Ficha 4 de
Nahuel Moreno: Sobre el guerrillerismo
1987
a)
FSLN en Nicaragua,
b)
FMLN en El Salvador
c)
URNG en Guatemala
d)
M-19 en Colombia
e)
Sendero Luminoso en Perú
1997: Diez años
después, la bancarrota de esas guerrillas es un hecho comprobado
a) Convertidas en
defensoras del orden burgués como el Frente Sandinista, el Frente Farabundo
Martí o la URNG
b) La guerrilla no sólo
llevó a honestos luchadores a la muerte
c) En el caso
centroamericano entregó la revolución regional abierta en 1979
2001:
Resurgir de la idea del guerrillerismo
a) Surgimiento del
Frente Zapatista de Liberación Nacional en México
b) Che romantizado
Revolución cubana: según Castro y
el Che Guevara, habría sido la estrategia victoriosa: el "foco"
guerrillero. Miles de jóvenes en casi todos nuestros países asumieron como suya la
concepción guerrillerista y tomaron las armas. Quince años después, esa generación de revolucionarios había sido
aniquilada:
a) Yon Sosa y Douglas
Bravo,
b) Tupamaros,
c) ERP
d) Montoneros rioplatenses,
e) De la Puente Uceda en el Perú,
f) Marighela en Brasil
g) Che en Bolivia.
En muchos países, el
accionar guerrillero fue, también, un catalizador fundamental de golpes de
estado fascistoides, que causaron durísimas derrotas al movimiento obrero y de
masas; tal el caso, por ejemplo, de la Argentina y el Uruguay
Los stalinistas preconizaban por aquel entonces la existencia de una
"etapa" burguesa y antifeudal de la revolución latinoamericana, a la
cual había que defender frente al "fascismo". Semejante definición los conducía a frenar
todo tipo de lucha, fuera guerrillera o de masas, en todos lados: defendieron a
Batista contra Castro y a Somoza contra los sandinistas
Guerrillas castro-guevaristas
de la "primera época
a)
Los escasos sobrevivientes o bien quedaron moral y
políticamente deshechos,
b)
o bien terminaron de asesores de gobiernos
burgueses con vestiduras izquierdistas.
i)
Béjar ocupando altas funciones bajo el régimen
militar de Velazco Alvarado,
ii)
y el de Régis Debray, asesor del
gobierno imperialista de Mitterrand
Sin embargo, la
realidad indica lo contrario: jamás triunfó una organización guerrillera en
base a su estrategia guerrillera (más bien siempre fueron derrotadas); siempre que hubo triunfos revolucionarios ellos fueron producto de
grandes movilizaciones revolucionarias de masas.
a)
Algunas
direcciones, como la castrista, ocultaron esa realidad;
b)
otras, como la
sandinista, la reconocieron
Revolución China
-
En el caso chino, la
“Gran Marcha” fue en realidad una gran huida. Desde el punto de vista militar,
el P.C. estaba cada vez peor, casi derrotado, aunque mantenía una poderosa
influencia como partido político
-
Lo que salvó a Mao
fue, paradójicamente, la invasión japonesa. Toda China se levantó contra los
japoneses. En toda ciudad, pueblo o aldea chinos surgieron organismos de
resistencia al invasor, en los cuales participaban desde los trabajadores y
campesinos hasta importantes sectores de la burguesía
-
Mao,
inteligentemente, volcó su partido hacia esas organizaciones de masas de resistencia
y ese fue el secreto de su victoria. Mao fue, sí, la dirección política de la
revolución china. Pero no por haber hecho guerrillas —independientemente de que ello
fuera necesario en su momento como táctica militar defensiva—, sino por el
papel político que jugó como dirección del multitudinario levantamiento de las
masas contra el imperialismo japonés.
Revolución Cubana
-
Las dos acciones
guerrilleras que reivindica Fidel Castro, el asalto al Moncada y el desembarco
del Gramma, terminaron en sendas catástrofes militares
-
Pero Castro era un
gran dirigente político de masas, la máxima figura de izquierda de un partido
burgués de masas opositor a Batista, el Partido Ortodoxo
-
Fue el levantamiento contra la dictadura batistiana
i)
de los semiproletarios agrícolas
y los campesinos pobres primero
ii)
y de la clase obrera y el pueblo
urbano después, quienes dieron su fuerza al Ejército Rebelde,
desmoralizaron a las tropas del régimen y,
iii)
por medio de la
huelga general, abrieron las puertas de las ciudades fundamentales de Cuba al triunfo
total de la revolución
El foquismo
del Che
-
En el esquema del Che, las condiciones objetivas
eran necesarias sólo en el sentido de que hubiera una gran miseria de las masas
y un régimen odiado; lo demás venía solo, como producto de la voluntad y
heroísmo combatiente de un puñado de luchadores.
