jueves, 22 de mayo de 2014

“Una crítica marxista a la familia” (Patricia Pérez, 2009)

“…que Chávez y Zelaya se proponían estatizar a los niños. Si esta vieja idea de que los comunistas le expropian los hijos a la gente se propagó alguna vez para propagar el horror de las buenas personas, apostamos a que hoy cualquier medida en ese sentido sería recibida con un gran aplauso por muchísimos niños del Tercer Mundo, necesitados desesperadamente de que la sociedad encuentre el modo de hacerse cargo de ellos”

“Uno de los éxitos del capitalismo ha sido lograr que la reproducción de la fuerza de trabajo siga siendo realizada como trabajo esclavo por la mujer. Lo logra mediante una enorme presión cultural, y quitándole a la mayoría de las mujeres la posibilidad de independencia económica”

“Esta falta de fuerza del programa propio del movimiento de mujeres entre los de las luchas populares parece contradictoria en un mundo en que, a cualquier lado donde se mire, hay algo de “género”: comisiones de género, secretarías de género, cátedras de género, ONGs  de género, y un sector dedicado al género en todas las librerías”

“El imperialismo ha gastado incontables millones en subsidiar todo esto. Pero no lo ha hecho, por supuesto, con la intención de fortalecer al movimiento de mujeres, sino para financiar su descomposición…”

En Argentina existe el Encuentro Nacional de Mujeres, el cual se celebra cada año desde hace 25 años. En él confluyen mujeres de todas las tendencias ideológicas, por lo cual se dan situaciones bastante particulares. Hace unos pocos años, por ejemplo, las mujeres católicas, apoyadas por las estalinistas del Partido Comunista Revolucionario (PCR), irrumpieron en el lugar que se discutía la anticoncepción y el aborto: las participantes las echaron a patadas”. Otro caso es lo que sucedió luego del “Argentinazo” de 2000-2001: la militancia feminista histórica se encontró con cientos de activistas nacidas a la lucha desde los movimientos sociales que protagonizaron las acciones de 2000-2001, y su respuesta no fue positiva para la lucha. Argumentaron sobre lo negativo de que el encuentro se “izquierdizara” e imposibilitaron la unificación nacional en la acción del movimiento feminista (los Encuentros Nacionales se consignó no debían tomar resoluciones vinculadas a la acción, sino sólo fungir como un espacio de reunión y debate). A tal punto llegó el sectarismo de la base feminista histórica, que ésta llegó a organizar actos y marchas “paralelas” para desmarcarse del feminismo clasista y de izquierda.

Los Encuentro Nacionales son manejados por el PCR (aliado en este campo con la iglesia católica), el cual no tiene intención de masificar la lucha feminista (ni de desarrollar cualquier aspecto de la lucha política que tenga que ver con el desarrollo de la conciencia, como todo buen partido estalinista). “En los Encuentros está prohibido votar, porque no hay que obligar a ninguna mujer a plegarse a acciones que no comparte, y se funciona en talleres separados sin ninguna instancia de decisión conjunta. Las declaraciones política del evento corren por exclusiva cuenta de la comisión organizadora”
Lo reaccionario de la corriente “queer”

-          “…con su ideología de fragmentación del movimiento de mujeres en infinitas identidades, cristalizada en infinidad de pequeños grupos que no pueden ni deben unirse en una lucha común so pena de diluir su especificada en el movimiento general”

“En los intentos de los ideólogos del capitalismo post caída del Muro por crear teorías opuestas al clasismo y al marxismo, la cuestión de género (como también el indigenismo y el autonomismo sindical) ha sido un “favorito”. Incluso el acceso de mujeres a los altos mandos de los Estados burgueses ha sido publicitado como un avance de la democracia, y la “ONGización” de la miseria femenina como un “empoderamiento” de las mujeres pobres”

