Suponiendo que estallase una
guerra entre Alemania y Polonia, el pacto citado no obligaría en forma alguna a
la Unión Soviética a acudir en ayuda de Polonia. No agresión, y nada más. No implica, de ninguna manera, una acción
defensiva común; por el contrario, la excluye”
“Si se quiere emplear el lenguaje de la
diplomacia, sería mejor hablar no de un pacto de no agresión, sino de una
alianza defensiva contra un tercer partido, es decir, contra el fascismo. El objetivo no es detener ni conjurar una
lucha armada entre comunistas y socialdemócratas –en eso no hay problema de un
peligro de guerra-, sino de unir las fuerzas de los socialdemócratas y de
los comunistas contra el ataque armado que ya han lanzado contra ellos los
nacionalsocialistas”
El frente único defensivo no
niega la lucha interna
“La necesidad de un acuerdo de lucha proviene de la
existencia de dos partidos, pero no la suprime. La vida política continúa. Cada
partido, incluso aunque adopte la actitud más sincera sobre la cuestión del
frente único, no puede dejar de pensar en su propio futuro”
“El comunista inteligente, el bolchevique sensato,
dirá al socialdemócrata: “Eres consciente de mi hostilidad hacia las opiniones
expresadas por el Vorwarts. Dedico y dedicaré toda mi energía a socavar la
peligrosa influencia que este periódico tiene entre los obreros. Pero eso lo
hago y lo haré mediante mis discursos, la crítica y la persuasión. Pero lo
fascistas quieren acabar arbitrariamente con la existencia del Vorwarts. Te
prometo que conjuntamente con vosotros defenderé vuestro periódico hasta el
límite de mi capacidad, pero espero que digas que el primer llamamiento también
vendréis en defensa de Die Rote Fahne, prescindiendo de tu actitud hacia su
opiniones”
“El bolchevique no exige al socialdemócratas que
cambie la opinión que tiene del bolchevismo y la prensa bolchevique. Además, no
pide que el socialdemócrata guarde silencio durante la duración del acuerdo
sobre su opinión del comunismo”
“El comunista dice: “En tanto yo no te haya
convencido a ti y tú no me hayas convencido a mí, nos criticaremos mutuamente
con total libertad, utilizando los argumentos y términos que cada cual juzgue
necesarios. Pero, cuando el fascista quiera amordazarnos la boca: ¡lo
rechazaremos juntos!”
“Lo que es cierto en cada caso particular también
es cierto como regla general: la lucha inevitable en que están empeñados la
socialdemocracia y el comunismo por ganar la dirección de la clase obrera, no
puede ni debe impedirles cerrar sus filas cuando hay golpes que amenazan a la
clase obrera en su conjunto”
Dos pesos y dos balanzas
“¿Por qué esas exigencias de Hilferding para con
los comunistas? O un cese completo de la crítica mutua, es decir, de la lucha
de tendencias en el seno de la clase obrera, o un rechazo de toda acción
conjunta. “¡O todo, o nada!”. La
socialdemocracia nunca ha planteado tales ultimátums a la sociedad burguesa. Todo obrero socialdemócratas debe
reflexionar sobre estos dos pesos y estas dos medidas”
¿Borrón y cuenta nueva?
“El frente único contra el fascismo es solamente
un capítulo en el libro de la lucha del proletariado. Los capítulos pasados no pueden borrarse. El pasado no puede olvidarse, Debemos
partir de él…Nosotros, los bolcheviques, hemos enseñado a los obreros a no
olvidar nada”
No confundir a la burocracia con
el partido
“Sí, nosotros los comunistas sabemos positivamente
que los funcionarios socialdemócratas y sindicales seguirán evitando la
lucha con sus mejores recursos. En el momento crítico, un amplio sector de la
burocracia se pasará directamente a los fascistas. El otro sector, que
habrá logrado enviar a cualquier otro país sus recursos financieros
cuidadosamente acumulados, emigrará en el momento oportuno”
“Pero
nosotros no confundimos este sector, en la actualidad el más influyente de la
burocracia reformista, con el partido socialdemócratas o con los sindicatos en
su totalidad. El núcleo proletario del partido luchará con golpes
efectivos, y arrastrará tras él a un buen sector del aparato. Por eso, sin tener la más ligera confianza
en la burocracia socialdemócrata, los comunistas no pueden dejar de dirigirse a
todo el partido. Sólo de esta manera será posible separar a los que quieren
luchar de los que quieren desertar”
El frente único desde una
perspectiva materialista
“Debemos levantar el frente único no en las
nubes, sino sobre la base sentada por todo el desarrollo anterior”
“El frente único debe tener sus órganos. No hay
ninguna necesidad de imaginar cómo pueden ser: la situación misma dicta la naturaleza de esos órganos. En muchas
localidades, los obreros ya han insinuado la forma de organización del frente
único, como una especie de consorcio defensivo basado en todas las
organizaciones e instituciones proletarias locales. Ésta es una iniciativa que
hay que tomar, profundizar, consolidar y extender, hasta cubrir los centros
industriales con consorcios, vinculándolos mutuamente y preparando un congreso
obrero alemán de defensa”
El frente único como la unidad
de la clase (empleados + desempleados)
“El hecho de que los obreros empleados y los
parados se separen cada vez más, conlleva un peligro mortal no sólo para los
convenios colectivos, sino también para los sindicatos, incluso sin necesidad
alguna de una cruzada fascista. El frente único entre socialdemócratas y
comunistas significa ante todo un frente único de los obreros empleados y
parados”
Control obrero de la producción
y frente único
“…la lucha por el pan diario, extendida y
agudizada, conduce directamente, en las condiciones actuales, a la lucha por el
control obrero de la producción”
“¿Puede ser que éstos no tengan derecho a saber
hacia dónde el propietario dirige el establecimiento, por qué reduce la
producción y expulsa a los obreros, cómo fija los precios, etc? Se nos
responderá: “Secretos comerciales”…Productores y consumidores, los obreros
en esta doble condición, deben conquistar el derecho a controlar todas las
operaciones de sus establecimientos, desenmascarando el fraude y el engaño para
defender sus intereses y los de todo el pueblo, hechos y cifra en la mano. La
lucha por el control obrero de la producción, puede y debe convertirse en la
consigna del frente único”
Unificación nacional y lucha
democrática
“El Vorwarts sigue recurriendo a Marx, a Engels, a
Wilhelm Liebknecht, a Bebel, que desde 1848 a 1871 habló de la lucha por la
unidad de la nación alemana. ¡Falsos recursos! En esa época era cuestión de
concluir la revolución burguesa. Todo revolucionario proletario tenía que
luchar contra el particularismo y el provincianismo heredado del feudalismo.
Todo revolucionario proletario tenía que luchar contra este particularismo y
provincianismo en nombre de la formación de un Estado nacional. En la época actual, tal objetivo está
investido con un carácter progresivo sólo en China, en Indochina, en India, en
Indonesia y demás países coloniales atrasados y semicoloniales. Para los
países avanzados de Europa, las fronteras nacionales son exactamente las mismas
cadenas reaccionarias que fueron en otro tiempo las fronteras feudales”
“La salida
no está en la “liberación nacional” de Alemania, sino en la liberación de
Europa de las fronteras nacionales. Es un problema que la burguesía no
puede resolver, menos de lo que en su época pudieron los señores feudales poner
fin al particularismo. De aquí que la coalición con la burguesía sea
doblemente censurable. Una revolución proletaria es necesaria. Una federación
de las repúblicas proletarias de Europa y de todo el mundo es necesaria”
Democracia y dictadura
“Los resultados están a la mano: la democracia
burguesa se transforma legalmente, pacíficamente, en una dictadura fascista.
El secreto es bastante sencillo: la democracia burguesa y la dictadura
fascista son los instrumentos de una sola clase, los explotadores. Es absolutamente imposible impedir la
sustitución de un instrumento por otro recurriendo a la constitución, al
Tribunal Supremo de Leipzig, a las nuevas elecciones, etc. Lo necesario
es movilizar las fuerzas revolucionarias del proletariado. El
fetichismo constitucional presta la mejor ayuda al fascismo…Si la democracia de
Weimar señaló el camino para la dictadura fascista, ¿cómo puede esperarse que
señale el camino para el socialismo?”