-
Por supuesto, el Che reconocía la necesidad de un apoyo de masas para
que la guerrilla triunfara. Pero ese apoyo de masas se lograría a fuerza del
voluntarismo de los combatientes, no como una disposición de las masas para
salir a la lucha. Era, en ese sentido, claramente
antileninista, ya que Lenin siempre ubicó a la movilización revolucionaria
de las masas como un factor objetivo, independiente de la voluntad de los
revolucionarios
Surgimiento
de una variante de guerrilla urbana
-
Auge de las luchas
urbanas a fines de los ’60 y durante los ’70 (estallido estudiantil-popular en
México en 1968, “Cordobazo” argentino de 1969, etc.)
-
Junto a varias
derrotas de la guerrilla rural
-
Pero ella se basaba
en los mismos principios que el foquismo rural guevarista: la “propaganda
armada”, es decir el terrorismo urbano “enseñaría” a los trabajadores y al
pueblo de las ciudades la necesidad de la lucha armada y los llevaría a apoyar
a la guerrilla
Revolución nicaragüense
1) Sandinismo
a) Variante
proletaria-urbana
b) Variante maoísta de
guerra prolongada
2) Estalla la
insurrección
-
Guerrilleros
sandinistas: tras largos años de
combates contra Somoza, estaban diezmados y reducidos a su mínima expresión. En
las vísperas mismas de la revolución nicaragüense, entre todas, sumaría 50 o
100 militantes
-
Estando la guerrilla sandinista militarmente casi
acabada, estalló la insurrección de las masas tras el asesinato de Chamorro. El
sandinismo se lanzó a la ofensiva, pero si bien ella sirvió para distraer
fuerzas gubernamentales hacia los frentes sur y del norte, no fue esa ofensiva
militar la que dio el triunfo a la revolución. Somoza cayó por la acción
insurreccional de las masas urbanas, a la cual frecuentemente los destacamentos
armados del sandinismo llegaban tarde o directamente no llegaban.
-
Pero el sandinismo, que tuvo el gran mérito
político, no militar, de ser opositor intransigente y enemigo mortal de Somoza,
fue visto por las masas como su dirección política. El pueblo insurrecto se
llamaba a sí mismo “sandinista”, aunque no hubiera presente un solo militante
ni combatiente sandinista
-
La dirección sandinista vio el proceso
insurreccional y, abandonando toda teoría guerrillerista, se volcó hacia él,
ganándose el papel de dirigente político de la revolución.
3)
Demostración de estas tesis
“Estallaban miniinsurrecciones
espontáneas que demostraban una gran combatividad y una extraordinaria firmeza
por parte de las masas, mientras que las estructuras políticas y militares de
vanguardia experimentaban un notorio retraso” (comandante Joaquín Cuadra)
“La guerra se ganó prácticamente por la participación del pueblo, sin
eso, nosotros no hubiéramos hecho gran cosa” (comandante Javier Carrión)
“...La insurrección popular en Nicaragua... fue un fenómeno que
parió todo el pueblo y fundamentalmente nuestros más humildes, más explotados y
oprimidos trabajadores del campo y la ciudad... Fueron nuestras masas las que
le dijeron a su vanguardia, el Frente Sandinista: ‘¡Esta es la forma de
lucha!’. Nosotros, la vanguardia, no hicimos más que ponernos al frente de esa
voluntad, de esa decisión, de esa actividad popular” (Comandante Ortega)
Estrategia y principios
Lo mismo que hemos dicho de China, Cuba y Nicaragua
podríamos demostrarlo en cualquier otra revolución triunfante, con dirección
política guerrillera o sin ella. No es
una organización militar la que hace una revolución; las revoluciones las hacen
las masas. No es una dirección militar la que dirige una revolución; las
revoluciones las dirigen direcciones políticas, es decir, organizaciones o
líderes con quienes las masas identifican políticamente sus intereses.
