martes, 7 de mayo de 2013

Notas sobre el debate acerca de la primacía de las fuerzas productivas o las relaciones sociales de producción (I. Prinz, Olin Wright)


1.      Contexto y motivo ulterior del Prefacio de Marx de 1859 (Arthur M. Prinz, 1967)

El Prefacio ha sido considerado por mucho tiempo como la formulación clásica del materialismo histórico. El único que ha disentido en este respecto es Georges Sorel
Es bastante extraño que en el Prefacio nunc ase menciona la palabra clases, menos todavía aparece la expresión “lucha de clases”

Hay que examinar las condiciones del comercio librero en la Alemania de la época (1859). Muchas restricciones a la libertad de expresión

El código penal prusiano establecía una amenaza de prisión de dos años, en su parágrafo 100, sobre cualquiera que incitara al odio o la rebeldía de una clase la población sobre otras, además, cualquier material conteniendo estas incitaciones sería susceptible de ser confiscado
Por esta indicación Lasalle fue convicto cuando publico en 1863 su “Programa obrero”

En el caso de los libreros y editores, la cuestión e la censura no era un asunto menor. Los intimidaba sobremanera, recelaban sobre cualquier contenido u autor sospechoso

“…la censura había producido el arte de leer entre líneas, y así inducido a los autores a practicar el arte de escribir entre líneas”
“…una cierta oblicuidad, astucia, insinceridad, devino de moda”

“Cuando se abordaba un tema espinoso, estaba bien expresarse a sí mismo tan vagamente que en caso de necesidad todo podía ser explicado con protestas indignadas acerca de que las intenciones precisas del autor habían sido malinterpretadas. Por supuesto, escritores lo suficientemente valientes como para utilizar términos tan peligrosos como “clase” o “revolución” encontrarían que la vaguedad deliberada sería una absoluta necesidad”

En este asunto también ayudaba el prestigio y la posición privilegiada que en Alemania se le otorgaba a la ciencia y la educación en general

Marx, ya en sus veinte, era conocido por las autoridades europeas como una pesadilla para la reacción. Luego de la revolución del 48’, habiendo publicado en la Neue Rheinische Zeitung fuertes diatribas contra la reacción, Marx llegó a ser tenido en cuenta en Alemania, Bélgica, Francia e incluso en Rusia

En París Marx se encontró con el poeta Heinrich Heine, quien era un experto en burlar la censura alemana –no pudo tener mejor mentor en esta práctica-

En su arribo a Inglaterra, Marx no tenía ninguna influencia porque era personalmente inaceptable. Primero, porque la clase obrera inglesa era ciertamente xenófoba y bastante antiintelectual. Segundo, por su aspecto claramente judío. Tercero, por sus pocas capacidades como orador. Cuarto, por su rudimentario manejo del inglés y su acento alemán.

En este tiempo (40s-50s) Marx tenía muy pocos seguidores; sólo un pequeño núcleo en Alemania. Temía que lo olvidaran y que el público comenzara a escuchar a sus rivales; en esta tarea, sólo la publicación de un libro de importancia lo mantendría vigente. Esta cuestión no la solucionó “Las luchas de clases en Francia”: dado su carácter peligroso el libro ni siquiera pudo ser impreso en Alemania

“…el negocio del libro alemán estaba cerrado para hombres como Marx y Engels. Incluso los editores que proferían las frases más radicales estaban sinceramente horrorizados con la inoportuna propuesta de imprimir sus trabajos” (Franz Mehring)

Marx odiaba a sus competidores, tales como Lassalle y Proudhon. Con respecto al primero, sin embargo, dado su carácter inútil, escondía su desprecio bajo palabras amistosas. Ahora bien, fue sólo gracias a la insistencia de Lassalle que Marx consiguió un editor (Franz Duncker). Esta sería la oportunidad publicar en Alemania por primera vez en mucho tiempo; “para pasar las autoridades prusianas, el libro debía aparecer como erudito y políticamente blando”

Marx decidió escribir el libro (1858-1859) en fascículos por varias razones:
-          No tenía tiempo y dinero para escribir un libro entero de una vez
-          La partición del libro favorecía tanto al editor como al autor: les permitía pasar la censura mediante unas primeras publicaciones más inofensivas, para luego ir a cuestiones más espinosas

