Fases
del desarrollo capitalista (varios
autores)
Introducción
“¿Representa
la coyuntura en curso una nueva fase del capitalismo, una transición entre
fases capitalistas, una transición más allá del capitalismo, o una fase
poscapitalista? ¿Cuáles son las variables más adecuadas para construir una
teoría de las fases capitalistas: la relación capital-trabajo, los bloques
hegemónicos, los sistemas nacionales de innovación, mercancías características,
tecnologías de punta, sectores económicos, y así sucesivamente?”
I.
Relaciones internacionales y disciplina capitalista (Kees Van der Pijl)
“…el
capital no es, como los economistas creen, la forma absoluta del desarrollo de
las fuerzas productivas…es una disciplina sobre ellas, la cual deviene
superflua y limitante a un cierto nivel de su desarrollo” (Marx, Grundrisse)
Todas
las formas de organización del proceso de trabajo han sido, hasta el momento,
explotadoras. En el caso del capitalismo, el desarrollo de las fuerzas
productivas mediante la organización el proceso de trabajo, cristaliza mediante
la contradicción entre dos tendencias: la desigualdad social, derivada de la
generalización de la mercantilización de la vida social (privatización); junto
con la interdependencia planificada, la socialización del trabajo
(Vergesellschaftung), la cooperación social.
Bajo
esta perspectiva, puede entenderse que el socialismo se desarrolla internamente
a la sociedad capitalista antes que rompiendo radicalmente con éste. Las fases
capitalistas, por otra parte, son momentos de crecimiento de un orden
alternativo potencial, aún si las mismas están mediadas por la lucha de clases.
1. Existen tres fases de disciplinamiento del capital,
cada una de ellas internalizándose de manera más profunda en el metabolismo
entre sociedad y naturaleza, y generando así sus propias formas de resistencia
a)
Proceso
de acumulación originaria
b)
Proceso
de producción capitalista (subordinación del proceso técnico de trabajo a la
valorización del capital)
c)
Proceso
de reproducción social (tiempo fuera del lugar de trabajo, ocio, vida
cotidiana, entorno natural –ecología-, etc)
Cada
una de estas fases se superpone y complementa con las otras.
2. Un segundo aspecto susceptible de conceptualizarse
mediante “fases” es la internacionalización del capital. Esta dimensión
se encuentra estrechamente ligada al disciplinamiento del capital, siendo, sin
embargo más concreta, en tanto incluye la dimensión espacial.
a)
Internacionalización
del circuito del capital mediante la forma-mercancía (comercio ligado al
proceso productivo del capital)
Mercancía
característica: algodón
b)
Internacionalización
del circuito del capital mediante la forma-dinero (inversión extranjera en
producción capitalista, flujos de cartera e inversiones directas)
Mercancía
característica: hierro
c)
La
internacionalización del capital productivo mismo (socialización transnacional
del trabajo)
Mercancía
característica: automóvil…..luego: microelectrónica
Cada
una de estas fases se superpone y complementa con las otras.
“Con
cada avance, las luchas de clases provocadas por la imposición de la disciplina
capitalista devienen más complejas, en tanto más aspectos de la vida se
encuentran involucrados tratando con las presiones disciplinarias representadas
por el capital. Los conflictos que resultan de estas presiones, y las
mediaciones a través de las cuales estos son transmitidos a la estructura
social, devienen más variados también”
La
alienación está estrechamente vinculada con la objetificación (cosificación),
con la idea de que las cosas dominan al hombre y su sociedad en tanto que
fuerza externa independiente. Si esta forma es derivada de la generalización
mercantil en la vida social, también se presenta bajo una forma diferenciada a
través del Estado y las relaciones entre las distintas sociedades (tratadas
como unidades discretas por la teoría realista de las relaciones
internacionales)
Las
razones que explican el desarrollo del capitalismo en la Europa occidental del
norte son: a) relativa escasez de trabajo (lo que determinó la emergencia de
técnica que acrecieran la productividad); b) los enormes productos y ganancias
del comercio ultramarino, una vez la plata de América permitió a los europeos
apropiarse de las rutas comerciales asiáticas
Reconocer
por qué el capitalismo se afincó particularmente en Inglaterra, supone indagar
en dos razones más:
a)
La
particular relación establecida entre el Estado y la sociedad a partir de la
revolución gloriosa de 1688. Si bien en un comienzo el Estado tuvo que
intervenir directamente con cierta fuerza y profundidad para unificar la
descentralización y “anarquía” feudales, luego, una fuerte tradición normanda
de autonomía antimonárquica hizo que el estado adoptara un papel de promotor de
la autorregulación mercantil de la sociedad civil
b)
Los
asentamientos coloniales (Norteamérica y Australia) Estos permitieron a
Inglaterra aumentar sus posibilidades de victoria en las sucesivas guerras con
las potencias competidoras durante los siglos XVII y XVIII (Holanda, Francia,
Austria, España).
“El capitalismo
no es una formación social localizada en los límites de una porción del espacio
global disponible (sea un Estado-nación o como en Bretaña, un Estado
multinacional), sino que es una formación social global, con la evolución
histórica de las fuerzas sociales tendencialmente deviniendo globales en
carácter”
(Henk Overbeek)
El
desarrollo del capitalismo en dimensiones globales ha sido mediado por el
crecimiento y la consolidación, en retos decisivos que incluyen a guerra, de
este “centro lockeano”.
Centro lockeano: concepto
tomado de Halford Mackinder, quien lo utilizó en 1904 para denotar la
centralidad del imperio ruso zarista en función de su gran masa de tierras, y
la importancia de éstas para con el desarrollo del ferrocarril (motor de la modernización
en la época). Esta diferencia haría preponderante al imperio ruso por sobre una
pequeña Inglaterra que ya había comenzado a sufrir derrotas sucesivas. El autor
define esta noción así: “núcleo integrado de la economía política global”
El
desarrollo de este “centro lockeano” transitó a través de distintas formaciones
sociales modélicas. Fundamental fue Francia, donde la acumulación fue
propugnada por el Estado, desde arriba, fundamentando así formas tributarias de
explotación y el balance y tensión de fuerzas que éstas suponen (en oposición a
la autorregulación mercantil de la sociedad civil)
La
urbanización es un proceso que acompaña la industrialización, no porque las
industrias se localicen preferentemente en las ciudades (muchas veces no es
así), sino porque la acumulación primitiva que da pie para la industrialización
y la generalización de la forma mercantil, supone una migración de campesinos
desposeído de sus tierras hacia las
ciudades. Este proceso supone la reunión e amplias masas de trabajadores
desarraigados en las ciudades, lo cual explica un tipo de movilización masiva
resistente con cierta imagen de sociedad futura (utopismo)
Gran
Bretaña se mantuvo hegemónica ampliamente hasta finales del siglo XIX (en 1860
poseía el 2% de la población mundial, mientras contenía el 45% de la producción
industrial mundial)
El
proyecto nazi-fascista estudió la estructura de la Commonwealth para imitar su
forma en una posterior expansión.
Así,
como existe una formación social global tendencialmente expansiva, también
existe un proceso de formación de clases global, junto con una socialización
internacional de la fuerza de trabajo
Durante
el periodo de hegemonía Británica, la tendencia dominante en la capacidad
industrial era a concentrar en el “centro lockeano” su contingente más crecido,
y a disminuir en los países contendores. En lo que refiere a la transición
entre centros hegemónicos, el trasvase de poder de poder hacia eeuu fue uno más
paulatino y gradual, una “transición-fusión” pacífica (ya en el siglo XX
firmaron un tratado de no agresión mutua, por ejemplo)
La
idea de un centro lockeano supone una suerte de integración progresiva de
formaciones sociales. Así, primeramente se fusionan eeuu y Gran Bretaña; luego
se integra Francia (la cual no pierde el rasgo hobessiano de su Estado).