Si son la masas las que hacen las revoluciones, toda prédica,
propagandística o práctica (a través de acciones) de que es una ínfima minoría
de guerrilleros la encargada de hacer la revolución, es un factor de profunda
desmovilización del movimiento de masas, va en contra de la revolución.
Es obligación de los marxistas decirle la
verdad a las masas: ¡Son ustedes y sólo ustedes los que pueden solucionar sus
problemas si se movilizan en forma multitudinaria y apelando a todos los
métodos para luchar contra los explotadores, el imperialismo y el gobierno de
turno! ¡No hay pequeño grupo ni minoría, por más heroica que sea, que los salve
de la miseria y la represión! ¡Hagan ustedes la revolución, porque es
necesaria, porque no hay otro camino y porque nadie la va a hacer por ustedes!
¡Las minorías fracasan! ¡Ustedes, la mayoría pueden y deben vencer!
El guerrillerismo tiene la concepción elitista
acumulativa, gradualista de la cuestión del armamento
1)
Elitista porque no ve el armamento como armamento de las
masas, es decir como armamento de las organizaciones de masas, sino como
armamento de “la vanguardia”, esto es de la propia organización guerrillera
2)
Gradualista porque
concibe el armamento como un proceso acumulativo, de menor a mayor, que
comienza con el armamento del grupo que inicia la guerrilla y culmina en el
armamento de un “ejército popular” capaz de enfrentar y derrotar al ejército
burgués en una guerra convencional.
Esto demuestra que
el armamento es, ante todo, una tarea política que, como tal, depende
estrechamente de la disposición a la lucha de movimiento de masas. Por eso mismo no se produce en forma
gradual, sino a través de un salto espectacular, cuando son las propias masas las
que se proponen armarse. Entonces,
no hay quien pueda detenerlas, ya que son trabajadores quienes están en las
fábricas de armas y son trabajadores uniformados quienes las manejas y las
almacenan en los arsenales
1)
Bolivia: golpe de Banzer y resistencia popular
Entre el Ejército de Liberación Nacional, el
Partido Obrero Revolucionario (Combate) de González y el resto de grupos
guerrilleristas, que se venían preparando desde hacía entre 5 y 10 años para la
“lucha armada”, sólo habían logrado reunir 500 armas (el 10 por ciento de 5,000
combatientes). Pero cuando entró a tallar el movimiento de masas, logró, en
cuestión de horas, 1,300 fusiles.
2)
Rusia
Los obreros revolucionarios rusos, en pocos meses, lograron
enormemente más armas que todas las que acumularon durante décadas los
terroristas rusos
3)
Nicaragua
-
La propia
experiencia nicaragüense lo confirma: los insurrectos de las ciudades se
armaban como podían pero en forma masiva, sin necesidad de esperar las armas de
los sandinistas
-
Estos, por su parte, si tenían muchas armas no era como
producto de una acumulación, sino de la ayuda de la socialdemocracia europea y
algunos gobiernos burgueses latinoamericanos, que afluyó hacia ellos después de que comenzó la
insurrección masiva en Nicaragua y no antes
Política hacia las
FFAA
1)
Guerrillerismo
-
Prácticamente no
tienen política hacia la base del ejército burgués: su línea maestra es ir a
una guerra de ejército contra ejército
2) Lenin y Trotsky
-
El leninismo, en
cambio, plantea no una sino dos herramientas para el armamento de las masas:
por un lado la creación de destacamentos de autodefensa y milicias de
trabajadores; paralelamente, la actividad política sobre la base del ejército
para ganarla para la revolución oponiéndola a la casta contrarrevolucionaria de
los oficiales
-
Esta actividad
requiere de consignas propias, específicas, que defiendan los intereses,
reivindicaciones y derechos sindicales y políticos de la tropa, frente al
verticalismo militar, la prepotencia de los oficiales y el intento de
utilizarla como carne de cañón contra el pueblo.
-
En síntesis, un
programa de transición para desarticular al ejército burgués ya que, como decía
Trotsky, la insurrección no es una lucha contra el ejército sino por el ejército.
