jueves, 29 de mayo de 2014

El Bonapartismo mexicano. Ascenso y decadencia (Manuel Aguilar Mora, 1982)

Introducción

“Entre otras rupturas que se iniciaron a fines de los años sesenta, el estallido de la crisis del sistema de dominación bonapartista mexicano fue una de las más importantes. El estado burgués más estable de América Latina, uno de los fundamentos del orden capitalista en la región, mostró que también era vulnerable y se resentía del ascenso de la lucha de masas que caracterizó al período abierto en 1968”

“…la generación del 60 en México, parecía, sin embargo, surgida por generación espontánea. Carecía de la memoria histórica que distorsionadamente y todo mantiene en alto el poderoso y consciente movimiento obrero francés, o de los vínculos con la heroica lucha antifascista checa, o de la identidad revolucionaria que, a pesar suyo, representaba Mao en China en esa etapa”

“…desde 1940, año del giro preparado por el triunfo del reformismo de todos los tipos (lombardista, estalinista, cardenista, etc) sobre las potencialidades revolucionarias de los años 30, hasta 1959, año de triunfos para América Latina por la victoria de la revolución cubana que, por el contrario, en México fue el de la peor derrota proletaria en décadas, pero que rompió por su dureza misma el candado que aprisionaba a la vanguardia obrera y juvenil”

“…algunas cuestiones planteadas hace diez o cinco años ya no son vigentes o contienen errores. En especial nos referiremos a un aspecto que nos ha sido señalado varias veces: nuestra aseveración de que la crisis final del régimen se daría antes de 1980 y cuando fue evidente que no sucedería así…Nuestro análisis no es sólo “político objetivo”, sino que se inscribe dentro de una “práctica política militante”, comprometida, lo que, necesariamente implica, en algunos casos, en ciertos momentos, la sobrevaloración de las propias fuerzas revolucionarias…los bien conocidos ejemplos de Marx y Engels primero y Lenin y Trotsky después, que en ocasiones clave de la historia revolucionaria  extrapolaron, sobreestimándolas, las perspectivas de victoria: en 1849-50 y en 1919-20 respectivamente”

Facciones, partido y subjetivismo

-          “…construir los cimientos y primeros obrajes del partido…Esta tarea, de carácter “subjetivo”…Constituye un esfuerzo de construcción de la “memoria histórica” de la clase, del equipo sólido que se mantiene leal y firme, incluso ante los reflujos inevitables de la lucha de clases, y de la preparación de la simiente que en contacto con el impulso periódico revolucionario de las amplias masas, gesta la energía y el momentum necesario para aplastar al capitalismo e iniciar la construcción del socialismo”

Discusión y reflexión sobre subjetivismo y partido

-          El autor perteneció al “Grupo Comunista Internacionalista”, el cual en 1976 se convirtió en el PRT (sección mexicana de la cuarta internacional

Aquí hay que recordar que el autor despliega en ocasiones algunos de los errores típicos del secretariado unificado: las loas a cuba, la sobreestimación de fuerzas no obreras no el movimiento estudiantil (además de que en muchas ocasiones se basa en los análisis económicos de Mandel)

-          “En tanto movimiento que acepta y practica la más amplia democracia interna (derecho a formar tendencias organizadas nacional y/o internacionalmente al interior de sus secciones), la cuarta internacional en México desarrolló un debate enriquecedor sin igual en la izquierda del país…”

Capítulo 1: Historia y política del bonapartismo

“Y el bonapartismo no era un árbitro entre el proletariado y la burguesía: era en realidad el poder más concentrado de la burguesía sobre el proletariado(León Trotsky)

“Aunque, como dicen los franceses, para un guisado de conejo se necesita un conejo, un Bonaparte no es absoluto indispensable para el bonapartismo. Basta la existencia de dos campos irreconciliables. En lugar de una persona, el papel de un árbitro todopoderoso puede ser desempeñado por una camarilla” (León Trotsky)

Desarrollo desigual, acumulación primitiva y una concepción estrecha del mpc

-          “…países atrasados coloniales o semicoloniales. Estos últimos, sometidos directa  y brutalmente a las contradicciones de la ley por excelencia de desarrollo del imperialismo, la del desarrollo desigual y combinado, no reproducirían la evolución social de los países metropolitanos, sino que recrearían una realidad compleja propia, peculiar.  La fuente primordial y conformadora de esa ley, a saber, la concurrencia constante entre la acumulación de capital dentro del dominio del proceso capitalista propiamente dicho (acumulación, basada en la plusvalía, ante todo relativa, extraída al proletariado industrial), tanto en los países imperialistas como atrasados, y la acumulación primitiva de capital fuera de los límites del capital (a través del comercio basado en el intercambio desigual, de la explotación de la fuerza de trabajo con métodos precapitalistas, etc) resulta en el Tercer Mundo en formaciones sociales extremadamente inestables y desencuadradas”

-          “Si bien ésta tiene sus crisis periódicas al nivel mundial, durante sus auges presencia un crecimiento orgánico en los países metropolitanos. En cambio, en los países atrasados la “crisis permanente” de la economía y, por tanto, de la sociedad, es la regla”

Recordar todas las críticas que se pueden hacer a estas ideas: i) sobre las críticas a la tesis del intercambio desigual, ver los textos que hemos fichado de John Weeks, Anwar Shaik, Henry Bernstein y otros; ii) sobre la inestabilidad de las formaciones del tercer mundo, ver el mismo caso de México, una formación social capitalista no desarrollada que mostró una estabilidad de casi 60 años; iii) sobre la tesis de la acumulación primitiva, ver las crítica de Zarembka y Matsas-Masas, así como las fértiles alternativas propuestas por Roger Bartra y Octavio Ianni; iv) sobre la cuestión el precapitalismo, ver todos nuestros comentarios en nuestra investigación sobre los modos de producción (especialmente los comentarios que hacemos a un artículo de Amin); v) sobre la reducción del capitalismo a proletariado industrial y plusvalía relativa, ver la tesis general que desarrollamos en nuestros extensos comentarios durante nuestra investigación respecto del problema de los modos de producción, así como también los trabajos que fichamos de Carol Smith, Banaji, Chevalier, etc; vi) sobre la cuestión de lo “industrial”, ver nuestros desarrollos en un capítulo de nuestro trabajo sobre Bolivia; vi) sobre la inutilidad de conceptualizar una crisis permanente, ver Poulantzas, La crisis del estado (1976)

-          “Roger Bartra se refiere a la acumulación primitiva permanente, que para él tiene las mismas connotaciones que la acumulación de capital fuera de los límites propios del capital, primeramente en “Estructura agraria y clases sociales en México” y después en “El poder despótico burgués”…Bartra fundamentará su concepción del “bonapartismo permanente” en las consecuencias políticas de este proceso en los países atrasados”

Nos parece que aquí el autor fuerza a Bartra. Rever su texto que fichamos hace año y medio y la interpretación que sacamos del mismo

La tesis espuria de la revolución mexicana como una revolución permanente incompleta (misma tesis de Gilly de la “revolución interrumpida”)

-          “…Zapata y Villa, representativos y representantes de fuerzas sociales campesinas, semiproletarias y en ciertos momentos, incluso, de sectores proletarios, no eran, no podían y no deseaban ser fuerzas burguesas, por modernas que éstas fueran. De esta manera, en México en 1910-19 se dio un proceso de revolución permanente, en que una revolución democrática retardada, que nunca había logrado realizar completamente sus tareas –en 1810-21 sólo logró la independencia formal de España, en 1857 se limitó a separar la Iglesia Católica del Estado sin atacar la fuente del atraso burgués mexicano, la tenencia monopólica de la tierra de los grandes hacendados, y en 1867 pagó muy cara su oposición al imperialismo francés prácticamente capitulando ante el emergente imperialismo norteamericano- empalmaba, convergía y se profundizaba con el inicio de la revolución proletaria”