Centro lockeano-retadores en la industria del
algodón y grandes guerras
Total
Heartland (100)
|
1834
|
1852
|
1861
|
1867
|
1913
|
||
Gran
Bretaña
|
87.7
|
76.6
|
72.9
|
Guerra
Civil
|
81.0
|
64.5
|
|
EEUU
|
12.2
|
23.4
|
27.1
|
Guerra
Civil
|
19.0
|
35.5
|
|
Retadores
|
|||||||
Francia
|
21.9
|
19.1
|
12.9
|
Guerra
austro-prusiana
|
16.9
|
Guerra
Franco-prusiana
|
8.6
|
Alemania
|
5.5
|
3.8
|
5.3
|
Guerra
austro-prusiana
|
4.8
|
Guerra
Franco-prusiana
|
12.8
|
Austria-Hungría
|
7.0
|
5.9
|
4.2
|
3.6
|
5.6
|
Centro lockeano-retadores en la producción de hierro
y grandes guerras mundiales
Total
Heartland
(100)
|
1880
|
1900
|
1910
|
1925
|
1938
|
1950
|
1957
|
|||
EEUU
|
42.8
|
61.3
|
72.8
|
75.5
|
62.7
|
78.3
|
74.5
|
|||
Gran
Bretaña
|
44.2
|
29.5
|
17.8
|
Primera
Guerra Mundial
|
12.3
|
23.5
|
Segunda
guerra Mundial
|
14.4
|
15.6
|
|
Francia
|
13.0
|
9.3
|
9.4
|
12.2
|
13.7
|
7.3
|
9.9
|
|||
Retadores
|
||||||||||
Alemania/FRG
|
23.6
|
38.2
|
36.0
|
12.0
|
51.8
|
10.5
|
18.2
|
|||
Rusia/URSS
|
9.9
|
13.0
|
Guerra
ruso-japonesa
|
9.7
|
3.1
|
39.6
|
23.8
|
34.7
|
||
Japón
|
-
|
-
|
-
|
2.2
|
14.3
|
4.3
|
9.4
|
Centro lockeano-retadores en el desarrollo de la
“producción” de pasajeros por automóviles
Total
Heartland (100)
|
1960
|
1982
|
EEUU
|
54.4
|
31.3
|
Canada
|
2.6
|
5.1
|
EEC
(incluye GB)
|
42.0
|
61.3
|
Australia
|
1.0
|
2.3
|
Retadores
|
||
Japón
|
1.3
|
43.3
|
URSS
|
1.1
|
8.3
|
Brasil
|
0.3
|
3.0
|
“Por
lo tanto, el desafío al capitalismo deviene grandemente externo a él, un desafío
entre sistemas” (1930). El autor denomina como liberalismo corporativo al
consenso keynesiano-fordista.
La
inversión extranjera directa fue abrumadoramente hecha desde las economías
pertenecientes al “centro lockeano” (1930 en adelante). “Si tomamos la
industria del automóvil como indicador de esta fase, la URSS nunca tuvieron
siquiera una chance de alcanzar al “centro lockeano”, y los esfuerzos en este
sector nunca igualaron el desafío que de hecho podía postular en la industria
pesada”
“Cuando
la revolución microelectrónica hizo su impacto en el desarrollo capitalista, el
bloque soviético fue completamente superado por la nueva camada de “retadores”,
tanto por Estados vasallos como Taiwán y Corea del Sur, como los países
productores más grandes de América Latina” (sus exportaciones de maquinaria y
equipo a la ocde habían bajado de 22.7% a 4.6% -del total de exportaciones
fuera de la ocde hechas hacia la ocde- entre 1973 y 1987). “La posición
retadora de URSS había sido ya reducida a la dimensión diplomático-militar…”
“Por
lo tanto, en el ámbito textil, los estados del “centro lockeano” se habían
afianzado a sí mismos en un cartel hasta 1990, el “Acuerdo Multifibra”, antes
que el control fuera efectivamente tomado por las grandes corporaciones
operando en el mercado mundial liberalizado. En este escenario, aún bien
reciente, los estados asiáticos vasallos podrán competir con las grandes
corporaciones del centro lockeano en la producción textil intensiva en
capital”
“En otras
palabras, la producción textil capitalista está en camino de devenir global
doscientos años después de la revolución industrial en Inglaterra, pero sólo
después de que el gran capital de los Estados del centro lockeano fue capaz de
hacerse con el control del mercado mundial a partir de un cartel antecedente”
En
lo que refiere a la segunda generación de la industrialización (hierro), sólo
en 1997 China habría devenido el mayor productor de hierro del mundo; sin
embargo, su posición sólo sería un 52.1% de la producción de hierro en el
centro lockeano (eeuu, cuatro más grandes productores de europa).
El autor predice
la generalización de la tendencia a una crisis de desgaste:
a)
Desgaste
de la biosfera en función de la recurrente acumulación primitiva
b)
Desgaste
de la internacionalización del capital (habrá una regresión en la socialización
internacional del trabajo, con circuitos desarticulados de dinero-capital y el
componente especulativo que esto supone –minando de esta forma la capacidad
productiva-)
c)
Desgaste
de la expansión geopolítica del “centro lockeano” (la dilución de la sociedad
civil transnacional y el retorno a un imperialismo belicoso)
La
estrategia para contener la industrialización de las formaciones retadoras
implementada por eeuu en los 80’s (un corte radical de la inflación del dólar,
con la subsecuente alza sustantiva en las tasas de interés y una reducción en
el mercado de exportación para los países retadores), ha sido probado y ha
funcionado (hasta el momento)
II.
Fortunas e infortunios del post-fordismo (Alain Lipietz)
En
tiempos de crisis se tiende a idealizar el orden social en declinación en tanto
que paraíso perdido. Esto es lo que sucede con la crisis del fordismo: el
periodo que lo subsigue es una transición entre distintos nuevos modelos.
Empero, si bien el neo-taylorismo (“modelo flexible” o “liberal
productivista”), con base en eeuu pareciera el predominante, aún no se
encuentra estabilizado y ante él se yerguen modelos competidores menos
liberales en Asia y Europa.
Sociedad del
globo de aire caliente (forma
gráfica de presentar la estructura social)
-
Fordismo-taylorismo:
una particular organización del trabajo (un paradigma tecnológico) que
habilitaba alzas de productividad sostenidas. Descansaba en la división entre
los que conciben y los que ejecutan
-
Una
lógica macroeconómica (régimen de acumulación) basada en la redistribución
sistemática de las alzas de productividad a cada clase social (poder de compra,
demanda agregada)
-
Un
modo de regulación, un paquete de reglas de gobierno que suponía un sistema
centralizado de redistribución de las alzas en la productividad, una red
estabilizada de negociación colectiva, legislación social y un Estado de
bienestar
Una
estructura social como un balón de aire caliente panzón -pocos ricos, pocos
pobres y muchos en el medio- la cual se eleva continuamente y como un todo. Una
forma de escalera social donde las distancias sociales permanecen iguales, pero
todas se elevan juntas
Kalecki:
identificó el vínculo perdido entre Marx y Keynes en su refugio en Inglaterra
en el periodo entreguerras. Escribió: “Quienes ganan un salario gastan lo que
ganan, los capitalistas ganan lo que gastan”
Globalización:
la internacionalización extensiva de los mercados y las redes productivas sin
una correspondiente armonización de los compromisos salariales.
La
“teoría” del fin del trabajo no se condice ni siquiera con la tendencia
dominante en la esfera productiva: las alzas en la productividad han sido mucho
menores desde finales de los 70’s que durante el “consenso keynesiano”
(1949-1974: 5.2%; 1974 -: 2.6% -en Francia-). En la misma línea, la eficiencia
del capital (el valor del producto en relación con el valor del equipo
utilizado para producirlo) está decreciendo continuamente (hasta un 43% en
Francia desde 1965)
“Hoy
en día, en Francia, tal como en los Estados Unidos, la crisis ha finalizado
para el capital. La tasa de ganancia ha sido restaurada al nivel que tuvo entre
1950 y 1970. ¿Quién ha pagado por esto? En gran parte, los trabajadores”
Esto
se basa en una definición particular de la tasa de ganancia: ganancia sobre
capital invertido, lo que es igual a= la tasa de margen (la ganancia sobre el
valor añadido), multiplicada por la eficiencia del capital (valor añadido sobre
capital invertido). Aún si esta segunda tiene una tendencia a “caer” (como
diría Marx), la tasa de ganancia puede ser reestablecida por una más rápida
reducción en la porción asignada a los salarios (pareciera definir la tasa de
margen como la tasa de plusvalor: cuánto del valor añadido es ganancia y cuánto
es salario)
La
reducción de la eficiencia del capital ha sido compensado por alzas en la
productividad (30% en 12 años en Francia) que no han implicado una reducción en
las horas de trabajo o un incremento en los salarios reales (desde 1973, los
salarios reales se han reducido en eeuu en un 10%).