“Entonces, ¿abajo con el Reichstag y las
elecciones?:
“No, no es eso lo que quiero decir. Nosotros
somos marxistas, y no anarquistas. Defendemos
la utilización del parlamento: no es un instrumento para transformar la
sociedad, sino un medio de reagrupar a los obreros”
“Nosotros, los comunistas, no podemos ni queremos
establecer la dictadura del proletariado contra vosotros ni sin vosotros,
obreros socialdemócratas. Queremos llegar a esta dictadura junto con vosotros.
Y nosotros contemplamos la defensa común contra el fascismo como el primer paso
en este sentido. Evidentemente, a
nuestros ojos, el Reichstag no es una conquista histórica capital que el
proletariado deba defender contra los vándalos fascistas. Hay cosas más
valiosas. Dentro del marco de la democracia burguesa y paralela a la incesante
lucha contra ella, los elementos de la democracia proletaria se han formado a
lo largo de muchas décadas: partidos políticos, prensa obrera, sindicato,
comité de fábrica, clubs, cooperativas, sociedades deportivas, etc. La
misión del fascismo no es tanto completar la destrucción de la democracia
burguesa como aplastar los primeros esbozos de democracia proletaria”
“El fascismo amenaza el núcleo vital de la
democracia obrera. Esto mismo dicta
claramente el programa del frente único. Estamos dispuestos a defender vuestras imprentas y las nuestras,
pero también el principio democrático de la libertad de prensa; vuestros
locales y los nuestros, pero también el principio democrático de libertad de
reunión y asociación. Somos materialistas, y por eso no separamos el alma del
cuerpo. En tanto no tengamos
todavía la fuerza para establecer el sistema soviético, nos situamos en el
terreno de la democracia burguesa. Pero, al mismo tiempo, no abrigamos
ninguna ilusión”
Libertad de prensa
“¿Y qué haréis con la prensa socialdemócrata si lográis
tomar el poder? ¿Prohibiréis nuestros periódicos igual que los bolcheviques
rusos prohibieron los periódicos mencheviques?”
“Planteas el problema equivocadamente. ¿Qué
entiendes por “nuestros periódicos”? En Rusia, la dictadura del proletariado se
demostró posible sólo después de que la
abrumadora mayoría de los obreros mencheviques se pasara al lado de los
bolcheviques, mientras que los despojos pequeñoburgueses del menchevismo
intentaban colaborar en la lucha burguesa por la restauración de la “democracia”,
es decir, el capitalismo. Sin embargo, incluso en Rusia no inscribimos en modo
alguno en nuestra bandera la prohibición de los periódicos mencheviques. Fuimos
empujados a hacerlo por las condiciones increíblemente duras de la lucha que
había que sostener para salvar y mantener la dictadura revolucionaria”
“Sin
embargo, no quiero decir que el estado obrero tolere ni aún un día el régimen
de “la libertad (burguesa) de la prensa”, es decir, el estado de cosas en que
sólo aquéllos que controlan las imprentas, las papeleras, las librerías, etc,
es decir, los capitalistas, pueden publicar periódicos y libros. La
libertad de prensa burguesa significa un monopolio del capital financiero para
imponer los prejuicios capitalistas al pueblo mediante cientos y miles de
periódicos encargados de esparcir el virus de la mentira con la forma técnica
más perfecta. La libertad proletaria
de prensa, significará la nacionalización de las imprentas, de las papeleras, y
de las librerías en interés de los obreros. Nosotros no separamos el alma del
cuerpo. La libertad de prensa, sin linotipias, sin imprentas y sin
papel, es una ficción miserable. En el
Estado proletario, los medios técnicos de imprimir se pondrán a disposición de
grupos de ciudadanos según su importancia numérica real”
VII. La composición social del
partido (1937)
“El partido sólo tiene una minoría de auténticos
obreros de fábrica. Al comienzo esto
es inevitable para cualquier partido obrero revolucionario…Los elementos no
proletarios constituyen una levadura muy necesaria, y que creo podemos
enorgullecernos de la buena calidad de estos elementos. Pero existe el peligro
de que en el próximo período el partido reciba más “levadura” de la que
necesita”
“Naturalmente, no se trata de impedir la
afluencia de intelectuales mediante métodos artificiales (el malthusianismo
político sería, en el mejor de los casos, prematuro), sino orientar en la
práctica a toda la organización hacia las fábrica, las huelgas, los sindicatos”
“La
orientación del conjunto del partido hacia el trabajo de fábrica está
íntimamente vinculada al problema de la estructura organizativa del partido.
En vista de nuestro escaso número y de nuestra brevísima experiencia en el
trabajo de masas, no creo que pudiéramos establecer reglas tajantes para la
organización partidaria en este momento. Debemos dejarles un cierto margen
de maniobra a las organizaciones locales. En cuanto al Comité Nacional, para que pueda
improvisar, adaptar y elegir los métodos y formas más adecuadas para abordar
nuestras tareas, sería funesto imitar a un partido grande, con sus normas de
actividad”
“…no podemos dedicar fuerzas suficientes o
iguales a todas las fábricas. En el
próximo período, la organización local puede concentrar su actividad en una,
dos o tres fábricas de su zona”
“No podemos afiliar a los no obreros a los
sindicatos obreros. Pero sí podemos construir con éxito comisiones de apoyo
para el trabajo oral y literario vinculadas a nuestros camaradas en los
sindicatos. Las condiciones
inquebrantables deberían ser: no darles órdenes a los obreros, sino ayudarlos,
hacer sugerencias, armarlos con hechos, ideas, prensa fabril, volantes, etc”
“Semejante colaboración sería de un enorme valor
pedagógico, por un lado, para los camaradas obreros y, por el otro, para los no obreros que necesiten una
sólida reeducación”
“Repito: la distribución y alineación de nuestras
fuerzas no debe responder a un esquema apriorístico, sino a las tareas
concretas y concretamente elaboradas en distintas partes del país, o inclusive
de una ciudad. Sólo podemos sentar una norma general: el militante del
partido que en tres o seis meses no gana un obrero nuevo para el partido no es
un buen militante”
“Si nos
diéramos esa orientación general y si verificáramos los resultados prácticos
semana a semana, evitaríamos un gran peligro, a saber: que los intelectuales y
los trabajadores de cuello blanco suprimieran a la minoría obrera, la
condenaran al silencio y transformaran al partido en un club de discusión de
alto nivel, pero absolutamente inhabitable para los obreros”
“La selección de funcionarios del partido de
abajo hacia arriba debe obedecer al mismo criterio. Naturalmente, no podemos elegir exclusivamente obreros, ni siquiera una
mayoría de obreros. No todos los
obreros están a la altura de la tarea. Pero todo funcionario debe estar atento a los problemas y necesidades
del obrero. Muchos intelectuales y semi-intelectuales aterrorizan a los
obreros mediante generalidades abstractas y paralizan la voluntad de actuar. El funcionario de un partido revolucionario debe tener en primer
término buen oído, y sólo en segundo término buena lengua”
“Debemos elaborar, en la forma que corresponda, las