Marx escribió a Engels luego de escribir los dos primeros capítulos donde ni siquiera se mencionaba le capital:
“…Esto es por una buena razón. Si la cuestión es un éxito el capítulo sobre el capital puede seguir rápidamente. Segundo, en lo que se refiere a la parte publicada, por la misma naturaleza de la cuestión, los compañeros no pueden limitar su crítica meramente a un abuso prejuiciado y todo el asunto aparece excesivamente serio y escolástico…” (Marx)

A Lassalle Marx le escribió en el mismo tono:
“…lo considero conveniente por razones políticas; porque con el capítulo 3 la verdadera batalla comienza y no parece ser recomendable asustar ya desde el comienzo...” (Marx)
“…La presentación, me refiero a la manera, es bastante escolástica, e.g. no contraria a las regulaciones policiacas en el sentido ordinario” (Marx)

“Sin importar estas precauciones, Marx mismo permaneció lleno de dudas y extremadamente nervioso….estaba en un estado de extrema irritabilidad y excitación, acosado de dudas acerca de una confiscación o una posible mutilación del manuscrito por parte de los oficiales prusianosFue bajo estas circunstancias y en una condición de miedo mórbido que Marx, en Febrero de 1859, escribió el Prefacio”

“(Los prefacios)…para los autores escribiendo bajo persecución u opresión usualmente poseían una cualidad adicional preciosa: es aquella parte del trabajo que seguramente atraerá el ojo del censor y será leída incluso por el más perezoso de los oficiales. Por tanto es altamente adecuado para una captatio benevolentiae –cualquier cosa que pudiera hacerlo congraciarse con el autor…Por tanto Marx, quien en la elaboración de afirmaciones ambiguas era tan habilidoso como el Oráculo de Delfos, ocasionalmente instruía a sus amigos sobre cómo proteger una serie de artículos que estaba escribiendo sobre la organización del ejercito prusiano”

Entrando al detalle del Prefacio, es claro que todos los primeros renglones son autobiográficos. Sorprenden por su honestidad y franqueza: primero, dado que el pasado de Marx era conocido por los censores prusianos, esta franqueza sería una manera de demostrar que el autor no tenía dobles intenciones; segundo, la honestidad autobiográfica le permitía a Marx hacer una conexión más fuerte con sus seguidores políticos

Marx establece que hubo varios factores que determinaron, al momento de retomar sus estudios en Londres, “recomenzar de nuevo desde el mismo principio y trabajar a través del nuevo material críticamente”. No dice que esto significa un quiebre con sus anteriores convicciones, ¿pero no parece sino sugerirlo? Además, el hecho de que ensalce su trabajo para el New York Tribune (un periódico que odiaba y despreciaba pero que no era revolucionario y sí era respetable), ya indica sus dobles intenciones

Cuando Marx pasa de la parte autobiográfica a sus tesis históricas y teóricas, comienza estableciendo cuestiones que ya había afirmado antes (lo referido a la base económica de la sociedad y sus relaciones con la superestructura política y legal, que ya había sido formulado de forma no muy diferente en el 18 de Brumario y la Ideología Alemana –incluso Edmund Wilson cree rastrear estas concepciones hasta un ensayo que Marx escribiera cuando se graduó de la escuela de gramática-)
 Sin embargo, cuando Marx comienza a tratar el tema de la revolución social no menciona ni las clases, ni su lucha, ni cualquier acto violento. Por el contrario, los pasajes en que esta cuestión se toca sitúan a la revolución como algo inevitable que sucederá luego de que las fuerzas productivas susceptibles de desarrollo bajo las rsp se “agoten”. Es muy reconfortante leer, de hecho, que la humanidad sólo se plantea aquellas tareas que puede resolver.