Un
ejemplo que se vio confirmado en infinidad de oportunidades, entre otras con la
construcción de las milicias sindicales y campesinas que derrotaron al ejército
burgués durante la revolución boliviana de 1952. Lo mismo podríamos
decir de las organizaciones barriales de masas que hicieron la insurrección
contra Somoza en Nicaragua.
La revolución bajo la forma
predominante de una guerra campesina o rural dominó claramente en el norte de
América Latina desde, como mínimo, la revolución mexicana de comienzos de siglo
a)
Parcialmente la
revolución mexicana (que, según algunos autores, fue campesina en el norte,
pero del proletariado rural no organizado como clase sino en los pueblos en la
zona de Zapata)
b)
Sandino en Nicaragua
(1930s)
c)
Guerra civil
colombiana (“la violencia”)
Insurrecciones urbanas
1)
En el Cono Sur latinoamericano, en cambio, los procesos
revolucionarios y la lucha de clases en general, tuvieron desde fines del siglo
pasado un carácter claramente urbano y proletario, debido al desarrollo
industrial y al peso específico y tradiciones de la clase obrera. En algunos
países del Cono Sur (Perú, Brasil, Bolivia) hubo o hay también un fuerte
componente campesino o rural, pero no es lo dominante).
2)
En El Salvador, el
gran auge revolucionario, infinitamente más poderoso que la actual guerrilla
rural del FMLN, fue el proceso urbano y obrero que derrocó al general Romero
pocos meses después de la caída de Somoza
3)
En Colombia, un país de gran tradición guerrillera rural de
masas, el mayor suceso revolucionario de las últimas tres décadas fue el paro
cívico nacional de 1977, una movilización con eje casi absoluto en las
ciudades.
Guerrilla y PCs
latinoamericanos
-
los partidos
comunistas latinoamericanos. Ellos han pasado de enemigos acérrimos a
admiradores entusiastas, propagandistas y, en algunos casos —P.C. salvadoreño,
FPMR chileno— actores de la guerrilla. Razones:
a)
Las revoluciones
cubana y nicaragüense se hicieron no sólo al margen sino en contra de los PCs
b)
La revolución cubana
pudo ser la excepción que confirma la regla; pero una segunda revolución triunfante,
la nicaragüense, ya era demasiado. Por eso abandonaron la vieja política y
dieron el giro
c)
La estrategia
guerrillerista, criminalmente equivocada, expresa las limitaciones de clase de
honestos luchadores, apasionados por hacer una revolución. Lo mismo podría
decirse del entusiasmo por la guerrilla que se ha despertado en la base de los
PCs, revolucionaria ferviente, aunque engañada por su dirección
d)
La dirección
stalinista, en cambio, es fría y conscientemente contrarrevolucionaria.
Propagandizar o hacer guerrilla es un buen negocio para ella precisamente
porque es una estrategia que no conduce a la revolución sino a su derrota. La guerrilla impide o dificulta que los
trabajadores se autoorganicen y movilicen democráticamente, ya que impone una
organización militar. Eso es precisamente lo que los stalinistas necesitan para
poder seguir siendo una burocracia
Incluso si esas
direcciones, acorraladas entre el ascenso de masas y la agresión imperialista,
se ven obligadas contra su voluntad a expropiar a la burguesía y establecer un
estado obrero, como hizo Castro, tampoco tenemos con ellas una estrategia común. Para nosotros, las revoluciones
nacionales son momentos de la revolución socialista internacional. La
constitución de estados obreros tiene como objetivo fundamental y prioritario
construir una palanca poderosísima para ayudar al desarrollo de la revolución
mundial. Esas direcciones, precisamente por ser pequeñoburguesas,
son nacionalistas, no internacionalistas. Cuando toman el poder, hacen lo
imposible por no expropiar y no ponen jamás el país al servicio de la extensión
de la revolución. Y, si expropian, establecen un régimen totalitario para
desmovilizar a las masas y dedicarse a “construir el socialismo en el propio
país”. No hay, en consecuencia, ninguna coincidencia estratégica
Pero esta diferencia no nos puede ocultar que las direcciones pequeñoburguesas independientes, por ese carácter de
clase, están mucho más cerca de la burocracia y del stalinismo que de nosotros. Sólo así se explica que Castro se haya incorporado al aparato
stalinista mundial; que los sandinistas, sin haberse incorporado, apliquen
fielmente la política que les aconseja el stalinismo;
Esto implica, entre otras cosas, que los trotskistas no aceptamos que
los sectores populares no obreros sean un coto privado de las direcciones
pequeñoburguesas. Nuestro objetivo es que haya fracciones campesinas,
pequeñoburguesas bajas, etcétera, trotskistas (aunque no tengamos fuerzas para
llevarlo a la práctica si nuestro partido es pequeño), que combatan a las
organizaciones burguesas, pequeñoburguesas y burocráticas en todos los sectores
sociales, explicándoles que sólo bajo la dirección y el gobierno de la clase
obrera lograrán destruir al régimen odiado y satisfacer sus reivindicaciones.
