Repuesta a crítica sobre columna acerca
de Riesco y el PC (mayo 2013)
1) De acuerdo
2) Riesco puede no formar
parte del Comité Central, sin embargo, sí posee tres características relevantes
en nuestro contexto:
a)
Fue
candidato a diputado por el PC en 2005
b)
Escribe
como comunista de Vicuña Mackenna
c)
La
misiva a Escalona (de septiembre de 2012) ha fungido como “carta guía” de la
política del PC en estos últimos meses. Ejemplos:
i)
En
su carta habla de la necesidad de gobernabilidad que Bachelet le proveería al
chile post-piñera. Dos meses después, Ballesteros se fotografía con Lagos y
habla de que el PC apoyaría una próxima candidatura de la concertación y sería
éste el que le proveería de gobernabilidad al Chile post-piñera
ii)
La
propaganda del PC desde septiembre 2012 (“ahora los trabajadores”) acepta
implícitamente la tesis de que las movilizaciones de 2011 fueron
“clasemedieras” (cuestión que afirma Riesco en su carta)
iii)
Riesco
dice que hay que votar por Bachelet en su carta; 6 meses después el PC de
vicuña, ¿qué establece?: a votar por
Bachelet “compañeros”
3) Aquí diferimos
sustantivamente. Y este es el meollo del artículo. Voy a detallar más aquí,
porque el punto lo amerita:
a)
Conjuntar
a los clásicos con Marx es un error. Razones:
i)
Sus
teorías del valor son diferentes. En el caso de Smith es más evidente (se confunde
y es poco sistemático, en suma, termina afirmando un postura como la de Di
Filipo: el “valor” es el valor
“comandado por el dinero”…). Ricardo no tiene no es capaz de reconocer el
plusvalor.
Fuentes: Fred Moseley, Andrew Kliman, Guglielmo Carchedi (vea
mi trabajo en este mismo blog:
ii)
Sus
teorías de la competencia de capitales son distintas (tal como menciona Paresh
Chattopadhyay) –esto también es un insumo para el punto 4)
Competencia de
capitales
Aún si la economía
marxista tiende a distinguir bien entre la noción de competencia neoclásica y
la de la economía neoclásica (en este sentido, la “libre competencia” clásica
es distinta de la “competencia perfecta” neoclásica), ésta, por
lo general, confunde la noción de competencia de la economía clásica con la
noción de competencia marxista. Esta es una distinción que al mismo
Marx no le pasa por alto. Es que, en tanto los neoclásicos y los
economistas políticos clásicos conciben la competencia en términos puramente
negativos (en efecto, el “dejar pasar, dejar hacer” de los fisiócratas
coincidía con una forma de concebir la competencia en la cual ésta era sólo la
negación del monopolio). En efecto, la noción de competencia que ambas
tradiciones comparten se basa en la negación histórica de los monopolios como
resabios medievales. En cambio, Marx concibe la competencia no sólo
en términos negativos sino también otorgándole un rasgo positivo: la
competencia de capitales es la forma fenoménica necesaria de existencia del
capital, en la cual “éste necesariamente se repele a sí mismo”. “La
naturaleza interna de capital, la determinación esencial del capital, sólo
puede aparecer en la interacción recíproca de diferentes capitales, esto es, en
la competencia, y por lo tanto se muestra a sí misma como una necesidad
externa”
Es un error
establecer que según Marx la competencia es la naturaleza interna del capital.
La naturaleza interna del capital no es la competencia, sino el sobrepasar
todas las proporciones existentes para crear el plusvalor y acrecentar las
fuerzas productivas. Esta tendencia interna sólo aparece y es realizada en la
realidad fenoménica como las acciones recíprocas de muchos capitales, como un
límite impuesto (a un capital individual) por otro capital, hasta tanto el
capital sólo puede existir como pluralidad de capitales. La competencia
sólo ejecuta las leyes internas del capital, las realiza, pero no las
establece.