Consignar la crítica a esta tesis que desarrolla Alan Knight (que fichamos hace unos 8 meses). Sumar otras críticas: i) la tesis de Davidson/Callinicos de que las revoluciones (burguesas) deben siempre interpretarse en términos consecuencialistas y no originistas, podría explicar cómo la revolución mexicana fue una revolución burguesa realizada por bases sociales no necesariamente burguesas (campesinos, obreros, semiproletarios); ii) utilizar la terminología “revolución democrática” lleva a demasiadas confusiones: la democracia tiene un carácter de clase, puede ser burguesa u obrera. Así, el discurso de la “revolución democrática” sirve para evitar realizar un análisis clasista (de las bases sociales de la revolución y las consecuencias sociales de la misma), así como para confundir político-prácticamente a la militancia (en lo fundamental, porque se utiliza una noción restringida de democracia y a la misma también se le otorga un mero carácter formal-burgués de manera implícita); iii) la idea de la revolución permanente aquí es llevada a un absurdo, ya que se afirma implícitamente una línea de continuidad entre meros reacomodos burgueses y la revolución obrera-comunista; iv) la misma historia de Chile (país burgués modelo) es similar a la mexicana (en términos de los reacomodos burgueses del siglo XIX), por lo menos hasta 1910. ¿Quiere decir que en Chile se incubaba potencialmente una revolución obrera-comunista, que siempre existió aquí una revolución permanente en ciernes? Nos parece que esta pregunta es algo absurda y su respuesta obvia. Continuar reflexión

Unas clases que nunca terminan de formarse (resabio sociológico derivado de Fernandes)

-          “…combinación del inicio de un desarrollo orgánico nacional del capitalismo (cuya posibilidad era real antes del surgimiento del imperialismo) y la dependencia y sujeción imperialistas…El proceso de conformación de clases no estaba acabado, como resultado de una incipiente industrialización y la tendencia a la explotación de materias primas por parte del imperialismo…”

Repetir nuestra crítica a esta concepción errada de las clases. Tomar nuestras crítica Fernandes, nuestros desarrollos también sobre el debate de los modos de producción

“Estado burgués sin burguesía” y revolución mexicana

-          “Así, a pesar de que la burguesía mexicana fue políticamente derrotada por el proceso revolucionario iniciado por Madero, el proletariado no logró elevarse como clase revolucionaria dirigente y hegemónica de la nación. Cuando Venustiano Carranza fracasa, por falta de base social, en su proyecto liberal de república representativa, democrático-burguesa, su sueño se estrella ante la realidad de una situación excepcional que, en cierta forma, se identificaba con la de un “Estado burgués sin burguesía”, el bonapartismo”

-          “Lenin, en “El Estado y la revolución” acuñó la fórmula “Estado burgués sin burguesía” para señalar la paradoja del Estado obrero resultante de la revolución proletaria. Estado que supone la existencia del derecho burgués para realizar sus tareas de distribución de mercancías, necesaria en un primera fase del régimen socialista, antes que la construcción del socialismo –el desarrollo pleno de las fuerzas productivas- permita la extinción de toda traza de estructuras estatales”

Retener esta idea de Lenin. Contrastar con la tesis de la posibilidad de que exista “capitalismo sin capitalistas” desarrollada por Michael Neocosmos. Reafirmar el hecho de que, si bien es correcto afirmar la pervivencia del Estado burgués luego de la toma del poder parte del proletariado (esta es la tesis de la autonomía relativa desarrollada por Poulantzas y Therborn –aún si Poulantzas es crítico de Lenin sin demasiada razón e interpreta al pelado como un mero “instrumentalista”-), debiera especificarse que lo distribuido no pueden ser “mercancías”, sino sólo “productos”. Esto es, con la estatización (y el control obrero democrático del estado) de todos los medios de producción, distribución y circulación, la ley del valor ya no se cumple internamente. Sólo se afirma de manera mediada, por la pervivencia del capitalismo en otras formaciones sociales donde la clase obrera aún no ha derrotado a su enemigo nacional de clase. Retener una de las dimensiones esenciales del bonapartismo reconocidas por Aguilar Mora: la existencia de un Estado burgués sin burguesía. Esta es una idea que parece fértil (y abona mucho sobre la cuestión de la autonomía relativa), sin embargo, nos parece errado considerar que lo existente luego de la insurrección de octubre de 1917 en Rusia, fuera un bonapartismo, (ver si es Lenin, quien afirma esta existencia de bonapartismo en la Rusia de la época)   

-          “Decimos en cierta forma, entendiendo que, por supuesto, la burguesía nunca desapareció completamente ni mucho menos, en la medida en que la propiedad privada tampoco desapareció y que, por tanto, su fuente de generación continuaba actuando permanentemente”

Vacío de poder, sociedad de clases y revolución mexicana

-          Juan Felipe Leal describe el surgimiento del bonapartismo mexicano a partir de una “situación de vacío político”, lo  cual se presta a confusión porque:

(i) “…en la sociedad de clases es imposible una situación de “ausencia de poder”, pues toda su esencia busca necesariamente un centro unificador de gobierno”

(ii) “…precisamente cuando este centro está ausente, se da más que un “vacío” de poder, una situación de poder dual, transitoria por tanto, hasta que uno de los poderes en presencia se imponga sobre el otro”

-          “En México, esta dualidad de poderes, aunque no alcanzó la cúspide rusa de 1917, se expresó no menos claramente entre los constituyentes carrancistas y los convencionalistas, villistas y zapatistas…la derrota de Zapata y Villa…significó la cancelación de cualquier proyecto socialista. De hecho, desde el punto de vista de los ritmos de la revolución burguesa, es en este momento que se inicia el termidor de la misma”

Interpretaciones de la revolución mexicana y el régimen posterior

-          Juan Felipe Leal se acerca a la tesis marxista del bonapartismo, pero se queda a las puertas de ésta y denomina al régimen posterior como un “corporativismo”

-          Mario Huacuja y José Woldenberg afirman que existió un “cesarismo gramsciano”. Aguilar Mora afirma respecto de esta tesis: “¡cómo si el cesarismo gramsciano no fuera una variante clara del “bonapartismo marxista!”