mismas reglas para el trabajo y captación juvenil; en caso contrario, corremos
el riesgo de transformar a los buenos elementos jóvenes en diletantes
revolucionarios, en lugar de combatientes revolucionarios”
VIII. Los consejos de fábrica y
el control obrero de la producción (1931)
Consejos de
fábrica legales
“…señalaba de modo suficientemente inequívoco que
los consejos de fábrica solamente pueden convertirse en órganos de control
obrero partiendo de la premisa de una presión tal por parte de las masas, que
la dualidad de poder en las fábricas y en el país esté ya parcialmente en
preparación y parcialmente establecida. Está claro que esto tiene tan pocas posibilidades de ocurrir bajo la
ley existente sobre consejos de fábrica como la revolución de tener lugar bajo
el marco de la constitución de Weimar”
“Y sólo los anarquistas pueden sacar de esto la
conclusión de que es impermisible explotar tanto la constitución de Weimar como
la ley sobre consejos de fábrica. Es necesario explotar tanto la una como la
otra. Pero en forma revolucionaria. Los
consejos de fábrica no son lo que la ley hace de ellos, sino lo que los
trabajadores hacen de ello. A partir de un momento determinado, los
trabajadores “dislocan” el marco de la ley o lo echan abajo, o simplemente lo
desprecian en su totalidad. Precisamente en eso consiste la transición a una
situación puramente revolucionaria”
El partido en las fábricas
“Que se vaya a encontrar muy a menudo a
carreristas, fascistas y socialdemócratas en los consejos de fábrica, no dice
nada en contra de su utilización, sino que prueba simplemente la debilidad del
partido revolucionario. Mientras los trabajadores toleren semejantes delegados
en los consejos de fábrica, no serán capaces de hacer la revolución. Apartado
de los trabajadores, el partido no puede hacerse más fuerte, porque la arena
más importante de la actividad de los trabajadores es la fábrica”
Parados y empleados
“¿Descuidar enteramente a los trabajadores
ocupados y poner todas las esperanzas en los parados? Esa sería una táctica puramente anarquista. Naturalmente, los
parados constituyen un poderoso factor revolucionario, particularmente en
Alemania. Pero no como un ejército proletario independiente, sino más bien como
el ala izquierda de ese ejército. El núcleo fundamental de los obreros se
encontrará siempre en las fábricas. Es por esto que el problema de los
consejos de fábricas continúa presente con toda su agudeza”
“Es más, incluso para los parados no es en absoluto
indiferente qué ocurre en las empresas y en el proceso de producción en su
conjunto. Los parados deben ser incluidos sin reservas en el control de la producción”
La religión ultraizquierdista de
los soviets
“Como puedo colegir de su carta, están ustedes
también en contra del trabajo en los sindicatos y la participación en el
parlamento. Si es así, entonces nos
separa un abismo a unos de otros. Yo soy marxista, no bakuninista. Yo me baso en la realidad de la sociedad
burguesa de cara a encontrar en ella las fuerzas y las palancas con que
derrocarla”
“A los
consejos de fábrica, los sindicatos y el parlamento contraponen ustedes…los
soviet…No solamente no tienen
ustedes soviets, ni siquiera tienen un puente hacia ellos, ni siquiera una
carretera hasta el puente, ni tan siquiera un camino a la carretera. Die Aktion
ha transformado los soviets en un fetiche, en un espectro suprasocial, en un
mito religioso. La mitología sirve al pueblo para esconder su propia
debilidad o al menos para consolarse: “Como somos impotentes frente a la
muerte, como no podemos hacer nada en las fábricas, entonces…entonces como
recompensa por ello, nos elevamos a una altura tal que los soviets caen del
cielo para ayudarnos”. Ahí está toda la filosofía de los ultraizquierdistas
alemanes”
IX. Los sindicatos en la era de
la decadencia imperialista (tomado de “Sobre los sindicatos” –ver fecha exacta)
“Hay una característica común, en el desarrollo,
o para ser más exactos en la degeneración, de las modernas organizaciones
sindicales de todo el mundo. Su
acercamiento y su vinculación cada vez más estrecha con el poder estatal. Este proceso es igualmente característico
de los sindicatos neutrales, socialdemócratas, comunistas y “anarquistas”.
Este
sólo hecho demuestra que la tendencia a “estrechar vínculos” no es propia de
tal o cual doctrina, sino que proviene de condiciones sociales comunes para
todos los sindicatos”
“El capitalismo monopolista no se basa en la
competencia y en la libre iniciativa privada sino en una dirección
centralizada. Las camarillas capitalistas que encabezan los poderosos trusts,
monopolios, bancas, etc, encaran la vida económica de la misma perspectiva que
lo hace el poder estatal…los sindicatos de las ramas más importantes de la
industria se ven privados de la posibilidad de aprovechar la competencia entre
las distintas empresas. Deben enfrentar a un adversario capitalista
centralizado, íntimamente ligado al poder estatal. De ahí la necesidad que tienen los sindicatos –mientras se mantengan en
una posición reformista, o sea de adaptación a la propiedad privada- de
adaptarse al Estado capitalista y de luchar por su cooperación. A los ojos
de la burocracia sindical, la tarea principal es la de liberar al Estado de sus
ataduras capitalistas, de debilitar su dependencia de los monopolios y
volcarlos a su favor”
“Al
transformar los sindicatos en organismos del Estado el fascismo no inventó nada
nuevo: simplemente llevó hasta sus últimas consecuencias las tendencias
inherentes al imperialismo”
“Como el capitalismo imperialista crea en las
colonias y semi-colonias unes trato de aristócratas y burócratas obreros, éstos
necesitan el apoyo de gobiernos coloniales y semicoloniales, que jueguen el rol
de protectores, de patrocinantes y a la vez de árbitros. Esta es la base social
más importante del carácter bonapartista y semi-bonapartista de los gobiernos
de las colonias y de los países atrasados en general”
¿Dejar los sindicatos o adoptar
una perspectiva materialista?
“A primera vista, podría deducirse de lo antedicho
que los sindicatos dejan de serlo en la era imperialista. Casi no dan cabida
a la democracia obrera que, en los buenos tiempos, en que reinaba el libre
comercio, constituía la esencia de la vida interna de las organizaciones
obreras”
“Al no
existir la democracia obrera, no hay posibilidad alguna de luchar libremente
por influir sobre los miembros del sindicato. Con esto desaparece, para
los revolucionarios, el campo principal de trabajo en los sindicatos. Sin
embargo, esta posición sería falsa hasta la médula. No podemos
elegir a nuestro gusto y placer el campo de trabajo ni las condiciones en que
desarrollaremos nuestra actividad”
“Menos aún
podemos renunciar al trabajo interno sistemático dentro de los sindicatos de
tipo totalitario o semi-totalitario, solamente porque dependan directa o
indirectamente del Estado corporativo, o porque la burocracia no les dé a los
revolucionarios la posibilidad de trabajar libremente en ellos. Hay que
luchar bajo todas estas condiciones que creó la evolución anterior, en la que
hay que incluir los errores de la clase obrera y los crímenes de sus dirigentes.