La realidad esencial
del capital es su ser total, el capital en general, el capital como clase. “No
obstante, en tanto el capital no existe sin la valorización, y en tanto el
valor que constituye la base del capital sólo puede existir
necesariamente mediante el intercambio con otro valor mostrando el estado de
permanente repulsión, es absurdo imaginar un capital universal que no se
encontrara a sí mismo enfrentándose con otros capitales para realizar
intercambios”
Desde este punto de
vista debe enfatizarse de que no existe ningún capitalismo monopolista como
distinto de un capitalismo competitivo. Todo capitalismo es competitivo en
tanto el capital sólo puede aparecer como muchos capitales (en sus
interacciones recíprocas). Eso que usualmente se
denomina la fase monopolista del capitalismo sólo constituye una fase
particular en la socialización del capital, alcanzada mediante la mayor
concentración y centralización del capital sin importar la formas de
competencia de éste.
Así, la libre
competencia no es más que el libre movimiento de capitales dentro e sus propias
condiciones y los monopolios son naturales y emerge dentro del marco de la
competencia capitalista.
La noción de
competencia de Adam Smith, al no reconocer éste la realidad del capital social
total sino partir del punto de vista del capitalista individual, supone que
ésta le impone leyes externas al capital (no propias de sí mismo). De hecho, la
mano invisible de Smith crea la sociedad como un todo a partir de los
individuos. El elemento clave de esta creación es la ausencia de cualquier
determinación por parte de la totalidad social fuera de la actividad de sus
partes…
b)
Afirmar
que el capitalismo chileno aún lucha con formas no capitalistas
(¿precapitalistas?) y que por esta razón no puede establecerse como tal,
implica:
i)
Explicitar
cuál es esta forma no capitalista (o precapitalista). A lo que Riesco pareciera
aludir con su tesis del “capitalismo deformado” es la clase (sic) de los
rentistas. Me parece que su argumento va en el mismo sentido (si no es así,
requeriría clarificación). En el único caso en que el mpc en Chile se articula
con formas o modos precapitalistas, es con las comunidades mapuche en el sur (y
ésta es una cuestión a investigar y reflexionar –e.g. modos de articulación-)
ii)
Asumir
que el capitalismo es meramente “plusvalor relativo” y “trabajo asalariado
libre”. Argumentar en otro sentido supone obviar que el modo de producción
capitalista, supone, entre otros rasgos:
-
Plusvalor
absoluto
-
Acumulación
primitiva permanente
-
Modo
de producción pequeño mercantil simple (reproducido en cada fase del mpc)
-
Formas
de explotación distintas al trabajo asalariado (aparcería, esclavitud, etc)
-
Desarrollo
cíclico de formas de explotación “no-libres”
-
Etc.
En esto no me baso en Gunder Frank y Wallerstein (“la mera
incorporación al mercado mundial significa ya capitalismo”), sino que en una
extensísima revisión bibliográfica en lo que refiere al debate sobre los modos
de producción (que puede ver en este blog también –y que sigo
desarrollando…pretendo escribir un trabajo en los próximos mese al respecto-).
Mi perspectiva está informada por los desarrollos de autores como: Tom Brass,
Jairus Banaji, Paresh Cahttopadhyay, Francois Chevalier, Henry Bernstein, Roger
Bartra, Pierre Vilar, Henry heller, Peter Kriedte, etc.
ii.1) Asumir que el capitalismo chileno aún lucha por
superar formas no capitalistas (¿precapitalistas?), implica adoptar una
posición contraria a la historiografía marxista más acabada sobre el tema.
ii.1.1) En lo fundamental, obviar el trabajo de Agustín
Cueva, quien afirma que:
-
Chile
es capitalista desde mediados del siglo XIX (y no por su enclave minero, sino
que por su clase dominante agraria)
-
La
transición al capitalismo en América Latina en general es propia de finales del
siglo XIX
(Le invito a revisar la
larga ficha que hice de su texto de 1977 en este blog)
ii.1.2) Afirmar, con Laclau y Petras, que Chile aún
combinaba capitalismo con feudalismo a finales de los 1960s.
