1.
Contexto y motivo ulterior del Prefacio
de Marx de 1859 (Arthur M. Prinz, 1967)
El Prefacio ha sido considerado por
mucho tiempo como la formulación clásica del materialismo histórico. El único que ha disentido en este respecto
es Georges Sorel
Es bastante extraño que en el Prefacio
nunc ase menciona la palabra clases, menos todavía aparece la expresión “lucha
de clases”
Hay que examinar las condiciones del
comercio librero en la Alemania de la época (1859). Muchas restricciones a la
libertad de expresión
El código penal prusiano establecía una
amenaza de prisión de dos años, en su parágrafo 100, sobre cualquiera que
incitara al odio o la rebeldía de una clase la población sobre otras, además,
cualquier material conteniendo estas incitaciones sería susceptible de ser
confiscado
Por esta
indicación Lasalle fue convicto cuando publico en 1863 su “Programa obrero”
En el caso de los libreros y editores,
la cuestión e la censura no era un asunto menor. Los intimidaba sobremanera,
recelaban sobre cualquier contenido u autor sospechoso
“…la censura había producido el arte de
leer entre líneas, y así inducido a los autores a practicar el arte de escribir
entre líneas”
“…una cierta oblicuidad, astucia,
insinceridad, devino de moda”
“Cuando se abordaba un tema espinoso,
estaba bien expresarse a sí mismo tan vagamente que en caso de necesidad todo
podía ser explicado con protestas indignadas acerca de que las intenciones
precisas del autor habían sido malinterpretadas. Por supuesto, escritores lo
suficientemente valientes como para utilizar términos tan peligrosos como
“clase” o “revolución” encontrarían que la vaguedad deliberada sería una
absoluta necesidad”
En este asunto también ayudaba el
prestigio y la posición privilegiada que en Alemania se le otorgaba a la
ciencia y la educación en general
Marx, ya en sus veinte, era conocido por
las autoridades europeas como una pesadilla para la reacción. Luego de la
revolución del 48’, habiendo publicado en la Neue Rheinische Zeitung fuertes
diatribas contra la reacción, Marx llegó a ser tenido en cuenta en Alemania,
Bélgica, Francia e incluso en Rusia
En París Marx se encontró con el poeta
Heinrich Heine, quien era un experto en burlar la censura alemana –no pudo
tener mejor mentor en esta práctica-
En su arribo a Inglaterra, Marx no tenía
ninguna influencia porque era personalmente inaceptable. Primero, porque la
clase obrera inglesa era ciertamente xenófoba y bastante antiintelectual.
Segundo, por su aspecto claramente judío. Tercero, por sus pocas capacidades
como orador. Cuarto, por su rudimentario manejo del inglés y su acento alemán.
En este tiempo (40s-50s) Marx tenía muy
pocos seguidores; sólo un pequeño núcleo en Alemania. Temía que lo olvidaran y
que el público comenzara a escuchar a sus rivales; en esta tarea, sólo la
publicación de un libro de importancia lo mantendría vigente. Esta cuestión no
la solucionó “Las luchas de clases en Francia”: dado su carácter peligroso el
libro ni siquiera pudo ser impreso en Alemania
“…el negocio del
libro alemán estaba cerrado para hombres como Marx y Engels. Incluso los
editores que proferían las frases más radicales estaban sinceramente
horrorizados con la inoportuna propuesta de imprimir sus trabajos” (Franz Mehring)
Marx odiaba a sus competidores, tales
como Lassalle y Proudhon. Con respecto al primero, sin embargo, dado su
carácter inútil, escondía su desprecio bajo palabras amistosas. Ahora bien, fue
sólo gracias a la insistencia de Lassalle que Marx consiguió un editor (Franz
Duncker). Esta sería la oportunidad publicar en Alemania por primera vez en
mucho tiempo; “para pasar las autoridades prusianas, el libro debía aparecer
como erudito y políticamente blando”
Marx decidió escribir el libro
(1858-1859) en fascículos por varias razones:
-
No
tenía tiempo y dinero para escribir un libro entero de una vez
-
La
