viernes, 10 de enero de 2014

Sobre Mandel, el fetichismo de la personalidad y el guerrillerismo (septiembre 2013)

Sobre Mandel, el fetichismo de la personalidad y el guerrillerismo (septiembre 2013)
Comentario propio (1)
Algunos apuntes críticos sobre Mandel (tomados de Moreno)
“el resurgimiento de la actividad económica de los países capitalistas afectados por la guerra, en particular los países de Europa Continental, estará caracterizado por un ritmo particularmente lento, que la mantendrá por largo tiempo en niveles cercanos a la estagnación y el marasmo”(abril de 1946, Mandel)
Mandel afirmó que la política del imperialismo yanqui y sus aliados era “la transformación del pueblo alemán en un «pueblo de pastores», y la eliminación definitiva de su potencial industrial” (enero de 1948, Mandel)
Vinieron veinte años de boom económico europeo y el llamado “milagro alemán”…
…aseguraba que el “neocapitalismo busca una nueva venia para prolongar su vida al elevar el nivel de consumo de la clase obrera… (La teoría leninista de la organización, 1969, Mandel) Y en su trabajo sostenía que “… el capitalismo no está más definitivamente caracterizado por los bajos salarios y tampoco por un gran número de obreros desocupados” (El debate sobre el control obrero, 1969, Mandel)
Dos o tres años antes se había iniciado una crisis crónica que dura hasta hoy, y con perspectivas de agravarse; proceso “definitivamente caracterizado” por 30 millones de desocupados nada más que en los países imperialistas, acompañado de una fuerte caída de los salarios…
La traición a la revolución boliviana de 1952
- En 1949 hubo elecciones en las que triunfó Víctor Paz Estenssoro, del Movimiento Nacionalista Revolucionario
- Aparecía ante las masas como un líder antioligárquico y antiimperialista. Por eso los militares se negaron a entregarle el poder
- La respuesta de las masas se dio en 1952: fue una insurrección popular encabezada por la clase obrera en la ciudad de La Paz. La insurrección destruyó al ejército completamente, todas las armas existentes pasaron a las milicias obreras y campesinas y, aunque Paz Estenssoro asumió la presidencia, las masas tenían en jaque a su gobierno
- Era el momento de luchar con toda la fuerza posible para que el poder fuese a manos de las milicias obreras y campesinas dirigidas por la Central Obrera Boliviana. El trotskismo boliviano, que se había convertido en un movimiento de masas, podía influir decisivamente en este sentido. Pablo y Mandel en cambio sacaron la conclusión de que había que apoyar críticamente al gobierno de Paz Estenssoro.
Así como había capitulado al stalinismo a partir del 51, al titoísmo y al maoísmo en distintas épocas, siguiendo esa tradición impresionista que lo llevó a apoyar al MNR en Bolivia, Mandel en este caso comenzó a capitular al castrismo y principalmente al guevarismo, a aceptar toda la concepción guerrillerista
Este planteo era tan capitulador al guevarismo que se llegó al extremo de escribir trabajos teóricos sosteniendo que también estaba planteada la guerrilla rural, o una variante parecida, en Francia. Esto fue escrito por uno de los grandes dirigentes de la corriente mandelista, el compañero Jebrac
Insistimos en que el foco guerrillero era la línea del movimiento estudiantil y no la orientación del movimiento de masas latinoamericano, que en esos momentos estaba entrando en un gran ascenso urbano
Revolución portuguesa
- La claudicación de Mandel a la vanguardia juvenil europea tuvo graves consecuencias en la revolución portuguesa de 1974-75. El activismo y las tendencias ultras y maoístas apoyaban al Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA), una corriente pequeñoburguesa proimperialista, integrada por oficiales que habían derrocado a la dictadura de Salazar y que se decían de izquierda. El MFA era, en realidad, el pilar que sostenía al estado burgués frente a la revolución.
- La sección oficial del Secretariado Unificado, la Liga Comunista Internacionalista, para ganar la “hegemonía” en la “vanguardia” siguiendo los consejos de Mandel, hizo suyas las posiciones de los maoístas y ultraizquierdistas, incluyendo el apoyo al principal enemigo de la revolución en esos momentos, el Movimiento de las Fuerzas Armadas, que gobernaba o cogobernaba el imperio portugués.