-          “Roger Bartra correctamente considera los regímenes de Obregón y el de Calles como eslabones de un bonapartismo mexicano que, sin embargo, a fines de los años veinte y después durante el cardenismo, es desplazado por un régimen burgués “termidoriano”. El bonapartismo sería en esta concepción un período en que la cúspide del Estado estaría ocupada por un equipo pequeño-burgués (“La revolución domesticada: del bonapartismo pequeñoburgués a la institucionalización de la burguesía”, 1975). “Creemos equivocada esta concepción. La primera oscilación contrarrevolucionaria estuvo encarnada por Carranza, quien inició un proceso que lo desbordaría, provocando su asesinato, y en el cual sus pupilos (Obregón, Calles, etc) lo aventajarían con creces profundizando su orientación hasta hacer surgir, vía el golpe de Estado de 1920, el bonapartismo mexicano, un período más avanzado de esa contrarrevolución burguesa. En los anales de la revolución burguesa, el termidor precede al bonapartismo. Otros autores se unen a Bartra en esta concepción del “Termidor de la revolución mexicana” iniciado en los años treinta e incluso tan tarde como en los años cuarenta. Por ejemplo, Carlos Pereyra, “Deslavamiento revolucionario”, 1979)

Tesis bonapartista de Aguilar Mora

-          “Pero, a diferencia de los bonapartismos clásicos del siglo XIX, el instaurado en México en 1920 no tenía la fuerza interna de una clase burguesa capaz de imponerle directa y estrechamente sus intereses sociales. Cierto es que, la pequeñaburguesía obregonista y callista se constituye en el crisol en que, desde un principio, ese “Estado burgués sin burguesía” forjará su contenido. Pero el proceso ha sido largo y sólo después de cincuenta años, es cada vez más evidente para todos los sectores sociales que dicho Estado es la incubadora y el instrumento privilegiado de la burguesía. En la trayectoria, sin embargo, la contradicción que ha definido su funcionamiento ha sido la de imperialismo con las masas populares, dándole siempre su tónica ideológica y política nacionalista. El bonapartismo como régimen de excepción al que recurre la burguesía para mantener su dominación, se ha interrelacionado en México con una de las contradicciones fundamentales de su formación socio-política: la contradicción entre el imperialismo y la nación, el imperialismo y las masas populares”

Criticar la idea de un régimen de excepción que dura 50 años. Criticar la idea de la “excepción” misma, porque esta asume una metodología basada en los tipos ideales neokantianos. Consignar la crítica de Therborn al bonapartismo, régimen burgués que para él sería “clásico” (como expresado en la Francia de 1850-1870). Ver qué nos dice al respecto Hal Draper

Obregón y Calles (1920s)

-          “Los fundadores del sistema bonapartista, Obregón y Calles, ambos con el mismo  rango histórico y político, eran revolucionarios pequeñoburgueses que se habían insurreccionado contra Porfirio Díaz y  contra Victoriano  Huerta. No les fue difícil tomar partido con Carranza contra los ejércitos campesinos de Villa y Zapata, cuando éstos salieron del cauce constitucionalista impuesto por las fuerzas liberales burguesas y pequeñoburguesas…”

-          “De hecho, ello equivaldría a velar la arbitrariedad y antidemocracia de la práctica obregonista y callista, absolutamente en contradicción con el “espíritu de la constitución de 1917”

-          “Obregón encabeza un régimen que tiene, al mismo tiempo su modelo en el Leviatán de Hobbes y su práctica en el príncipe de Maquiavelo, los teóricos del poder desnudo, por un lado, y que, por el otro, conoce y mide siempre con cuidado las reservas enormes de esas masas obreras y campesinas que habían ya sacudido al capitalismo en México de arriba abajo y que podían hacerlo de nuevo”

-          “…como lo atestiguan los constantes levantamiento militares que sofocaron a sangre y fuego Obregón y Calles, la casta militar no se había homogeneizado y faltaba realizar una gran purga para convertirla en instrumento dócil, capaz de proporcionar una tutela monolítica

-          En 1928 existían nada menos que 8 mil partidos políticos

-          En los años veinte, México era el principal abastecedor extranjero de petróleo del mercado norteamericanotanto Obregón, en los tratados de Bucareli, como Calles, con sus acuerdos con Morrow, capitularon ante las exigencias del imperialismo. El nacionalismo constitucionalista no fue consecuentemente aplicado, a pesar de que era la base de un amplio apoyo popular al gobierno en sus conflictos con Estados Unidos”

-          En este período existe una suerte de “diarquía” entre Obregón y Calles, la cual, en tanto situación por definición inestable, no puede durar. Primeramente, Obregón intenta institucionalizar el mecanismo de reelección, el cual le hubiera permitido mantenerse en el poder durante el período 1928-1934. Sin embargo, con esta movida Obregón olvida la misma historia de la revolución mexicana: la mayor parte de los mexicanos odiaba las reelecciones, y de hecho fue el intento de reelección de Porfirio Díaz, lo que desencadenó la revolución en 1910

-          Ante este paso en falso de Obregón, emerge la figura de Calles, el cual gobierna en la sombra bajo los tres presidentes anteriores a Cárdenas (que asume en 1934). Según Aguilar Mora, “Calles concibió, forjó y encabezó la institucionalización del bonapartismo a través de la fundación del partido oficial (“aglutinador de todas las corrientes revolucionarias mexicanas”), la preservación de los órganos del congreso como mediadores legales y constitucionales y el mantenimiento del ejército como un pilar y no como un actor directo de la nueva arquitectura política”. Calles civilizó el sistema, le proporcionó un lenguaje, su definición como término medio: es recurrente en sus discursos escuchar como la revolución mexicana supera al bolcheviquismo y al capitalismo”

Este es un tema debatido. Knight sostiene que el régimen en México (que no concibe como bonapartista) se afirma sólo cuando asume Cárdenas. Elementos que abonan la interpretación de Knight y tienden a minar las tesis de Aguilar Mora, son: i) la contradicción imperialismo-nación, esencial para definir el tipo de bonapartismo específico (sui generis) que se da en México, sólo fue afirmada “legalmente” en los 1920s (con Calles y Obregón), y no se condijo con práctica antiimperialista alguna; ii) el encuadramiento e “incorporación” de la clase obrera al régimen mexicano se da precisamente con la asunción de cárdena en 1934 (después de Obregón y Calles); iii) el mismo hecho de que durante el período de Obregón y Calles el problema del ejército aún no se hubiera resuelto, nos habla de un régimen aún no “estabilizado”; iv) tampoco abona la existencia de estabilización, la constatación de que en 1928 existían 8 mil partidos políticos; v) un elemento que habla a favor de realizar el corte más tarde (con Cárdenas), es el hecho de que sólo desde 1934 que comienzan los “sexenios presidenciales” (estructura que se mantiene varias décadas).
 Los elementos que hablan en favor de la tesis de Aguilar Mora, serían: i) una incorporación campesina al régimen ya existe parcialmente durante el período de Obregón y Calles; ii) no es menor que se afirme aunque sólo sea constitucional-legalmente el antiimperialismo bajo el período de Obregón-Calles; iii) un elemento importante del bonapartismo mexicano, el partido-estado, ya existió y se institucionalizó con Obregón-Calles; iv) el tipo de discurso enarbolado por Calles también nos habla a favor de la tesis de Aguilar Mora.
Para resolver esta cuestión deben distinguirse dimensiones determinantes, así como también las distintas dinámicas (leyes de movimiento de la economía, ciclos políticos, ciclos de lucha de clases), las cuales caracterizan las distintas fases. Es esencial realizar los “cortes” de la periodización de manera correcta: i) no debe caerse en el error originista hegeliano (ver cómo aplicar nuestra tesis general respecto del debate de los modos de producción y cómo ésta debe ser aplicada a este caso) y consignar que “desde un principio todo se encontraba “esencialmente” predeterminado; ii) no debe caerse en el contingencialismo voluntarista, para el cual siempre existieron muchas posibilidades alternativas de acción (exageración de la autonomía de los explotados, etc)

Cárdenas (1934-1940)

-          “Cierto es que durante el cardenismo esta ideología (del término medio) lograría un cuerpo más denso gracias a la oportuna y decisiva aportación lombardista estaliniana, pero los fundamentos callistas quedarían como los básicos”