partición del libro favorecía tanto al editor como al autor: les permitía pasar
la censura mediante unas primeras publicaciones más inofensivas, para luego ir
a cuestiones más espinosas
Marx escribió a Engels luego de escribir
los dos primeros capítulos donde ni siquiera se mencionaba le capital:
“…Esto es por
una buena razón. Si la cuestión es un éxito el capítulo sobre el capital puede
seguir rápidamente. Segundo, en lo que se refiere a la parte publicada, por la
misma naturaleza de la cuestión, los compañeros no pueden limitar su crítica
meramente a un abuso prejuiciado y todo el asunto aparece excesivamente serio y
escolástico…” (Marx)
A Lassalle Marx le escribió en el mismo
tono:
“…lo considero
conveniente por razones políticas; porque con el capítulo 3 la verdadera
batalla comienza y no parece ser recomendable asustar ya desde el comienzo...” (Marx)
“…La
presentación, me refiero a la manera, es bastante escolástica, e.g. no
contraria a las regulaciones policiacas en el sentido ordinario” (Marx)
“Sin importar estas precauciones, Marx
mismo permaneció lleno de dudas y extremadamente nervioso….estaba en un estado
de extrema irritabilidad y excitación, acosado de dudas acerca de una
confiscación o una posible mutilación del manuscrito por parte de los oficiales
prusianos…Fue bajo estas circunstancias y en una
condición de miedo mórbido que Marx, en Febrero de 1859, escribió el Prefacio”
“(Los prefacios)…para los autores
escribiendo bajo persecución u opresión usualmente poseían una cualidad
adicional preciosa: es aquella parte del trabajo que seguramente atraerá el ojo
del censor y será leída incluso por el más perezoso de los oficiales. Por tanto
es altamente adecuado para una captatio benevolentiae –cualquier cosa que
pudiera hacerlo congraciarse con el autor…Por
tanto Marx, quien en la elaboración de afirmaciones ambiguas era tan habilidoso
como el Oráculo de Delfos, ocasionalmente instruía a sus amigos sobre cómo
proteger una serie de artículos que estaba escribiendo sobre la organización
del ejercito prusiano”
Entrando al detalle del Prefacio, es
claro que todos los primeros renglones son autobiográficos. Sorprenden por su
honestidad y franqueza: primero,
dado que el pasado de Marx era conocido por los censores prusianos, esta
franqueza sería una manera de demostrar que el autor no tenía dobles
intenciones; segundo, la honestidad autobiográfica le permitía a Marx
hacer una conexión más fuerte con sus seguidores políticos…
Marx establece
que hubo varios factores que determinaron, al momento de retomar sus estudios
en Londres, “recomenzar de nuevo desde el mismo principio y trabajar a través del
nuevo material críticamente”. No dice que esto significa un
quiebre con sus anteriores convicciones, ¿pero no parece sino sugerirlo? Además, el hecho de que ensalce su trabajo
para el New York Tribune (un periódico que odiaba y despreciaba pero que no era
revolucionario y sí era respetable), ya indica sus dobles intenciones…
Cuando Marx pasa de la parte
autobiográfica a sus tesis históricas y teóricas, comienza estableciendo
cuestiones que ya había afirmado antes (lo referido a la base económica de la sociedad
y sus relaciones con la superestructura política y legal, que ya había sido
formulado de forma no muy diferente en el 18 de Brumario y la Ideología Alemana
–incluso Edmund Wilson cree rastrear estas concepciones hasta un ensayo que
Marx escribiera cuando se graduó de la escuela de gramática-)
Sin embargo, cuando Marx comienza a tratar
el tema de la revolución social no
menciona ni las clases, ni su lucha, ni cualquier acto violento. Por el
contrario, los pasajes en que esta cuestión se toca sitúan a la revolución como
algo inevitable que sucederá luego de que las fuerzas productivas susceptibles
de desarrollo bajo las rsp se “agoten”. Es
muy reconfortante leer, de hecho, que la humanidad sólo se plantea aquellas
tareas que puede resolver.