En los países fascistas y
semi-fascistas es imposible llevar a cabo un trabajo revolucionario que no sea
clandestino, ilegal, conspirativo. En los sindicatos totalitarios o
semi-totalitarios es imposible o casi imposible llevar a cabo un trabajo que no
sea conspirativo. Tenemos que adaptarnos a las condiciones existentes
en cada país dado para movilizar a las masas”
Consignas
“La primera consigna es: independencia total e
incondicional de los sindicatos respecto del estado capitalista. Esto significa
luchar por convertir a los sindicatos en organismos de las grandes masas explotadas
y no de la aristocracia obrera”
“La segunda
consigna es: democracia sindical. Esta segunda consigna se desprende
directamente de la primera”
El fin de los sindicatos
neutrales y la tarea de unos sindicatos necesariamente políticos
“En otras palabras, los sindicatos actualmente
no pueden ser simplemente los órganos democráticos que eran en la época del
capitalismo libre y ya no pueden ser políticamente neutrales, o sea limitarse a
servir a las necesidades cotidianas de la clase obrera. Ya no pueden ser anarquistas, es decir, ya
no puede ignorar la influencia decisiva del Estado en la vida del pueblo y de
las clases. Ya no pueden ser
reformistas, porque las condiciones objetivas no dan cabida a ninguna reforma
seria y duradera. Los sindicatos de nuestro tiempo pueden
servir como herramientas secundarias del capitalismo imperialista para la
subordinación y adoctrinamiento de los obreros y para frenar la revolución, o
bien convertirse, por el contrario, en las herramientas del movimiento
revolucionario del proletariado”
“La neutralidad de los sindicatos es total e
irreversiblemente cosa del pasado. Ha desaparecido junto con la libre
democracia burguesa”
No darle la espalda a la clase
obrera
“De todo lo anterior se desprende claramente
que, a pesar de la degeneración progresiva de los sindicatos y de sus vínculos
cada vez más estrechos con el estado imperialista, el trabajo en los sindicatos no ha perdido para nada su importancia,
sino que la mantiene y en cierta medida hasta es aún más importante que nunca
para todo partido revolucionario. Se trata esencialmente de luchar por
ganar influencia en la clase obrera. Toda
organización, todo partido, toda fracción que se permita tener una posición
ultimatista respecto a los sindicatos, lo que implica volverle la espalda a la
clase obrera solo por no estar de acuerdo con su organización, está destinada a
perecer”
La
imposibilidad de un sindicalismo reformista independiente
“La intensificación de las contradicciones de clase
dentro de cada país, de los antagonismos entre un país y otro, producen una
situación en que el capitalismo imperialista puede tolerar (claro que por
cierto lapso) una burocracia reformista, siempre que ésta le sirva directamente
como un pequeño pero activo accionista de sus empresas imperialistas, de sus
planes y programas…”
“¿Significa esto que, en la era del
imperialismo, la existencia de sindicatos independientes es, en general, imposible? Sería básicamente erróneo plantear así esta
cuestión. Lo que es imposible es la existencia de sindicatos reformistas
independientes o semi-independientes. Es muy posible la existencia de
sindicatos revolucionarios que no sólo sean agentes de la política
imperialista, sino que se planteen como tarea directamente el derrocamiento del
capitalismo dominante. En la era
de la decadencia imperialista, los sindicatos solamente pueden ser
independientes en la medida en que sean conscientes de ser en la práctica los
organismos de la revolución proletaria. En este sentido, el programa de
consignas de transición adoptado por el último congreso de la IV Internacional,
no es sólo un programa para la actividad del partido, sino que, en rasgos
generales, es el programa para la actividad de los sindicatos”
Todo esto se repite a lo largo de los diferentes
países:
(i) Inglaterra: “los dirigentes sindicales
son hoy, especialmente en el terreno de la política exterior, fieles agentes
del partido conservador”
(ii) Francia: “…no
había cabida para la existencia independiente de sindicatos estalinistas. Se
unieron a los llamados anarco-sindicalistas bajo la dirección de Jouhaux, y el
resultado de esta unificación no fue un giro general a la izquierda, sino a la
derecha. La dirección de la CGT es el agente más directo y abierto del
capitalismo imperialista francés”
(iii) Estados Unidos: “La lucha en las altas
esferas entre la vieja y la nueva federación puede en gran medida reducirse a
la lucha por la simpatía y el apoyo de Roosevelt y su gabinete”
(iv) España: “En cuanto a los sindicatos
anarco-sindicalistas, se transformaron en instrumentos de los republicanos
burgueses. Sus dirigentes se convirtieron en ministros burgueses conservadores.
El que esta metamorfosis tuviera lugar en condiciones de guerra civil no atenúa
su significación”
(v) Holanda: “...la llamada organización
anarco-sindicalista estaba en realidad bajo el control del gobierno
imperialista”
“Los sucesos
de los últimos tiempos (antes de la guerra) han demostrado muy claramente que
el anarquismo, que en cuanto teoría no es más que un liberalismo llevado hasta
sus últimas consecuencias, no era en la práctica más que propaganda
pacífica dentro de la república democrática, cuya protección necesitaba. Si
dejamos de lado los actos de terrorismo individual, etc, el anarquismo, como
sistema de movilización de masas y como política, no ofrece más que material de
propaganda bajo la protección de las leyes. En situaciones de crisis
los anarquistas siempre hacen lo contrario de lo que predican en tiempos de paz.
Esto ya lo había señalado el propio Marx
refiriéndose a la Comuna de París. Y se repitió en mucho mayor escala en la
experiencia de la revolución española”
X. Los sindicatos en la era de la transición (1938)
“En la lucha por las reivindicaciones parciales
y transicionales, los obreros necesitan más que nunca organizaciones de masas,
fundamentalmente sindicatos”
“Los
bolcheviques leninistas están en primera fila en todo tipo de lucha, incluso
cuando se refiere a los más modestos intereses materiales o derechos
democráticos de la clase obrera. Toman parte activamente en los
sindicatos de masas con el objeto de fortalecerlos y acrecentar su espíritu
militante. Luchan implacablemente contra todo intento de someter a los
sindicatos al Estado burgués”
“Solamente
en base a este trabajo se puede luchar con éxito en el seno de los sindicatos contra la
burocracia reformista, incluida la estalinista. El intento
sectario de crear o mantener pequeños sindicatos “revolucionarios” como una
segunda edición del partido, significa de hecho renunciar a la lucha por la
dirección de la clase obrera”
“Al mismo
tiempo, la Cuarta Internacional repudia y condena resueltamente todo fetichismo
de los sindicatos, propio de trade-unionistas y de sindicalistas”
a) “Los sindicatos, por sus objetivos, su
composición y el carácter de su reclutamiento no tienen, ni pueden tenerlo, un
programa revolucionario acabado. Por lo tanto, no pueden sustituir al partido.
La creación de partidos revolucionarios nacionales, secciones de la Cuarta
Internacional, es el objetivo central de la época de transición”
b) “Los sindicatos, aun los más poderosos, no
abarcan más del 20 al 25 por ciento de la clase obrera, y esto con predominio
de sus capas más calificadas y mejor pagadas. La mayoría más oprimida de la clase obrera, es arrastrada a la lucha
episódicamente en los períodos de auge excepcional del movimiento obrero. En esos momentos, es necesario crear
organizaciones ad hoc, que abarquen toda la masa en lucha; los comités de
huelga, los comités de fábrica y finalmente los soviets”
c) “En tanto
que organizaciones de las capas superiores del proletariado, los sindicatos,
como lo atestigua toda la experiencia histórica, incluso la aún fresca de las
organizaciones anarco-sindicalistas de España, desarrollan poderosas tendencias
a la conciliación con el régimen democrático burgués. En los períodos
agudos de la lucha de clases, los aparatos dirigentes de los sindicatos se
esfuerzan por convertirse en amos del movimiento de masas para domesticarlo.
Esto se produce ya con ocasión de simples huelgas, sobre todo en las
ocupaciones de fábrica, que sacuden los principios de la propiedad burguesa. En tiempos de guerra o de revolución,
cuando la situación de la burguesía se hace particularmente difícil, los
dirigentes sindicales se convierten generalmente en ministros burgueses”
“Por lo tanto, las secciones de la cuarta
Internacional no sólo deben esforzarse constantemente por renovar el aparato de
los sindicatos proponiendo atrevida y resueltamente en los momentos críticos
nuevos líderes dispuestos a la lucha en lugar de los funcionarios rutinarios y
trepadores. También deben crear, en todos los casos en que sea posible,
organizaciones de combate autónomas que respondan mejor a los objetivos d la
lucha de masas contra la sociedad burguesa, no retrocediendo, si fuera necesario,
ni ante una ruptura directa con el aparato conservador de los sindicatos.