-          “…la propia solución de Calles exigía la desaparición del poder callista y  la reivindicación del (poder) presidencialista. Cárdenas, al romper victoriosamente con Calles, consolida al bonapartismo estructural al inaugurar la dinastía mexicana de los “Napoleones sexenales”

Bonapartismo estructural y necesidad de un partido de Estado

-          El partido de Estado es necesario a un Estado de forma bonapartista que carece del caudillo permanente, que debe hacer concesiones políticas constantes a fuerzas políticas difíciles de canalizar democrática o parlamentariamente, debido a la ausencia de una tradición política burguesa y que debe apoyarse pesada y decisivamente en las masas trabajadoras”

-          “El presidente no era un caudillo. Su autoridad suprema descansaba menos en lealtades personales y clientelas, que en una jerarquía institucional, civil y militar. El caudillismo se había convertido en presidencialismo”

-          “…las dos piezas centrales y características del sistema político mexicano son un poder ejecutivo –o, más específicamente, una presidencia de la república- con facultades de una amplitud excepcional, y un partido oficial predominante(Daniel Cosío Villegas, 1972)

Bonapartismo estructural, formas legales y el eclecticismo de González Casanova

-          Aguilar Mora critica a Pablo González Casanova (“La democracia en México), el cual utiliza una mezcla de “método sociológico” con “método marxista” (que en este caso es una variante del estalinismo). Es debido a su eclecticismo que este autor rechaza la categoría “bonapartismo permanente” y en su lugar adopta el concepto “caudillismo institucional”.

-          “Sólo la integración de la concepción del bonapartismo permite redondear el análisis general de una formación política que, a pesar de su despotismo y antidemocracia notorios, tiene sus límites en las “formas legales” (democracia política, sindical, alerta constante contra las presiones imperialistas, lucha permanente contra la represión, etc) que, como realidades (parciales, es verdad) y, sobre todo, como reivindicaciones vigentes de manera constante en las luchas de las masas, han forjado un movimiento popular que, a pesar de todas sus carencias, ha impedido, hasta hoy, la instauración de una dictadura militar”

-          “…las “formas legales”, por ejemplo, la vigencia irrestricta de la democracia política y sindical, siendo un elemento fundamental del conjunto de reivindicaciones del movimiento de las masas, constantemente determina los límites del despotismo bonapartista”

Modos de producción y regímenes políticos

-          “La concepción de la democracia se ha apellidado sucesivamente esclavista, burguesa o socialista, de acuerdo a la clase que la ejerce, erigiendo sobre ella su respectiva superestructura política: democracia cívica, parlamentarismo y soviets, respectivamente. Exactamente lo mismo sucede con el bonapartismo: cesarismo en la antigüedad, surgido como tal en el apogeo de la era de las revoluciones burguesas en el siglo XIX, y que ha extendido su vigencia como sistema de gobierno en el estado obrero burocratizado soviético estalinizado”

Frase: “Éste es el único enfoque posible si  no se quiere inventar la historia en cada presente, partir siempre de cero en la elaboración política y renunciar a los acervos de la experiencia cristalizada, o sea, la teoría”

Generalizar la categoría “bonapartismo”

-          “Trotsky insiste en esta necesidad de generalización de la categoría de bonapartismo en diversas ocasiones” (e.g. “Bonapartismo y fascismo”, “Sobre el bonapartismo”, etc)

Partido único y discontinuidad de la historia

-          “En 1929, el Partido Nacional Revolucionario (PNR) todavía no es el PRI. Los partidos que hicieron surgir con su unificación al PNR, deberán disolverse en 1932-33, para dar paso a un auténtico partido único al nivel nacional”

-          La historia que comienza en esta etapa, y que llegará a su cúspide en la presidencia de Cárdenas es la de la consolidación del régimen. Pero ella se identifica con una trayectoria muy lejana de la lineal y que permite apreciar los conflictos constantes y la riqueza de factores que van integrando al régimen bonapartista”

Contenido del régimen bonapartista y articulación con clases trabajadoras

a) Campesinos (que Aguilar Mora consigna como parte de las clases trabajadoras)

-          Según nuestro autor, los productores agrarios vieron determinadas sus condiciones de vida por la forma de acumulación específica implementada por la burguesía nacional mexicana, así como también por el tipo de desarrollo aplicado por las empresas imperialistas extranjeras (henequén, tabaco, caña, caucho). Así, “los campesinos eran expropiados de sus tierras, mas su destino no era el de las industrias urbanas, sino el de la opresión y la explotación semi-proletaria y semi-esclava de las grandes haciendas”

Ver nuestros desarrollos críticos respecto de las categorías utilizadas en esta frase, los cuales desarrollamos en nuestra investigación sobre el problema de los modos de producción. Ver también Banaji, Brass, etc. Ver la crítica al concepto de campesinado de Hindess y Hirst, Chevalier, Roseberry, etc 

-          Marx, en El Dieciocho de Brumario, precisamente consigna que una base social fundamental del bonapartismo, son los campesinos parcelarios

-          “Una tras otra, los campesinos saltaban las barreras impuestas por los presidentes burgueses e imponían nuevos y mayores repartos de tierras. La imposibilidad del capitalismo dependiente de realizar una “modernización” a la altura de las necesidades de la acumulación de capital, creó una inestabilidad permanente en el campo mexicano que hizo muy lenta la aparición y consolidación de la burguesía agraria. Estas condiciones eran las más favorables para un fortalecimiento duradero de la situación bonapartista inicialmente del todo excepcional”

Criticar esta idea de la inexistencia de una burguesía agraria, primero, con nuestros propios desarrollos sobre las clases y los modos de producción, y, segundo, con las tesis desarrolladas por Roger Bartra en “Estructura de clases…”

-          Las tierras ejidales y “la mayoría de los repartos agrarios crearon una vasta y extendida clientela para el bonapartismo…desde Obregón hasta Echeverría, el tributo que el régimen debe pagar al campesinado por su apoyo no es menos real que el desarrollo capitalista diferenciador y polarizador de las contradicciones de clase en el campo mexicano”

Con esto el autor matiza la idea anterior y le otorga más plausibilidad a nuestras críticas del comentario precedente

-          “…una de las expresiones fundamentales de la crisis del régimen está en el hecho que desde los años setenta, movilizaciones campesinas cada vez más amplias tienden a desbordar y a desmitificar al Estado y su política con respecto al hijo predilecto”

b) Proletariado

-          “El bonapartismo encuentra en su enraizamiento en el campesinado las fuentes principales de su estabilidad social. Mas, sin una política de integración del proletariado hubieran sido imposibles todos los éxitos políticos constantes que son la marca del régimen. Desde Obregón y Calles se puso en práctica una política hacia el proletariado. Pero será durante el sexenio cardenista que la articulación del proletariado encontrará su real papel e importancia”

-          “A raíz de la crisis de 1929-30, las presiones obreras comenzaron a acompañar cada vez con más frecuencia a las movilizaciones campesinas, hasta terminar por superarlas y representar la principal fuerza política de las masas. La crisis de 1935…El movimiento obrero reveló ser una pieza clave del poder. Los que se enfrentaron a él perdieron y salieron”

-          “…Lombardo Toledano y el PCM, dos caras de la política estalinista en México. Ellos fueron claves para evitar que el proletariado en los años treinta lograra su independencia y autonomía de clase (básicamente a través de un partido), y los ejecutores principales de la vinculación de la CTM a la política nacionalista burguesa de gobierno”