“En sus escritos
anteriores –especialmente en la Ideología Alemana- los pasajes acerca de las
fuerzas productivas y las relaciones de producción estaban generalmente
acompañados o seguidos por una fuerte presentación del rol fundamental de las
clases y la lucha de clases, y la demanda y predicción de un derrocamiento
violento de la sociedad de clases existente”. Véase por ejemplo el siguiente
pasaje de la Ideología Alemana:
“En el
desarrollo de las fuerzas productivas una fase es alcanzada donde las fuerzas
productivas y los medios de intercambio son llamados a hacer, bajo las
relaciones existentes, un trabajo dañino, y que son, por tanto, ya no más
fuerzas (maquinaria, dinero) productivas sino destructivas. Asociado con esto
está la emergencia de una clase que tiene que cargar todos los pesos de la
sociedad y está forzada a la oposición más resuelta con las otras clases; una
clase que comprende a la mayoría de los miembros de la sociedad y en la cual se
desarrolla la consciencia de la necesidad de una revolución fundamental, la
consciencia comunista” (Marx)
Ni la Ideología alemana ni el 18 de
Brumario fueron escritos bajo presiones de censura
Es posible pensar que Marx pudo haber
cambiado sus convicciones. Sin embargo, el mismo año que publicó la Crítica
apareció un artículo suyo en Das Volk:
“La necesidad y
la inevitabilidad de una revolución son tan generales como la desesperanza del
pueblo oprimido, como el odio de los proletarios saqueados. Sólo cuando una
revolución ha devenido una fuerza elemental, incalculable e inevitable como el
rayo cuyo trueno no se escucha sino antes de que el gatillo fatal ha sido
soltado, solo allí es la explosión segura. Donde y cuando esto puede ocurrir
importa poco. Ahora parece ser el turno de Prusia” (Marx)
El pasaje habla
por sí solo. También lo hace toda la vida y los demás escritos de Marx: nunca
renunció ni a la lucha de clases ni a la revolución
La Crítica fue un fracaso en Alemania y
nunca fue traducida al inglés durante la vida Marx. Dado su tono árido y abstracto, incluso los
seguidores de Marx estaban sorprendidos y desilusionados porque no veían como
un libro como ese podía ayudar en la causa común.
2.
Racionalidad y lucha de clases (Olin
Wright y Andrew Levine)
El Prefacio pareciera otorgar primacía
de causalidad a las fuerzas productivas por sobre las rsp (aún si el tipo de
primacía de causalidad no está especificada por Marx)
Tanto para Stalin como para Trotsky es
esencial la cuestión e la primacía de las fuerzas productivas
La primacía de las fuerzas productivas
tiende a relacionarse con los pecados del estalinismo, los cuales siempre
buscaron su justificación en el desarrollo de las fuerzas productivas
(colectivización forzada, educación selectiva y tecnocrática, estructura
jerárquica para organizar el proceso de producción, ideología productivista,
etc).
La percepción occidental de la
revolución cultural china, en tanto suponía la primacía de la política y el
objetivo de transformar las relaciones sociales de producción, fue una vía de
escape para el marxismo occidental que veía como vulgar el materialismo
histórico que otorgaba primacía a las ffpp
Los filósofos analíticos ingleses
retomaron la tradición del Prefacio (Cohen)
En
varias ocasiones Wright asume que otorgar la primacía a las rsp significa
otorgarle primacía a la política por sobre la economía (e.g. “las visiones que
le otorgan primacía a la fuerzas productivas por sobre las relaciones de
producción (y, así, sobre la superestructura política y legal)”). Este es un
error, porque las rsp son parte no menor de la base económica. Es interesante
constatar que el “marxismo político” no rechaza esta confusión: otorga primacía
a las rsp –conceptualizadas cono relaciones sociales de propiedad- y así cree
también estar otorgando primacía a la política por sobre la economía.
No un
determinismo económico, como usualmente se supone. De acuerdo con Cohen, las
fuerzas productivas a las cuales les otorgada primacía no son, estrictamente
hablando, parte de la economía!
Los autores, aún si sostienen que Cohen
da cuenta de que la tesis de la primacía de la ffpp no vulgar y no debe no
tomarse a la ligera, creen que su caso no merma la posición que le da primacía
a la rsp. El argumento principal de los autores es que las elaboraciones de
Cohen no pueden dar cuenta satisfactoriamente de las capacidades de clase.