Alternativas
al neo-taylorismo flexible: movilización de recursos humanos para promover la
productividad, movilización de los trabajadores en la batalla competitiva de la
productividad y la calidad. Este camino involucra promover activamente el
crecimiento de la productividad del trabajo, sin necesariamente descansar en
una progresivamente sofisticada y costosa maquinaria. Esta alternativa puede
ser “comprometida” al nivel de la firma individual (Japón), de la rama de
producción (en Alemania y el norte de Italia), o de toda la sociedad
(Escandinavia)
Estos
modelos alternativos son los que han triunfado, según Lipietz (son la tendencia
que se generalizará). La tasa de ganancia se ha recuperado en estos países
mediante una mayor productividad del trabajo, la cual ha borrado la
ineficiencia del capital. El mayor compromiso de los trabajadores en el control
de la producción ha supuesto que Alemania y Japón tengan los salarios más latos
del mundo pero sean a la vez muy competitivo en productos de alta calidad y
precio (lo que ha determinado un redistribución del plusvalor mundial en
dirección a estos países)
Todo
este argumento difiere de lo que elabora Moseley, para quien la tasa de
ganancia se ha recuperado sólo en un 30% a sus niveles de 1960. Este otro
autor, que si trabaja con conceptos marxistas rigurosos, también establece que,
desde finales de los 70’s, la economía en general ha estado estancada
(artículos posteriores en este mismo libro le darán en algún sentido la razón a
Moseley)
La sociedad del
reloj de arena
(forma gráfica de presentar la estructura
social)
-
Desde
finales de los 70’s, principios de los 80’s
-
Francia
escogió el modelo anglosajón (neotaylorismo-flexible) con los primeros ministros
Raymond Barré y Laurent Fabius (“la France qui gagne”- “la Francia que gana”-)
-
Un
medio que se reduce, pocos muy ricos, y muchos muy pobres
-
Desempleo
estructural (permanente): exclusión. Esto es una novedad en los centros
capitalistas; no constituye un ejército de reserva: ni siquiera disciplina a la
fuerza de trabajo activa
-
Los
excluidos no tienen ya el potencial de ser contratados. Lo que es ganado y
gastado por los trabajadores integrados no los beneficia: una alza en los
salarios no es suficiente para producir nueva demanda y así fomentar la
producción y el empleo; por el contrario, corre el riesgo de perderse en
importaciones
Desde
1945, Francia estuvo muy necesitada de mano de obra, dadas las bajas de la
guerra. Aún con la migración campo-ciudad y la repatriación de mano de obras de
las excolonias (Argelia), hasta 1975 el flujo de población inmigrante necesaria
fue creciente y progresivo (llegaron a componer el 7.4% de la población en
1975)
“En
la sociedad del globo de aire caliente, en tanto el montante de salarios
representa algo así como el 70% del producto total, las firmas no tienen
ninguna preocupación acerca de la demanda efectiva: nunca les faltarán
consumidores. Rn la sociedad del reloj de arena, este porcentaje cae
peligrosamente a cerca de un 50% (56% en Francia en 1994). ¿Será gastada la
otra mitad del ingreso? Esto depende del estado de ánimo de los ricos”
“La
dinámica económica de la sociedad del reloj de arena es entonces profundamente
cíclica: en ciertos puntos los ricos ahorrarán mucho y la producción declinará,
en otros momentos ellos gastarán mucho y la producción se descontrolorá”
“La
globalización se refiere a la interdependencia creciente entre los mercados
nacionales que lleva hacia un mercado mundial unificado. Estamos aún lejos de
esto, pero la integración de los mercados nacionales, o por lo menos
continentales, está procediendo a prisa. Antes, cuando el flujo de demanda
decrecía en un país, podíamos esperar compensarla expandiendo los mercados en
otros países. Hoy en día, todo un continente, o incluso los tres grandes
bloques regionales (Europa, América y Asia) pueden encontrarse en recesión
simultáneamente”.
(Comentario:
se olvida que no hay nada especialmente nuevo en esto: las crisis del capital
han sido antes ya mundiales (1930, 1873, 1973, etc)
Contradicciones
neoliberales: se hacen recortes en el gasto público y en los servicios
estatales, mientras se le pide a la gente que consuma. En realidad, se pide a
los asalariados ricos que consuman y a los capitalistas…
Contradicción
actual: una política monetaria expansiva, que baja la tasa de interés
(incentivando al capital a invertir y a las familias a gastar en casas, por
ejemplo) es posible en un centro hegemónico (cuya moneda es la divisa mundial);
sin embargo, no es posible en países que deben equilibrar sus “balanzas de
pago”: éstos deben mantener fuertes sus monedas, para lo cual alzan sus tasas
de interés de modo de atraer a capital extranjero)
Aún
si Europa y Japón entraron al nuevo siglo estancados, en crisis y con desempleo
estructural, mientras Estados Unidos lo hizo con buen crecimiento y nivel de
empleo, el autor sigue manteniendo que el modelo europeo y japonés es superior
al norteamericano. No necesariamente porque es más equitativo, sino porque es
más competitivo. Lo paradójico de la situación de final de siglo se explicaría
por la variable de los modos de regulación. Mientras en Europa la unificación
monetaria (Acta única Europea -1988-, Tratado de Maastricht-1992- ) se dio en
el marco de una política monetaria y presupuestaria extremadamente restrictiva
y los mercados (como “salidas”) tradicionales de Europa del este colapsaban por
el quiebre de la Unión Soviética, en eeuu, la reserva federal conducía una
política semi-keynesiana expansiva en términos económicos. En el caso de Asia, primeramente
hay que establecer la heterogeneidad de sus modelos (desde los círculos de
calidad japoneses, al taylorismo primitivo de Tailandia). La unidad de la
región está dada por su la ligazón de las monedas del base de la jerarquía de
valor con el dólar, el cae se depreciaba en relación con el yen. Por otro,
mientras el resto del mundo se desindustrializaba, el capital financiero acudía
a Asia y la región crecía y se modernizaba (1985-1997). Esta tendencia se
revirtió en 1997: la crisis financiera asiática fue una típica crisis de
sobreproducción (superacumulación). A partir de ahí el yen se desvalorizó con
respecto al dólar.
El
boom norteamericano de los 90’s también se explica por los “trabajadores
pobres” (pobres productivos y mal remunerados). Esta situación próspera se verá
prontamente terminada por una crisis (la cual, al igual que la crisis de 1929,
será una crisis de escasez de demanda). La misma, por lo demás, será también
mundial. Se aboga por un retorno a un paradigma redistributivo de tipo más
fordista-keynesiano.
(Críticas:
empíricamente autores sostienen alternativamente que: Japón entró en
estancamiento a mitad de los 80’s –cuando la tasa de ganancia comienza a caer
en línea con la tasa yanqui que cae antes-; que Japón estuvo estancado toda la
década del 90’ –hito en la crisis de 1992-. Existen interpretaciones
alternativas de la crisis de 1929: no derivada de una teoría del subconsumo
–como la que soporta Lipietz-, sino de la TDTG –Henryk Grossman-, o de la
desproporcionalidad –artículo posterior en este libro-)
Se
acepta la idea mítica del “capitalismo casino”
III.
La desintegración del
capitalismo: una fase de transición excapitalista (John Bell y Thomas Sekine)
El
capitalismo se ha desintegrado y ya no vivimos en una sociedad propiamente
capitalista.
Capitalismo
(dos definiciones)
a)
Un
capitalista utiliza cierta cantidad de dinero como capital, esto es,
invirtiéndolo (avanzándolo) en un tipo de empresa u otro, con el propósito de
beneficiarse de él (Capitalismo I)
b)
Aquél
sistema social al cual la expansión de esas actividades capitalistas ha dado
nacimiento (una sociedad capitalista, Capitalismo II)
Se
propone que el capitalismo II puede diluirse mientras el capitalismo I se
refuerza.
(Comentario:
la distinción analítica es errada. Con la noción de capitalismo se hace
referencia a un modo de producción, un marco estructural erigido a partir de
una forma particular de organizar el trabajo. Las conductas de los individuos
son subsidiarias y no definen ningún modo de producción, sino que lo hacen
funcionar –le proporcionan su dinámica particular-. Esto es, una conducta
llevada por el interés de la ganancia no es susceptible de definir nada: la
intención de acumular y sustraer rentabilidad es transhistórica –es anterior al
capitalismo-. El capitalismo sólo puede significar: unas formaciones sociales
determinadas donde la desposesión de los productores de sus medios de
producción y subsistencia articula una totalidad en la cual los propietarios
privados de ellos producen anárquicamente para el mercado. La búsqueda de la
ganancia es una categoría sistémica no renunciable; esto es, si existe un modo
de producción capitalista, los agentes del capital explotarán trabajo en busca
de ganancia “necesariamente”. La idea de que existe una acción dirigida al
beneficio que logra su objetivo en términos sociales no dice nada del marco
estructural vigente. Para que exista mpc debe regir la ley del valor –existir
el mercado como ente generalizado-)
Los
autores postulan que el Estado Burgués “falleció” en el periodo entre-guerras.