Si bien sería criminal volverles la
espalda a las organizaciones de masas para alimentar ficciones sectarias, no lo
es menos el tolerar pasivamente la subordinación del movimiento revolucionario
de masas al control de camarillas burocráticas abiertamente reaccionarias o
conservadoras (“progresistas”) enmascaradas. Los sindicatos no son un
fin en sí mismos, son sólo medios a emplear en la marcha hacia la revolución
proletaria”
Comité fabrica y ocupación de
fábrica
“El movimiento obrero de una época transicional no
tiene un carácter regular y parejo; es apasionado, explosivo. Las consignas, lo
mismo que las formas de organización, deben estar subordinadas a ese carácter
del movimiento. Huyendo de la rutina como de la peste, la dirección debe ser
sensible a la iniciativa de las masas”
“Las huelgas con ocupación de fábrica, una de las
manifestaciones más recientes de esta iniciativa, rebasan los límites de los
procedimientos capitalistas “normales”. Independientemente de las
reivindicaciones de los huelguistas, la ocupación temporal de las empresas
asesta un duro golpe al fetiche de la propiedad capitalista. Toda huelga con
ocupación plantea prácticamente el
problema de saber quién es el dueño de la fábrica: si el capitalista o los
obreros”
“Si la ocupación promueve esta cuestión
episódicamente, el comité de fábrica
da a la misma una expresión organizativa. Elegido por los obreros y empleados
de la empresa, el comité de fábrica se convierte inmediatamente en un contrapeso de las decisiones de la
administración”
“Allí donde los obreros de la empresa están ya
desde los períodos “tranquilos” totalmente comprendidos en los sindicatos, el
comité coincidirá formalmente con el órgano del sindicato, pero renovará su
composición y ampliará sus funciones. Sin embargo, la significación principal de
los comités reside en que se transformen en estados mayores para las capas
obreras que, por lo general, el sindicato no es capaz de llevar a la acción.
Y es precisamente de esas capas más explotadas de donde surgirán los
destacamentos más abnegados de la revolución”
“A partir
del momento de la aparición del comité de fábrica, se establece de hecho una
dualidad de poder. Por su esencia, ésta tiene algo de transicional, porque
encierra en sí misma, dos regímenes irreconciliables: el del capitalismo y el
proletario. La importancia principal de los comités de fábrica consiste
precisamente en abrir un período prerrevolucionario ya que no directamente revolucionario,
entre el régimen burgués y el régimen proletario. Que la propaganda por los
comités de fábrica no es prematura ni artificial lo demuestran ampliamente las
oleadas de ocupaciones que se han desencadenado en algunos países”
XII. Los ultraizquierdistas en
general y los incurables en particular (algunas consideraciones teóricas) (1937)
“La
ideología marxista es concreta, es decir, comprende todos los factores
decisivos de una cuestión determinada, no sólo en sus relación recíprocas, sino
también en su desarrollo. No diluye la situación del momento presente en la
perspectiva general; sino que, mediante la perspectiva general, hace posible el
análisis de la situación presente con todas sus particularidades. Precisamente
es con este análisis concreto como comienza la política. La manera de pensar oportunista, así como
la sectaria, tienen un rasgo en común: que extraen de la complejidad de
las circunstancias y de las fuerzas en
presencia, uno o dos factores que les parecen los más importantes –y que a
veces lo son realmente-, los aíslan de la realidad compleja y les atribuyen una
fuerza sin límites ni restricciones”
“Durante
mucho tiempo antes de la guerra, el reformismo se ha servido de esta manera de factores muy importantes pero
temporales: el fuerte desarrollo del capitalismo, la elevación del nivel de
vida del proletariado, la estabilidad de la democracia, etc”
“Es el
sectarismo quien se sirve ahora de las tendencias y factores más importantes:
el declive del capitalismo, el descenso del nivel de vida de las masas, la
descomposición de la democracia, etc. Pero, lo mismo que el reformismo
de la época precedente, el sectarismo transforma las tendencias históricas en
factores omnipotentes y absolutos.
Los ultraizquierdistas detienen su análisis justo donde éste comienza.
Oponen a la realidad un esquema prefabricado. Ahora bien, las masas viven en la
realidad, y por esto el esquema sectario no tiene la menor influencia en la
mentalidad de los obreros. Por su misma esencia, el sectarismo está condenado a
la esterilidad”
“El capitalismo imperialista no es capaz ya de
desarrollar las fuerzas productivas de la humanidad, y por esta razón, no puede
dar a los obreros ni concesiones materiales ni reformas sociales efectivas.
Todo esto es exacto. Pero
todo esto no es exacto más que a escala de toda una época. Existen
ramas de la industria que después de la guerra se han desarrollado con una
fuerza prodigiosa (la del automóvil, la aviación, electricidad, radio), pese al
hecho de que la producción general no se eleve o se eleve muy poco, por encima
del nivel de antes o de durante la guerra. Esta economía podrida tiene
además sus flujos y reflujos. Los obreros no terminan casi nunca con su lucha,
que a veces sale victoriosa….”
Palabrería revolucionaria,
medidas parciales y análisis concreto
“Un líder sindical que se deje llevar
exclusivamente por la tendencia del capitalismo a pudrirse para renunciar a
toda lucha económica y parcial, será, en efecto, a pesar de sus concepciones
“revolucionarias”, un agente de la reacción. Un líder sindicalista marxista
debe considerar no sólo las tendencias generales del capitalismo, sino analizar
también los factores específicos de la situación, la coyuntura, las condiciones
locales y también el elemento psicológico, para proponer una actitud de lucha,
de expectativa o retroceso”
Comunismo vs fascismo
“Es cierto que nuestra época se caracteriza
políticamente por una lucha a muerte entre el socialismo (comunismo) y el
fascismo. Pero, desgraciadamente, esto
no significa que el proletariado sea ya y en todas partes consciente de esta
alternativa, ni que pueda, en un país determinado, en un momento dado,
desinteresarse de la lucha parcial para salvaguardar sus libertades
democráticas. La alternativa fundamental: comunismo o fascismo,
establecida por Lenin, se ha convertido para muchos en una fórmula hueca”
“La lucha que
comienza no es la lucha entre la democracia burguesa y el fascismo, como
piensan algunos, sino entre el fascismo y el socialismo” (Andrés Nin) –“Esta fórmula era demás
común en la corriente del POUM”
“Nin ha transformado prácticamente la fórmula
leninista en su contraria: ha entrado en un gobierno burgués que tenía por
objetivo expoliar y asfixiar todas las conquistas, todos los puntos de apoyo de
la revolución socialista naciente. El
fondo de su pensamiento era aproximadamente éste: puesto que esta revolución es
una revolución socialista “por esencia”, nuestra entrada en el gobierno no
puede hacer otra cosa que ayudarla”
El POUM (Partido obrero de unificación marxista),
fundado en España en 1935, cuando la Oposición de Izquierda española, dirigida
por Andrés Nin, rompió con Trotsky y se unió con el bloque obrero y campesino,
dirigido por Joaquín Maurín. Trotsky
calificará de traición el ingreso del POUM al Frente Popular”
“No, desde abril de 1931 el gran drama español ha
tomado el carácter de una revolución “republicana” y “democrática”. Durante los
años que siguieron la burguesía ha sabido imponer su sello a los sucesos,
aunque la alternativa leninista: comunismo o fascismo, haya conservado –en
último análisis- todo su valor. Cuanto más los centristas de izquierda y los
sectarios transforman esta alternativa en una ley supra-histórica, menos son
capaces de arrancar a las masas de la influencia burguesa”
“Los ultraizquierdistas dicen…¡Se nos quiere acorralar así a la elección entre democracia
burguesa y el fascismo! ¡Pero esto es oportunismo puro! La revolución española
es, en el fondo, la lucha entre el socialismo y el fascismo. La democracia
burguesa no presenta la menor salida…Y así continúan”
“La alternativa: socialismo o fascismo,
significa solamente, y esto es bastante importante, que la revolución española
no puede ser victoriosa más que por la dictadura del proletariado…Se trata también, y toda la tarea política
está ahí, en transformar esta revolución híbrida, confusa, medio ciega y medio
sorda, en revolución socialista. Hace falta no sólo decir lo que es, sino
también saber partir de lo que es”
“La lucha en España está dirigida actualmente, Negrín-Stalin
de ninguna manera representan el socialismo. Al contrario, representan un freno
“democrático” que impide el movimiento hacia el socialismo. La alternativa histórica: comunismo o fascismo, no ha encontrado todavía
su expresión política”
Respecto de la guerra civil en España, “hay que tomar este hecho tal como es, es
decir como la lucha armada entre dos campos sociales, subyugados, de un lado
por la democracia burguesa, y del otro por el fascismo bien comprobado. Se
trata de encontrar una actitud justa con respecto a esta lucha híbrida, para
transformarla desde dentro en lucha por la dictadura del proletariado”
“El gobierno de Negrín-Stalin es un freno
cuasi-democrático en el camino al socialismo, pero es también un freno,
ciertamente ni seguro ni perdurable, pero por lo menos un freno, en el camino
del fascismo. La tarea no es solamente apreciar teóricamente los dos campos en
su justo valor, sino también utilizar prácticamente su lucha para dar un salto
hacia adelante”
Los bolcheviques en la lucha
entre Kerensky y Kornilov
“Los centristas de izquierda, como los incurables
“ultraizquierdistas”, citan a menudo el ejemplo de la política bolchevique en
el conflicto Kerensky-Kornilov, sin comprender nada. El POUM dice: “Pero los
bolcheviques luchaban junto a Kerensky”. Los ultraizquierdistas responden: “Pero los bolcheviques negaron, hasta
frente a la amenaza de Kornilov, toda confianza en Kerensky”. Los dos tienen razón…a medias, es decir,
se equivocan completamente. Los
bolcheviques no permanecieron neutrales en el campo de Kerensky y el de
Kornilov. Aceptaron el mando oficial, mientras no fueron lo suficientemente
fuertes para derribarlo. Es precisamente del mes de agosto, cuando
se produce el levantamiento de Kornilov, del que data la ascensión prodigiosa
de los bolcheviques. Esta ascensión
no fue posible más que gracias al doble aspecto de la política bolchevique. Al
participar en primera línea en la lucha contra Kornilov, los bolcheviques no
tenían la menor responsabilidad por la política de Kerensky, al contrario, la
denunciaban como responsable del asalto reaccionario y como incapaz de
dominarlo. Es así como se prepararon las políticas de la revolución de
Octubre, en la que la alternativa: bolchevismo o contrarrevolución (comunismo o
fascismo), de ser una tendencia histórica, llegó a ser una realidad viva e
inmediata”
XIII. ¿Qué es una situación
revolucionaria?