Concepto de Género

-          “Este concepto, impuesto por el combativo movimiento feminista de los años 60, es una gran conquista teórica de las mujeres. Consiste en separar los sexos biológicos de los atributos que se les imponen socialmente: hombre agresivo, racional y creador, mujer pasiva, emocional y maternal. Parte de lo socialmente impuesto es la elección de parejas de sexo opuesto”

“Olvidan que si la sociedad le impone a la mujer “ser” de cierta manera, es para destinarla a hacer cierto trabajo. Y que esto constituye al género mujer no como una suma de sujetos individuales con ciertas características, sino como un sujeto social: la mujer es la madre de la sociedad capitalista, es la que hace el trabajo de reproducción (crianza y tareas domésticas) como trabajo no pagado, en el ámbito privado de la familia”

“Por supuesto que muchos individuos de sexo femenino, incluso multitudes de ellos en ciertos períodos, pueden elegir no ser mujer en el sentido de no aceptar el ser ni el hacer impuestos por la sociedad a su género, si cuentan con una serie de ventajas económicas y culturales. Pero el problema subiste: ¿quién hace el trabajo?”

“La abolición de la opresión de género comienza por abolir la división del trabajo entre los géneros, que es lo que los constituye, promoviendo el pleno acceso de las mujeres a la producción social y la absorción por el colectivo social de las actuales funciones económicas de la familia, como una rama más de la producción”

“Este tipo de peleas son las que no quieren dar las corriente dominantes en lo que hoy se llama oficialmente feminismo. Algunas de ellas, junto a sus hermanos del posmarxismo que decretaron el fin de la clase obrera y el nacimiento de múltiples identidades, han decretado el fin de la mujer y el nacimiento de múltiples géneros. Otros dicen que relacionar la opresión de las mujeres con la función de la familia en el sistema de clases nos sirve a los marxistas para negar la necesidad de una lucha específica por los derechos de la mujer, ya que éstos serían resueltos en su momento por la revolución socialista”

“Por nuestra parte, no confiamos en ninguna solución “de hecho” a la opresión de las mujeres. Creemos que en la transición del capitalismo al socialismo la conciencia lo es todo y el automatismo nada. Si no hay programa feminista consciente para llevar a delante la tarea de socialización del trabajo doméstico y la integración plena de las mujeres a todas las ramas de la producción social, éstas no ocurrirán y por tanto tampoco ocurrirá el socialismo. Por eso luchamos desde hoy por desarrollar la lucha feminista e integrarla a la lucha socialista”

Criticar idealismo de la conciencia. Criticar falsa comprensión de la transición con nuestra pequeña nota política: “Socialismo, Estado obrero y transiciones (mayo 2013)”

“Un ejemplo típico de la falta de estrategia de muchas corrientes feministas es el de colocar como enemigo de las mujeres al “colectivo varones” al mismo nivel que al Estado o a Iglesia, o referirse a “las iglesias” incluyendo allí a los partidos marxistas”

“Para abolir la división del trabajo entre los géneros, la mujer tenía que integrarse a la producción social y la sociedad debía absorber las tareas domésticas como una rama de la producción social. Con la revolución industrial, el capitalismo a su modo brutal, empleando a millones de mujeres y niños en las fábricas, “cumplió” por un tiempo con la primera parte de este programa”

“Hacia 1840, la mayoría de los trabajadores en las fábricas británicas eran mujeres y niños. Las terribles condiciones de vida y trabajo que los asalariados sufrían destruyeron cualquier cosa que se pareciera a una vida familiar normal, y el acceso de las mujeres a sus propios ingresos les permitió escapar de la necesidad del matrimonio. Esto llevó a mucha gente (entre ellos Marx y Engels) a hablar de la muerte de la familia de clase trabajadora”
 (citado por Scheila Rowbotham en “Hidden from history”)

“…aunque se detuvo antes de la segunda:

“De hecho, la familia no sólo sobrevivió, sino que floreció, aunque con una forma muy diferente. El capitalismo dependía de una aportación ininterrumpida de mano de obra. Aquellos que dirigían el sistema se daban cuenta progresivamente de que la familia era la mejor manera de asegurarse esa aportación un coste mínimo para ellos. A mediados del siglo XIX se hicieron intentos conscientes de recrear una vida familiar estable entre las clases trabajadoras. Ello conllevaba, en parte, la exclusión gradual de mujeres y niños de ciertas áreas de producción y el pago de un salario familiar a los hombres. Se excluyó a las mujeres, en particular, de las industrias que amenazaban su capacidad de tener hijos” (Marcal Solé y  Paso Gredilla)

“A partir de allí, el capitalismo se ha movido siempre entre estas dos necesidades: utilizar a las mujeres como ejército industrial de reserva (por ejemplo, en épocas de crisis económicas o guerra) y utilizar su trabajo doméstico gratuito para reducir al mínimo posible el salario del trabajador…Por eso, cuando la crisis o la guerra pasan, el sistema comienza a despedir a las mujeres de la producción y repone a los hombres…Aunque no siempre es así. La entrada masiva de las mujeres yanquis en la producción durante de la Segunda Guerra Mundial, y el posterior intento del gobierno por devolverlas a su casa, constituyó un campo fértil para el desarrollo del movimiento feminista de los 60”

“La idea de que el lugar de la mujer es el hogar…hace que provocar una gran desocupación femenina tenga menores costos políticos que la desocupación masculina”

La mujer, la revolución rusa y la URSS

-          “Los bolcheviques, en el gobierno soviético, por ejemplo, hicieron ingentes esfuerzos económicos y culturales para reemplazar la organización familiar por otra más comunitaria, con el fin de liberar a la mujer del aislamiento y la explotación domésticas e integrarla a la vida política y social, y ofrecer a la nueva generación que crecía en el Estado obrero un ámbito de crianza y educación menos opresivo y aislado. Entre las primeras medidas contrarrevolucionarias de la burocracia usurpadora estuvo el ensalzamiento de la “familia obrera”, y el recorte de todos los derechos de las mujeres que el estado obrero había promulgado, como el derecho al aborto, ya que, al decir de la burocracia, “habiendo alcanzado el socialismo, la mujer soviética no tiene derecho a renunciar a las alegrías de la maternidad”

-          “El retroceso reviste formas de asquerosa hipocresía, y va mucho más lejos de lo que exige la dura necesidad económica. El motivo más imperioso del culto actual a la familia es, sin duda alguna, la necesidad que experimenta la burocracia de una jerarquía estable de relaciones sociales y de una juventud disciplinada por cuarenta millones de hogares que sirven de puntos de apoyo a la autoridad y al poder” (León Trotsky, La revolución traicionada, 1936)

Marxismo y familia

-          “La actitud marxista frente a la familia…la idea de que el sistema familiar es una institución que fomenta la opresión clasista y sexista, puede dar a entender que los socialistas están intentando destruir el único refugio que le queda al ser humano. Esto es lo contrario de lo que defienden los marxistas. Nuestro objetivo es destruir aquella forma de vida ante la cual hay que refugiarse para poder sobrevivir(Mary Alice Waters, Feminismo y marxismo, 1989)

-          “Para que esta transformación pueda realizarse sin significar la superexplotación de una doble jornada, el trabajo doméstico, o gran parte de él, tiene que convertirse también en producción social, en la forma de guarderías, lavaderos y comedores públicos, que presten sus servicios con igual calidad por lo menos que la alcanzan actualmente como trabajo privado. Y lo más importante: el bienestar material y el desarrollo espiritual de todos los niños, tengan o no padres, deben ser responsabilidad y tarea del colectivo social. De todas las crueldades y absurdos del capitalismo, quizás el peor sea el hecho de que, en un mundo donde un lápiz y una tasa se producen aunando el trabajo y el saber de muchísima gente, el destino de una persona recaiga en tan gran medida sobre la capacidad y la voluntad de solamente dos”

-          “…así como para el marxismo acabar con la explotación significa mucho más que “repartir la riqueza”, superar la opresión de género implica mucho más que un salario para el ama de casa o maridos lavando platos…y que la vida sexual y afectiva deje de estar signada por las necesidades la producción y reproducción sociales”