Según Cohen
Fuerzas productivas: designan la
organización técnica del proceso de trabajo
Relaciones de producción: la formas de
propiedad social real y de control
a)
Tesis de la primacía: la
naturaleza de un conjunto de relaciones de producción es explicada por el nivel
de desarrollo de las fuerzas productivas que las abarcan (mucho más que
viceversa)
Explicación
funcional: explica
la existencia de una forma o un fenómeno por virtud de sus efectos
“Las fuerzas productivas explican
funcionalmente las relaciones de producción. Un
conjunto dado de relaciones de producción está dado por los requerimientos funcionales
necesarios para la expansión de las fuerzas productivas: “cuando las relaciones
permanecen estables, esto es así porque promueven el desarrollo de las fuerzas
productivas”
b)
Tesis de la compatibilidad: un nivel
dado de las fuerzas productivas es compatible sólo con un rango limitado de
relaciones de producción
Esta tesis
esencial para la tesis de la primacía. Si un nivel de desarrollo de las
fuerzas productivas fuera compatible con cualesquiera relaciones de producción,
entonces las fuerzas difícilmente explicarían las relaciones. Cohen, sin embargo, no proporciona ninguna
defensa general de esta afirmación. En cambio, la sostienen por medio de
ejemplos:
“La esclavitud…no sería una condición
general de los productores en una sociedad de tecnología computarizada, si solo
porque el grado de cultura necesario en los trabajadores que pueden manejar esa
tecnología los llevaría a la revuelta exitosa contra el estatus esclavo”
La tesis de la compatibilidad supone una
un sistema de efectos recíprocos: son
compatibles cuando las relaciones de producción permiten el desarrollo de las
fuerzas productivas, así como estas últimas fortalecen y reproducen las
relaciones de producción existentes
Las fuerzas productivas imponen límites
al rango de posibilidades de relaciones de producción (en tanto sólo ciertas
relaciones serán reproducidas por estas fuerzas), y las relaciones de
producción imponen límites a la fuerzas productivas (en tanto sólo ciertas
fuerzas productivas pueden ser utilizadas adecuadamente dentro de esas
relaciones)
Formas de relaciones de producción
(estructura económica)
|
Corresponde a
|
Nivel de desarrollo productivo
|
Sociedad pre-clasista
|
Corresponde a
|
No hay excedente
|
Sociedad clasista pre-capitalista
|
Corresponde a
|
Existe algún excedente, pero menor
|
Sociedad capitalista
|
Corresponde a
|
Excedente moderadamente alto
|
Sociedad post-clasista
|
Corresponde a
|
Excedente enorme
|
No distingue entre sociedad
precapitalistas y no proporciona ninguna criterio para distinguir entre los
diferentes niveles de desarrollo productivo. También hay que notar que las únicas definiciones positivas son
“capitalismo” y “clases”: a partir de ellas se “construye” toda la historia
mediante definiciones negativas temporales
La tesis de la
compatibilidad implica una relación de correspondencia sistemática entre las
fuerzas y las relaciones. Sin
embargo, esto todavía no es suficiente para afirmar la primacía de las ffpp:
los límites que se imponen las fuerzas y las relaciones son recíprocos (la
esclavitud elimina la posibilidad de la tecnología, tanto como la tecnología
elimina la posibilidad de la esclavitud). Cohen reconoce esto y cree
necesaria otra tesis adicional:
c)
Tesis del desarrollo: las fuerzas de
producción tienden a desarrollarse a través de la historia.
Esta tesis está
basada en cierta presunción acerca de la naturaleza humana. Los hombres son en
alguna medida racionales y, dado que naturalmente sienten necesidades, se
inclinarán por desarrollar aquellos medios que les permiten satisfacer tales
necesidades. Así,
tendrán la tendencia a desarrollar sus habilidades para transformar la
naturaleza, única manera de satisfacer sus necesidades.
El desarrollo de las fuerzas productivas
es acumulativo.
En tanto los seres humanos son
racionales, sólo bajo circunstancias excepcionales que no se encuentran bajo su
control, ellos “optarán” por abandonar ciertas técnicas productivas y
cristalizar una regresión en el desarrollo de las ffpp.
La tesis del
desarrollo introduce la necesaria asimetría entre las relaciones y las fuerzas. Esta tesis
supone otra tesis implícita no mencionada por Cohen:
d)
Tesis de la contradicción: dado los
constreñimientos recíprocos que existen entre las fuerzas y las relaciones de
producción (tesis de la compatibilidad), y la tendencia de las fuerzas
productivas a desarrollarse (tesis del desarrollo), con tiempo suficiente, las
fuerzas productivas se desarrollarán hasta un punto donde ya no serán
compatibles (entrarán en contradicción) con las relaciones de producción bajo
las cuales hasta el momento se venían desarrollando
Esta tesis
supone la inevitabilidad de la contradicción (incompatibilidad intensificada)
entre las relaciones y las ffpp. Aún si pudiera ser que esta
contradicción se resolviera mediante una adaptación regresiva de las ffpp, esto
no es posible dada la tesis del desarrollo de las ffpp. Así, la única resolución posible sucede
mediante la transformación de las relaciones de producción.
e)
Tesis de la transformación: cuando la
contradicción ya no es sostenible, las relaciones se transformarán para que
sean compatibles con las ffpp
La resolución de la contradicción
siempre estará del lado las ffpp. “¿Por
qué debería el hecho de que las relaciones restringen a las fuerzas predecir su
final, si no es porque es irracional continuar con ellas dado el precio de la
oportunidad perdida de desarrollar nuevas incursiones contra la escasez?” (Cohen)
Criticar:
¿y las clases. ¿Racionalidad suprahistórica?