El estado socialdemócrata o de “bienestar” (y el fascista) no serían ya Estados
burgueses.
(Comentario: existe una confusión
importante en los términos. La noción de Estado burgués será siempre
descriptiva, a lo más rigurosamente “cultural”. La forma de Estado debe ser
conceptualizada de acuerdo a la naturaleza de sus funciones en un modo de
producción determinado. La referencia correcta es el carácter capitalista o no
del Estado. Con respecto al fascismo, es pertinente precisar que cristaliza en
una forma de gobierno que desarrollo un tipo de capitalismo –el capitalismo
monopolista de Estado-. Con respecto a esto ver Poulantzas y Sweezy. Con
respecto a los estados socialdemócratas, es importante destacar que no
eliminaron la vigencia de la ley del valor y el mercado; todo lo contrario,
ampliaron la mercantilización de la vida social asalarizando a los trabajadores
y sometiendo a la producción capitalista las esfera más íntimas de la
reproducción social. Teniendo esto en cuenta, es crucial enfatizar en la
imposibilidad de la tesis de los autores)
El
Estado socialdemócrata desarrolló el Capitalismo I, pero hizo retroceder al
Capitalismo II, al cual sólo le dejó una zona de funcionamiento segura más
reducida (¡!). Este proceso pudo ser llevado a cabo por el nacimiento de un
nuevo modo de producción fordista (¡!),
el cual suponía una elevada tecnología avanzada y alzas de productividad
suficientes para que el excedente fuera repartido de manera amigable entre
capitalistas y obreros (¡!)
Luego
de la segunda posguerra hubo de reconvertirse la mayor parte de la producción
destinada a armamento en bienes de consumo y de capital. Esto fue facilitado
por el plan Marshall, las políticas keynesianas (Acta de empleo de 1946), la
vuelta de los soldados (poder compra y fuerza de trabajo), la liberación de los
“fondos de guerra” (el Estado devolvía lo que le habían prestado los privados
durante la guerra, lo cual podía invertirse y consumirse), el crecimiento de la
demanda externa (plan Marshall), etc
Época
del capitalismo II (antes del periodo entreguerras): del carbón o la hulla
Época
del capitalismo I (desde el periodo entreguerras): del petróleo
“El carbón y el petróleo son ambos
combustibles fósiles; por lo tanto, uno puede hacerse la impresión de que sus
efectos económicos son similares también. Nada está más alejado de la
verdad. Mientras las minas de carbón
implican la dureza del trabajo físico y usualmente están asociadas con la
imagen de “macho” del minero resistente, el petróleo es sacado de la tierra de
manera casi automática una vez la misma es perforada. Contrariamente al
carbón, el petróleo no solamente puede hacer funcionar motores de combustión
interna, sino que también puede reemplazar muchas materias primas con
materiales sintéticos (fibras, resinas, detergentes). Por lo tanto, causa
revoluciones energéticas tanto en la producción como en el transporte, al
tiempo que impulsa la desvinculación de la industria de la agricultura hasta su
mismo límite. Con el petróleo, puede
ser incluso afirmado que, en principio, los seres humanos se encuentran
liberados del dolor y la fatiga del trabajo productivo (trabajo que produce
objetos materiales), en tanto su movilización y despliegue no determina más la
estructura básica de la sociedad humana”
(Comentario: los autores trabajan con
una noción errada de “trabajo productivo”, en tanto la misma es fisicalista y
reproduce la ideología de la división entre trabajo manual y trabajo
intelectual)
La
época fordista supuso un acusamiento de la concentración y el monopolio (las
empresas gigantes más productivas se apropiaban de más valor del que producían,
por lo que crecían en tamaño y natalidad mucho más rápido que las empresas
pequeñas y de baja productividad)
Las
crisis petroleras se interpretan como crisis de devastación de la naturaleza y
de sobreexplotación de los recursos naturales. A esto se suma una explicación
de la crisis del modelo fordista fundada en la tesis del subconsumo o en alguna
versión keynesiana de ésta.
Se
acepta la idea mítica del “capitalismo casino” y el postfordismo
Se
toman cómo los hechos más importantes de los 70’s a:
-
Las
crisis petroleras
-
La
caída del régimen financiero internacional de tasa de intercambio fijas
(¡No
existe ninguna referencia a la producción, la tasa de ganancia, la crisis de
subconsumo, desproporcionalidad, la
TDTG, o incluso las acusadas luchas de clases a lo largo del planeta!)
El
alza de los precios del petróleo en tres o cuatro veces por el cartel de la
opep, supuso un cambio en la matriz tecnológica: de bienes “grandes-pesados-largos-gruesos”
que eran altamente consumidores de energía, a bienes
“pequeños-livianos-cortos-delgados” que eran ahorradores de energía. Así, la
microelectrónica, la fibra de carbono y la genética fueron las bases para un
nuevo tipo de alta tecnología, la cual reducía costos y era más flexible
Se
establece la emergencia de un nuevo modo de producción post-fordista y el mito de
la sociedad del conocimiento. El mito es enfatizado por la “creencia” en la
existencia de unas sociedades post-fordistas en las cuales el trabajo
productivo es muy menor, siendo más relevante el trabajo intelectual en el
sector servicios, el cual no produce objetos materiales (toda esta disquisición
descansan en nociones erradas de trabajo productivo)
Las
grandes corporaciones pidieron prestados cada vez menos fondos por el
estancamiento de la economía, la baja demanda, la necesidad de recortar gastos
en función del cambio en la matriz energética, y también en función de su
propio autofinanciamiento. Así, cuando incluso el gran capital industrial
comenzó a operar sus fondos sobrantes en el mercado financiero, es que se
estabilizó una situación en la cual existió gran cantidad de dinero ocioso: de
aquí los préstamos al tercer mundo y la “financiarización”.
Se
sostiene que la mayor parte del trabajo actual es improductivo (bajo una noción
errada de “productivo”). Asimismo, estaríamos en una sociedad de la información
en la cual la base material ya no determinaría la superestructura (la economía
sería sólo determinante hasta la época del carbón, no del petróleo). Se
sostiene que la ley del valor deja de tener vigencia en tanto lo que prima es
la redistribución en función de las rentas absolutas (e.g. petróleo)
Existen
ciertos valores de uso que no pueden devenir valores de cambio (funcionar bajo
una lógica capitalista). Esto es lo que sucedería bajo el postfordismo
(¡ejemplos!...¡desarrollo lógico de la aserción teórica!)
La
financiarización del capitalismo será el fin (muy próximo ya) del capitalismo
I.
Ver
crisis Rusa de 1998
Interpreta
el capitalismo II como basado en el intercambio (mercado), el capitalismo I de
la socialdemocracia en la redistribución (planificación), y la sociedad futura
como basada en la reciprocidad (contrariamente a la dos anteriores, es una
sociedad feliz no basad en la producción). Utiliza aquí los principios
pergeñados por Polanyi
Los
autores se basan el hecho de que un capitalismo en regla mercantiliza la
totalidad de los “valores de uso”. Mientras menos valores de uso el sistema
mercantiliza menor grado de capitalismo tenemos. Esta es una noción
estadístico-cuantitativa errada de la realidad. Primero, y fundamentalmente,
porque ignora la noción de dominancia. Segundo, porque ignora que el
capitalismo, como conceptualizado por Marx, supone la necesidad de esferas no
mercantilizables (presencia del Estado, por ejemplo). Tercero, la no
mercantilización de ciertas esferas de la vida no es relevante si las mismas no
suponen bienes producidos (ergo, la articulación de modos de producción), y, por
el contrario, estos valores de uso son “libres”. La idea de que el capitalismo
posea límites objetivos en la imposibilidad de mercantilizar ciertos “valores
de uso”, sólo pondría coto a su dominancia en el caso de que los mismos
existieran en función e otros modos productivos: si no es así, la tesis deja de
ser materialista, en el sentido de que la reproducción de la sociedad deja de
ser determinada por la producción –y en un sentido deja de ser racional, porque
no es consciente del vínculo eterno entre el hombre y su entorno, siempre
mediado por el trabajo y la producción.
La idea de desincrustamiento (desvinculación)
de la “economía” con respecto de la “sociedad”, es entendida como un paralelo
de las tesis materialistas de Marx. Esto es igualar un paradigma teórico que se
caracteriza por no hipostasiar lo real-social /Marx9, con uno que eminentemente
hipostasia esto mismo (Polanyi)
IV.
El desarrollo capitalista bajo una perspectiva
histórico-global (Giovanni
Arrighi y Jason Moore)
La
dinámica de los capitalismos nacionales debe ser distinguida de la dinámica del
capitalismo global. Si bien ambas dinámicas se imbrican y relacionan
recíprocamente, son, no obstante, diferentes.