Mandel capitula ante e eurocomunismo
- Tal fenómeno, que se denominó “eurocomunismo”, también impresionó a Mandel, quien le atribuyó un carácter o un posible carácter progresivo.
- Así, sostenía que la dictadura del proletariado se regiría por la “norma programática y de principio” de dar “libertad política ilimitada’’ a todas las corrientes políticas, incluso las contrarrevolucionarias (“Democracia socialista y dictadura del proletariado”, Mandel). Y, si esas corrientes se levantaban en armas contra el gobierno de los trabajadores, la política propuesta por Mandel era someter individualmente a un juicio a los culpables con todas las formalidades y garantías de un código penal ultraliberal.
- Nosotros combatimos esta concepción de Mandel, ya que ignoraba el hecho de que la revolución europea y mundial pasaría inevitablemente por un proceso de violentísimas guerras civiles y exteriores contra el imperialismo, las burguesías y la burocracia contrarrevolucionaria. Y ello impediría la vigencia de esas normas jurídicas y de esa democracia prácticamente absoluta para todo el mundo que Mandel preconizaba.
Mandel y el sandinismo
- La capitulación del SU al sandinismo ha adquirido últimamente características escandalosas. En una gira por Brasil, Mandel ha llegado a decir que los sandinistas son nuestros hermanos y que tenemos que aprender de ellos
- el FSLN ha dado su apoyo al gobierno de Alfonsín. En 1984 hubo un plebiscito sobre un acuerdo fronterizo con Chile. El sandinismo envió un representante al principal acto político del partido de gobierno, la Unión Cívica Radical, que es muy parecido al partido de la Thatcher o al de Reagan. El acto, realizado para defender la política gubernamental de pactar con Pinochet, legitimándolo, se hizo en un estadio de fútbol. Y en el palco, ocupando un sitio de honor, estaba Ernesto Cardenal, el ministro de Cultura del gobierno sandinista.
- En cambio, el SU, esos paladines de la democracia que habían votado un documento asegurando las mayores garantías de libertad y justicia a los contrarrevolucionarios, frente a la quemante realidad de tener que pronunciarse contra las torturas y la cárcel sufridas por compañeros trotskistas a manos de gobiernos burgueses, terminaron apoyando a los autores de semejantes infamias
…etc, etc
También podría preguntársele a Michael Kidron, Chris Harman y Paul Mattick su opinión sobre Mandel…
Comentario AP
o   Compañero Manuel. De verdad no entiendo que quiere demostrar con la colección de críticas de Moreno. Las diferencias políticas entre Moreno y Mandel siempre fueron de grado y variaron a según del mutuo posicionamiento oportunista que adoptaron frente a diversos acontecimientos. No puedo detenerme a analizar cada una de ellas para no abusar de este espacio. Solo algunas apostillas: En la inmediata postguerra no solo Mandel (que se había desempeñado con mucha bravura durante la guerra en el trabajo clandestino) sino el conjunto de la Cuarta se negaban a reconocer la derrota y la perspectiva de recuperación del capitalismo. Moreno se liga en el catastrófico congreso de 1951 y vota las tesis pablistas con las dos manos para volver y zambullirse de cabeza en el peronismo a aplicar el ‘entrismo sui géneris’ . Hasta donde llega mi conocimiento no hay ninguna constancia de que se haya opuesto a la capitulación a Paz Estensoro, ni la pueden ofrecer, sino, como un comentario retrospectivo hecho muchos años después. Capitulación al Castrismo y guerrillerismo. Moreno fue el primero en teorizar acerca de la combinación del programa correcto (PT) y el método correcto: la guerrilla. Esto se puede observar claramente en el texto (puesto al index por la corriente) ‘La revolución Latinoamericana’ si mal no recuerdo de 1962. Obvio. Después borró con el codo lo que escribió con la mano cuando a algunos de sus cofrades se les ocurrió