-
Laclau
confunde capitalismo con trabajo asalariado y plusvalor relativo (trabaja con
tipos ideales). Además, su misma deriva es similar a la de Hindess y Hirst,
quienes de ultra-estructuralistas (y, en último análisis, autores que operan
con la noción weberiana de “tipo ideal”),luego rechazan el mismo concepto de
modo de producción (y Laclau, 10 años después, llega incluso a rechazar la
noción de totalidad y el concepto de sociedad)
-
Petras
(junto a Zeitlin) traspuso a Weber para el campo chileno de los 1960s (aún si
él no afirma enfáticamente que éste era “feudal”)
ii.1.3) Posiblemente confundir “revolución burguesa” con
“transición capitalista”. Para la primera, como señala Roxborough, hay muchos
candidatos en el caso de AL (guerras de independencia, guerras entre 1825-1865,
finales siglo XIX, ISI, milagro brasileño y mexicano de fines de los 1960s,
etc); y esto aún si la supuesta revolución burguesa se concibe como inconclusa,
parcial y en continuación. En suma, aquí me apoyo en Neil Davidson, quien
argumentó en 2005 que la “transición al capitalismo” no requiere de
revoluciones burguesas en todos los países para ocurrir:
c)
Algunas
desarrollos de Marx que apoyan mi tesis:
i)
“La producción de plusvalor relativo, revoluciona más y más
el proceso técnico de trabajo, y la composición de la sociedad. Por tanto,
presupone un modo específico, el modo capitalista de producción, un modo que,
junto con sus métodos, medios y condiciones, emerge y se desarrolla
espontáneamente sobre el fundamento que ofrece la subsunción formal del trabajo
al capital. En el curso de este desarrollo, la subsunción formal es
reemplaza por la subsunción real del trabajo al capital” (Marx, El capital)
(Ergo, el mpc es antes –cronológica y
lógicamente- subsunción formal –y recordemos que en ella es eminente el
plusvalor absoluto)
ii)
Ross Gandy interpreta
de esta manera lo escrito por Marx (en el sentido de que la subsunción formal y
el capitalismo anterior a la revolución industrial inglesa es ya capitalismo):
-
Lo
que dijo Marx fue que los descubrimientos sólo habían acelerado el proceso (El capital III). Antes de los
descubrimientos en cuestión ya había surgido la manufactura capitalista en los
Países Bajos (La Ideología Alemana). Luego
vinieron los “grandes descubrimientos” que estimularon el crecimiento de este
tipo de capitalismo en Flandes y en Holanda. En el siglo XVI la metrópoli
flamenca de Amberes se convirtió en el centro del capitalismo europeo en
pañales; y en el siglo XVII había una mayor acumulación de capital en la
república holandesa que en todo el resto de Europa tomada en conjunto (El Capital I). El imperio holandés
daba vuelta a la tierra y Holanda completó su revolución política burguesa en
el siglo XVII. En cambio, el Portugal feudal arrancó en 1500, con un imperio
fabuloso pero sin manufacturas. Portugal perdió su imperio oriental que cayó en
manos de los holandeses, y el oro y la plata de América se filtró de la España
medieval a las manos de los burgueses de Amsterdam (El capital III)
iii)
Marx habla del modo de producción moderno burgués y es
enfático al afirmar que lo componen tres grandes clases en el último capítulo
del tomo III de El capital (terratenientes, obreros y capitalistas
industriales). Marx hablaba de capitalismo aquí (nótese)
4) (Véase lo de
Chattopadhyay en 3)- a)- ii) )
5) Véase mi crítica a la tesis del 1% aquí:
6)
Es
posible que revise el libro que me recomienda. Sin embargo, la cita siguiente
da cuenta de cuán idealizada es la noción del Estado de Bienestar europeo que
tiene Riesco (en la carta):
“Al menos,
existe una experiencia histórica en que los primeros Estados capitalistas, han
dejado atrás guerras pasadas y se han propuesto construir en paz un mercado
común, lo cual ha requerido que paralelamente vayan creando instituciones
estatales supranacionales, que lo regulen y protejan sobre un espacio mayor de
soberanía compartida”
7)
Voy
a revisar los artículos de Lara y Caputo sobre el tema. Mi concepción de la
laboral del valor está tomada de Andrew Kliman y Guglielmo Carchedi (como
desarrollo en el trabajo que le cito más arriba). Eso sí, me parece extraño eso
de que se pueda afirmar la TDTMG sin tener una teoría del valor marxista (algún
ejemplo de algún autor sería de utilidad)
i)
Para
afirmar lo que afirmo parto de intuiciones y del espíritu general de las
cartas. Siendo como es traductor de Brenner, me parecía lógico que Riesco no
sustentara una teoría del valor propiamente marxista. Además, todo el cuento de
los monopolios, que afirma enfáticamente Riesco, es eso: un cuento (véase
Guerrero, Chattopadhyay y Shaik).
