Algo sobre Touraine y una defensa del marxismo
...Olía a Touraine, por la cuestión de los
"actores". Conozco sus planteamientos (no soy un experto en Touraine,
sin embargo); no comparto para nada éstos. En primer lugar, fue pionero en
establecer al estudiantado (fundamentalmente universitario) como una clase de
potencial revolucionario, lo que es un absurdo. Luego, y en relación con ésto,
pionero fue también en intentar comprender el rol de los nuevos movimientos
sociales, lo cual lo alejó más de una comprensión racional de lo real social.
Cuando piensa criticar el marxismo en tanto que filosofía de la historia no
hace más que fabricar un muñeco de paja (una caricatura): el mismo Marx y el fértil
trabajo de sus herederos hasta hoy en el materialismo histórico, niegan esta
estupidez. Su teoría de los 60's 70's es de un formalismo muy propio de la
época, y aún si pone el acento en la acción y en los actores no deja de mostrar
un carácter pseudoconcreto. El matiz marxista que posee la misma es lo único rescatable
(todo ese cuento del sistema de acción histórico y demases es un absurdo). Por
lo demás, su noción de clase social es racionalmente deficiente...
En general, todo este marco errado lo lleva luego a
establecer la teoría de la sociedad posindustrial, lo que es otro absurdo
(hablar de sociedad industrial es no entender las diferencias radicales en las
diferentes dinámicas sociales -por ejemplo se podría igualar a la sociedad
soviética con el capitalismo francés-, además de ser una definición conceptual
no relacional ni materialista, sino que sustancialista y que se queda en la
apariencia). Más tarde, planteará su teoría de la desmodernización -errada y
posmoderna, ni siquiera es coherente en su exposición y lleva a la confusión
sociológica y política-; todo esto imbricado con el deber ser de una democracia
"en sí" -lo que no existe-, muy en la línea de Garretón y toda la
prole progre a la cual no le es grato hablar ya de lucha de clases...
Con respecto a lo otro, aún si Habermas se consideró a
si mismo un marxista en una época, sus desarrollos teóricos rompen con el
paradigma marxista. Su teoría no es materialista, no tiene en cuenta a las
clases y, lo peor de todo, esencializa y eterniza la técnica capitalista como
la única técnica susceptible de desarrollo bajo una sociedad moderna (entiende
que la división social de trabajo capitalista es la única posible).
Las críticas a la teoría del "valor-trabajo"
caen en tiesto roto; conozco de cerca el debate en torno al tema, ya que
realicé mi primer taller sobre él. La forma más racional de explicar la
economía continúa siendo un marxismo bien entendido; tal como lo presentan
Andrew Kliman, Alan Freeman, Guglielmo Carchedi y Anwar Shaik. Los pastiches
regulacionistas y neorricardianos no pasan la prueba de la racionalidad -si
quiere le mando el trabajo que realicé...son una 35 pp…la crítica a la ley de
la tendencia decreciente de la tasa media de ganancia de Okishio, descansa en
un error; la crítica al teoría del valor trabajo de Robinson es incluso
ingenua; la idea de Sraffa se queda todavía en Ricardo; el problema de la
producción conjunta que señala Morishima es solucionado por Freeman…etc . Con
respecto a la lucha de clases, la misma sigue siendo tan válida como lo fué
siempre desde Marx. De partida, porque la noción de clase marxista es la que
mejor da cuenta de la realidad y se imbrica en una ambiciosa teoría de la
totalidad social -por contra un weberiano, puede "crear" clases casi
a voluntad-. Es la única que intenta explicar la reproducción de la realidad de
manera materialista, que a la vez comprende las determinaciones estructurales y
la posible modificación de las mismas por los agentes sociales. Por lo demás,
si se rechaza la premisa de la lucha de clases, ¿Cuál es la alternativa? ¿Una
sociedad de individuos, de consumidores, de identidades descentradas, de
movimientos sociales heterogéneos sin base clasista, etc? Habría que aclarar si
lo que se encuentra demodé son las “clases” o la idea de “lucha”. Si se rechaza
la idea de “lucha” nos quedamos con la teoría del consenso, el funcionalismo y sin
grandes posibilidades de reconocer la dinámica en la sociedades –todo lo cual
debe rechazarse-. El rechazo de la noción de “clase” no tiene sentido, hasta un
weberiano o incluso un durkheimiano hablarán de clases. La cuestión es que la
visión de las clases marxistas es la que tiene más desarrollo bibliográfico e
investigación; es la más comprehensiva y abarcante; es la única que incluye la
reproducción dinámica de las formaciones sociales; etc. La teoría de los modos
de producción, por otra parte -cuyo debate trabajo yo este semestre-, es
también la forma más racional y comprehensiva de entender la realidad...si
quiere le envío el trabajo a final de semestre. En síntesis, claramente el
marxismo es una ciencia, una ciencia social -nunca una ideología como
comprendería erradamente un Lukacs historicista, que además no enfoca bien la
noción de ideología-.
La idea de una sociología de los sujetos, de una
sociología de los actores, cae en un historicismo no materialista; esto muy
bien podría afirmar un althusseriano de Touraine. Las ideas de la diferencia y
de la igualdad dejan de tener sentido si se considerar en abstracto; las mismas
se inscriben siempre en un marco social definido. La diferencia por sí misma no
es positiva; por el contrario, implica la idea de una posición no sujeta a
discusión racional. El pluralismo bajo el mpc no es posible, la diferencia
"real" -no mera apariencia- no existe bajo este modo de producción.
Existe una diferencia que es sustancial y que es la única que merece ser
combatida de manera radical: la diferencia clasista. Para combatir esta diferencia
tenemos que negar cualquier intento de diferencia que suponga la explotación y
la apropiación privada de los medios de producción. Con respecto a la igualdad,
el debate cualitativo debe situarse donde debe: igualdad material, igualdad
sustantiva, esto es lo que diferencia a una política anticapitalista de la idea
de meritocracia propia del mpc.
Con respecto a la idea de la democracia, hay que
empezar entendiendo que esta noción sin apelativos no dice nada preciso -no
funciona unívocamente como concepto sino que multívocamente como término-. Wood
y Therborn entienden muy bien cómo la democracia bajo el capitalismo sólo puede
ser formal y representativa, así despojada de su natural radicalidad. Si
entendemos la democracia como democracia sustantiva, como democratización
social, como poder sobre la economía (González Casanova), como democratización
del excedente, democratización de las decisiones acerca de cómo organizamos el
proceso de trabajo y la división social de éste...entonces no me opondría a
igualar a la misma con la transición socialista. Esto es, la democracia no es
mero procedimiento como querrían los liberales, la democracia sí define
positivamente contenidos.
atte
msm
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