“…que Chávez y Zelaya se proponían estatizar a los
niños. Si esta vieja idea de que los comunistas le expropian los hijos a la
gente se propagó alguna vez para propagar el horror de las buenas personas,
apostamos a que hoy cualquier medida en ese sentido sería recibida con un gran
aplauso por muchísimos niños del Tercer Mundo, necesitados desesperadamente de
que la sociedad encuentre el modo de hacerse cargo de ellos”
“Uno de los éxitos del capitalismo ha sido lograr
que la reproducción de la fuerza de trabajo siga siendo realizada como trabajo
esclavo por la mujer. Lo logra mediante una enorme presión cultural, y
quitándole a la mayoría de las mujeres la posibilidad de independencia
económica”
“Esta falta de fuerza del programa propio del
movimiento de mujeres entre los de las luchas populares parece contradictoria
en un mundo en que, a cualquier lado donde se mire, hay algo de “género”:
comisiones de género, secretarías de género, cátedras de género, ONGs de género, y un sector dedicado al género en
todas las librerías”
“El imperialismo ha gastado incontables millones en
subsidiar todo esto. Pero no lo ha hecho, por supuesto, con la intención de
fortalecer al movimiento de mujeres, sino para financiar su descomposición…”
En Argentina existe el Encuentro Nacional de
Mujeres, el cual se celebra cada año desde hace 25 años. En él confluyen
mujeres de todas las tendencias ideológicas, por lo cual se dan situaciones
bastante particulares. Hace unos pocos años, por ejemplo, las mujeres
católicas, apoyadas por las estalinistas del Partido Comunista Revolucionario
(PCR), irrumpieron en el lugar que se discutía la anticoncepción y el aborto:
las participantes las echaron a patadas”. Otro caso es lo que sucedió luego del
“Argentinazo” de 2000-2001: la militancia feminista histórica se encontró con
cientos de activistas nacidas a la lucha desde los movimientos sociales que
protagonizaron las acciones de 2000-2001, y su respuesta no fue positiva para
la lucha. Argumentaron sobre lo negativo de que el encuentro se “izquierdizara”
e imposibilitaron la unificación nacional en la acción del movimiento feminista
(los Encuentros Nacionales se consignó no debían tomar resoluciones vinculadas
a la acción, sino sólo fungir como un espacio de reunión y debate). A tal punto
llegó el sectarismo de la base feminista histórica, que ésta llegó a organizar
actos y marchas “paralelas” para desmarcarse del feminismo clasista y de
izquierda.
Los Encuentro Nacionales son manejados por el PCR
(aliado en este campo con la iglesia católica), el cual no tiene intención de
masificar la lucha feminista (ni de desarrollar cualquier aspecto de la lucha
política que tenga que ver con el desarrollo de la conciencia, como todo buen
partido estalinista). “En los Encuentros está prohibido votar, porque no hay
que obligar a ninguna mujer a plegarse a acciones que no comparte, y se
funciona en talleres separados sin ninguna instancia de decisión conjunta. Las
declaraciones política del evento corren por exclusiva cuenta de la comisión
organizadora”
Lo
reaccionario de la corriente “queer”
-
“…con su ideología de fragmentación del
movimiento de mujeres en infinitas identidades, cristalizada en infinidad de
pequeños grupos que no pueden ni deben unirse en una lucha común so pena de
diluir su especificada en el movimiento general”
“En los intentos de los ideólogos del capitalismo
post caída del Muro por crear teorías opuestas al clasismo y al marxismo, la
cuestión de género (como también el indigenismo y el autonomismo sindical) ha
sido un “favorito”. Incluso el acceso de mujeres a los altos mandos de los
Estados burgueses ha sido publicitado como un avance de la democracia, y la
“ONGización” de la miseria femenina como un “empoderamiento” de las mujeres
pobres”
Concepto de
Género
-
“Este concepto, impuesto por el combativo
movimiento feminista de los años 60, es una gran conquista teórica de las
mujeres. Consiste en separar los sexos biológicos de los atributos que se les
imponen socialmente: hombre agresivo, racional y creador, mujer pasiva,
emocional y maternal. Parte de lo socialmente impuesto es la elección de
parejas de sexo opuesto”
“Olvidan que si la sociedad le impone a la mujer
“ser” de cierta manera, es para destinarla a hacer cierto trabajo. Y que esto
constituye al género mujer no como una suma de sujetos individuales con ciertas
características, sino como un sujeto social: la mujer es la madre de la
sociedad capitalista, es la que hace el trabajo de reproducción (crianza y
tareas domésticas) como trabajo no pagado, en el ámbito privado de la familia”
“Por supuesto que muchos individuos de sexo
femenino, incluso multitudes de ellos en ciertos períodos, pueden elegir no ser
mujer en el sentido de no aceptar el ser ni el hacer impuestos por la sociedad
a su género, si cuentan con una serie de ventajas económicas y culturales. Pero
el problema subiste: ¿quién hace el trabajo?”