“En sus escritos anteriores –especialmente en la Ideología Alemana- los pasajes acerca de las fuerzas productivas y las relaciones de producción estaban generalmente acompañados o seguidos por una fuerte presentación del rol fundamental de las clases y la lucha de clases, y la demanda y predicción de un derrocamiento violento de la sociedad de clases existente”. Véase por ejemplo el siguiente pasaje de la Ideología Alemana:

“En el desarrollo de las fuerzas productivas una fase es alcanzada donde las fuerzas productivas y los medios de intercambio son llamados a hacer, bajo las relaciones existentes, un trabajo dañino, y que son, por tanto, ya no más fuerzas (maquinaria, dinero) productivas sino destructivas. Asociado con esto está la emergencia de una clase que tiene que cargar todos los pesos de la sociedad y está forzada a la oposición más resuelta con las otras clases; una clase que comprende a la mayoría de los miembros de la sociedad y en la cual se desarrolla la consciencia de la necesidad de una revolución fundamental, la consciencia comunista” (Marx)

Ni la Ideología alemana ni el 18 de Brumario fueron escritos bajo presiones de censura

Es posible pensar que Marx pudo haber cambiado sus convicciones. Sin embargo, el mismo año que publicó la Crítica apareció un artículo suyo en Das Volk:

“La necesidad y la inevitabilidad de una revolución son tan generales como la desesperanza del pueblo oprimido, como el odio de los proletarios saqueados. Sólo cuando una revolución ha devenido una fuerza elemental, incalculable e inevitable como el rayo cuyo trueno no se escucha sino antes de que el gatillo fatal ha sido soltado, solo allí es la explosión segura. Donde y cuando esto puede ocurrir importa poco. Ahora parece ser el turno de Prusia” (Marx)

El pasaje habla por sí solo. También lo hace toda la vida y los demás escritos de Marx: nunca renunció ni a la lucha de clases ni a la revolución

La Crítica fue un fracaso en Alemania y nunca fue traducida al inglés durante la vida Marx. Dado su tono árido y abstracto, incluso los seguidores de Marx estaban sorprendidos y desilusionados porque no veían como un libro como ese podía ayudar en la causa común.

2.      Racionalidad y lucha de clases (Olin Wright y Andrew Levine)

El Prefacio pareciera otorgar primacía de causalidad a las fuerzas productivas por sobre las rsp (aún si el tipo de primacía de causalidad no está especificada por Marx)

Tanto para Stalin como para Trotsky es esencial la cuestión e la primacía de las fuerzas productivas

La primacía de las fuerzas productivas tiende a relacionarse con los pecados del estalinismo, los cuales siempre buscaron su justificación en el desarrollo de las fuerzas productivas (colectivización forzada, educación selectiva y tecnocrática, estructura jerárquica para organizar el proceso de producción, ideología productivista, etc).

La percepción occidental de la revolución cultural china, en tanto suponía la primacía de la política y el objetivo de transformar las relaciones sociales de producción, fue una vía de escape para el marxismo occidental que veía como vulgar el materialismo histórico que otorgaba primacía a las ffpp

Los filósofos analíticos ingleses retomaron la tradición del Prefacio (Cohen)

En varias ocasiones Wright asume que otorgar la primacía a las rsp significa otorgarle primacía a la política por sobre la economía (e.g. “las visiones que le otorgan primacía a la fuerzas productivas por sobre las relaciones de producción (y, así, sobre la superestructura política y legal)”). Este es un error, porque las rsp son parte no menor de la base económica. Es interesante constatar que el “marxismo político” no rechaza esta confusión: otorga primacía a las rsp –conceptualizadas cono relaciones sociales de propiedad- y así cree también estar otorgando primacía a la política por sobre la economía.

No un determinismo económico, como usualmente se supone. De acuerdo con Cohen, las fuerzas productivas a las cuales les otorgada primacía no son, estrictamente hablando, parte de la economía!

Los autores, aún si sostienen que Cohen da cuenta de que la tesis de la primacía de la ffpp no vulgar y no debe no tomarse a la ligera, creen que su caso no merma la posición que le da primacía a la rsp. El argumento principal de los autores es que las elaboraciones de Cohen no pueden dar cuenta satisfactoriamente de las capacidades de clase.