La tesis de la transformación sólo
determina que las relaciones de producción deben transformarse para ser
compatibles nuevamente con las ffpp; sin embargo, no especifica el resultado
específico de esta transformación (cuales relaciones de producción nuevas
emergen)
f)
Tesis del óptimo: las nuevas
relaciones de producción serán subsecuentemente óptimas para el subsecuente
desarrollo de las ffpp
Sería irracional (dada la noción de
racionalidad de Cohen) reemplazar las antiguas relaciones con relaciones menos
óptimas…
Esta tesis es esencial para la completa y plena
defensa de las tesis de la primacía. No puede existir más de un
conjunto de relaciones de producción compatibles con ciertas ffpp; si es que
las fuerzas no seleccionaran éste conjunto “óptimo”, entonces realmente
explicarían funcionalmente de manera muy débil las relaciones de producción.
Por esto Cohen defiende con vehemencia esta tesis aún si existen numerosos
contraejemplos históricos al respecto.
Cohen afirma que la misma tesis del
óptimo da cuenta de por qué el mpc es necesario para el desarrollo de las
fuerzas productivas. Solo un sistema basado en el valor de cambio por sobre el
valor de uso puede imponer tales restricciones en los trabajadores necesarias
para el desarrollo de las fuerzas productivas
Esta
es otra forma de defender la necesidad y productividad del capitalismo,
distinta a la de Brenner, aunque no necesariamente incompatible con ésta
Así, para Cohen el socialismo requiere
de un desarrollo previo importante de las ffpp, esto es, no es el socialismo el
que deberá desarrollar masivamente las ffpp, sino que éste deberá hacerse con
lo ya hecho por el capitalismo. Para este autor, cualquier intento de construir
el socialismo donde este masivo excedente no exista fracasará y estará
determinada una vuelta al capitalismo. Cohen no discute la posibilidad de
rápido desarrollo de las fuerzas productivas bajo el socialismo, como proponen
Bahro y Konrad y Szelenyi
Wright y Levine sostienen que la tesis
del óptimo se deriva necesariamente de la tesis de la transformación; en lo que
sigue sólo discutirán ésta
Aún si Marx siempre criticó las teorías
contractualistas, el Prefacio de 1859 es contractualista (así como lo
es la reconstrucción de Cohen)
Contractualismo
-
Se
utiliza en filosofía social y política para determinar, mediante un programa
metodológico, los principios normativos que deben regir las instituciones
políticas y el Estado
-
Los
principios normativos adecuados son los que los individuos elegirían por su
cuenta
-
Esto
supone que estos individuos son capaces de actuar, en alguna medida,
racionalmente, esto es, adecuar y utilizar ciertos medios para la consecución
de un fin
Marx critica el contractualismo de los
economistas políticos clásicos en este sentido: presuponían un individuo racional aislado
en un contexto de escasez (la racionalidad de este individuo era puramente
instrumental)
Wright y Levine
afirman que la defensa del Prefacio por Cohen es precisamente contractualista
en este sentido: presupone individuos aislados con una racionalidad instrumental
en un contexto de escasez
Esto es así porque los individuos
requieren el desarrollo de las fuerzas productivas para su mejor sobrevivencia;
ergo, tratarán de desarrollarlas. Aún si en Cohen los individuos están situados
en clases y no sólo tienen un interés en desarrollar las fuerzas productivas,
sino también en la mantención o derrocamiento de las formas clasistas
existentes, la proposición de este autor sigue siendo contractualista e
individualista.
Por ejemplo para Cohen: “la clasificación de
los individuos en clases sociales es en sí mismo un rasgo necesario del proceso
de producción bajo condiciones de escasez (relativa)”
Wright y Levine afirman fuertemente que
no sólo la reconstrucción de cohen es contractualista, sino que las
proposiciones de Marx en muchos lugares exhuman sin lugar a dudas
contractualismo.