“La
abolición de la opresión de género comienza por abolir la división del trabajo
entre los géneros, que es lo que los constituye, promoviendo el pleno acceso de
las mujeres a la producción social y la absorción por el colectivo social de
las actuales funciones económicas de la familia, como una rama más de la
producción”
“Este tipo de peleas son las que no quieren dar las
corriente dominantes en lo que hoy se llama oficialmente feminismo. Algunas de
ellas, junto a sus hermanos del posmarxismo que decretaron el fin de la clase
obrera y el nacimiento de múltiples identidades, han decretado el fin de la
mujer y el nacimiento de múltiples géneros. Otros dicen que relacionar la
opresión de las mujeres con la función de la familia en el sistema de clases
nos sirve a los marxistas para negar la necesidad de una lucha específica por
los derechos de la mujer, ya que éstos serían resueltos en su momento por la
revolución socialista”
“Por nuestra parte, no confiamos en ninguna
solución “de hecho” a la opresión de las mujeres. Creemos que en la transición
del capitalismo al socialismo la conciencia lo es todo y el automatismo nada.
Si no hay programa feminista consciente para llevar a delante la tarea de
socialización del trabajo doméstico y la integración plena de las mujeres a
todas las ramas de la producción social, éstas no ocurrirán y por tanto tampoco
ocurrirá el socialismo. Por eso luchamos desde hoy por desarrollar la lucha
feminista e integrarla a la lucha socialista”
Criticar
idealismo de la conciencia. Criticar falsa comprensión de la transición con
nuestra pequeña nota política: “Socialismo, Estado obrero y transiciones (mayo
2013)”
“Un ejemplo típico de la falta de estrategia de
muchas corrientes feministas es el de colocar como enemigo de las mujeres al
“colectivo varones” al mismo nivel que al Estado o a Iglesia, o referirse a
“las iglesias” incluyendo allí a los partidos marxistas”
“Para abolir la división del trabajo entre los
géneros, la mujer tenía que integrarse a la producción social y la sociedad
debía absorber las tareas domésticas como una rama de la producción social. Con
la revolución industrial, el capitalismo a su modo brutal, empleando a millones
de mujeres y niños en las fábricas, “cumplió” por un tiempo con la primera
parte de este programa”
“Hacia 1840,
la mayoría de los trabajadores en las fábricas británicas eran mujeres y niños.