Para
analizar la dinámica del capitalismo mundial debe entenderse que el mismo no se
compone de una “suma” de Estados nacionales, sino que se desarrolla en el
contexto de un sistema de tales estados.
En
la historia del capitalismo mundial pueden distinguirse cuatro ciclos
sistémicos de acumulación (fases de desarrollo capitalista), cada uno de ellos
subdividido en dos fases: una de expansión material y otra, subsecuente, de
expansión financiera. Cada uno de estos ciclos sistémicos se solapa en su
declinación con el advenimiento del siguiente. Esto es porque los momentos de
expansión financiera no han constituido sólo el crepúsculo de un régimen de
acumulación, sino también el momento de transición de un régimen a otro (y de
un liderazgo a otro). Asimismo, su dinámica secuencial es progresiva: bajo una
suerte de reproducción ampliada, el capitalismo mundial va deviniendo mundial y
profundizándose desde el primer ciclo hasta el último (cuarto, actual).
“El
capitalismo financiero no fue ningún hijo recién nacido de los 1900’s; yo
podría argumentar que en el pasado –digamos en Génova y Amsterdam- siguiendo
una ola de crecimiento en el capitalismo comercial y en la acumulación de
capital en una escala trascendente a los canales normales para la inversión, el
capitalismo financiero estaba ya en posición de tomar el control y dominar, por
algún tiempo al menos, las actividades del mundo de los negocios” (Fernand
Braudel)
Los
autores se afirman en esta cita de Braudel y en los largos desarrollos de
“Civilización y Capitalismo” (del mismo autor), los cuales tienen la premisa
citada como núcleo base.
También
se apoyan en la historia reciente del siglo XX: en sus comienzos era reconocido
el predominio del capital financiero; en las postrimerías del mismo sucede de
la misma forma.
“Déjenme enfatizar la cualidad que a mi
parece un rasgo esencial de la historia general del capitalismo: su
flexibilidad ilimitada, su capacidad para el cambio y la adaptación. Si
existe, como yo creo, una cierta unidad en el capitalismo, desde el siglo XIII
en Italia al presente occidental, es sobre todo aquí donde esta unidad debe ser
localizada y observada” (Braudel)
Durante
largos periodos, sin embargo, el capitalismo pareciera especializarse, como
cuando se arraiga en la industria productiva durante el siglo XIX. No obstante,
este tipo de especialización no le otorga al capitalismo su verdadera
identidad, lo cual sólo puede ser sostenido mediante una mirada de corto plazo:
“Después
del boom inicial de la mecanización el tipo más avanzado de capitalismo
revirtió hacia el eclecticismo, hacia una indivisibilidad de intereses
podríamos decir, como si la ventaja característica de situarse en las altura de
comando de la economía…consistiera precisamente en no tener que confinarse a sí
mismo a una única alternativa, de ser eminentemente adaptable, por lo tanto no
especializado” (Braudel)
Los
autores basan su teorización en la “fórmula general del capital”: D-M-D’. Una
suma inicial de dinero-capital permite una amplia flexibilidad y libertad de
movimientos, la cual se invierte en ciertas mercancías físicas sólo como un “medio”
para conseguir una flexibilidad y
libertad ampliadas. Así, la flexibilidad perdida y la limitación
acrecentada que supone la fijación del dinero-capital en la forma mercancía,
constituye no es definitiva, sólo temporal. Por lo demás, si de parte de los
capitalistas se observa que la posibilidad de mayor libertad y flexibilidad no
está dada por su futura transformación en mercancía, éstos sistemáticamente
mantendrán su dinero-capital bajo forma líquida (forma financiera que les
permite una mayor flexibilidad en lo presente)
“A
la luz de estas observaciones, podríamos interpretar la “fórmula general del
capital” de Marx (D-M-D’) como representado no sólo la lógica individual de las
inversiones capitalistas, sino también un patrón recurrente del capitalismo
histórico como sistema mundial. El aspecto central de set patrón es la
alternancia de épocas de expansión material (esto es, fases de acumulación D-M)
con fases de renacimiento financiero y expansión (esto es, fases M-D’)”
Cuatro
ciclos sistémicos de acumulación:
a)
Ciclo
genovés-ibérico (s XV al comienzo del s XVII)
b)
Ciclo
holandés (desde el final del s XVI al siglo XVIII tardío)
c)
Ciclo
británico (desde la mitad del siglo XVIII hasta el comienzo del siglo XX)
d)
Ciclo
estadounidense (desde el final del siglo XIX hasta el presente)
“Las
estrategias y estructura mediante las cuales estas agencias líderes
promovieron, organizaron y regularon la expansión o reestructuración de la
economía capitalista mundial es lo que entenderemos como régimen de acumulación
a escala mundial. El principal propósito del concepto de ciclo sistémico es
describir y elucidar la formación, consolidación y desintegración de los
sucesivos regímenes mediante los cuales el sistema capitalista mundial desde su
embrión en la edad media tardía hasta su dimensión global presente”
“Las
expansiones materiales ocurren en función de la emergencia de un bloque
gubernamental particular y unas agencias de negocios capaces de dirigir el
sistema hacia una más amplia y más profunda división del trabajo, la cual crea
las condiciones para mayores retornos al capital invertido en el comercio y la
producción”
Durante la fase de expansión material existe
una dinámica cooperativa entre los principales núcleos capitalistas (consciente
o inconsciente); sin embargo, una vez sucede una crisis de sobreacumulación de
capital (nuevas inversiones harían decrecer demasiado la tasa de ganancia),
emerge una dinámica competitiva entre éstos principales núcleos. En estos
momentos, la distinción analítica relevante no está signada por el
reconocimiento de la unidades características del sistema (e.g. formas
empresariales), sino que por las estructuras que dan forma al sistema mismo
(e.g. hoy en día, organizaciones internacionales como la onu, el fmi, el bm,
etc)
En los momentos
de crisis, de transición hacia una fase financiera, existen tres formas de
generar ganancias:
a)
Algunos
capitalistas realizan ganancias a costa de otros capitalistas, por lo que
existe una redistribución de las ganancias pero no una expansión en el total de
las mismas
b)
Las
ganancias de la clase capitalista como un todo se expanden a través de una redistribución
del valor entre las clases: se rompen los compromisos con los trabajadores, se
generalizan las acumulaciones primitivas, se establecen planes de
reestructuración, etc.
c)
La
rentabilidad del capital puede aumentar porque la esfera financiera permite a
los capitales individuales situar sus inversiones en las zonas de mayores
retornos (la forma líquida y móvil del capital financiero facilita esto, sumado
a su característica de gran acumulación de capitales dispersos)
La
forma a) ocurre en el momento en que la crisis de sobreacumulación liga el
final del momento de expansión material con el momento de expansión financiera.
Esta forma generaliza la dinámica competitiva y hace que cada capital prefiera
permanecer bajo forma líquida dados los bajos márgenes de ganancia. Ahora bien,
la misma no proporciona la explicación para las largas fases de expansión
financiera (por lo general de medio siglo); ésta sólo obtiene una base más
firme en función de la competencia interestatal por el capital móvil: ésta
determina rompimiento de compromisos con los trabajadores, reestructuraciones,
etc por parte de los estados individuales para atrae al capital móvil. Así,
sólo la forma b) (recién descrita), habilita una expansión financiera de cierta
duración, la cual se afirma porque de esta manera el capital móvil puede llegar
más fácilmente a las áreas de mayor rentabilidad (forma c)). Y este es el
vínculo final: la forma c) permite una superación del régimen de acumulación en
declinación por una nueva agencia dirigente (y la emergencia de una nueva fase
de expansión material)
Esto
último, según los autores no es mero accidente. Asimismo, para fundamentar la
acusada competencia interestatal paralela a la expansión financiera utilizan a
Max Weber.
La
idea de que el sistema de crédito y las deudas nacionales eran cruciales para
la transferencia de pluscapital desde los centros declinantes a los emergentes,
fue ya señalada por Marx. Aún si no es un elemento demasiado desarrollado en
su teoría, ya que incluso lo incluye dentro de los mecanismos de acumulación
primitiva, el mismo si cumple un papel en el desarrollo y profundización del
capitalismo como sistema mundial a través de agencias líderes diferenciadas a
través del tiempo.