-          “Desgraciadamente, también de muchos camaradas se puede decir aquello de “escarbad en el comunista y aparecerá el filisteo”. Escarbando, naturalmente, en el punto sensible, en su mentalidad acerca de la mujer(V.I. Lenin)

Homosexualidad y género

-          “Separar sexualidad de reproducción le quita además toda razón de ser a la diferenciación entre hetero y homosexuales, y proporciona una base consistente para la unidad de la lucha de mujeres y “minorías”

-          “Por supuesto que los marxistas apoyamos el derecho democrático de matrimonio entre personas del mismo sexo que reclaman los movimientos gays en muchos países, pero no nos conformamos con que gays y lesbianas compartan con los heterosexuales las miserias de la familia en la sociedad capitalista”

-          “Las políticas de “integración” burguesas, a las que adhieren entusiastamente funcionarios de gobiernos que se niegan rotundamente a legalizar el aborto…hacen estragos en la conciencia colectiva y en la situación de los integrantes de las “minorías” sexuales, compelidos a intentar escapar de la discriminación por la vía de parecerse lo más posible a la “mayoría”, es decir, demostrando que son buenos para hacer lo que el capitalismo espera de las personas exitosas: casarse y producir ganancias”

-          “A riesgo de que nos acusen una vez más de querer diluir la lucha de las minorías…consideramos que la lucha contra la hetero-normatividad es parte de la lucha feminista, y abogamos por la unidad de ambos movimientos para pelear por las reivindicaciones de todos, en la estrategia común de la abolición de la familia”

Voto femenino y guerra civil española

-          “En la España de los años 30, antes de la Guerra Civil, una feminista reformista llamada Clara Campoamor emprendió una pelea parlamentaria por el voto femenino en su país. Lo consiguió, asombrosamente, apoyándose en los diputados de derecha contra los de izquierda: por esos días, el gobierno derechista de Primo de Rivera estaba necesitado de mostrar alguna apertura democrática para competir con el movimiento republicano, y los diputados republicanos –demócratas, pero no fanáticos- no querían saber nada con que las mujeres votaran, porque las suponían muy influidas por la Iglesia y temían que el voto femenino le diera la victoria a la derecha. Cuando la derecha monárquica efectivamente triunfó en las elecciones de 1933, todos le echaron la culpa a Clara…El año siguiente volvió a haber elecciones, en las que  obviamente también votaron las mujeres, y el Frente Popular ganó por un margen mayor del que había logrado la derecha un año antes. Pero esto no hizo que los demócratas españoles rehabilitaran a Clara”

Revolución, lucha democrática y feminismo

-          “No todos los procesos revolucionarios fueron acompañados, como la Guerra Civil Española, por un fuerte movimiento de mujeres. No todos los dirigentes que actuaron en esos procesos tenían la cultura feminista de Flora, Trotsky o Clara Zetkin. Pero en todos esos procesos, los revolucionarios más conscientes mostraron una gran preocupación por impulsar la lucha de las mujeres por sus propias reivindicaciones, y cuando no lo lograban, veían eso como una limitación del movimiento revolucionario general”

-          “En cuanto a la “unidad de la obrera con la burguesa”, ese peligro existe en cualquier lucha democrática…Nos parece que este prejuicio parte de desconocer que hay un programa obrero y socialista para la emancipación de la mujer, contrapuesto al programa feminista burgués…y que esta contraposición no descarta, sino más bien exige, momento de unidad de acción y una política de los revolucionarios hacia el movimiento “en su conjunto”