Política de frentes y acuerdos
-
A diferencia de los acuerdos, que sólo comprometen al partido a luchar por el punto
común sobre el cual se acordó, los frentes ya implican la existencia de una dirección, es
decir cierto grado de centralismo, y de organismos de base comunes.
-
Por esa razón, el trotskismo jamás
baraja, ni siquiera como hipótesis, hacer un frente, ni mucho menos una
organización revolucionaria común, con organizaciones no obreras, sean ellas
burguesas o pequeñoburguesas, ya que ello significaría que estaríamos
dispuestos a aceptar la disciplina de esas organizaciones o, lo que es lo
mismo, la perdida de la independencia del partido y de la clase obrera ante
organizaciones no proletarias.
-
En cambio, sí aceptamos o impulsamos
frentes u organizaciones comunes con otras direcciones u organizaciones obreras
-
Podemos ser parte
incluso de un partido obrero con direcciones obreras burocráticas proburguesas
o stalinistas frentepopulistas para arrancar a una clase obrera atrasada del
sometimiento a los partidos burgueses y conquistar la independencia política
del proletariado.
-
-
Si,
además, el funcionamiento es democrático, nuestra disciplina puede llegar a ser
casi total. Nunca nuestra disciplina es total, ya que un frente obrero
puede aplicar una política contraria a nuestros principios
-
Estos frentes obreros son frentes y no simples acuerdos porque tienen
cierto grado de centralismo, una dirección, organismos de base comunes donde
las diferentes corrientes o fracciones luchan por imponer sus políticas y que
nosotros aspiramos y peleamos para que sean democráticos, cierta permanencia en
el tiempo
-
También podemos hacer acuerdos políticos
con direcciones obreras contrarrevolucionarias o reformistas, de la misma forma
que los hacemos con direcciones burguesas o pequeñoburguesas. Tanto los frentes como los acuerdos con
direcciones obreras contrarrevolucionarias o reformistas tienen el mismo doble
objetivo que los acuerdos que hacemos con direcciones no proletarias: movilizar
a los obreros y destruir a la burocracia
-
El Frente Unico Revolucionario, en
cambio, es un frente entre nuestra organización trotskista y las corrientes
obreras de vanguardia que evolucionan hacia nuestro programa. Es una transición
hacia el partido obrero revolucionario
-
Al igual que los acuerdos con
direcciones no proletarias y de los frentes y acuerdos con direcciones obreras
contrarrevolucionarias, el Frente Unico Revolucionario busca la movilización de
las masas. Pero es una táctica que
se inscribe en la estrategia de construcción del partido. Por esta razón, se
diferencia de aquellos en que no queremos destruir a las organizaciones obreras
revolucionarias con las cuales hacemos el Frente Unico Revolucionario, sino
fortalecernos todos haciendo un partido único
-
Si bien los acuerdos y frentes que realiza el partido trotskista
son tácticas en función de sus estrategias fundamentales de movilizar a las
masas para la toma del poder por el proletariado y construir el partido, como principio general esas tácticas son
obligatorias. Uno de los principios del trotskismo y el leninismo, que lo diferencia
del ultraizquierdismo y sectarios es precisamente la obligatoriedad de todo
acuerdo o frente que ayuda a la movilización de las masas y/o a la construcción
del partido.
-
Pero este principio
se combina y supedita a otro: nuestra política no va dirigida a las
direcciones, organizaciones o sectores de vanguardia del movimiento obrero a
quienes les planteamos acuerdos o frentes o sobre los cuales queremos trabajar
para ganarlos para el partido. Por el
contrario, nuestra política y consignas son dictadas por las necesidades de las
masas y, tomando en cuenta su conciencia, buscan tender un puente entre esa
movilización y las tareas socialistas. Por eso, en cada coyuntura de la lucha
de clases, el trotskismo levanta un programa de transición que arranca de las
necesidades de la clase obrera y las grandes masas populares.