“Las
deudas nacionales, e.g., la alienación del Estado –tanto despótico,
constitucional como republicano- marcaron con su sello la era capitalista…”
(Marx)
“Con
la deuda nacional emergió un sistema de crédito internacional, el cual
usualmente ocultó una de las fuentes de acumulación primitiva en esto u otros
pueblos. Fue así como los villanos del sistema veneciano de robo, formaron la
base secreta de acumulación de riqueza bajo la forma capital de Holanda, a la
cual Venecia le prestó grandes sumas de dinero en su decadencia. De la misma
forma fue con Holanda e Inglaterra…Una de sus líneas principales de negocios,
por lo tanto, fue el prestar enormes cantidades de capital, especialmente a su
gran rival Inglaterra. Y lo mismo está sucediendo hoy en día entre Inglaterra y
Estados Unidos” (Marx)
Si
bien Marx entiende que estos procesos no son parte de la dinámica de
funcionamiento del capital, sino su punto de partida, la cual cuestión merece
reflexionarse.
Los
autores se apoyan en cierta tradición intelectual para distinguir sus cuatro
“fases”. Braudel habla del largo siglo XVI (1450-1650); Hobsbawn del largo
siglo XIX (1776-1914) –hegemonía británica-. Así, entienden la existencia de cuatro siglos largos:
a)
Cada
uno de ellos subdividido en tres etapas: la primera, de expansión financiera,
en la cual el nuevo régimen de acumulación se desarrolla en el interior del
anterior. La segunda, de expansión material, mediante la cual la agencia líder
desarrolla y expande la nueva forma de acumulación. La tercera, de declinación
del régimen, momento en el cual un nuevo régimen de acumulación en competencia
comienza a emerger de las entrañas del crepuscular.
b)
El
inicio de una fase de expansión financiera (y de un siglo largo), se ha
denominado como “crisis señalada”. Crisis: marca un punto de giro, un tiempo crucial
de decisión. Este periodo puede manifestarse como una suerte de “época dorada”
(expansión y crecimiento); sin embargo, nunca implica otra cosa sino una crisis
subyacente a expresarse en el futuro.
c)
Se
denomina “crisis terminal” al momento en el cual el nuevo régimen de
acumulación sucede al anterior
Aún
si todos los “siglos largos” que han existido tienen una duración de más de un
siglo, progresivamente han devenido más cortos y con un proceso de expansión
mayor y más rápido (220 años para Génova-Iberia; 180 años para Holanda; 130
años para Inglaterra; 100 para años eeuu). Asimismo, cada régimen supone un
centro de liderazgo cada vez más grande y complejo.
a)
Génova: una pequeña
ciudad-estado dividida y sin defensas militares propias (debía “comprar” su
defensa militar –externalización-); menor en territorio controlado y poder a
las potencias de su época. Aún así, su clase dominante (constituida a través de
una diáspora cosmopolita), logró “dominar” al resto de las potencias a través
de su poder financiero y comercial haciéndolas competir entre sí por sus
recursos líquidos.
b)
Holanda: las provincias
unidas combinaron elementos de las declinantes ciudades-estado y los emergentes
estados nacionales. Con su suficiente poder comercial para transferir los recursos
coloniales que canalizaba España, así como también para defenderse navalmente
de Inglaterra y terrestremente de las otras potencias (internalizó los costos
de protección)
c)
Britania: funcionó
incorporando los dos elementos anteriores –logró que los estados rivales
compitieran por su capital móvil como Génova; logró internalizar sus costos de
protección como Holanda-, al tiempo que le sumaba la internalización de los
costos de producción: ahora la producción agrícola y manufacturera era
realizada internamente. Asimismo, ya no sólo era un Estado- nación, sino un
imperio territorial.
d)
Estados Unidos: era más que un
imperio territorial colonial, era un complejo militar industrial continental.
Internalizó no sólo los costos de producción y protección sino que también los
costos de transacción: los mercados de los cuales dependía la autoexpansión del
capital
Cada
uno de estos “ciclos” ha supuesto la revitalización de aquél patrón y régimen
anterior al cual los mismos sucedían. Esto es, la internalización de los costos
de protección por parte de Holanda supuso un revivir del capitalismo de estado
veneciano (anterior a la hegemonía de Génova); la internalización de los costos
de producción por parte de Inglaterra implicó una revitalización del
cosmopolitismo genovés y el territorialismo español; la internalización de los
costos de transacción por parte de eeuu, llevó a una reemergencia de las
prácticas hegemónicas holandesas.
Esta
dinámica se enmarca en una suerte de movimiento pendular: desde regímenes de acumulación
“imperiales-cosmopolitas-expansivos” (difusión geográfica), a regímenes de
acumulación “corporativos-nacionales intensivos” (consolidación y
profundización geográfica). Los primeros están representados por Génova e
Inglaterra, los segundos por Holanda y eeuu. Este movimiento pendular oscurece
la tendencia a la ampliación, profundización y generalización del capitalismo y
sus sucesivas agencias dominantes: en la transición hacia regímenes expansivos
se magnifica (en lo apariencial) la amplitud alcanzada por la estructura; en la
transición hacia regímenes intensivos pareciera encogerse (en lo aparente) la
tendencia a la difusión-ampliación del capitalismo y sus agencias.
En la comparación ente regímenes
expansivos-cosmopolitas se visualiza el acortamiento del tiempo de vida de
regímenes más densos y amplios (el ciclo inglés duró 130 años, un 40% menos que
la duración del ciclo genovés; el ciclo norteamericano ha durado 100 años, un
45% que el ciclo holandés.
“Esta
contradicción entre la autoexpansión del capital por una lado, y el desarrollo
de las fuerzas materiales de producción y un apropiado mercado mundial por el
otro, puede de hecho ser reformulada en términos incluso más generales que los
que Marx utilizó. Porque el capitalismo histórico como sistema mundial de
acumulación, devino un “modo de producción” –esto es, internalizó sus costos de
producción- sólo en su tercera fase de desarrollo (Britania). Y, sin embargo,
la principal barrera al desarrollo capitalista es el capital mismo, que la autoexpansión
del capital existente está en constante tensión, y recurrentemente entra en
contradicción abierta, con la expansión del intercambio mundial y la producción
y la creación de un mercado mundial apropiado –todo esto estaba claramente en
moción durante las dos primeras etapas de desarrollo, a pesar de la continua
externalización de la producción agrícola e industrial por las agencias
dominantes de la acumulación de capital en escala mundial”
En ambas fases
el puto de partida y de clausura de la producción y el intercambio mundiales
como un fin en y por si mismo por parte de una agencia capitalista particular. En la primera
etapa, los grandes descubrimientos, la expansión del comercio a larga distancia
dentro y a través de los límites de imperio ibérico, y la creación e un mercado
mundial embrionario en Antwerp, Lyon y Sevilla, fueron para el capital genovés
un mero medio de su autoexpansión. Y cuando alrededor de 1560 estos medios ya
no sirvieron más a este propósito, el capital genovés rápidamente se desmarcó
del comercio para especializarse en la finanza.
“Desde este
punto de vista, en el siglo diecinueve el capital británico simplemente repitió
un patrón que había sido establecido mucho antes de que el capitalismo
histórico como modo de acumulación deviniera también un modo de producción”
“El mismo patrón fue repetido 100 años después por
el capital norteamericano. Este último giro desde el comercio y la producción
hacia la especulación financiera y la intermediación –como los tres siglos análogos
de los siglos anteriores- puede ser interpretado como reflejando la misma
contradicción subyacente entre la autoexpansión del capital y la expansión del
mercado y la producción mundiales, que en nuestro esquema corresponden al
desarrollo de las fuerzas productivas en la sociedad mundial. La contradicción
es que la expansión del comercio y la producción mundiales fue en todas las
instancias un mero medio en la tarea signada primariamente por el incremento
del valor del capital, y sin embargo, tendió a reducir la tasa de ganancia y
así a disminuir el valor del capital”
(Comentario: la idea de los
ciclos de acumulación, cuando retroproyectada a un tiempo anterior a la
afirmación del mecanismo del plusvalor relativo, es problemática. Asume que la
dinámica cíclica del mpc no se transforma cuando éste deviene dominante –al
momento en que se afirma el plusvalor relativo-)
(Comentario: se conjunta comercio y
producción para oponerlo a las finanzas –más bien comercio y finanzas van
ligados, como opuestos a la producción-. La contradicción entre fuerzas
productivas y relaciones sociales de producción –entre la productividad y sus
frutos y las relaciones sociales de producción: el trabajo asalariado
concomitante a la propiedad privada de los medios de producción, esto es, la
producción para la ganancia, para un margen de ganancia que no puede decrecer a
ojos del capitalista individual –la presencia de las clases-….es reemplazada
por el desarrollo de la producción y el comercio (mercado mundial) como opuesto
a la valorización del capital –la idea del valor que se autolimita; sin
embargo, no se especifica el proceso concreto que produce la contradicción-.