8, 9)“…no estar en un capitalismo propiamente tal”. Ese es
todo el meollo de la cuestión (que desarrollo en 3)). El mpc está compuesto de
clase obrera, clase capitalistas, terratenientes y pequeña burguesía (como
señala Ross Gandy). Los terratenientes no son una clase no capitalista, sino
que propia del modo de producción moderno burgués (como lo denomina Marx en el
Prefacio de 1859)
i)
Sobre
las clases. He leído mucho al respecto. Me quedo con el marco de Lenin, los
desarrollos de Gugliemo Carchedi y los apuntes de Anderson y Draper (ver al
final)
10) Concedo que el concepto de “utilidad” está mal
utilizado. Sobre la cuestión de la renta (absoluta y diferencial), es Marx y no
los clásicos quien de hecho es capaz de resolverla. Al menos, en lo que he
leído, me quedo con los desarrollos de Pierre Vilar y Pierre Phillipe Rey,
rechazando lo postulado por Georges Comninel.
11) Vuelo a citar (mi columna es explícita cuando dice
basarse en lo que Riesco escribe en dos cartas en 2012 –en nada más):
“Al menos,
existe una experiencia histórica en que los primeros Estados capitalistas, han
dejado atrás guerras pasadas y se han propuesto construir en paz un mercado
común, lo cual ha requerido que paralelamente vayan creando instituciones
estatales supranacionales, que lo regulen y protejan sobre un espacio mayor de
soberanía compartida”
Esta cita no es rebatible
12) Este es un punto
central. Lo que postula Riesco es que su “capitalismo deformado” es tal porque
le falta intervención estatal explícita. Lo que yo afirmo es:
i) El capitalismo que emergió después de los “30 dorados”
supone aún una mayor intervención estatal que anteriormente (al menos “nunca”
una menor). Lo que cambia es su forma, funciones y temáticas. La “sociedad
neoliberal” (si se me permite una licencia conceptual) es una sociedad
estatista. Por lo mismo cito a Andrew Gamble y Ellen Meiksins Wood. Concebir
que el capitalismo “funciona mal” porque le falta “intervención estatal” es
teóricamente incorrecto (como usted menciona, el estado es siempre necesario al
capitalismo, es parte del mismo –como señalarían los “teóricos de la
derivación”, por ejemplo)
13) Allende era marxista (esto no es debatible). La UP
planteaba una transición democrática al socialismo. No por nada Goran Therborn
entiende que la experiencia chilena es un ejemplo “previo” del eurocomunismo
(que en la teoría, al menos en algún sentido, aún planteaba el socialismo -aún
si en la práctica fue procapitalista y nefasto-). Ahora, yo no me quedo con la
impresión de que la UP “in pleno” buscara el “socialismo”; dentro de ella
existían contradicciones internas (entre estrategias anticapitalistas y
estrategias capitalistas). A esto se sumaba el anticapitalismo del MIR y otros.