-
Todo intento de definir nuestra política
y consignas a partir de las líneas, inquietudes o necesidades de las
organizaciones con las cuales hacemos acuerdos o frentes o de los sectores de
vanguardia sobre los cuales privilegiamos la actividad para construir el
partido, es revisionismo vanguardista…Por eso mismo, nuestra relación con las organizaciones con las
cuales hacemos frentes o acuerdos y con los sectores de vanguardia sobre los
cuales trabajamos es la crítica sistemática a sus posiciones, la confrontación
de nuestra política y consignas, extraídas de las necesidades de las masas y de
su movilización, con las consignas y políticas de esas organizaciones y
sectores de vanguardia
Guerrilla, partido y clase
-
Su dirección no se propone construir una organización
obrera en la clase obrera, sino organizar a todos los que estén de acuerdo en
hacer guerrillas, a servir de base a la guerrilla o a apoyar a la guerrilla. Su línea
demarcatoria no es la clase obrera, sino los individuos de cualquier clase que
quieran tomar las armas. Su programa y su política es hacer guerrilla.
-
Las organizaciones guerrilleras son un
fenómeno distinto a los partidos políticos que, eventualmente, hicieron
guerrillas, como fue el caso, entre otros muchos, del PC chino, el castrismo y
el PC vietnamita. Todos ellos eran
partidos que, aunque en algún período asumieron la guerrilla como forma
fundamental de lucha, la supeditaron al partido
-
Las
organizaciones guerrilleras no se supeditan a ningún partido, sino que ellas
supeditan a sus organizaciones y militantes “de superficie”. Cuando las
organizaciones guerrilleras desarrollan una organización “de superficie”,
sindical o política entre los trabajadores o la juventud, ella es el brazo
político de la organización guerrillera. La organización guerrillera no es,
pues, el brazo armado de un partido político (obrero o no), sino a la inversa.
Las
organizaciones guerrilleras son enemigas de la organización obrera
-
No vuelcan sus dirigentes, que muchas veces son
extraordinarios luchadores, a organizar a los trabajadores, a construir en la
clase obrera un partido, un sindicato, un soviet, sino que los vuelcan a organizar
a los guerrilleros
-
Peor aun, utilizan a la clase obrera, si
intervienen en ella, como abastecedora de combatientes, sacando así de la clase
(y enviando a la muerte) a valiosísimos activistas y luchadores y debilitando
así la organización de la clase obrera
-
Cuando no los sacan físicamente, los
sacan en su actividad, ya que los usan como apoyo, para guardar armas o
llevarlas, para hacer propaganda clandestina a favor de la guerrilla, etcétera;
de esta forma esos luchadores obreros no pueden, por razones elementales de
seguridad, hacer ninguna o casi ninguna actividad de organización política ni
sindical de la clase obrera.
-
No educa a la clase obrera en que confíe sólo en
sus propias fuerzas y en la movilización de sus aliados bajo su dirección, sino
que le crea falsas ilusiones de que sus problemas se solucionarán por la acción
de un puñado de combatientes heroicos
-
No quiere, bajo
ningún concepto, la autoorganización democrática de los obreros, ni del pueblo
urbano, ni de los campesinos, sino que busca encuadrarlos en una estructura
militar cerradamente totalitaria
-
No les dice a los
trabajadores que deben ser ellos quienes tomen el poder, sino que la apoyen
para que sea ella, la organización guerrillera quien tome el poder
-
Las organizaciones
guerrilleras son terroristas. En la casi totalidad de los casos,
sus acciones no ayudan al desarrollo de la movilización, la organización y la
conciencia de las masas. La
guerrilla hace una “guerra de bolsillo” contra la burguesía y su estado,
exactamente opuesta a la guerra civil, en la cual la movilización obrera y de
masas asume formas armadas, guerrilleras (en el sentido técnico del término),
insurreccionales o de guerra convencional entre ejércitos como fue la guerra
civil en Rusia. Las acciones terroristas de la guerrilla, al ser
decididas por su propia cuenta, provocan confusión cuando no repudio del
movimiento de masas.
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