Así, Arrighi se queda en la fórmula aún vacía de contenido de “valor de cambio”
como opuesto a “valor de uso” (valor que se autolimita). La contradicción entre
la ffpp y la rsp especifica y concretiza esta fórmula general, le otorga un
contenido sustantivo –de ahí su vinculación con los modos de producción y su
transformación-. Por otro lado, la fórmula generalizante valor de cambio/valor
de uso está afincada en una lógica dinámica de los modos de acumulación (a los
cuales es ajena la noción de determinancia). Además, está el punto de que la
dinámica del “modo acumulación” no es inherentemente relacional (ni clasista):
la lucha de clases pareciera no cumplir ningún papel. En último análisis el
esquema lógico que presentan los autores elimina la determinación por la esfera
productiva, ya que es el comercio y la finanza lo que domina unas formas
productivas externas aún no asalarizadas, en el caso de las dos primeras fases
descritas. Sería, por tanto, un “capital” exento de clase obrera el que
dominaría a formas productivas anteriores. Y, en estrechamente vinculado con
esto, la dinámica lógica presentada, aún si mantiene la noción de inmanencia,
no supone que la dinámica deviene transformación mediante una relación entre
clases (ligadas y que se explican por sus relaciones de producción) sino por una
contradicción no relacional: el capital consigo mismo –el valor que se
autolimita-. Ahora bien, la idea hegeliana de un valor que se autolimita sólo
tiene sentido si se la incluye bajo el marco clasista propuesto por Marx: el
capital es una relación social de producción que supone la clase obrera; no,
como proponen los autores una entidad que se autoexpande sin base de
sustentación propia (en términos rigurosos la fórmula propuesta por estos
autores no es de autolimitación, sino de limitación externa: son los valores de
uso producto de formas productivas externas –no asalarizadas-, lo que limitan
la acumulación). Asimismo, se reemplaza la dinámica-transformación entre modos
de producción por una dinámica no relacional entre fases cíclicas de
acumulación: se sustrae la noción fuerte de revolución –determinada por la
lucha política de clases- por una competencia “gradual” entre Estados (los
estados reemplazan a las clases y el cambio en la hegemonía de uno y otro no es
función de una revolución.
Otro punto importante es que la
reinterpretación del mecanismo del cambio social por Arrighi y Moore supone una
omisión palmaria de la TDTG como mecanismo relevante. La crisis, bajo este
marco, no devienen en transformación es revolucionarias, sino que son momento
transicionales algo graduales. El hecho de omitir la TDTG está dado, quizás,
por la indistinción entre el momento en que el capital subordina “realmente” al
trabajo y sus momentos anteriores –por la no distinción entre la afirmación del
mecanismo del plusvalor relativo y el mecanismo del plusvalor absoluto)
Predicciones de
los autores:
-
En
20 años más (escrito en 1999) el régimen estadounidense experimentará su crisis
terminal
-
En
otros 20 años será sucedido por un régimen de acumulación nuevo, capaz de
sustentar una emergente expansión material
-
Este
régimen nuevo será cosmopolita expansivo
-
El
mismo internalizará todos los “costos” anteriores y sumará la internalización
de los “costos de reproducción” (las externalidades de las que hoy en día los
yanquis no se preocupan)
-
Desarrollará
una suerte de Estado mundial
Ahora
bien, el decurso de la historia no supone procesos radicalmente contingentes,
sino que el marco estructural provee una serie de circunstancias y opciones que
determinan un rango de opciones a tomar
(esto es lo que sucede en los momentos transicionales de un régimen de
acumulación a otro) (¡ni siquiera en este momento se menciona la lucha de
clases!)
En la actual
transición pueden reconocerse ciertas anomalías:
a)
Si
el centro hegemónico pasa de ser acreedor mundial a deudor mundial, siempre
antes lo había hecho mediante la pérdida de su poder militar. En este caso,
eeuu ha retenido su poder militar, el cual es abrumadoramente superior al de
las potencias retadoras
b)
Los
próximos centros hegemónicos (potencias retadoras) quiebran la tendencia: ya no
se mueven hacia el oeste, sino que no son occidentales (países asiáticos).
Asimismo, parecieran quebrar la tendencia desde ciudades estados a imperios
continentales (ya que “Japón y asociados” son prácticamente ciudades-estado)
–esta aserción final es rebatida por la actual emergencia de China-
c)
Todas
las transiciones anteriores han estado marcadas por el escalamiento del
conflicto social. Sin embargo, si antes el conflicto fue una consecuencia de la
competencia inter-capitalista, hoy es más una causa: la idea de que la
expansión financiera es función del ataque de eeuu contra las potencias
emergentes y la clase obrera mundial
V.
Lucha de clases y sobre-acumulación del capital (Simon Clarke) –según Callinicos este autor le resta importancia
a la ley de la TDTG en “La teoría de las crisis de Marx (1994)-
“…la
contradicción entre el carácter global del capital y la forma nacional del
Estado no es un fenómeno nuevo, sino que ha sido característico del capitalismo
desde las fases más tempranas del capitalismo comercial, subyaciendo el
desarrollo histórico de los estados capitalistas dentro del sistema
internacional de estados. En periodos de acumulación sostenida en escala
mundial esta contradicción es suspendida, en tanto la internacionalización del
capital abre oportunidades tanto para el capital como para el Estado. En
periodos de crisis, al contradicción reemerge. Desde este punto de vista, la presente crisis no es una manifestación
de una transición de una fase del capitalismo a otra, sino que una expresión de
la forma contradictoria del modo capitalista de producción, que se manifiesta
de manera más dramática en la crisis periódicas”
El
marco de análisis supone trascender el nacionalismo metodológico: ir más allá
de la comprensión de lo existente compuesto de estados nacionales discretos,
sino que estructurado al nivel de una economía global y un sistema de estados
nación.
El
autor cuestiona la interpretación “regulacionista” del periodo de la posguerra,
según la cual este periodo habría supuesto un quiebre fundamental con las
anteriores formas adoptadas por el desarrollo del mpc. Esta interpretación
también subraya en demasía la estabilidad de este marco “keynesiano de
bienestar”, al tiempo que enfatiza en el hecho de que la crisis de los años
70’s fue solamente una crisis del modo de regulación del capitalismo, un
quiebre en la regulación nacional impuesta a un capitalismo que se
internacionalizaba progresivamente. Esta interpretación sería sólo superficial
para nuestro autor.
“El
capitalismo ha sido un fenómeno global desde sus orígenes en el capitalismo comercial
medieval”.
Ya desde el siglo XIII al siglo XV, las monarquías más altivas se encontraban
sometidas a rescate por las deudas con los banqueros italianos, los cuales
dictaban los términos de las relaciones internacionales.
“La
penetración del capital en la producción arraigó al capital más firmemente
dentro de la jurisdicción territorial de una monarquía particular, pero al desarrollo capitalista aún dependía
de la penetración en el mercado mundial. Fue la expansión comercial de los
siglos XVII y XVIII la que pavimentó el camino para la revolución industrial
británica, cuyo ímpetu dependió en el acceso del capital británico a los
mercados mundiales como fuentes de insumos y “salidas” para su producto en
expansión”
Ya
Adam Smith advirtió el carácter nocivo del cosmopolitismo del capital: si es
que era gravado en demasía en un estado-nación particular, luego huiría hacia
otros lugares menos gravosos.
La
subordinación del estado nacional al capital global no fue un resultado
automático, sino que supuso fuertes tensiones y resistencias. Por ejemplo, el
patrón oro, en tanto sacrificaba la producción en función del dinero mundial
(crisis deflacionarias), fue visto como un signo del poder de los banqueros por
sobre los estados nacionales (y hay que recordar que el oro era el símbolo del
dominio del capital global sobre el estado nacional. “En consecuencia, la adopción del patrón oro fue un componente esencial
de la formación de estado nacional moderno, la subordinación del estado al
capital global siendo un complemento
esencial a la jurisdicción interna (doméstica) del estado nacional”
“La
liberalización económica de los años 1840’s a los años 1860’s, que fue la
condición para la participación plena de la naciones particulares en la
dinámica de acumulación del capital, y la rápida disolución de las formas
precapitalistas de producción, destruyó los fundamentos económicos, sociales y
políticos de los estados nacionales que habían emergido desde la edad media”
Ahora
bien, la primera crisis capitalista global
de 1873 rompió esta suerte de “tendencia”. La crisis de sobreacumulación
supuso una acusación de la lucha de clases y de los antagonismos internos al
capital, determinando la caída de la forma de Estado liberal vigente hasta ese
momento. La respuesta a esta crisis fue la reconstrucción del Estado bajo un
marco inequívocamente nacional.