Las terribles condiciones de vida y trabajo que los asalariados sufrían
destruyeron cualquier cosa que se pareciera a una vida familiar normal, y el
acceso de las mujeres a sus propios ingresos les permitió escapar de la
necesidad del matrimonio. Esto llevó a mucha gente (entre ellos Marx y Engels)
a hablar de la muerte de la familia de clase trabajadora”
(citado por Scheila Rowbotham en
“Hidden from history”)
“…aunque se detuvo antes de la segunda:
“De hecho, la
familia no sólo sobrevivió, sino que floreció, aunque con una forma muy
diferente. El capitalismo dependía de una aportación ininterrumpida de mano de
obra. Aquellos que dirigían el sistema se daban cuenta progresivamente de que
la familia era la mejor manera de asegurarse esa aportación un coste mínimo
para ellos. A mediados del siglo XIX se hicieron intentos conscientes de
recrear una vida familiar estable entre las clases trabajadoras. Ello
conllevaba, en parte, la exclusión gradual de mujeres y niños de ciertas áreas
de producción y el pago de un salario familiar a los hombres. Se excluyó a las
mujeres, en particular, de las industrias que amenazaban su capacidad de tener
hijos” (Marcal Solé y Paso Gredilla)
“A partir de allí, el capitalismo se ha movido
siempre entre estas dos necesidades: utilizar a las mujeres como ejército
industrial de reserva (por ejemplo, en épocas de crisis económicas o guerra) y
utilizar su trabajo doméstico gratuito para reducir al mínimo posible el
salario del trabajador…Por eso, cuando la crisis o la guerra pasan, el sistema
comienza a despedir a las mujeres de la producción y repone a los hombres…Aunque
no siempre es así. La entrada masiva de las mujeres yanquis en la producción
durante de la Segunda Guerra Mundial, y el posterior intento del gobierno por
devolverlas a su casa, constituyó un campo fértil para el desarrollo del
movimiento feminista de los 60”
“La idea de que el lugar de la mujer es el
hogar…hace que provocar una gran desocupación femenina tenga menores costos
políticos que la desocupación masculina”
La mujer, la
revolución rusa y la URSS
-
“Los bolcheviques, en el gobierno soviético, por
ejemplo, hicieron ingentes esfuerzos económicos y culturales para reemplazar la
organización familiar por otra más comunitaria, con el fin de liberar a la
mujer del aislamiento y la explotación domésticas e integrarla a la vida
política y social, y ofrecer a la nueva generación que crecía en el Estado
obrero un ámbito de crianza y educación menos opresivo y aislado. Entre las
primeras medidas contrarrevolucionarias de la burocracia usurpadora estuvo el
ensalzamiento de la “familia obrera”, y el recorte de todos los derechos de las
mujeres que el estado obrero había promulgado, como el derecho al aborto, ya
que, al decir de la burocracia, “habiendo alcanzado el socialismo, la mujer
soviética no tiene derecho a renunciar a las alegrías de la maternidad”
-
“El
retroceso reviste formas de asquerosa hipocresía, y va mucho más lejos de lo
que exige la dura necesidad económica. El motivo más imperioso del culto actual
a la familia es, sin duda alguna, la necesidad que experimenta la burocracia de
una jerarquía estable de relaciones sociales y de una juventud disciplinada por
cuarenta millones de hogares que sirven de puntos de apoyo a la autoridad y al
poder” (León Trotsky, La revolución
traicionada, 1936)
Marxismo y familia
-
“La
actitud marxista frente a la familia…la idea de que el sistema familiar es una
institución que fomenta la opresión clasista y sexista, puede dar a entender
que los socialistas están intentando destruir el único refugio que le queda al
ser humano. Esto es lo contrario de lo que defienden los marxistas. Nuestro
objetivo es destruir aquella forma de vida ante la cual hay que refugiarse para
poder sobrevivir” (Mary Alice
Waters, Feminismo y marxismo, 1989)
-
“Para que esta transformación pueda realizarse
sin significar la superexplotación de una doble jornada, el trabajo doméstico,
o gran parte de él, tiene que convertirse también en producción social, en la
forma de guarderías, lavaderos y comedores públicos, que presten sus servicios
con igual calidad por lo menos que la alcanzan actualmente como trabajo
privado. Y lo más importante: el bienestar material y el desarrollo espiritual
de todos los niños, tengan o no padres, deben ser responsabilidad y tarea del colectivo
social. De todas las crueldades y absurdos del capitalismo, quizás el peor sea
el hecho de que, en un mundo donde un lápiz y una tasa se producen aunando el
trabajo y el saber de muchísima gente, el destino de una persona recaiga en tan
gran medida sobre la capacidad y la voluntad de solamente dos”
-
“…así como para el marxismo acabar con la
explotación significa mucho más que “repartir la riqueza”, superar la opresión
de género implica mucho más que un salario para el ama de casa o maridos
lavando platos…y que la vida sexual y afectiva deje de estar signada por las
necesidades la producción y reproducción sociales”
-
“Desgraciadamente,
también de muchos camaradas se puede decir aquello de “escarbad en el comunista
y aparecerá el filisteo”. Escarbando, naturalmente, en el punto sensible, en su
mentalidad acerca de la mujer” (V.I.