tomar en serio el asunto y pasar de las palabras a los hechos. La crítica a la desviación ‘eurocomunista’ (La dictadura revolucionaria del proletariado) es un ejercicio ‘ortodoxo’ que apunta a una tesis mandeliana. Tiene un defecto. Mandel (cosa que puede comprobar mucho después leyendo el texto) aclara que su planteo no se aplica en condiciones de guerra civil abierta o etapas de afianzamiento de la revolución. Resultado: Moreno critica un espantajo para consumo interno. Lo del sandinismo. Por supuesto, la capitulación de Mandel y compañía fue miserable, pero no menor a otras tantas que perpetró Moreno (baste recordar la cartita al Ministerio del Interior) y en materia de capitulación política ulterior, distinta en grado (diez años agitando : Gobierno sandinista sin capitalistas) mientras el gobierno sandinista con capitalistas reprimía ferozmente a los obreros. Que le quiero decir con todo esto: Si Mandel fue buen o mal economista es cuestión de opinión, pero sus capitulaciones políticas no son el rasero para evaluarlo y menos cuando no provienen precisamente de la virgen maría y en especial de un dirigente que no se caracterizó justamente por mangiar demasiado de economía. Preguntar a Kidron, Harman o Mattick. Sería necesaria una sesión de espiritismo. A lo sumo podemos tomar en cuenta sus críticas, entre tantas. No se si lo advirtió, pero en este blog se han presentado numerosas críticas al enfoque económico de Mandel, me parece, con gran respeto. En su campo, fue sin duda, un peso pesado que tomó sobre la espalda, por fuera de la opinión sobre lo bien o mal que lo hiciera, la tarea de defender al marxismo frente a las corrientes burguesas en boga y el estalinismo, al punto de generar gran respeto en sus contradictores y los medios académicos. Hace años, leí una gran crítica de Mattick a ‘El capitalismo tardío’, pero no registro que Moreno le haya dado pelota y mucho menos al planteo político que Mattick defendió hasta el fin de sus días. En realidad, su intervención, Manuel, puede interpretarse como un tiro por elevación. Buenos ‘economistas’ son malos ‘políticos’. Es un viejo conjuro de la izquierda burocrática trotskista, para con los enfoques ‘economicistas’ que no encajan con sus alquimias de aparato. No sirve de mucho.

Comentario Hugo
Leido de ese apunte pareciera que Mandel siempre eligió mal y Moreno siempre acertó…creo que este tipo de críticas con el diario del lunes NO tienen sentido. Por otro lado, lo de portugal creo que esta mal.
Respuestas propias (2)
¿Que quiere decir, compañero Hugo, “con el diario del lunes”?
Me parece que los puntos más fuertes de Moreno serían:
a) Mandel vaticinó que la política yanqui en Europa no iba a generar crecimiento capitalista. A la vista de lo sucedido, se equivocó medio a medio
b) Mandel escribió en 1969 que el capitalismo “maduro” (“tardío”, que es su término, tiene implicaciones teleológicas y es un término inadecuado -como si el capitalismo estuviera muriendo-) se caracterizaba por alto consumo obrero y bajo desempleo. En este momento, ya desde 1967, había comenzado a generase una crisis capitalista derivada de la TDTMG. Si bien la masa de ganancia comenzaría a bajar solo varios años después (¿mitad de los 1970s?), el punto esencial es que el capitalismo “maduro” justo tenía la tendencia a crear más desempleo, bajar las tasas de crecimiento y no aumentar sustantivamente el consumo obrero (sino que se le pregunte a los mineros ingleses de los 1980s)
c) Mandel, políticamente, siempre estuvo “a la moda”. Aún si calificarlo de “revisionista” (cuestión que significa: aquél teórico que generaliza tendencia momentáneas y olvida o pasa por encima de las cuestiones más esenciales de los modos de producción) es demasiado (ya que, por ejemplo, Mandel defiende la TDTMG para la crisis de mitad de los 1970s), el punto de Moreno es importante.