Según Cohen
Fuerzas productivas: designan la organización técnica del proceso de trabajo
Relaciones de producción: la formas de propiedad social real y de control

a)      Tesis de la primacía: la naturaleza de un conjunto de relaciones de producción es explicada por el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas que las abarcan (mucho más que viceversa)

Explicación funcional: explica la existencia de una forma o un fenómeno por virtud de sus efectos
“Las fuerzas productivas explican funcionalmente las relaciones de producción. Un conjunto dado de relaciones de producción está dado por los requerimientos funcionales necesarios para la expansión de las fuerzas productivas: “cuando las relaciones permanecen estables, esto es así porque promueven el desarrollo de las fuerzas productivas”

b)      Tesis de la compatibilidad: un nivel dado de las fuerzas productivas es compatible sólo con un rango limitado de relaciones de producción

Esta tesis esencial para la tesis de la primacía. Si un nivel de desarrollo de las fuerzas productivas fuera compatible con cualesquiera relaciones de producción, entonces las fuerzas difícilmente explicarían las relaciones. Cohen, sin embargo, no proporciona ninguna defensa general de esta afirmación. En cambio, la sostienen por medio de ejemplos:
“La esclavitud…no sería una condición general de los productores en una sociedad de tecnología computarizada, si solo porque el grado de cultura necesario en los trabajadores que pueden manejar esa tecnología los llevaría a la revuelta exitosa contra el estatus esclavo”

La tesis de la compatibilidad supone una un sistema de efectos recíprocos: son compatibles cuando las relaciones de producción permiten el desarrollo de las fuerzas productivas, así como estas últimas fortalecen y reproducen las relaciones de producción existentes

Las fuerzas productivas imponen límites al rango de posibilidades de relaciones de producción (en tanto sólo ciertas relaciones serán reproducidas por estas fuerzas), y las relaciones de producción imponen límites a la fuerzas productivas (en tanto sólo ciertas fuerzas productivas pueden ser utilizadas adecuadamente dentro de esas relaciones)

Formas de relaciones de producción (estructura económica)
Corresponde a
Nivel de desarrollo productivo
Sociedad pre-clasista
Corresponde a
No hay excedente
Sociedad clasista pre-capitalista
Corresponde a
Existe algún excedente, pero menor
Sociedad capitalista
Corresponde a
Excedente moderadamente alto
Sociedad post-clasista
Corresponde a
Excedente enorme

No distingue entre sociedad precapitalistas y no proporciona ninguna criterio para distinguir entre los diferentes niveles de desarrollo productivo. También hay que notar que las únicas definiciones positivas son “capitalismo” y “clases”: a partir de ellas se “construye” toda la historia mediante definiciones negativas temporales

La tesis de la compatibilidad implica una relación de correspondencia sistemática entre las fuerzas y las relaciones. Sin embargo, esto todavía no es suficiente para afirmar la primacía de las ffpp: los límites que se imponen las fuerzas y las relaciones son recíprocos (la esclavitud elimina la posibilidad de la tecnología, tanto como la tecnología elimina la posibilidad de la esclavitud). Cohen reconoce esto y cree necesaria otra tesis adicional:

c)      Tesis del desarrollo: las fuerzas de producción tienden a desarrollarse a través de la historia.

Esta tesis está basada en cierta presunción acerca de la naturaleza humana. Los hombres son en alguna medida racionales y, dado que naturalmente sienten necesidades, se inclinarán por desarrollar aquellos medios que les permiten satisfacer tales necesidades. Así, tendrán la tendencia a desarrollar sus habilidades para transformar la naturaleza, única manera de satisfacer sus necesidades.

El desarrollo de las fuerzas productivas es acumulativo. En tanto los seres humanos son racionales, sólo bajo circunstancias excepcionales que no se encuentran bajo su control, ellos “optarán” por abandonar ciertas técnicas productivas y cristalizar una regresión en el desarrollo de las ffpp.

La tesis del desarrollo introduce la necesaria asimetría entre las relaciones y las fuerzas. Esta tesis supone otra tesis implícita no mencionada por Cohen:

d)      Tesis de la contradicción: dado los constreñimientos recíprocos que existen entre las fuerzas y las relaciones de producción (tesis de la compatibilidad), y la tendencia de las fuerzas productivas a desarrollarse (tesis del desarrollo), con tiempo suficiente, las fuerzas productivas se desarrollarán hasta un punto donde ya no serán compatibles (entrarán en contradicción) con las relaciones de producción bajo las cuales hasta el momento se venían desarrollando

Esta tesis supone la inevitabilidad de la contradicción (incompatibilidad intensificada) entre las relaciones y las ffpp. Aún si pudiera ser que esta contradicción se resolviera mediante una adaptación regresiva de las ffpp, esto no es posible dada la tesis del desarrollo de las ffpp. Así, la única resolución posible sucede mediante la transformación de las relaciones de producción.