(1931)
1) “Para analizar una situación desde un punto de
vista revolucionario, es necesario distinguir entre las condiciones económicas
y sociales de una situación revolucionaria y la situación revolucionaria misma”
2) “Las condiciones económicas y sociales de una
situación revolucionaria se dan, hablando en general, cuando las fuerzas
productivas de un país están en decadencia; cuando disminuye sistemáticamente
el peso del país capitalista en el mercado mundial y los ingresos de las clases
también se reducen sistemáticamente; cuando el desempleo ya no es simplemente
la consecuencia de una fluctuación coyuntural, sino un mal social permanente
con tendencia a incrementarse”
“Pero no
debemos olvidar que a la situación revolucionaria la definimos políticamente,
no sólo sociológicamente, y aquí entra el factor subjetivo, el cual no consiste
solamente en el problema del partido del proletariado, sino que una cuestión de
conciencia de todas las clases…”
3) “La situación revolucionaria sólo se da
cuando las condiciones económicas y sociales que permiten la revolución
provocan cambios bruscos en la conciencia de la sociedad y de sus diferentes
clases”
“Pero la situación revolucionaria se desarrolla
sólo cuando el proletariado comienza a buscar una salida, no sobre los carriles
de la vieja sociedad, sino por el camino de la insurrección revolucionaria
contra el orden existente. Esta es la condición subjetiva más importante de una
situación revolucionaria. La intensidad de los sentimientos revolucionarios de
las masas es uno de los índices más importantes de la madurez de la situación
revolucionaria”
“No se puede
saber por adelantado, ni indicar con exactitud matemática, en qué momento de
estos procesos está madura la situación revolucionaria. El partido
revolucionario sólo puede descubrirlo a través de la lucha por el crecimiento
de sus fuerzas e influencia sobre las masas, sobre los campesinos y la
pequeñaburguesía de las ciudades, etc; y el por el debilitamiento de la
resistencia de las clases dominantes”
“Pero cuando se alteran radicalmente las
condiciones económicas, la respuesta psicológica, ya demorada, puede aparecer
muy rápido. Y así sucedan rápido o lentamente, esos cambios inevitablemente
deben alterar el estado de ánimo de las clases. Sólo entonces tenemos una
situación revolucionaria”
9) “Las
condiciones políticas de una situación revolucionaria se desarrollan simultánea
y más o menos paralelamente, pero esto no significa que madurarán todas al
mismo tiempo; éste es el peligro que nos amenaza. De las condiciones
políticas en sazón, la más inmadura es el partido revolucionario del
proletariado. No está excluida la posibilidad de que la transformación revolucionaria
del proletariado y de la clase media, y la desintegración de la clase
dominante, se desarrollen más rápidamente que la maduración del partido
comunista. Esto significa que podría darse una verdadera situación
revolucionaria sin un partido adecuado. En cierta medida se repetiría lo que
sucedió en Alemania en 1923”
Sobre el kerenskismo
“…esto es suficiente para explicar por qué es
totalmente erróneo plantear que en Inglaterra el conflicto político se da entre
la democracia y el fascismo. La era fascista comienza en serio después de
una victoria importante y temporalmente decisiva de la burguesía sobre la clase
obrera. Pero en Inglaterra las
grandes luchas todavía no se libraron…será posiblemente
liberal-laborista, que en un futuro próximo puede resultar más peligroso que el
espectro del fascismo. Condicionalmente llamamos a esta etapa kerenskismo
británico”
“Pero hay
que añadir que no necesariamente en toda etapa y en todos los países el
kerenskismo será tan débil como lo fue el ruso, que era débil porque el partido
bolchevique era fuerte. Por ejemplo, en España el kerenskismo –la
coalición de liberales y “socialistas”- no es de ninguna manera tan débil como
lo fue en Rusia, y ello se debe a la debilidad del partido comunista. El
kerenskismo combina la fraseología reformista, “revolucionaria”, “democrática”,
“socialista” y las reformas sociales democráticas de secundaria importancia con
la represión al ala izquierda de la clase obrera”
“La derrota del futro lloydgeorgismo sólo será
posible si sabemos prever su llegada, si no nos dejamos hipnotizar por el
espectro del fascismo, que hoy es un peligro mucho más lejano que Lloyd George
y su herramienta del futuro, el partido laborista”
XIV. Sobre el centralismo
democrático. Unas pocas palabras acerca del régimen del partido (1937)
“Tampoco pienso que pueda dar una fórmula tal
sobre el centralismo democrático que “de una vez por todas” elimine
malentendidos y falsas interpretaciones. Un partido es un organismo activo.
Se desarrolla en la lucha contra obstáculos exteriores y contradicciones
internas”
“El régimen
de un partido no cae hecho del cielo, sino que se forma gradualmente en la
lucha”
“La línea
política predomina sobre el régimen; en primer lugar, es necesario definir
problemas estratégicos y métodos tácticos con el fin de resolverlos. Las
formas organizativas deberían corresponder a la estrategia y a la táctica.