En los casos que su “estar a la moda” le hizo peor a la lucha de las clases productoras/explotadas, fue en su guerrillerismo y en su castrismo. Moreno puede tener muchos errores; sin embargo, su crítica al foquismo guerrillerista sigue siendo hoy muy válida. Lo dice un chileno, quien sabe que si el MIR no hubiera sido maoísta/guerrillerista, es posible que el poder obrero durante la Unidad Popular realmente habría cristalizado de manera mejor y distinta (otro gallo cantaría hoy día, quizás…)
Respuestas propias (3)
Respondo al compañero AP.
En primer lugar, muchas gracias por su detenida y atenta respuesta. Gracias también por detallarme ciertos aspectos de la práctica política de Moreno que desconocía. Lamentablemente, soy un compañero joven que escribe desde Chile, y es solamente a través de los textos disponibles en la red que he conocido los planteamientos de Moreno. Si usted tiene más información por provenir de la patria de este autor, la misma es saludable y contribuye al debate. Ahora, en lo que respecta a la crítica al guerrillerismo, lo que Moreno escribió a partir de 1964, tiene hoy mucha validez (tanto como en su época). Si en 1962 este autor escribió algo diferente sobre el guerrillerismo, en realidad, no lo sé. Sin embargo, si esto fuera así, aún quedarían en liza dos puntos:
(i) Si el marxismo es el análisis “concreto de la situación concreta”, entonces Moreno, al criticar el guerrillerismo foquista, de hecho aplica y desarrolla esta nuestra tradición teórico-política. ¿Por qué? Porque Moreno, al ver el funcionamiento práctico de las guerrillas a lo largo de todos los 1960s-1970s-1980s, detalla el camino errado que supusieron. En sus escritos de 1964 y 1967, por poner un ejemplo, escribe luego del golpe de Castelo Branco en Brasil, y detalla como esta y otras situaciones concretas de lucha de clases, fueron “mal-aprovechadas por la tradición guerrillerista” (por decirlo eufemísticamente)
(ii) Es un sinsentido juzgar a un autor por sólo un escrito (en su caso, lo que Moreno habría desarrollado en 1962). Ningún autor ha sido (ni podría ser) completamente coherente en sus desarrollos teórico-políticos. Los autores no son un “deux ex machina” por fuera de sus formaciones sociales, sino que existen y se desarrollan en una relación recíproca con su contexto histórico-social. En este sentido, es un absurdo querer encontrar la impoluta coherencia del pensamiento de Marx, Lenin o Trotski. Primero, porque empíricamente esta no existió:
a) En el caso de Marx es evidente:
a.1) En la dimensión más teórica: de Hegel, a Feuerbach, a Proudhon, a un Hegel transformado, etc
a.2) En la dimensión más política: la idea de varias formas de tomar el poder por parte de la clase obrera (lucha de masas nacional en Inglaterra, revolución permanente en Europa continental, etc); la idea de considerar (como posibilidad) bases sociales distintas al proletariado para generar la transformación socialista (e.g. la cuestión campesina que es considerada en 1877 y luego rechazada dos años después, etc)
b) En el caso de Lenin es evidente:
b.1) En su dimensión más teórica: primero no hegeliano, después de 1914 hegeliano, etc
b.2) En su dimensión más política: primero etapista, luego sustentador de la revolución permanente; primero partidario de la “democracia de los explotados” (“el cuento del cocinero…”), después con más sospechas al respecto, etc
c) En el caso de Trotsky
c.1) En su dimensión más teórica: los diferentes sentidos que a lo largo de su toma el concepto de desarrollo desigual y combinado, etc
c.2) En su dimensión más política: los diferentes conceptos de organización proletaria que propuso (en la primera parte de su vida más proclive a criticar el vanguardismo leninista, al final de su vida mucho menos proclive a hacer esto)
En el caso de Mandel:
a) Está en un error al interpretar el “modo de producción simple de mercancías” como uno con existencia histórica efectiva previa al capitalismo.