Para ellos, el contractualismo de Marx
puede observarse en su utilización del concepto de razón práctica, la cual en
él es sólo instrumental (adaptación de unos medios para un fin dado) y no
determina los fines mismos
Ver
como esto puede ser criticado desde distintos puntos. Marcuse, Toni Smith,
Kosik, etc
“Nuestra visión, en breve, es que uno no puede
desarrollar una evaluación adecuada de la historia humana sólo en referencia a
los intereses individuales o incluso a los intereses de clase. Es crucial adicionalmente determinar
cómo estos intereses son traducidos en prácticas sociales y políticas”
Pero los intereses en pro del desarrollo
de las fuerzas productivas no pueden ser finalmente bloqueados, según la visión
de Cohen.
Es que, de hecho, al nivel de
generalidad en que está desarrollado el Prefacio, los constreñimientos sociales
a la implementación de los intereses pueden ser pasados por alto
“La transformación de los intereses en prácticas es
el problema central de cualquier teoría de la historia adecuada, como lo es
para la teoría y la práctica política”
El Prefacio de hecho no aborda este
problema central, no tematiza la cuestión de las capacidades de clase
Capacidades de
clase
“Recursos materiales, organizacionales e
ideológicos disponibles para las clases en la lucha de clases”
“¿Pero cómo se
asegura el dominio de una clase bajo cuya égida la producción prospera? Parte
de la respuesta está dada porque existe una apuesta general en una producción
estable y próspera, tanto que la clase mejor situada para proporcionarla se
atrae aliados de otros estratos de la sociedad. Las clases dominantes en
prospecto son usualmente capaces de reunir apoyo entre otras clases bajo la
sujeción de la clase que reemplazarían. Contrariamente, las clases que no son
adecuadas para la tarea de gobernar la sociedad, tienden a no poseer la
confianza suficiente en su hegemonía política, y si alcanzan el poder, tienden
a no sostenerlo por largo tiempo” (Cohen)
Entonces, para Cohen, los intereses
determinan las capacidades. Si una clase es progresiva, sus intereses darán
lugar de alguna manera a las condiciones para su dominio de clase.
El mismo Marx
estableció que a la vez que los intereses revolucionarios y conscientes de la
clase trabajadora se desarrollaban, las capacidades de transformación se
incrementaban.
Esto porque, fundamentalmente, el desarrollo de las fuerzas productiva
determinaba tanto los intereses como las capacidades de clase (la socialización
del proceso de trabajo, la centralización y concentración del capital,
organizan a la clase obrera y le permiten adquirir capacidades correspondientes
a sus intereses). Sin embargo, la
tradición marxista ha desarrollado críticas de importancia a esta tesis de
Marx. Existen mecanismos estructurales sistemáticos que dificultan la
traducción de los intereses de clase en capacidades de clase: a)
división de la clase obrera por el capital (tanto consciente como inconsciente)
–fragmentación por calificación, por etnia, nacionalidad, género, etc; b) ilusiones reformistas del sistema
legal burgués; c) manipulación consumista mediante la publicidad
No existe ninguna teoría general adecuada para un
balance entre estos procesos; y por tanto no existe ningún sustituto para lo
que Lenin llamaba el “alma del marxismo”: el análisis concreto de la situación
concreta
En tanto las
capacidades de clase no se derivan del desarrollo de las fuerzas productivas es
arbitrario otorgar primacía a las fuerzas productivas
“Abstrayendo a los seres humanos de sus
condiciones históricas y sociales en función de desarrollar una evaluación de
la acción racional pura, el análisis implícitamente toma la posición de que las
condiciones estructurales para la traducción de la racionalidad en acción son
de un interés teórico secundario en relación con el problema de caracterizar la
acción racional misma”
“Sin embargo,
para el análisis concreto de la situación concreta, los determinantes más
poderosos de la acción humana generalmente descansan en las determinaciones
sociales distintivas que los contractualistas generalmente minimizan. Los seres
humanos pueden ser generalmente racionales en el sentido descrito por Cohen y
sin embargo encontrarse generalmente frustrados para actuar de acuerdo a esa
racionalidad por constreñimientos sociales, relaciones de dominación,
incapacidades organizacionales para la lucha colectiva, y así sucesivamente.…Cohen sin duda se ha enfocado en un
componente importante de cualquier explicación adecuada; pero está lejos de ser
claro que de esta manera ha avanzado nuestro entendimiento general del curso
efectivo de la historia humana”
Cohen rechaza la
TDTMG así como la teoría del valor trabajo
La contradicciones del capitalismo, para