Solamente una política correcta, puede garantizar un régimen partidista
saludable. Se entiende que esto no significa que el desarrollo del partido no
dará lugar a tales problemas de organización. Pero implica que la fórmula para un centralismo democrático debe
encontrar inevitablemente una expresión diferente en los partidos de diversos
países y en distintos estados de desarrollo de un mismo partido”
“La democracia y el centralismo no se encuentran
en absoluto en una proporción invariable de la una con el otro. Todo depende de circunstancias concretas,
de la situación política del país, de la fuerza y la experiencia del partido,
del nivel general de sus miembros, de la autoridad que las directivas han
logrado ganar. Antes de una conferencia, cuando el problema consiste en
formular una línea política para el próximo período, la democracia triunfa
sobre el centralismo. Pero cuando se
trata de la acción política, el centralismo subordina a la democracia”
La democracia “afirma de nuevo sus derechos
cuando el partido siente la necesidad de examinar críticamente sus propias
acciones. El equilibrio entre la democracia y el centralismo se establece
en la lucha actual, en ciertos momentos es violado y luego se restablece de
nuevo”
“La madurez
de cada miembro del partido se expresa particularmente en el hecho de que no
exige del régimen partidista más de lo que éste puede dar. La persona
que define su actitud hacia el partido por los golpes personales que le dan en
la nariz, es un pobre revolucionario. Es necesario, por supuesto, luchar
contra todos los errores individuales de los dirigentes, toda injusticia, etc. Pero es necesario determinar estas
“injusticias” y “errores” no en ellos mismos, sino en conexión con el
desarrollo general del partido a escala nacional e internacional. Un
juicio correcto y un sentido de las proporciones en política son extremadamente
importantes…La persona que tiene propensión a hacer una montaña de un grano de
arena puede causar mucho daño al partido y a sí mismo”
“Cada revolucionario real que nota las
equivocaciones del régimen partidista, debe primero que todo decirse: “¡Debemos
traer al partido una docena de nuevos trabajadores!” Los jóvenes trabajadores
deben llamar al orden a los escépticos, los pesimistas y los traficantes de
quejas…”
XV. Sobre el voto secreto (1929)
“Durante la Guerra Civil se instituyó el voto no
secreto en los sindicatos, los soviets y el partido comunista como medio de
presión sobre los elementos atrasados, fluctuantes o reaccionarios. Pero en las
condiciones totalmente distintas de fines de la década del 20, el voto cantado
era fundamentalmente un arma que utilizaba el aparato estalinista para
presionar contra los elementos opositores o independientes”
“Respecto de voto secreto, creo recordar que en mi
carta dije claramente: hay que aplicarlo primero en el partido, luego en los
sindicatos, después, según los resultados, en los soviets. El voto público fue
creado para controlar al enemigo mediante la presión la presión de la opinión
pública de los obreros y, sobre todo, de su vanguardia. Pero en la actualidad
la burocracia partidaria emplea este instrumento en el partido contra las
masas, y en los sindicatos contra todos los obreros”
“…en una serie de regiones, las masas partidarias
sabían, desde hace uno dos o tres años, que a la cabeza del comité regional del
partido y del comité ejecutivo regional de los soviets había aventureros,
elementos desleales, futuros traidores; lo sabían, y sin embargo guardaban
silencio. En una situación semejante, el voto secreto es la primera condición
necesaria para el restablecimiento de la democracia en el partido”
“Es obvio que, en el caso de que la experiencia en
los sindicatos sea favorable, se podría aplicar el voto secreto en los soviets
–al principio sólo parcialmente-, de manera que en ninguna circunstancia nos
veamos obligados a aplicarlo en general”
“Es superfluo agregar que la consigna del voto secreto
no reviste un carácter principista o de verdad universal, obligatorio en todas
las ocasiones. Es una consigna ad hoc, derivada de la crisis de las
contradicciones existentes entre los cuadros y el partido. Pero en la situación
actual es una consigna muy importante”
“El Partido Social revolucionario (SR), fundado en 1900, llegó a ser la
expresión política de todas las corrientes populistas que existían en Rusia y
fue el que más influencia tuvo en el campesinado antes de la revolución. Los
mencheviques, dirigidos por Julius
Martov, se constituyeron en 1903 como fracción interna del POSDR
(Partido obrero socialdemócrata ruso), transformándose luego, como sus
adversarios bolcheviques, en un partido independiente”
XVI. Terror individual y terror
de masas (1936)
“Pero no se puede provocar una revolución a
voluntad. Estalla –como dijo una vez
Engels- como un cataclismo natural en la historia humana. Y en la sala
de parto no se pueden discutir las ventajas y desventajas de los dolores de
parto. El partido revolucionario trata de aliviar los dolores de parto de
la revolución, y reducir al mínimo el consiguiente derramamiento de sangre”
“En la historia rusa el terror individual desempeñó
un papel importante como arma política de un estrecho sector de la intelectualidad
en lucha contra el zarismo. La tendencia marxista surgió en la lucha frontal
contra el método terrorista individual. No
es casual que los marxistas trataran de basarse en la evolución social, es
decir en el movimiento que estaba naciendo, mientras que los intelectuales,
aislados de las masas, trataban de provocar artificialmente “su” propia
revolución, bajo su propia autoridad, arrojando bombas”
“Mi tránsito de la inmadurez a la madurez política
transcurrió en una atmósfera de lucha contra las ilusiones aventuristas y
terroristas. Entre 1897 y 1908 publiqué numerosos artículos y pronuncié muchos
discursos contra el terrorismo individual y por la lucha de clases
revolucionaria”
“El argumento principal se puede sintetizar de la
siguiente manera: el terrorismo
individual es ilícito sobre todo porque las masas pierden conciencia de su
propia importancia, aceptan su impotencia y ponen su atención y esperas en el
gran vengador y libertador”
“Los caballeros dirigentes se creen hacedores de la
historia y benefactores irremplazables de la humanidad. En realidad, Stalin
no es más que el representante de la casta dominante. Su fuerza le da fuerza;
su inteligencia le da inteligencia…Poco cambiaría con la eliminación de Stalin.
Si las masas permanecen pasivas y
atomizadas, Molotov u otro cumplirá las mismas funciones y con el mismo éxito”
“La lucha contra el terrorismo le sirve a la
burocracia para ahogar todo intento de oposición, todo pensamiento crítico en
el país y sobre todo en el propio partido gobernante. En estas condiciones, el
empleo del terrorismo sería un suicidio político y físico en su forma más
flagrante”
Friederich Adler (1879-1960): secretario del
partido socialdemócrata austríaco desde 1911 hasta 1916, cuando fue encarcelado
por asesinar al primer ministro. Liberado por la revolución de 1918, fundó la
Internacional Dos y Media, a la que luego reunificó con la Segunda. A partir de
1923 fue secretario de la organización reunificada”
XVII. Una explicación necesaria
a los sindicalistas comunistas (1923)
Se critica a Louzon (sindicalista francés), quien
postula la independencia sindical frente a los “ataques” de la Internacional
Comunista
Internacional Sindical Roja: conocida como
Profintern (sigla de sus iniciales en ruso). Fue fundada en Moscú en 1921 en
oposición a la Federación Obrera Internacional reformista (“amarilla”) con sede
central en Amsterdam. Fue disuelta en 1937 como parte de la política del
estalinismo…”
Los sindicatos representan a toda la clase
obrera. El partido, en cambio, no es más que el partido (Louzon)
“…¿los sindicatos representan a toda la clase
obrera? ¿De qué país está hablando? Si se refiere a Francia, por lo que sabemos
allí los sindicatos no incluyen, desgraciadamente, ni a la mitad de la clase
obrera…han roto la organización
sindical francesa en dos. Ninguna de las dos confederaciones abarca más de 300
mil obreros”
“Pero si quisiéramos dirigirnos a toda la clase
obrera, desgraciadamente la encontraríamos dividida, impotente, muda”
“Los
distintos sectores de la clase, organizados en diferentes confederaciones, los
diferentes sindicatos de una misma confederación, los diferentes grupos de un
mismo sindicato, nos darán respuestas diversas. Pero la abrumadora
mayoría del proletariado, que sigue fuera de ambas confederaciones, no nos dará
actualmente ninguna respuesta. No hay ningún país en que la organización
sindical abarque a toda la clase obrera, pero en algunos al menos comprende un
vasto sector. No es el caso de Francia”
¿Anexión mecánica o proceso?