-          “La transformación del PNR en PRM (Partido de la Revolución Mexicana), el “partido de los trabajadores”, fue el acto político a través de cual Cárdenas logró su objetivo”

-          Tres procesos fundamentales: “la lucha proletaria, la dinámica bonapartista, y la política estalinista”

-          “Fue tan profunda la vinculación del movimiento obrero con el régimen, que éste no podría dejar de reaccionar ante la presión del primero, con todo lo mediada que estuviera por el reformismo estalinista-lombardista. A partir de entonces, es la relación con el movimiento obrero la que va a determinar en gran medida el rumbo del sistema bonapartista”

Bonapartismo típico (excepcional) y bonapartismo estructural

-          “El bonapartismo típico proviene de un equilibrio de fuerzas políticas, que se resuelve en sistemas de poder que adoptan diversas formas (avanzadas, reaccionarias, episódicas), pero que se caracterizan todas ellas por su carácter transitorio y coyuntural; ello ocurre por una razón: las condiciones políticas y sociales del equilibrio de fuerzas tienden a ser disueltas por el desarrollo económico capitalista. Así, pues, es importante distinguir el bonapartismo propiamente dicho del bonapartismo que se autorregenera; este último contiene elementos típicos de la forma bonapartista, pero, en realidad, conforma un fenómeno de mediación política totalmente distinto y tan relativamente estable como puede serlo la democracia parlamentaria” (Roger Bartra, el Poder despótico burgués, 1979)

Clase obrera, sindicatos y período alemanista

-          Durante el sexenio de Miguel Alemán, “la burocracia política no pudo continuar su relación de negociación el imperialismo dándose de hecho una capitulación ante éste”

-          Así, a partir de los 1940s, Alemán articulará una política más agresiva y frontal contra la clase obrera y sus organizaciones sindicales. Este contexto produce escisiones en las organizaciones sindicales y en la esfera política. Por un lado, Lombardo Toledano, presidente de la CTM, intenta desvincularse del gobierno y formar un partido obrero reformista autónomo para lograr mejores términos de negociación. Sin embargo, esta iniciativa, cristalizada en el PP, tiene muy corta vida, ya que el mismo sucesor de Toledano en la CTM, Fidel Velázquez, terminará vinculándose más estrechamente con el gobierno y el partido de estado, el cual ya se denominaba PRI por esos años (y en esto Velázquez sólo continua la tradicional práctica adoptada por Toledano). Por otra parte, ante el apoyo de Velázquez al giro anti-obrero y anticomunista del gobierno y el PRI, la CTM se divide y nace un ala combativa y clasista bajo la forma de la Central Única de Trabajadores (CUT, fundada por Luis Gómez Cepeda y Valentín Campa, de tradición estalinista)

-          El resultado (de lo anterior) fue la mayor división posible del movimiento obrero y la iniciación de la expresión charra de la burocracia sindical. Una burocracia obrera enfeudada directamente en el partido oficial. Con la CTM dividida, sus dirigentes inclinados más que nunca a integrarse (¡aún más que Lombardo!) al gobierno, la CUT agrupando a los sindicatos más combativos pero aislados y con la izquierda, encabezada por Lombardo, expulsada de los destacamentos principales de la clase obrera. Alemán tenía el escenario preparado para dar el golpe de 1948 en el sindicato ferrocarrilero”

-          “La “modernización del autoritarismo” alemanista, sin embargo, tenía una base social real, a saber la producida por el rompimiento de la alianza con la clase obrera, o dicho más correctamente, la agudización de la política represiva contra la clase obrera. “La burocracia política inauguró de hecho una nueva política de control de masas a finales de 1945 y principios de 1946: la democracia político-electoral contra la democracia sindical y las organizaciones campesinas; es decir un nuevo intento de desviación del enfrentamiento de clases directo hacia la lucha electoral”  (Octavio Rodríguez). Es exagerado, por cierto, definir la etapa lombardista como de “democracia sindical”, pero es correcto diferenciar la expresión reformista estalinista de la del control sindical “charro”, posteriormente instaurado”

Bonapartismo mexicano y democracia burguesa

-          Desde 1951-1952, Lombardo Toledano y el PCM cumplirán satisfactoriamente el papel de una “oposición leal” respecto del gobierno y su régimen.

-          “Así, la articulación bonapartista con los sectores populares se mantiene, combinándose, al mismo tiempo, con elementos más o menos desarrollados de una estructura democrático-burguesa. Esto le permite a régimen apreciar, a través de las elecciones, el grado de tensión social, y así modelar su política populista”

-          “Pero, bajo la superficie, como tendencias históricas que dificultan la sustitución del régimen bonapartista por una democracia burguesa (aparte, claro está, de las determinaciones internacionales), están la ausencia de una tradición democrático burguesa y la lenta pero firme marcha de la clase obrera hacia su autonomía e independencia de clase”

Retener e indagar en estas razones (y en la posible existencia de otras)

El bonapartismo como expropiación política y una crítica al sociologismo

-          “Alonso Aguilar demuestra detalladamente, usando una muestra de 800 altos funcionarios del Estado, cómo las palancas del poder en todas sus ramas (financiera, económica, social y propiamente política) y niveles (municipal, estatal, federal), están cada vez más firmemente en las manos de burgueses, es decir, personas pertenecientes a la clase social específicamente capitalista. Lo cual no se contradice con la expropiación política que el bonapartismo realiza al conjunto de la burguesía como clase. El poder no se define solamente al nivel sociológico, sino ante todo al nivel político. Y en éste es clara la contradicción: la burguesía no tiene un instrumento mínimamente correspondiente a su fuerza económica y que pueda ser un sustituto confiable del PRI. Éste, como partido populista, directamente vinculado como instrumento político al Estado, solo representa “indirectamente” a la “sociedad civil” burguesa. Por ello, el bonapartismo ha resultado, a la larga, una gran desventaja política para la burguesía, que deberá pagar un precio muy alto cuando su crisis llegue a un punto de no retorno”

-          “…arbitraje estatal impuesto a las masas trabajadoras después de la revolución y de la exclusión de la clase dominante del sistema político, otras tantas características del bonapartismo imperante”

-          “Si se interpreta esta afirmación en el sentido de quela burguesía no ha tenido un partido predominante, en el poder, es justa: aunque literalmente sea falsa la forma en que ha sido redactada, ya que, por lo menos el PAN ha actuado permanentemente desde los años treinta como partido burgués. El PNR-PRM-PRI, en tanto partido burgués no constituye, sin embargo, una estructura partidaria en que la burguesía ejerza su hegemonía, debido ante todo a la presencia de la burocracia sindical. Como Marx lo constató en Francia, el bonapartismo surge, por la inoperancia de todos los partidos de la burguesía, pero ello no significa que el bonapartismo destruya a todos los partidos burgueses”

Bonapartismo v/s Corporativismo

-          Según Aguilar Mora, un punto crítico que diferencia al bonapartismo de las interpretaciones “corporativistas” (e.g. Arnaldo Córdova) es que, mientras el segundo enfatiza casi unilateralmente el rol predominante del Estado al organizar a las clases trabajadoras desde arriba y así sobre su subordinación, el primero, en cambio, considera que el régimen existente en México es menos “unilateral” en la dimensión arriba-abajo, que, precisamente, se distingue del fascismo y la dictadura por la relativa capacidad de presión de las masas sobre el Estado, el cual por tanto adopta formas flexibles de organización y cooptación