Cohen, entonces, se basan en la dialéctica entre valor de cambio/valor de uso. En tanto el capital sólo acumula en valor de
cambio, tiene una tendencia a desarrollar el poder productivo bajo la línea de
mayor cantidad de productos y no de un menor tiempo de trabajo para todos. Así,
más productos significa más consumo; todo lo cual llevará a que el capital
desarrollará las fuerzas productivas de manera irracional (producirá cualquier
valor de uso, no necesariamente relacionado con el mejoramiento de la condición
humana)
“El problema, no
obstante, es que la tesis del desarrollo presupone un significado
transhistórico de racionalidad y escasez, y por tanto una noción transhistórica
de los intereses humanos que no es sostenible. Si el contenido tanto de la
acción racional como de la escasez, y por tanto los intereses, no están dados
para todo tiempo, sino que son endógenos a un sistema social; si el significado
de estos términos está en algún sentido importante determinado por las
relaciones de producción mismas…”
No debe trabajarse con nociones
transhistóricas y universales de escasez y racionalidad. Por ejemplo, la
escasez no solamente bajo el capitalismo es algo impuesto socialmente y no
natural; bajo el feudalismo no es claro que si el excedente consumido por la
clase dominante se hubiera redistribuido entre todos los miembros de la
sociedad hubiera existido escasez. Además, si la medida de la escasez es el
tiempo de descanso, la cantidad de días sagrados (de descanso) durante la edad
media (casi la misma cantidad que los días de trabajo), nos puede dar una
medida de la inexistencia de escasez “universal” bajo el feudalismo
Deben cambiarse
los términos de la discusión desde nociones universales de escasez y
racionalidad, a nociones de escasez y racionalidad específicas según clase. Así, para los señores feudales era
racional aumentar el excedente extraído de los siervos porque ellos necesitaban
poder militar para enfrentar un marco social en el cual el estado de guerra era
permanente. De esta manera, el impulso para desarrollar el poder productivo se
explicaba por la necesidad cada vez mayor de excedente que requerían los
señores feudales. Por lo tanto, la
tendencia a desarrollar las fuerzas productivas no era natural ni derivada de
una ley universal, sino que se explicaba por las relaciones sociales de
producción
De hecho, dado el bajo nivel de
desarrollo de las fuerzas productivas, es muy probable que los campesinos
hubieran preferido que estas no se desarrollaran a que sí se desarrollarán pero
lo hicieran mediante la explotación. No obstante, dado que los campesinos eran
una clase subordinada separada de los medios de producción, no tenían la
capacidad para traducir sus intereses racionales en acción colectiva concreta.
Por tanto, la racionalidad y escasez de la clase dominante les fue impuesta por
las relaciones de producción prevalecientes. Así, las relaciones de producción condicionan las fuerzas productivas,
no porque permiten la traducción de ciertos intereses universalmente racionales
en acción concreta, sino porque imponen ciertas formas clasistas de
racionalidad y escasez
Si esta tesis es correcta, es posible
imaginar una sociedad en la cual no existe una tendencia a la contradicción
sistemática entre las rsp y las ffpp. Esto es, un tipo de sociedad donde la incompatibilidad
no se traduce en contradicción. Un tal tipo de
sociedad ha sido de hecho aquella en la cual ha predominado el modo de
producción asiático.
En este tipo de sociedades, existía un estancamiento claro de las fuerzas
productivas, así como también una incompatibilidad de éstas con las relaciones
sociales de producción. Sin embrago, no existía una contradicción. Una
contradicción sólo existe cuando existen imperativos endógenos para el cambio.
Y para que tales imperativos existan debe existir una clase dominante potencial
que sea capaz de organizar el desarrollo de las fuerzas productivas bajo su
égida y de destruir a la clase dominante vigente. Si la incompatibilidad no genera esta clase, entonces tenemos
estancamiento permanente. En el modo
de producción asiático (e.g. China) no existía este imperativo a la
transformación endógena, no existía esta nueva clase dominante potencial, por:
a) centralización del poder político; b) falta de independencia política y
económica de las ciudades; c) absorción de los comerciantes dentro de la clase
dominante estatal; d) el campesinado, aún si pudiera tener un interés en
derrocar a la clase dominante, estaba demasiado fragmentando en comunidades
aldeanas autónomas, que no podía devenir fuerza colectiva suficiente. Sólo el asalto externo del capitalismo
occidental en esta estructura social podía romper el círculo del estancamiento.