Lenin)
Homosexualidad
y género
-
“Separar sexualidad de reproducción le quita
además toda razón de ser a la diferenciación entre hetero y homosexuales, y
proporciona una base consistente para la unidad de la lucha de mujeres y
“minorías”
-
“Por supuesto que los marxistas apoyamos el
derecho democrático de matrimonio entre personas del mismo sexo que reclaman
los movimientos gays en muchos países, pero no nos conformamos con que gays y
lesbianas compartan con los heterosexuales las miserias de la familia en la
sociedad capitalista”
-
“Las políticas de “integración” burguesas, a las
que adhieren entusiastamente funcionarios de gobiernos que se niegan
rotundamente a legalizar el aborto…hacen estragos en la conciencia colectiva y
en la situación de los integrantes de las “minorías” sexuales, compelidos a
intentar escapar de la discriminación por la vía de parecerse lo más posible a
la “mayoría”, es decir, demostrando que son buenos para hacer lo que el
capitalismo espera de las personas exitosas: casarse y producir ganancias”
-
“A riesgo de que nos acusen una vez más de
querer diluir la lucha de las minorías…consideramos que la lucha contra la hetero-normatividad
es parte de la lucha feminista, y abogamos por la unidad de ambos movimientos
para pelear por las reivindicaciones de todos, en la estrategia común de la
abolición de la familia”
Voto
femenino y guerra civil española
-
“En la España de los años 30, antes de la Guerra
Civil, una feminista reformista llamada Clara Campoamor emprendió una pelea
parlamentaria por el voto femenino en su país. Lo consiguió, asombrosamente,
apoyándose en los diputados de derecha contra los de izquierda: por esos días,
el gobierno derechista de Primo de Rivera estaba necesitado de mostrar alguna
apertura democrática para competir con el movimiento republicano, y los
diputados republicanos –demócratas, pero no fanáticos- no querían saber nada
con que las mujeres votaran, porque las suponían muy influidas por la Iglesia y
temían que el voto femenino le diera la victoria a la derecha. Cuando la
derecha monárquica efectivamente triunfó en las elecciones de 1933, todos le
echaron la culpa a Clara…El año siguiente volvió a haber elecciones, en las
que obviamente también votaron las
mujeres, y el Frente Popular ganó por un margen mayor del que había logrado la
derecha un año antes. Pero esto no hizo que los demócratas españoles rehabilitaran
a Clara”
Revolución, lucha democrática y feminismo
-
“No todos los procesos revolucionarios fueron
acompañados, como la Guerra Civil Española, por un fuerte movimiento de
mujeres. No todos los dirigentes que actuaron en esos procesos tenían la
cultura feminista de Flora, Trotsky o Clara Zetkin. Pero en todos esos procesos,
los revolucionarios más conscientes mostraron una gran preocupación por
impulsar la lucha de las mujeres por sus propias reivindicaciones, y cuando no
lo lograban, veían eso como una limitación del movimiento revolucionario
general”
-
“En cuanto a la “unidad de la obrera con la
burguesa”, ese peligro existe en cualquier lucha democrática…Nos parece que
este prejuicio parte de desconocer que hay un programa obrero y socialista para
la emancipación de la mujer, contrapuesto al programa feminista burgués…y que
esta contraposición no descarta, sino más bien exige, momento de unidad de
acción y una política de los revolucionarios hacia el movimiento “en su
conjunto”
Discusión:
esta idea de que las luchas democráticas pueden ser también acaudilladas por
fracciones burguesas descansa en la tesis espuria de la existencia histórica de una “revolución
democrático-burguesa”. Es posible que sea necesario, desde una perspectiva
marxista, comunista y clasista, argumentar que cualquier lucha de una fracción
burguesa será siempre una lucha fundada en la preservación de las condiciones
materiales que permiten existir a la burguesía como clase
dominante/explotadora, condiciones que coinciden con la preservación y el
desarrollo de la explotación. Y la preservación y el desarrollo de la