e)      Tesis de la transformación: cuando la contradicción ya no es sostenible, las relaciones se transformarán para que sean compatibles con las ffpp

La resolución de la contradicción siempre estará del lado las ffpp. “¿Por qué debería el hecho de que las relaciones restringen a las fuerzas predecir su final, si no es porque es irracional continuar con ellas dado el precio de la oportunidad perdida de desarrollar nuevas incursiones contra la escasez?” (Cohen)

Criticar: ¿y las clases. ¿Racionalidad suprahistórica?

La tesis de la transformación sólo determina que las relaciones de producción deben transformarse para ser compatibles nuevamente con las ffpp; sin embargo, no especifica el resultado específico de esta transformación (cuales relaciones de producción nuevas emergen)

f)       Tesis del óptimo: las nuevas relaciones de producción serán subsecuentemente óptimas para el subsecuente desarrollo de las ffpp

Sería irracional (dada la noción de racionalidad de Cohen) reemplazar las antiguas relaciones con relaciones menos óptimas…

Esta tesis es esencial para la completa y plena defensa de las tesis de la primacía. No puede existir más de un conjunto de relaciones de producción compatibles con ciertas ffpp; si es que las fuerzas no seleccionaran éste conjunto “óptimo”, entonces realmente explicarían funcionalmente de manera muy débil las relaciones de producción. Por esto Cohen defiende con vehemencia esta tesis aún si existen numerosos contraejemplos históricos al respecto.

Cohen afirma que la misma tesis del óptimo da cuenta de por qué el mpc es necesario para el desarrollo de las fuerzas productivas. Solo un sistema basado en el valor de cambio por sobre el valor de uso puede imponer tales restricciones en los trabajadores necesarias para el desarrollo de las fuerzas productivas

Esta es otra forma de defender la necesidad y productividad del capitalismo, distinta a la de Brenner, aunque no necesariamente incompatible con ésta

Así, para Cohen el socialismo requiere de un desarrollo previo importante de las ffpp, esto es, no es el socialismo el que deberá desarrollar masivamente las ffpp, sino que éste deberá hacerse con lo ya hecho por el capitalismo. Para este autor, cualquier intento de construir el socialismo donde este masivo excedente no exista fracasará y estará determinada una vuelta al capitalismo. Cohen no discute la posibilidad de rápido desarrollo de las fuerzas productivas bajo el socialismo, como proponen Bahro y Konrad y Szelenyi

Wright y Levine sostienen que la tesis del óptimo se deriva necesariamente de la tesis de la transformación; en lo que sigue sólo discutirán ésta

Aún si Marx siempre criticó las teorías contractualistas, el Prefacio de 1859 es contractualista (así como lo es la reconstrucción de Cohen)

Contractualismo
-          Se utiliza en filosofía social y política para determinar, mediante un programa metodológico, los principios normativos que deben regir las instituciones políticas y el Estado
-          Los principios normativos adecuados son los que los individuos elegirían por su cuenta
-          Esto supone que estos individuos son capaces de actuar, en alguna medida, racionalmente, esto es, adecuar y utilizar ciertos medios para la consecución de un fin

Marx critica el contractualismo de los economistas políticos clásicos en este sentido: presuponían un individuo racional aislado en un contexto de escasez (la racionalidad de este individuo era puramente instrumental)

Wright y Levine afirman que la defensa del Prefacio por Cohen es precisamente contractualista en este sentido: presupone individuos aislados con una racionalidad instrumental en un contexto de escasez

Esto es así porque los individuos requieren el desarrollo de las fuerzas productivas para su mejor sobrevivencia; ergo, tratarán de desarrollarlas. Aún si en Cohen los individuos están situados en clases y no sólo tienen un interés en desarrollar las fuerzas productivas, sino también en la mantención o derrocamiento de las formas clasistas existentes, la proposición de este autor sigue siendo contractualista e individualista.
Por ejemplo para Cohen: “la clasificación de los individuos en clases sociales es en sí mismo un rasgo necesario del proceso de producción bajo condiciones de escasez (relativa)”