-          La interpretación corporativista de Córdova señala que en México éste sólo cristaliza en 1938, con la expropiación petrolera bajo Cárdenas. Desde 1910 hasta 1938, la caracterización de Estado y régimen de Córdova es ambigua y poco clara (habla de un régimen “individualista” heredero del porfirismo, de una política “elitista” derivada del “Estado oligárquico”, de un “Estado reformista social”, etc)

-          La interpretación “corporativista” ve una realidad más unilineal y presenta muy pocos caminos alternativos. Así, este tipo de autores, es incapaz de apreciar correctamente el rol del lombardismo y el estalinismo, así como tampoco concibe la existencia de un camino distinto al seguido por Cárdenas o Lombardo durante los 1930s

-          “Para Córdova el movimiento obrero y campesino, englobados en una “política de masas”, que constituiría la peculiaridad fundamental de la revolución mexicana, se erigen como fuerzas “modernas” en lucha contra “los privilegios”. Estas masas son objetos políticos con una incapacidad pronunciada de concebir sus reales intereses sociales. Su interpretación de  la revolución mexicana le da la base para esta visión de manipulación total de las masas, encuadradas, regimentadas y subordinadas a las “corporaciones” (“aquí Córdova se inserta claramente en la corriente de la sociología latinoamericana encabezada, entre otros, por Gino Germani, que interpreta el surgimiento de la etapa “moderna” de la lucha de clases en América Latina como la irrupción de la “sociedad de masas”)

-          “Córdova considera a los sindicatos, las organizaciones masivas por antonomasia, no como sindicato reales, sino como meros instrumentos del Estado”

Revolución burguesa clásica y situación bonapartista

-          Aguilar Mora sostiene que la interpretación corporativista de Córdova lleva a éste a argumentar las más descabelladas posiciones respecto de la revolución burguesa:

“Son los sectores medios los que encabezan y dirigen la revolución burguesa y ello ocurre por el simple hecho de que son, esencialmente, sectores desclasados, pero móviles: con las puertas siempre abiertas para su participación en política, pero sin nada que se parezca a un programa ideológico y político propio…Y en una sociedad como la mexicana de principios de siglo, con un proletariado muy poco desarrollado, no podían menos que hacer propio y desarrollarlo, como programa el paradigma de la clase burguesa” (Arnaldo Córdova)  
Respecto de esta frase, Aguilar Mora sostiene: “¿Y qué es esto sino el síndrome de la situación bonapartista clásica?”

Ver cómo  Córdova distingue espuriamente entre sectores medios y burguesía. Ver cómo la situación caracterizada por Córdova es una “situación burguesa clásica”, si tomamos el marco analítico de Davidson/Callinicos. Ver cómo esta “situación burguesa clásica” es para Aguilar Mora una “situación bonapartista clásica”. Explicitar cómo esto último también puede vincularse con la tesis de Therborn de que el estado “bonapartista” francés de 1850-1870 configura un Estado burgués clásico….

-          “Ya Adolfo Gilly ha recordado cómo no existe tal animal como la “revolución bonapartista” que se atribuye a los trotskystas: “El bonapartismo se refiere esencialmente a un régimen político que surge de determinado equilibrio –prerrevolucionario o post-revolucionario- en la relación de fuerza entre las clases, y revolución alude, en esencia, a una ruptura violenta de todo equilibrio en esa relación de fuerzas. Los Bonapartes no hacen revoluciones: dan golpes de Estado”

Ver cómo Gilly confunde “revolución” con “insurrección”. Ver cómo Gilly articula una posición distinta a la de Trotsky-Moreno, para quienes, a la hora de caracterizar un régimen, es esencial diferenciar si éste se deriva de unas masas todavía “en ascenso” (e.g. kerenskismo), o más bien de unas masas recién derrotadas (fascismo, bonapartismo, etc) 

Pérdida de autonomía e independencia de las organizaciones de clase obrera

-          “Córdova constata un aspecto fundamental de la evolución de las organizaciones de masas después de la primera guerra mundial: su pérdida creciente de autonomía e independencia con relación al Estado”

Retener este  punto y relacionar con la interpretación de la historia chilena que realizan Salazar y Agacino. Ver cómo la historia chilena no hace sino expresar la unidad fundamental de la historia mundial

El populismo mexicano según Octavio Ianni

“El contenido del Estado mexicano no es corporativo ni fascista. Se trata de un Estado autoritario bajo el cual el desarrollo de la acumulación capitalista se realiza dentro de una singular alianza de clases, de tipo populista. La organización política-sindical que se estructura bajo el gobierno de Cárdenas organiza al mismo tiempo que disuelve las clases sociales. La CTM, la CNC, las cámaras, etc, organizan los intereses de sectores más o menos amplios del proletariado, el campesinado, la burguesía, etc. Pero esta organización disuelve la actividad política de las clases en los cuadros de un poder centralizado en torno al ejecutivo. Sin embargo, ese poder no es directa ni indirectamente un poder controlado por una burguesía hegemónica, que se impone a las otras clases, como en el fascismo” (El estado capitalista en la época de Cárdenas, 1977)

Ver la crítica que hace a esta concepción populista más adelante Aguilar Mora. Recordar la crítica de Roxborough, la posición de Cueva, la de Zavaleta Mercado, la de Lowy, etc. Criticar la ambigüedad de la caracterización de Ianni. Por una parte, él define al Estado mexicano bajo Cárdenas como “autoritario”, lo cual omite responder a la pregunta por la base de clase del Estado. Por otra, sugiere que el desarrollo capitalista se da bajo una particular “alianza de clases”. Si bien se pareciera afirmar que esta alianza cristaliza en el Estado y le proporciona a éste su carácter, Ianni no es claro en este respecto. Ahora, al afirmar Ianni que la burguesía no controla el poder (asumimos que se refiere al poder ejecutivo, al poder del estado, aunque tampoco es aquí claro Ianni) ni directa ni indirectamente, entonces, más todavía se abona la siguiente tesis: el Estado mexicano bajo Cárdenas es un Estado autoritario cuya base social es una alianza clasista, alianza en la cual la burguesía no controla el poder (ni directa, ni indirectamente). Esta tesis, como se ve, es cercana a algunas sugerencias desarrolladas por Therborn en 1979, pero la misma es algo problemática. Nos parece que la caracterización bonapartista tiene más en su favor. La cuestión sería afinar la caracterización de Aguilar Mora y depurarla de sus varios errores (consignar la cuestión de la dinámica para caracterizar-explicar esto, tal como explicitamos en uno de los primeros comentarios)  

Los dislates del estalinismo

Gerardo Unzueta, teórico del PCM, pone énfasis en la estructura estatal paternal autoritaria del estado mexicano. Esta estructura se basaría en “una contradicción permanente –o estable- del Estado mexicano actual”, que en realidad según Unzueta data de 1821. Coincidiendo con la concepción metodológica elaborada por el notorio antimarxista Daniel Cosío Villegas, Unzueta nos presenta una panorámica histórica cuya conclusión es que el Estado mexicano fue capitalista desde su formación. Sin embargo, no hay que apresurarse a las deducciones, pues, de hecho Unzueta considera que, a pesar de su avanzada edad, el Estado capitalista mexicano tiene todavía un largo camino por recorrer, pues en todo su ensayo no hay una sola alusión a la cuestión de la revolución socialista”

Retener que Roxborough señala acertadamente cómo las interpretaciones conservadoras de la historia de AL, precisamente enfatizan siempre en la larga data de las tradiciones paternales autoritarias derivadas de la colonización española

Unzueta “se adhiere a la tesis del historiador soviético Shulgovsky, que considera que en México, de 1920 a 1925, existió un tipo de bonapartismo. Para Unzueta, entonces, la contradicción estable sería la existente entre el “programa democrático-nacional” y la “estructura paternal autoritaria”. Así, una contradicción fundamental, según él, se daría entre un programa sólo parcialmente realizado en algunos momentos y una estructura vigente durante la mayor parte de la edad histórica del estado capitalista mexicano. O sea, una contradicción entre una ideología (superestructura) y el “paternal autoritarismo” (estructural). ¡Entienda quien pueda!”