explotación son antitéticas respecto del concepto de democracia. La idea de que
existen luchas democráticas que puede llevar a cabo la burguesía, supone una de
dos cosas: u operamos con una noción devaluada de la democracia y entonces nos
negamos a vincular inextricablemente la lucha contra la explotación a la
democratización de la vida social, o “concedemos demasiado a la burguesía”
manteniendo la conjunción aproblemática entre el concepto de democracia y el ser
de esta clase. Seguir reflexión
-
“Pero la lucha feminista no es sólo una lucha
democrática. “La familia es el último reducto de la propiedad privada”,
escribieron Engels, Marx, Trotsky y otros…Cuando el cuestionamiento al
capitalismo recorre el mundo, la burguesía, asustada, se refugia en “su último
reducto” conservador, el lugar donde las relaciones de explotación y opresión
siguen revestidas de una aureola moral, cuando esa aureola ya ha caído del
rostro de la economía, las instituciones del Estado, etc”
-
“Y en momentos de transición al socialismo,
desde esos últimos reductos conservadores la burguesía acecha para rearmarse;
dos de ellos preocupaban grandemente a los bolcheviques en el gobierno: la
familia y la pequeña propiedad, que llevaban en sí el germen de la sociedad de
clases aún cuando no conllevaran explotación asalariada”
“Si la emancipación de la mujer es una tarea
socialista, o sea una tarea del movimiento obrero, ¿para qué se necesita un
movimiento específico de lucha contra la opresión de género?”
-
“Ustedes
podrían preguntarse qué sentido tiene el trabajo de vuestra organización, si la
situación de la madre y el niño depende en primera instancia del desarrollo de
las fuerzas productivas del país, y sólo en segundo lugar de la estructura social…Cualquier
estructura social, incluso la socialista, puede verse enfrentada a la situación
de contar los medios materiales necesarios para lograr un determinado avance, y
sin embargo no poder realizarlo. Las tradiciones serviles, la estupidez
conservadora, la falta de iniciativa para destruir viejas formas de vida,
también se encuentran en la estructura socialista como remanentes del pasado. Y
la tarea de nuestro partido y de organizaciones sociales como la vuestra es
extirpar las costumbres y la sicología del pasado, y evitar que las condiciones
de vida se mantengan en un nivel inferior del que permiten las posibilidades
socio-económicas.
El desarrollo de las fuerzas productivas no
es necesario en sí mismo. Es necesario para construir los cimientos de una
nueva personalidad humana, consciente, que no obedezca a ningún amo en la
tierra, que no tema a ningún señor que esté en el cielo; una personalidad
humana que resuma en sí misma lo mejor de todo lo creado por el pensamiento en
épocas pasadas; que avance solidariamente con todos los hombres, que cree
nuevos valores culturales, que construya nuevas actitudes personales y
familiares, superiores y más nobles que las que se originaron en la esclavitud
de clases.
Lenin nos enseñó a evaluar a los partidos de
la clase obrera de acuerdo a su actitud hacia las naciones oprimidas. ¿Por qué?
Si tomamos, por ejemplo, al obrero inglés, será relativamente fácil despertar
en él la solidaridad con el proletariado de su propio país. Pero que se sienta
solidario con un coolie chino, que lo trate como a un hermano explotado, será
mucho más difícil, ya que ello implicará romper con una caparazón de arrogancia
nacional solidificada durante siglos.
De la misma manera, camarada, se ha solidificado durante milenios, no
durante siglos, la caparazón de los prejuicios del jefe de la familia hacia la
mujer y el niño; tengamos en cuenta que la mujer es el coolie de la familia.
Ustedes deben ser la topadora moral que arrase con este conservadurismo
enraizado en la esclavitud, en los prejuicios burgueses, y en los de la misma
clase obrera, que en esto arrastra lo peor de las tradiciones campesinas. Y
todo revolucionario consciente se sentirá obligado a apoyaros con todas sus
fuerzas” (León Trotsky, discurso en
1925)
No hay comentarios:
Publicar un comentario