Wright y Levine afirman fuertemente que no sólo la reconstrucción de cohen es contractualista, sino que las proposiciones de Marx en muchos lugares exhuman sin lugar a dudas contractualismo. Para ellos, el contractualismo de Marx puede observarse en su utilización del concepto de razón práctica, la cual en él es sólo instrumental (adaptación de unos medios para un fin dado) y no determina los fines mismos

Ver como esto puede ser criticado desde distintos puntos. Marcuse, Toni Smith, Kosik, etc

“Nuestra visión, en breve, es que uno no puede desarrollar una evaluación adecuada de la historia humana sólo en referencia a los intereses individuales o incluso a los intereses de clase. Es crucial adicionalmente determinar cómo estos intereses son traducidos en prácticas sociales y políticas”

Pero los intereses en pro del desarrollo de las fuerzas productivas no pueden ser finalmente bloqueados, según la visión de Cohen. Es que, de hecho, al nivel de generalidad en que está desarrollado el Prefacio, los constreñimientos sociales a la implementación de los intereses pueden ser pasados por alto

“La transformación de los intereses en prácticas es el problema central de cualquier teoría de la historia adecuada, como lo es para la teoría y la práctica política”

El Prefacio de hecho no aborda este problema central, no tematiza la cuestión de las capacidades de clase

Capacidades de clase
 “Recursos materiales, organizacionales e ideológicos disponibles para las clases en la lucha de clases”

“¿Pero cómo se asegura el dominio de una clase bajo cuya égida la producción prospera? Parte de la respuesta está dada porque existe una apuesta general en una producción estable y próspera, tanto que la clase mejor situada para proporcionarla se atrae aliados de otros estratos de la sociedad. Las clases dominantes en prospecto son usualmente capaces de reunir apoyo entre otras clases bajo la sujeción de la clase que reemplazarían. Contrariamente, las clases que no son adecuadas para la tarea de gobernar la sociedad, tienden a no poseer la confianza suficiente en su hegemonía política, y si alcanzan el poder, tienden a no sostenerlo por largo tiempo” (Cohen)

Entonces, para Cohen, los intereses determinan las capacidades. Si una clase es progresiva, sus intereses darán lugar de alguna manera a las condiciones para su dominio de clase.

El mismo Marx estableció que a la vez que los intereses revolucionarios y conscientes de la clase trabajadora se desarrollaban, las capacidades de transformación se incrementaban. Esto porque, fundamentalmente, el desarrollo de las fuerzas productiva determinaba tanto los intereses como las capacidades de clase (la socialización del proceso de trabajo, la centralización y concentración del capital, organizan a la clase obrera y le permiten adquirir capacidades correspondientes a sus intereses). Sin embargo, la tradición marxista ha desarrollado críticas de importancia a esta tesis de Marx. Existen mecanismos estructurales sistemáticos que dificultan la traducción de los intereses de clase en capacidades de clase: a) división de la clase obrera por el capital (tanto consciente como inconsciente) –fragmentación por calificación, por etnia, nacionalidad, género, etc; b) ilusiones reformistas del sistema legal burgués; c) manipulación consumista mediante la publicidad

No existe ninguna teoría general adecuada para un balance entre estos procesos; y por tanto no existe ningún sustituto para lo que Lenin llamaba el “alma del marxismo”: el análisis concreto de la situación concreta

En tanto las capacidades de clase no se derivan del desarrollo de las fuerzas productivas es arbitrario otorgar primacía a las fuerzas productivas

“Abstrayendo a los seres humanos de sus condiciones históricas y sociales en función de desarrollar una evaluación de la acción racional pura, el análisis implícitamente toma la posición de que las condiciones estructurales para la traducción de la racionalidad en acción son de un interés teórico secundario en relación con el problema de caracterizar la acción racional misma” 

“Sin embargo, para el análisis concreto de la situación concreta, los determinantes más poderosos de la acción humana generalmente descansan en las determinaciones sociales distintivas que los contractualistas generalmente minimizan. Los seres humanos pueden ser generalmente racionales en el sentido descrito por Cohen y sin embargo encontrarse generalmente frustrados para actuar de acuerdo a esa racionalidad por constreñimientos sociales, relaciones de dominación, incapacidades organizacionales para la lucha colectiva, y así sucesivamente.…Cohen sin duda se ha enfocado en un componente importante de cualquier explicación adecuada; pero está lejos de ser claro que de esta manera ha avanzado nuestro entendimiento general del curso efectivo de la historia humana”