La generación de
imperativo endógeno al cambio depende no de la dinámica de las fuerzas
productivas, sino de la naturaleza de las relaciones de producción vigentes
Cohen ha tomado
la transición del feudalismo al capitalismo y la ha generalizado como modelo de
cambio social general.
Aún así, bajo el feudalismo existían imperativos endógenos para el cambio
social –emergencia de la burguesía capitalista- no por el desarrollo de las
fuerzas productivas, sino por las características de la estructura social
(Anderson señala un número de factores de esta índole: soberanía parcelada,
localización geopolítica, existencia de un patrón particular de relaciones
entre el campo y la ciudad)
Además del argumento de que la clase que
es más compatible con el desarrollo de las fuerzas productivas en general
tiende a construir alianzas clasistas más amplias y duraderas, Cohen asegura que bajo el capitalismo las
crisis devienen cada vez peores. Wright critica esto porque Cohen no lo
argumenta e incluso se ha visto que Cohen no trabajaba con la teoría laboral
del valor y su correlato de crisis.
En algunas
circunstancias el cambio tecnológico mismo puede minar sistemáticamente, antes
que aumentar, las capacidades para la lucha de clases de la clase trabajadora (e.g. el
desarrollo de la revolución tecnológica actual no sólo ha permitido facilitar
las comunicaciones – e incluso este facilitamiento tiene un prejuicio favorable
a la clase dominante-, sino que también ha hecho posible la deslocalización
–cuyo efecto es la fragmentación del proletariado mundial-)
“Porque, si las precondiciones de la
emergencia de las capacidades de clase de la clase trabajadora dependen de las
contradicciones y la dinámica localizada dentro de las relaciones sociales de
producción y la superestructura…”
Nuevamente
la tendencia a ligar las rsp con la superestructura. Reflexión y discusión
Las relaciones de producción pueden ser explicadas
funcionalmente, quizás no sólo por su tendencia a desarrollar la ffpp, sino
también por su tendencia a minar la capacidad de las clases rivales de devenir
fuerzas políticas efectivas
“…Porque omite
los costos y las dificultades que suponen llevar a cabo una transformación
socialista. Los trabajadores no son tan ignorantes como para ser víctimas
indefensas de la ideología burguesa, ni tan desinformados como para no ser
conscientes del tamaño del proyecto socialista. La tradición marxista espera la
revolución solamente en la crisis, no porque solamente allí los trabajadores se
darán cuenta de las cargas que el capitalismo impone sobre ellos, sino porque
cuando la crisis es suficientemente dura los peligros de embarcarse en una
alternativa socialista devienen completamente tolerables” (Cohen)
a)
Incluso
si los trabajadores en general llegan a entender que las relaciones
capitalistas de producción son la causa del estancamiento, a la clase obrera le
puede faltar la capacidad organizacional y política para luchar efectivamente
por una transformación del capitalismo;
b)
Incluso
si la clase trabajadora tiene la capacidad política para alcanzar una
revolución socialista, los costos de tal proceso revolucionario pueden ser
intolerablemente altos incluso bajo condiciones de crisis
Todo esto nos muestra que una teoría de
la revolución socialista no puede fundarse de una evaluación de los
constreñimientos que las rsp inducen a las ffpp
“Por decir lo
menos, el materialismo histórico, como Marx lo bosqueja en el Prefacio de 1859
y como Cohen lo reconstruye, debe ser complementado por una teoría de las
capacidades de clase. Tal teoría, si los lineamientos principales del marxismo
occidental a través de este siglo han sido correctos, debe estar basada
directamente en un análisis del desarrollo de las relaciones sociales de
producción, el Estado y la ideología”
Misma
crítica anterior. Repensar el asunto y ver como las rsp se vinculan a la
política, el Estado, lo jurídico y la ideología. Ver cómo la cuestión de las
capacidades de clase hace ver que las rsp son de hecho a la vez políticas e
ideológicas en conjunto con ser económicas. Vincular con las proposiciones de
Meiksins Wood acerca del proceso de formación de clases, así como también con
las proposiciones del Poulantzas tardío
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