Discusión: esta idea de que las luchas democráticas pueden ser también acaudilladas por fracciones burguesas descansa en la tesis espuria de la  existencia histórica de una “revolución democrático-burguesa”. Es posible que sea necesario, desde una perspectiva marxista, comunista y clasista, argumentar que cualquier lucha de una fracción burguesa será siempre una lucha fundada en la preservación de las condiciones materiales que permiten existir a la burguesía como clase dominante/explotadora, condiciones que coinciden con la preservación y el desarrollo de la explotación. Y la preservación y el desarrollo de la explotación son antitéticas respecto del concepto de democracia. La idea de que existen luchas democráticas que puede llevar a cabo la burguesía, supone una de dos cosas: u operamos con una noción devaluada de la democracia y entonces nos negamos a vincular inextricablemente la lucha contra la explotación a la democratización de la vida social, o “concedemos demasiado a la burguesía” manteniendo la conjunción aproblemática entre el concepto de democracia y el ser de esta clase. Seguir reflexión

-          “Pero la lucha feminista no es sólo una lucha democrática. “La familia es el último reducto de la propiedad privada”, escribieron Engels, Marx, Trotsky y otros…Cuando el cuestionamiento al capitalismo recorre el mundo, la burguesía, asustada, se refugia en “su último reducto” conservador, el lugar donde las relaciones de explotación y opresión siguen revestidas de una aureola moral, cuando esa aureola ya ha caído del rostro de la economía, las instituciones del Estado, etc”

-          “Y en momentos de transición al socialismo, desde esos últimos reductos conservadores la burguesía acecha para rearmarse; dos de ellos preocupaban grandemente a los bolcheviques en el gobierno: la familia y la pequeña propiedad, que llevaban en sí el germen de la sociedad de clases aún cuando no conllevaran explotación asalariada”

“Si la emancipación de la mujer es una tarea socialista, o sea una tarea del movimiento obrero, ¿para qué se necesita un movimiento específico de lucha contra la opresión de género?”

-          “Ustedes podrían preguntarse qué sentido tiene el trabajo de vuestra organización, si la situación de la madre y el niño depende en primera instancia del desarrollo de las fuerzas productivas del país, y sólo en segundo lugar de la estructura social…Cualquier estructura social, incluso la socialista, puede verse enfrentada a la situación de contar los medios materiales necesarios para lograr un determinado avance, y sin embargo no poder realizarlo. Las tradiciones serviles, la estupidez conservadora, la falta de iniciativa para destruir viejas formas de vida, también se encuentran en la estructura socialista como remanentes del pasado. Y la tarea de nuestro partido y de organizaciones sociales como la vuestra es extirpar las costumbres y la sicología del pasado, y evitar que las condiciones de vida se mantengan en un nivel inferior del que permiten las posibilidades socio-económicas.
El desarrollo de las fuerzas productivas no es necesario en sí mismo. Es necesario para construir los cimientos de una nueva personalidad humana, consciente, que no obedezca a ningún amo en la tierra, que no tema a ningún señor que esté en el cielo; una personalidad humana que resuma en sí misma lo mejor de todo lo creado por el pensamiento en épocas pasadas; que avance solidariamente con todos los hombres, que cree nuevos valores culturales, que construya nuevas actitudes personales y familiares, superiores y más nobles que las que se originaron en la esclavitud de clases.
Lenin nos enseñó a evaluar a los partidos de la clase obrera de acuerdo a su actitud hacia las naciones oprimidas. ¿Por qué? Si tomamos, por ejemplo, al obrero inglés, será relativamente fácil despertar en él la solidaridad con el proletariado de su propio país. Pero que se sienta solidario con un coolie chino, que lo trate como a un hermano explotado, será mucho más difícil, ya que ello implicará romper con una caparazón de arrogancia nacional solidificada durante siglos.

De la misma manera, camarada, se ha solidificado durante milenios, no durante siglos, la caparazón de los prejuicios del jefe de la familia hacia la mujer y el niño; tengamos en cuenta que la mujer es el coolie de la familia. Ustedes deben ser la topadora moral que arrase con este conservadurismo enraizado en la esclavitud, en los prejuicios burgueses, y en los de la misma clase obrera, que en esto arrastra lo peor de las tradiciones campesinas. Y todo revolucionario consciente se sentirá obligado a apoyaros con todas sus fuerzas” (León Trotsky, discurso en 1925)   

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