Cohen rechaza la TDTMG así como la teoría del valor trabajo

La contradicciones del capitalismo, para Cohen, entonces, se basan en la dialéctica entre valor de cambio/valor de uso. En tanto el capital sólo acumula en valor de cambio, tiene una tendencia a desarrollar el poder productivo bajo la línea de mayor cantidad de productos y no de un menor tiempo de trabajo para todos. Así, más productos significa más consumo; todo lo cual llevará a que el capital desarrollará las fuerzas productivas de manera irracional (producirá cualquier valor de uso, no necesariamente relacionado con el mejoramiento de la condición humana)

“El problema, no obstante, es que la tesis del desarrollo presupone un significado transhistórico de racionalidad y escasez, y por tanto una noción transhistórica de los intereses humanos que no es sostenible. Si el contenido tanto de la acción racional como de la escasez, y por tanto los intereses, no están dados para todo tiempo, sino que son endógenos a un sistema social; si el significado de estos términos está en algún sentido importante determinado por las relaciones de producción mismas…

No debe trabajarse con nociones transhistóricas y universales de escasez y racionalidad. Por ejemplo, la escasez no solamente bajo el capitalismo es algo impuesto socialmente y no natural; bajo el feudalismo no es claro que si el excedente consumido por la clase dominante se hubiera redistribuido entre todos los miembros de la sociedad hubiera existido escasez. Además, si la medida de la escasez es el tiempo de descanso, la cantidad de días sagrados (de descanso) durante la edad media (casi la misma cantidad que los días de trabajo), nos puede dar una medida de la inexistencia de escasez “universal” bajo el feudalismo

Deben cambiarse los términos de la discusión desde nociones universales de escasez y racionalidad, a nociones de escasez y racionalidad específicas según claseAsí, para los señores feudales era racional aumentar el excedente extraído de los siervos porque ellos necesitaban poder militar para enfrentar un marco social en el cual el estado de guerra era permanente. De esta manera, el impulso para desarrollar el poder productivo se explicaba por la necesidad cada vez mayor de excedente que requerían los señores feudales. Por lo tanto, la tendencia a desarrollar las fuerzas productivas no era natural ni derivada de una ley universal, sino que se explicaba por las relaciones sociales de producción

De hecho, dado el bajo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, es muy probable que los campesinos hubieran preferido que estas no se desarrollaran a que sí se desarrollarán pero lo hicieran mediante la explotación. No obstante, dado que los campesinos eran una clase subordinada separada de los medios de producción, no tenían la capacidad para traducir sus intereses racionales en acción colectiva concreta. Por tanto, la racionalidad y escasez de la clase dominante les fue impuesta por las relaciones de producción prevalecientes. Así, las relaciones de producción condicionan las fuerzas productivas, no porque permiten la traducción de ciertos intereses universalmente racionales en acción concreta, sino porque imponen ciertas formas clasistas de racionalidad y escasez

Si esta tesis es correcta, es posible imaginar una sociedad en la cual no existe una tendencia a la contradicción sistemática entre las rsp y las ffpp. Esto es, un tipo de sociedad donde la incompatibilidad no se traduce en contradicción. Un tal tipo de sociedad ha sido de hecho aquella en la cual ha predominado el modo de producción asiático. En este tipo de sociedades, existía un estancamiento claro de las fuerzas productivas, así como también una incompatibilidad de éstas con las relaciones sociales de producción. Sin embrago, no existía una contradicción. Una contradicción sólo existe cuando existen imperativos endógenos para el cambio. Y para que tales imperativos existan debe existir una clase dominante potencial que sea capaz de organizar el desarrollo de las fuerzas productivas bajo su égida y de destruir a la clase dominante vigente. Si la incompatibilidad no genera esta clase, entonces tenemos estancamiento permanente. En el modo de producción asiático (e.g. China) no existía este imperativo a la transformación endógena, no existía esta nueva clase dominante potencial, por: a) centralización del poder político; b) falta de independencia política y económica de las ciudades; c) absorción de los comerciantes dentro de la clase dominante estatal; d) el campesinado, aún si pudiera tener un interés en derrocar a la clase dominante, estaba demasiado fragmentando en comunidades aldeanas autónomas, que no podía devenir fuerza colectiva suficiente. Sólo el asalto externo del capitalismo occidental en esta estructura social podía romper el círculo del estancamiento.