Teoría del Estado y marxismo

-          El autor rechaza la división entre el “Marx joven” y el “Marx maduro” propuesta por Althusser. “Consideramos que enfocando de este modo la cuestión, se le quita al marxismo toda su riqueza, contenido, entre otros rasgos, en sus propias contradicciones, comenzado por las del propio Marx”

-          Se desarrolla la tesis de que dos de las características centrales respecto del problema del Estado señaladas por Marx y Engels, son: i) el carácter clasista del Estado; ii) la emergencia, madurez y necesaria desaparición del Estado

-          “Para Marx la necesaria desaparición o extinción del Estado era el resultado histórico y social de la contradicción entre la “sociedad civil” y el “poder político estatal”. La teoría de Marx se inicia “políticamente”. Esto es, el joven hegeliano de izquierda, después influenciado decisivamente por Feuerbach, comienza a definirse con respecto a estas dos herencias por la radicalidad de su ataque  contra el Estado” 

Discusión y reflexión. Primero, remarcar que la extinción del Estado, para los marxistas, no es otra cosa que la democratización radical de las funciones estatales, su subsunción en el colectivo de productores. Este es el sentido de la expresión de Lenin de que “hasta un cocinero pueda y sea capaz de activar las palancas decisivas del gobierno”. Este es el sentido de la dictadura proletaria, la cual no es más que la democracia de los explotados (y la dictadura para con los explotadores). Segundo, consignar que la crítica estatal de Marx es precisamente una crítica clasista ya en 1843, con “La cuestión Judía”. La crítica al Estado de este año es ya una crítica al derecho, y pone también el acento en el hecho de que la real emancipación es una cuestión que tiene que ver fundamentalmente con la eliminación de las clases en su existencia material, de la explotación y del despotismo de fábrica. Tercero, explicitar que la crítica al Estado, si es que es tomada aisladamente y no especificada, corre el riesgo de ser interpretada en términos liberales (libertad negativa, estado como coerción respecto de lo que yo deseo hacer en mi esfera privada), y así adoptar un carácter no progresivo (con una base social clasemediera-burguesa). Cuarto, es posible que la crítica de Marx al estado sea más marcada en esta fase de su pensamiento, precisamente porque aún no ha descubierto la explotación ni la plusvalía (de hecho, los escritos esta primera fase utilizan muchas veces la expresión “opresión” como categoría estructurante)    

¿Sociedad civil?

-          “…la sociedad de mercado, la sociedad mercantil cuya categoría política, la “sociedad civil”, no es sino la aprehensión de la filosofía clásica inglesa y alemana de la sociedad burguesa emergente”

-          La “sociedad civil” ante todo, consistía en el terreno privilegiado de las relaciones de cambio de los propietarios, seres privados, particulares, cuya principal cualidad los convertía en ramas del individualismo posesivo”

-          “En todas estas obras (La lucha de clases en Francia, El dieciocho de brumario, La sagrada familia, La guerra civil en Francia) Marx explica elocuentemente este proceso político mediante el cual la dinámica de autonomización del Estado con respecto a las clases sociales (pues el desbarata el concepto de “sociedad civil” por el de sociedad clasista)”

Hobbes

“Pero, Hobbes, más allá de su momento histórico, se adelantó en la conciencia de “la necesidad de un poder soberano en una sociedad posesiva de mercado y, en especial, en una que apenas está en trance de surgir”

“El Estado, considerado como un sistema contractual…para la protección de los propietarios y la regulación ordenada de sus relaciones”

Hegel

Tomando a Francois Chatelet, Aguilar Mora le quita importancia a la apoteosis del Estado que se observa en los trabajos de Hegel (crítica a la interpretación totalitaria a la Popper). En cambio, sostiene que Hegel fue meramente un liberal que defendía la instauración de un régimen constitucional, un liberal que sólo propugnaba el estado moderno que ya estaban construyendo Alemania, Inglaterra, Francia, etc

Contrastar con la posición en este respecto de Marcuse; ver cómo la interpretación de Marini es opuesta a la Chatelet (para Marini Rousseau y Hegel son burgueses no liberales)

La extinción del estado y la democracia obrera en La Cuestión Judía (1843)

-          “Es sólo cuando el hombre real e individual reincorpora en su ser al ciudadano abstracto y que, como hombre individual, en su existencia empírica, en su trabajo individual, en su situación individual, se ha convertido en un ser genérico, es solamente cuando el hombre reconozca y organice sus “propias fuerzas” como fuerzas sociales, y en consecuencia no separe más de sí mismo la fuerza social bajo la forma de la fuerza política, es entonces solamente que se realizará la emancipación humana”

-          “…la necesidad y la realidad de la desaparición del Estado cuando la sociedad reabsorba sus funciones, desprendidas de ella…será también decisiva para la forja de su concepción del Estado de transición del capitalismo al socialismo, la dictadura del proletariado, como un “Estado” peculiar, que tiende a su necesaria extinción en la medida que se acerca la sociedad socialista”

Bonapartismo

-          Según Aguilar Mora, la noción de “expropiación política de la burguesía”, ya la desarrolla Marx en La Sagrada Familia cuando discute el rol de  Napoleón Bonaparte

-          Respecto de la característica despolitización generalizada de la sociedad que se produce debido a la independencia del ejecutivo, Marx también observa este rasgo bonapartista en la Alemania de Bismarck (categoría general, entonces, y no específico-francesa)

-          Podemos sintetizar el proceso bonapartista evaluado por Marx y Engels, diciendo que lo consideraban fundamental en la evolución del Estado capitalista, asentado como estaba sobre los conflictos de clase irreductibles entre la burguesía y el proletariado, por una parte y por otra, en la competencia que divide, en el mercado, en forma fatal, a la burguesía, lo que tiene efectos cruciales para la expresión política de ésta”

Retener noción. La pregunta que cae de cajón, entonces es: ¿por qué no la mayor parte de los estados capitalistas actualizan un régimen bonapartista? Para abordar esta cuestión, es preciso consignar que lo que en realidad constata Aguilar Mora, son las condiciones de posibilidad para la emergencia del bonapartismo. Esto es, nuestro autor explicita correctamente cómo el bonapartismo es un régimen de excepción, pero no un régimen excepcional. Esto es, Aguilar Mora pretende argumentar cómo el bonapartismo es una categoría cuya generalización es fértil. Ahora bien, el paso siguiente sería ir de las “condiciones de posibilidad” a los “mecanismos más concretos” que explican la emergencia del régimen bonapartista. Aquí son pertinentes los elementos señalados por Marx y Aguilar Mora (campesinado, equilibrio de fuerzas, etc), pero, sobre todo, nos parece esencial la idea de Trotsky-Moreno respecto del ascenso o el retroceso del movimiento de masas para distinguir entre kerenskismo y bonapartismo   

-          El estalinismo expurgó la categoría bonapartismo del vocabulario marxista, precisamente porque podía cumplir la función política de la crítica a la URSS y sus estado obrero degenerado