“No se trata, para el partido ni para los
sindicatos, de “anexarse” al proletariado…sino de ganarse la confianza del
proletariado”
“Si el
proletariado como clase fuera capaz de comprender inmediatamente su tarea
histórica, no serían necesarios ni el partido ni los sindicatos: la revolución
proletaria habría nacido simultáneamente con el proletariado. Por el
contrario, el proceso mediante el cual el proletariado comprende su misión
histórica es largo y penoso, y está plagado de contradicciones internas”
Sindicalismo
revolucionario, contra los partidos
“También los sindicatos comienzan como un pequeño
grupo de obreros activos y crecen gradualmente, a medida que su experiencia les
permite ganar la confianza de las masas”
“…los ideólogos burgueses contraponen a la totalidad
de la clase obrera, no sólo con el
partido de la clase obrera, sino también con sus organizaciones sindicales, a
las que acusan de querer “anexársela”. “Le Temps” lo dice cada vez que hay una
huelga”
“Veamos entonces que las críticas planteadas por el
camarada Louzon a las “pretensiones del partido”, se aplican igualmente a las
pretensiones de los sindicatos. Sobre todo en Francia, ya que el sindicalismo
francés –debemos repetirlo- ha sido y es, organizativa y teóricamente, igual
que un partido. Así fue que llegó, durante su período clásico (1905-1907), a la
teoría de la “minoría activa”, y no a “la clase obrera en sí misma” (como
afirma demagógicamente Louzon)
“Pero el partido del sindicalismo revolucionario,
siente la misma aversión por los partidos en general que toda la clase obrera
francesa. Por lo tanto no asumió el nombre de partido y se mantiene incompleto
en cuánto organización. Es un partido que intentó diluir a sus miembros en la
asociación sindical, o al menos enmascarase tras los sindicatos”
El comunismo contra la máquina
guevarista
“El sindicalismo revolucionario, que fue en
muchos aspectos el precursor del comunismo en Francia, ha adoptado la teoría de
la minoría activa, es decir del partido, pero sin convertirse abiertamente en
un partido. De esta forma, ha impedido que los sindicatos se transformaran en
una organización de la totalidad de la clase obrera (lo que no es posible en un
sistema capitalista) o al menos de importantes masas de ella. Los comunistas no le temen a la palabra
partido, porque su partido no tiene ni tendrá nada en común con los otros
partidos”
“Por lo tanto los comunistas no tienen ninguna
razón, ni ideológica ni organizativa, para esconderse tras los sindicatos. No
los utilizan para maquinaciones de trastienda. No los rompen cuando están en
minoría. No perturban de ningún modo el desarrollo independiente”
“Pero al mismo tiempo el partido comunista se
reserva el derecho a expresar sus opiniones sobre todos los problemas del
movimiento obrero, incluso sobre los sindicales, de criticar las tácticas de
los sindicatos y de hacerles propuestas concretas que aquéllos, por su parte,
son libres de aceptar o rechazar. El partido se esfuerza con la acción
práctica en ganar la confianza de la clase obrera y, sobre todo, del sector
organizado en los sindicatos”
Relación
histórica entre Partido y sindicato
“Es
cierto que Marx escribió en 1868 que el partido obrero saldría de los
sindicatos. Cuando escribía esto
pensaba principalmente en Inglaterra, que era el único país capitalista
desarrollado que ya tenía grandes organizaciones obreras…La experiencia
histórica confirmó las profecías de Marx en lo que respecta a Inglaterra.
El Partido Laborista inglés se construyó realmente sobre la base de los
sindicatos. ¿Pero cree el camarada Louzon que el Partido Laborista inglés
actual, con la dirección de Henderson y Clynes, se lo puede considerar
auténticamente representativo de los intereses de la totalidad del
proletariado?”
“…si bien en Inglaterra los sindicatos están más
cerca de representar a la totalidad de la clase obrera que en cualquier otra
parte…”
“En Rusia –y con relación a las leyes del
desarrollo capitalista Rusia está en las antípodas de Gran Bretaña- el partido
comunista, que originalmente fue el partido socialdemócrata, es anterior a los
sindicatos y los creó…¿Diría el
camarada Louzon que la evolución de Rusia entra en contradicción con el
marxismo? ¿No es más sencillo
decir que, el planteo de Marx sobre el origen sindical del partido es aplicable
a Inglaterra como lo demostró la experiencia –y sólo hasta cierto punto-, pero
que Marx nunca tuvo la más mínima intención de sentar una ley que el mismo
llamaba con desprecio “suprahistórica”?”
“Los demás
países de Europa, incluida Francia, se encuentran en este aspecto entre Rusia y
Gran Bretaña. En algunos países los sindicatos son anteriores al partido, en
otros se dio el caso contrario”
“Cuando los sindicatos ingleses apoyaban
alternativamente a los conservadores y a los liberales y en cierta medida eran
un apéndice sindical de esos partidos, cuando la organización política de los
obreros alemanes no era más que el ala izquierda del partido democrático,
cuando los seguidores de Lasalle y Eisenach se peleaban entre sí; entonces Marx reivindicaba la independencia
de los sindicatos de todo partido”
“Cuando Marx exigía la total independencia de
los sindicatos de todos los partidos y sectas existentes, es decir, de todos
los partidos y sectas burguesas y pequeñoburguesas, lo hacía con el objeto de
facilitar al socialismo científico su predominio en los sindicatos. Marx nunca consideró al partido del
socialismo científico uno más de los tanto partidos políticos existentes
(parlamentarios, democráticos, etc). Para Marx, la Internacional era la
clase obrera consciente, representada en ese momento por una vanguardia aún muy
pequeña”
“Marx no dio ninguna respuesta universal al
problema de las relaciones entre el partido y el sindicato, tampoco podía
hacerlo. Estas relaciones dependen de circunstancias que varían en cada caso.
Si el partido y la confederación sindical tienen una representación mutua en
sus comités centrales, o si forman comisiones de acción conjunta cuando es
necesario, no tiene mayor importancia”
“El Partido, para merecer ese nombre, debe incluir
a toda la vanguardia de la clase obrera y usar su influencia ideológica para
que puedan fructificar todas las manifestaciones del movimiento obrero, el
primer lugar el movimiento sindical. Pero para que las organizaciones
sindicales merezcan ese nombre, deben abarcar una masa creciente de obreros, y
entre ellos a muchos elementos atrasados”
“Wilhelm Liebknecht y August Bebel, seguidores
de Marx en Alemania, fundaron el partido obrero socialdemócrata en 1869 en
Eisenach, en oposición a la Unión
General de obreros alemanes, lasallista. Lasallistas y eisenacheanos unieron
finalmente sus movimiento en 1875 en una convención celebrada en Gotha”
XVIII. ¡Otra vez los prejuicios
socialdemócratas!
(1923)
“Los argumentos del camarada Louzon respecto a que
los sindicatos no quieren mancharse con el contacto con las organizaciones de
la democracia burguesa son un débil eco del anarquismo. Puede suponerse que la
mayoría de los obreros organizados en la CGTU votaran en las elecciones por el
partido comunista (al menos esperamos que el camarada Louzon, como miembro del
partido comunista, los llame a hacerlo), mientras que la mayoría de los miembro
de la confederación amarilla votarán por el partido de Blum, Renaudel. El
sindicato, como forma organizativa, no se adapta a la lucha parlamentaria, pero
los obreros organizados en los sindicatos tendrán igualmente sus diputados. Es
un simple caso de división del trabajo dentro de una misma clase. ¿O acaso a
los obreros franceses les es indiferente lo que pasa en el parlamento? Ellos no
piensan así”
“Los sindicatos han reaccionado muchas veces ante
la labor legislativa del parlamento, y lo seguirán haciendo en el futuro. Y si,
al mismo tiempo, hay legisladores comunistas en el parlamento, que trabajen
hombro a hombro con los sindicatos revolucionarios contra los actos de
violencia y los golpes de la “democracia” imperialista, es una ventaja y no una
desventaja. La tradición francesa dice que los diputados son traidores. Pero el partido comunista francés ha sido
creado con el fin explícito de barrer con esa tradición. Si algún diputado
se aparta de la línea clasista, será expulsado del partido. Nuestro partido
francés ha aprendido a hacerlo y la desconfianza es totalmente infundada.
Louzon se queja de que el partido tiene muchos intelectuales pequeño-burgueses.
Es cierto. Pero el cuarto congreso de la IC lo reconoció, y adoptó una
resolución al respecto, que no ha dejado de tener su efecto…Ya hay un número
considerable de obreros en el Comité Central de nuestro partido francés. Esto se
refleja en todo el partido”
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