b) Se equivoca en los dos casos que ya detallé
c) Le hace mal a la lucha de las clases explotadas/productoras cuando le da la venia al castrismo, al guevarismo y al maoísmo en la América latina de los 1960s-1970s y 1980s. Y esta no es una cuestión menor. Es esencial. Por poner poner un ejemplo, al darle Mandel la venia al MIR, al darle la venia al burgués Miguel Enríquez que criticaba al compañero obrero Humberto Valenzuela, quien había luchado 40 años en los sindicatos, Mandel cumple un papel desastroso. Mandel, al apoyar el leninismo deformado del MIR chileno, antidemocrático, burocrático, verticalista y sectarista, no le hizo bien a la lucha de los explotados/productores.
d) Mandel no le hizo bien a la lucha de los explotados/productores al apoyar al castrismo (que en un comienzo también apoyó Moreno, pero que bastante más rápido que Mandel comprendió su error).
Respuesta AP (2)
Compañero Manuel. No tengo dudas que todos los dirigentes de la Cuarta cometieron grandes errores. Lo que digo es que sus capitulaciones políticas, de las cuales podemos citar de todo tipo y color, no son la principal ni única vara de medida para juzgar sus cualidades como economistas marxistas. Mandel fue un gran estudioso de la obra de Márx , con una obra prolífica y que hizo escuela, además, tuvo la rara virtud de esbozar una ruptura con la concepción estancacionista predominante en el marxismo militante de cuño leninista-trotskista, peso muerto que hasta hoy hace estragos en materia de análisis económico y prescripciones políticas. Sopesar su obra desde un par de críticas circunstanciales y descontextuadas de Moreno, no me parece suficiente y mucho menos correcto.
Respuestas propias (4)
Buen debate. Para cerrar (por mi parte), diría:
i) Mandel se equivocó teórico-políticamente en varias ocasiones de importancia no menor (y hay que tener en cuenta que el marxismo es una tradición colectiva, y que a la luz de esto los errores también contribuyen a su desarrollo como programa de investigación):
a) Su predicción de que la política yanqui desde 1946 no iba a generar crecimiento capitalista
b) Su predicción, hecha en 1969, de que el capitalismo ya no estaría signado por bajos salarios y alto desempleo
c) Su tesis de que el “modo de producción simple de mercancías” tuvo una existencia histórica efectiva (que desarrolló, según mi opinión, solo para afirmar teóricamente sus posiciones sobre la urss)
d) Su conceptualización inherentemente teleológica del capitalismo vista en la utilización del término “tardío”. Terminología compartida con la sociología burguesa de Habermas y otros (el tardocapitalismo y otras vainas)
e) Sus posiciones políticas, las cuales dejaron de lado la utilización sustantiva del concepto de clase (guerrillerismo, la juventud como fuerza social revolucionaria, etc)
ii) El caso de esta conferencia sobre Mandel muestra como aún la izquierda y el marxismo caen en el fetichismo del autor (cuestión que hoy en mi país se repite, por ejemplo, con el caso de Poulantzas) Por lo mismo, aún operan con la premisa burguesa del “individuo y su propiedad”. El marxismo, es importante decirlo, es una tradición teórico-política colectiva: sus desarrollos se explican por seres sociales que solo existen en relación con otros seres sociales. En este sentido, el marxismo no una creación ex nihilo de Marx, sino que la conjunción del obrerismo socialista francés, la economía política inglesa y la filosofía (epistemología) alemana. De una manera similar podría argumentarse el caso de los desarrollos de Mandel. Sintéticamente, los nombres de los autores son meras etiquetas que nos permiten organizar la información y el conocimiento (la ideas individuales no existen)
Para ilustrar mi posición, termino citando a Chattopadhyay (traducción desde el inglés propia):
“A lo largo del manuscrito he utilizado la primera persona plural (“nosotros”) y no la primera persona singular (“yo”), para referirse al autor. La razón básica de esto es que yo no creo que el autor que sea, pueda realmente reclamar que todas sus ideas en el trabajo particular son totalmente suyas. Sabiéndolo o no sabiéndolo, tomamos y hacemos nuestras las ideas de nuestros predecesores y contemporáneos. Por tanto, encuentro que la utilización del “yo” para un autor es poco modesto y no completamente honesto” (1992).


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