La generación de imperativo endógeno al cambio depende no de la dinámica de las fuerzas productivas, sino de la naturaleza de las relaciones de producción vigentes

Cohen ha tomado la transición del feudalismo al capitalismo y la ha generalizado como modelo de cambio social general. Aún así, bajo el feudalismo existían imperativos endógenos para el cambio social –emergencia de la burguesía capitalista- no por el desarrollo de las fuerzas productivas, sino por las características de la estructura social (Anderson señala un número de factores de esta índole: soberanía parcelada, localización geopolítica, existencia de un patrón particular de relaciones entre el campo y la ciudad)

Además del argumento de que la clase que es más compatible con el desarrollo de las fuerzas productivas en general tiende a construir alianzas clasistas más amplias y duraderas, Cohen asegura que bajo el capitalismo las crisis devienen cada vez peores. Wright critica esto porque Cohen no lo argumenta e incluso se ha visto que Cohen no trabajaba con la teoría laboral del valor y su correlato de crisis.

En algunas circunstancias el cambio tecnológico mismo puede minar sistemáticamente, antes que aumentar, las capacidades para la lucha de clases de la clase trabajadora (e.g. el desarrollo de la revolución tecnológica actual no sólo ha permitido facilitar las comunicaciones – e incluso este facilitamiento tiene un prejuicio favorable a la clase dominante-, sino que también ha hecho posible la deslocalización –cuyo efecto es la fragmentación del proletariado mundial-)

“Porque, si las precondiciones de la emergencia de las capacidades de clase de la clase trabajadora dependen de las contradicciones y la dinámica localizada dentro de las relaciones sociales de producción y la superestructura…”

Nuevamente la tendencia a ligar las rsp con la superestructura. Reflexión y discusión

Las relaciones de producción pueden ser explicadas funcionalmente, quizás no sólo por su tendencia a desarrollar la ffpp, sino también por su tendencia a minar la capacidad de las clases rivales de devenir fuerzas políticas efectivas

“…Porque omite los costos y las dificultades que suponen llevar a cabo una transformación socialista. Los trabajadores no son tan ignorantes como para ser víctimas indefensas de la ideología burguesa, ni tan desinformados como para no ser conscientes del tamaño del proyecto socialista. La tradición marxista espera la revolución solamente en la crisis, no porque solamente allí los trabajadores se darán cuenta de las cargas que el capitalismo impone sobre ellos, sino porque cuando la crisis es suficientemente dura los peligros de embarcarse en una alternativa socialista devienen completamente tolerables” (Cohen)

a)      Incluso si los trabajadores en general llegan a entender que las relaciones capitalistas de producción son la causa del estancamiento, a la clase obrera le puede faltar la capacidad organizacional y política para luchar efectivamente por una transformación del capitalismo;
b)      Incluso si la clase trabajadora tiene la capacidad política para alcanzar una revolución socialista, los costos de tal proceso revolucionario pueden ser intolerablemente altos incluso bajo condiciones de crisis

Todo esto nos muestra que una teoría de la revolución socialista no puede fundarse de una evaluación de los constreñimientos que las rsp inducen a las ffpp

“Por decir lo menos, el materialismo histórico, como Marx lo bosqueja en el Prefacio de 1859 y como Cohen lo reconstruye, debe ser complementado por una teoría de las capacidades de clase. Tal teoría, si los lineamientos principales del marxismo occidental a través de este siglo han sido correctos, debe estar basada directamente en un análisis del desarrollo de las relaciones sociales de producción, el Estado y la ideología”

Misma crítica anterior. Repensar el asunto y ver como las rsp se vinculan a la política, el Estado, lo jurídico y la ideología. Ver cómo la cuestión de las capacidades de clase hace ver que las rsp son de hecho a la vez políticas e ideológicas en conjunto con ser económicas. Vincular con las proposiciones de Meiksins Wood acerca del proceso de formación de clases, así como también con las proposiciones del Poulantzas tardío

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