Al respecto, le recomiendo el libro de Stefan de Vylder de 1974 (esta es una
parte de la ficha que hice sobre el libro):
14) Sería la tercera vez que presento la cita de Riesco. No
lo haré. Sobre el estado bienestar, es pertinente ver: Shaik, Guerrero,
Bottomore, etc
i) Le atribuyo a Riesco la postura que le critiqué a Faundes
(porque me pareció en el mismo espíritu):
…Si en el libro que usted cita plantea cuestiones distintas,
muy bien puede ser así. La columna que escribo es explícita en establecer que
se critica al Riesco de las dos cartas citadas.
15) Todo lo demás, puede pasar. Pero leerme como un
“populista” es un error gratuito. Es
Riesco quien habla de pueblo y
sectores mesocráticos. Yo no opero con estos conceptos; defiendo la teoría
de clases. Las clases se definen por:
a)
Relación con los medios de producción; b) el papel desempeñado en la
organización social del trabajo; c) y la forma y cuantía de la riqueza social
apropiada;
A esto hay que sumarle, d)"trayectoria de
clase" (incluir aquí la distinción tríadica: extracción, condición, posición);
e) sobredeterminación estamental (modo de vida); f) sobredeterminación
política e ideológica
c.3)
Incluir críticamente dos cuestiones: la noción Draper-Anderson:
“…(la
burguesía) es una penumbra social entorno al núcleo duro de capitalistas propiamente
hablando, matizándose (oscureciéndose) en los diversos elementos sociales que
funcionan como servidores o parásitos del capital sin ser propietarios ellos
mismos de capital” (Hal Draper)
“…está
masa está típicamente compuesta…por la gama de grupos profesionales,
administrativos y técnicos que disfrutan las condiciones de vida de los
capitalistas mismos –todo aquello que por costumbre incluimos en el término
“burguesía” en oposición a “capital”…” (Perry Anderson)
c.4) Hacer la crítica de Carchedi a Wright
-
Olin Wright transforma la noción marxista de explotación en un término que hace
referencia a la distribución. Este autor considera que una clase (e.g. señores
feudales) derivan su existencia mejorada de la apropiación de excedente de otra
clase trabajadora (e.g. siervos). La definición de Olin Wright de explotación
versa como sigue: “una apropiación económicamente opresiva de los frutos del
trabajo de una clase por otra”. “Pero al hacer esto Wright pierde de vista la
especificidad del capitalismo: el hecho de que las relaciones de explotación
son primero relaciones de producción. “En otras palabras –dice Colletti- la
apropiación capitalista no exclusiva o primariamente una apropiación de cosas,
sino que una apropiación de la subjetividad, de la energía trabajadora misma,
de los poderes físicos e intelectuales del hombre”…Supongamos que los
capitalistas devolvieran a los trabajadores el excedente que se han
apropiado…En este caso no existiría explotación, en términos de distribución. Sin
embargo, al nivel de la producción, no existiría cambio….Como resultado, está
implícita en este enfoque de la explotación la noción de que si los ricos
desaparecieran podría existir una redistribución equitativa de la riqueza
producida de la misma forma, e.g. en una forma capitalista, bajo el sistema de
relaciones de producción capitalista. La afinidad entre la teoría de los juegos
y las políticas reformistas por tanto deviene clara
-
Para Olin Wright en todas las sociedades de clase existe apropiación de
excedente; para Carchedi en todas las sociedades de clase existen ciertas
clases que producen para otras
Ver
cómo nuestra distinción abreva en ambas perspectivas vinculándolas de manera
fértil
-
“Una noción de explotación basada en la producción puede ser hecha de manera
inmediata históricamente específica si inquirimos en la forma específica de las
relaciones de producción. Lo mismo puede ser hecho con una noción de
explotación basada en la distribución (e.g. ¿cómo es apropiado el excedente en
cada sociedad específica?) sólo si uno tiene previamente una teoría de lo que
es específicamente este excedente, cómo ha sido producido, por quién y para