-          “…el bonapartismo es la forma más prostituida y al mismo tiempo la forma del poder del Estado que la sociedad burguesa emergente gesta, como útil de su propia emancipación del feudalismo y que la sociedad burguesa plenamente desarrollada transforma finalmente en un medio de sujeción del trabajo al capital” (Marx, La Guerra civil en Francia)

-          El marxólogo Maximilien Rubel, aún si compila y analiza todas las referencias de Marx al tema del bonapartismo, sin embargo, afirma “no hemos encontrado en todo lo anterior la constitución de una teoría del bonapartismo”

-          “…era la única forma de gobierno posible en una época en que la burguesía había perdido ya la capacidad de gobernar la nación y la clase obrera no la había adquirido todavía” (Marx, La guerra civil en Francia)

Aquí esta Marx abonando dos dimensiones importantes del bonapartismo: i) la expropiación política de la burguesía; ii) un equilibrio inestable en la relación de fuerzas entre las clases

Bonapartismo del siglo XX

“Con todos los elementos similares que son el denominador común de todas las variantes  diversas del bonapartismo –su aspecto transitorio, arbitral, conciliador e intermedio-, en el bonapartismo senil del siglo XX es determinante para su aparición y consolidación el retraso histórico considerable de la victoria de la revolución proletaria”

Discusión y reflexión

Trotsky y el bonapartismo

“El PC estalinista, comprometido en un curso sectario loco, consideraba a los socialdemócratas como enemigos más importantes que los fascistas y, en lugar de forjar un frente único con ellos para oponerlo a Hitler, permitió a éste aprovecharse de la división obrera” (La lucha contra el fascismo en Alemania)

“…precisamente ésta es la función más importante del bonapartismo: alzarse por arriba de dos campos en lucha con el objeto de preservar la propiedad y el orden, reprime o precede la guerra civil, o no permite que se vuelva a prender” (La lucha contra el fascismo en Alemania)

Las rupturas entre una y otra forma de dominación son los momentos cualitativos decisivos de la acción revolucionaria: “el paso de un sistema a otro constituye la crisis política que, con la participación del proletariado revolucionario, puede transformarse en un peligro social para la burguesía. El paso de la democracia parlamentaria al bonapartismo se dio en Francia con la efervescencia de una guerra civil. La perspectiva del paso del bonapartismo al fascismo está preñada con conflictos infinitamente más importantes y consecuentemente también con posibilidades revolucionarias” (La lucha contra el fascismo en Alemania)

Para Trotsky, el gobierno de Kerensky contiene elementos de bonapartismo

Trotsky y el bonapartismo soviético

“Elevándose por arriba de una sociedad políticamente atomizada, apoyándose sobre la policía y el cuerpo de oficiales sin tolerar ningún control, el régimen estaliniano constituye una variedad manifiesta del bonapartismo, de un nuevo tipo, sin análogo hasta hoy. El cesarismo nació en una sociedad fundada sobre la esclavitud y conmocionada por las luchas intestinas. El bonapartismo fue uno de los regímenes capitalistas en sus períodos clásicos. El estalinismo, es una variedad de bonapartismo, pero sobre las bases de un estado obrero desgarrado por el antagonismo entre la burocracia soviética organizada y armada y las masas trabajadoras desarmadas” (La revolución traicionada)

Consignar el elemento despolitizador-atomizador propio del bonapartismo. Ahora bien, si mantenemos a este elemento como central para la definición de este régimen, nos parece algo inadecuado conceptualizar al chavismo venezolano como bonapartista, porque, precisamente, el chavismo no supone la despolitización de las masas (todo lo contrario)

“Después de Napoleón III, quien hoy hace figura de un diletante provinciano, la técnica plebiscitaria ha experimentado perfeccionamientos extraordinarios. La nueva constitución soviética (se refiere a la 1936, escrita por Bujarin), al instituir un bonapartismo plebiscitario, realiza el coronamiento del sistema” (La revolución traicionada)

“El bonapartismo soviético se debe, en última instancia, al retardo de la revolución mundial. La misma causa ha engendrado el fascismo en los países capitalistas. Llegamos a una conclusión a primera vista inesperada, pero en realidad irreprochable, que es que el aplastamiento de la democracia soviética por la burocracia todopoderosa y las derrotas infligidas a la democracia en otros países, se deben a la lentitud con que el proletariado cumple la tarea que le asigna la historia. A pesar de la profunda diferencia de sus bases sociales, el estalinismo y el fascismo son dos fenómenos simétricos. Numerosos rasgos los asemejan en forma abrumadora” (La revolución traicionada)

Trotsky y el caso mexicano como un bonapartismo sui generis

“En los países industrialmente atrasados el capital extranjero desempeña un papel decisivo. De aquí surge la relativa debilidad de la burguesía nacional con relación al proletariado nacional. Esto crea condiciones especiales del poder estatal. El gobierno vira entre el capital doméstico y extranjero, entre la débil burguesía nacional y el proletariado relativamente poderoso. Eso da al gobierno un carácter bonapartista de tipo peculiar. Se eleva, como si así dijéramos, por encima de las clases. De hecho, sólo puede gobernar ya sea haciéndose instrumento del capitalismo extranjero y atando al proletariado a las cadenas de una dictadura policiaca, o maniobrando con el proletariado o incluso yendo tan lejos como para hacerle concesiones, ganando así la posibilidad de conseguir una cierta libertad hacia los capitalistas extranjeros. La política actual del gobierno (mexicano de Cárdenas) está en la segunda etapa”

“Es aquí donde la concepción del bonapartismo sui generis encaja perfectamente –afirma Aguilar Mora-. A diferencia del bonapartismo tout court basado en el equilibrio de fuerzas de clase en el interior de la nación, el bonapartismo de los países atrasado surge y se asienta en la contradicción entre la nación dependiente o subordinada y el imperialismo”

Luego de la segunda guerra el bonapartismo sui generis se generaliza en los países atrasados (Egipto, Indonesia, Ghana, Guinea, Argentina). Incluso en los 1970s este régimen se difunde, asentándose en países como Perú (Velasco Alvarado), Panamá (Torrijos), Libia (Gadafi), Angola (Neto), Irán (Komeini) (todo esto según Aguilar Mora)

Crítica y reflexión

Etapismo y nacionalismo revolucionario

“Muñoz Ledo, cuando era presidente del PRI, claramente propuso una “reforma política”, promovió una “alianza popular” democrática, y pretendió convertir al PRI en un “partido de los trabajadores”. Flores Olea, por su parte, enfatiza la “unidad nacional” entre las fuerzas progresistas en el gobierno y los grupos democráticos de oposición. González Casanova, mucho más explícito, señala “la necesidad de alianzas entre la oposición y sectores del gobierno”. En fin, Stavenhagen, abiertamente aboga por el “fortalecimiento de un Estado…capaz de llevara adelante un proyecto histórico de transformación nacional”

“Siempre, como hilo que atraviesa las concepciones anteriores, está una profunda lealtad al “nacionalismo revolucionario” y una inagotable confianza en la “etapa democrática” por la que nos puede conducir la burguesía liberal”

Politicismo y estalinismo


“Las teorías desarrolladas después como la rudimentaria teoría estalinista de que las clases sociales a lo largo de la historia han estado siempre representadas por un solo partido, son históricamente falsas y sólo hacen la apología del monopolio del poder político por la burocracia soviética” (Resolución de la IV Internacional, 1979)

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