quién…Una teoría históricamente específica de la distribución presupone una
teoría históricamente específica de la producción. Sin embargo, si uno
permanece al nivel de la distribución, uno no puede proceder al análisis de las
formas específicas de explotación. Todo lo que uno puede decir es que en una
sociedad dividida en clases existe apropiación de excedente”
“…un
análisis en términos de relaciones de producción, conceptualizadas como
relaciones históricamente específicas, y un análisis en términos de relaciones
de distribución, conceptualizadas como relaciones ahistóricas, son antitéticos
porque ambos son el resultado de, y presuponen, dos métodos de abstracción
antitéticos”
“En
otras palabras, tener control económico efectivo de los recursos de capital
significa de hecho ser capaz de decidir qué producir, para quién y cómo
–significa tener control económico efectivo de los recursos de capital,
significa ser propietario de ellos (to own them). La separación entre propiedad
de los recursos de capital y propiedad de los recursos de organización no tiene
significado, en tanto el control de la organización de los recursos de capital
supone ser propietario de ellos, en el sentido de económico efectivo. Sostener
esta distinción significaría reducir la propiedad a la propiedad legal…”
Misma
crítica mía de hace 3 años
-
Se hace una crítica a la explotación de cualificaciones mediante las
credenciales. Para Olin Wright los trabajadores calificados explotan a los no
calificados y a los capitalistas no calificados; en términos verdaderamente
marxistas, lo que sucede es que las condiciones de mercado de la fuerza de
trabajo calificada permite a esta fracción de la clase obrera reducir su nivel
de explotación
Misma
crítica mía de hace 3 años
-
Olin Wright abandona la teoría laboral del valor marxista. Utiliza una teoría
de los factores de producción (recursos de organización, credenciales, trabajo,
capital). Para un marxista, en cambio, sólo la fuerza de trabajo produce valor;
cualquier otro factor añadido sólo puede incrementar su productividad. Por lo
demás, “la explotación- para Wright- está basada en la monopolización de
ciertos recursos productivos cruciales”. Es, por tanto, la apropiación de
producto excedente como resultado de una situación monopólica. Este es un
concepto puramente redistribucional. Por último, para Olin Wright el valor de
una mercancía es el precio que esta tendría en condiciones de competencia
perfecta. El valor es aquí, por tanto, una categoría de los precios
-
“Wright introduce ocho clases más definidas en términos de posiciones
contradictorias de clase. Estas posiciones tienen diferentes grados de
propiedad de organización y calificación pero no son propietarios de los medios
de producción…pero, como ha sido argumentado más arriba, si el control de los
recursos de organización es simplemente el control económico (o propiedad real)
de los recursos de capital, y las calificaciones no son separables de la fuerza
de trabajo como recursos productivos, la base para derivar relaciones de
clase desde estas categorías colapsa. Lo que queda por tanto son grupos
ocupacionales, que no son esencialmente diferentes de las categorías de la
teoría de la estratificación”
Conclusión:
Agradezco sobremanera sus comentarios. La discusión racional
es siempre bienvenida. Aún si escribí polémicamente (como avanza la discusión
según Lenin), sigo manteniendo la mayor parte de lo que escribí en marzo de
este año. Por lo demás, sus comentarios me clarifican que la crítica que hice
realmente apuntaba al meollo de la cuestión en el Chile actual: hoy hay muchos
en la izquierda que creen que el capitalismo no es esto que tenemos en el presente, sino una cosa muy distinta.
Este es un error; implica llevar al absurdo las tesis estalinistas de la
revolución en dos etapas y que en ningún caso eran válidas para los 1960s. Y
para esto no hay que basarse ni en Wallerstein ni en Frank, sino que en autores
como Cueva, Davidson, Bartra, Brass, Banaji, Chevalier, Byres, etc.
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