“Así,
no involucró la formación de unidades políticas discretas e independientes,
sino la demarcación de las jurisdicciones nacionales bajo un nuevo sistema imperialista
de estados nacionales. En consecuencia, el nacimiento de los modernos
estados nacionales democráticos, estuvo estrechamente asociado con el
desarrollo de un sistema político internacional, fuera del alcance de cualquier
proceso democrático, y la
subordinación de los estados nacionales al capital global en la forma
constitutiva del patrón oro, cuya generalización data del último cuarto del
siglo XIX, un proceso que solamente fue completado cuando la adherencia de
eeuu al patrón oro fue confirmada por la victoria republicana de 1896”
“Aún
si el moderno Estado-nación está constituido políticamente sobre una base
nacional, su carácter de clase no se define en términos nacionales. El
carácter de clase del Estado capitalista esta últimamente determinado por la
separación del Estado de la sociedad civil, y la correspondiente subordinación
del estado y la sociedad civil a la regla del dinero y la ley. No obstante, la ley capitalista de la
propiedad y el contrato trasciende los sistemas legales nacionales, y el dinero
mundial trasciende las monedas nacionales. Por lo tanto la subordinación
del estado a la regla del dinero y la ley, que es el fundamento de la forma
constitutiva del Estado capitalista, confina al Estado dentro de los límites
impuestos por la forma contradictoria de la acumulación del capital a una
escala mundial. Consecuentemente, la
forma nacional el estado capitalista puede ser definida sólo como una
condensación, o un punto nodal, de un
sistema estatal internacional. En este sentido, la formación de un
Estado verdaderamente internacional, transnacional o mundial, supondría no una
adaptación racional del Estado capitalista al carácter global de la acumulación
del capital, sino una transformación fundamental de la forma estatal, la cual sólo
podría estar basada en una inversión e la relación entre el capital y el
Estado, entre la política y la economía, una inversión que sería difícilmente
consistente con la existencia continuada del modo capitalista de producción”
(Comentario: si bien podemos estar de
acuerdo con este planteamiento, el mismo requiere cierto desarrollo argumental
capaz de llenar los vacíos formados por los saltos lógicos dados por el autor.
Así, de la separación del estado de la sociedad civil, pasamos a la
subordinación de ambos con respecto al dinero y la ley. Me parece que la noción
marxista afirma que el estado se encuentra subordinado a la sociedad civil, en
la cual se inscribe la economía y el fundamento de las clases sociales. Para
ser consistente con el paradigma marxista debiera afirmarse la existencia de
una sociedad civil transnacional. Más que nada, toda la temática anexa a la
cuestión de la relación entre la sociedad civil y el Estado es una que debe ser
parcialmente rechazada, tomada con mucha precaución. Lo que explica la
emergencia de una forma estatal particular es un modo de funcionamiento, una
dinámica específica de la economía, la cual “secreta” en tanto que emanación
estructural ciertas premisas que cristalizan en formas institucionales
características –tomando las formas institucionales existentes y
transformándolas, proporcionándoles un carácter burgués o capitalista-. Ahora
bien, si empíricamente podemos establecer que el capitalismo fue desde sus inicios
un modo de producción mundial o global, esto solo lo podemos afirmar
entendiéndolo como un sistema global determinado por la producción. Esto es, el
capitalismo es global porque los circuitos comerciales que se ligan a los
centros productivos donde la asalarización capitalista es eminente, se
encuentran determinados por la dinámica propia de estas zonas productivas
especiales. Esto es, la forma de funcionamiento específica de la producción
capitalista en Inglaterra (por ejemplo), determina el patrón de comportamiento
de los intercambios mercantiles, los cuales sí poseen un alcance global. Ahora
bien, los procesos de trabajo y los modos de producción precapitalistas (o no
capitalistas, nacidos de la vinculación con el mercado mundial capitalista)
muchas veces continúan prosperando bajo esta articulación compleja. Así, aún si
el mercado capitalista mundial es dominante, el mismo se apropia y transforma
formas de intercambio y producción no capitalista, lo cual habilita ciertas
modificaciones en el mercado capitalista mundial como tal. Esto es, puede
hablarse de un capitalismo global, el cual, sin embargo, existiría por la
determinación de la esfera productiva asalarizada de forma capitalista en un
mercado mundial cuyo carácter capitalista es en algún grado modificado por
formas d de intercambio y producción no capitalista o precapitalista. También,
una vez la asalarización productiva del capitalismo comienza a generalizarse
por el mundo entero, el carácter del mercado mundial deviene más propiamente
capitalista, así como el mismo “mundo” deviene propiamente capitalista
(reproducido en todas sus determinaciones por relaciones capitalistas de
producción y sus necesidades concomitantes - Estado, ciertos valores de uso no
mercantilizados, etc-). Ahora bien, el sentido global del capitalismo no se
explica como una necesidad estructural irrenunciable –por el hecho de que la
producción capitalista requiera permanentemente de zonas a las cuales vender
sus outputs sobrantes y desde las cuales conseguir sus insumos, lo que sería
una tesis luxemburguista la cual esencializaría la necesidad de zonas
precapitalistas para el capitalismo-, sino por su carácter expansivo inherente:
una de sus posibilidades de desarrollo es ampliar los mercados –globalizando el
comercio-, otra es profundizar los mismos –trabajando en términos internos-.
Sin embargo, es la misma competencia capitalista, la que tiende a generar
monopolios y ha de hacer decrecer la tasa de ganancia la que determina el
impulso global del capitalismo –una suerte de contratendencia. En algún
sentido, el capitalismo funciona mediante la ampliación de los mercados
(desarrollo de las fuerzas productivas), pero no es necesario que esta
ampliación suponga un límite precapitalista necesario (así como también la
ampliación de los mercados puede darse mediante la profundización de los
mismos).
Por otra parte, el autor afirma que la ley, el
contrato y el dinero trascienden el Estado capitalista nacional; que estos
elementos globales, determinan la existencia del Estado capitalista. Sin
embargo, esto pareciera algo circular: lo que se quiere probar es el carácter
subordinado del estado frente a un capital siempre global; sin embargo, esto
sólo se afirma, no se razona al respecto –a lo más se dan algunos ejemplos
empíricos como con Adam Smith y cuando los centros hegemónicos del capital
estaban en Italia-. Debe probarse teóricamente que el capital es
originariamente global. Y, aún si hemos
podido razonar este postulado más arriba, resta sin embargo la cuestión
fundamental: ¿por qué el punto nodal, la condensación de la ley, el contrato y
la propiedad se afirma en la forma de estado-nación? ¿Por qué en un sistema de
estados nacionales? ¿por qué no en una suerte de Estado mundial o global?
Pareciera que la respuesta a esta pregunta esencial estuviera dada por las
formas históricas bajo las cuales se desarrolla el capitalismo. Esto es, el
capital nace y germina como una semilla en una zona (o zonas, la investigación
histórica nos informará sobre esto) porque requiere de condiciones materiales
particulares (un cierto grado de desarrollo de las fuerzas productivas, unas
formas organizativas específicas, etc). Ahora, para afirmarse como modo de
producción (y más que nada, en un principio, como forma de organización del
proceso de trabajo) requiere de formas institucionales y culturales dadas, las
cuales pueden generalizar una forma de relación específica a un nivel espacial
abarcable. Esta es la función que cumplen los estados nacionales, los cuales
existen, de alguna manera, anteriormente a la emergencia de la relación de
asalarización capitalista, pero que asimismo constituyen un entorno necesario
para el desarrollo y la generalización del mpc. Así, lo que en realidad sucede
es que el mpc en germen utiliza como instrumentos, una forma institucional
(Estado) y una forma cultural (nación)
ya dadas, a los cuales transforma progresivamente y “funcionaliza” para
ampliarse espacialmente. No obstante, ¿por qué la relación capitalista requiere
de un estado nacional precisamente? Porque estas fueron formas con las cuales
convivió históricamente en sus inicios; las mismas le permitieron ampliarse.
Terminó funcionalizándolas y transformándolas en su naturaleza. ¿Por qué el
Estado nacional es necesario para el funcionamiento del capitalismo? ¿Por qué es
precisamente ese punto nodal específico y no otro? Porque el desarrollo de un
modo de producción nuevo, no es nunca asocial, sino que depende de las
relaciones empíricas de un grupo particular; esto es, no se genera
simultáneamente en varios lugares a la vez, sino sólo allí donde las
condiciones materiales son suficientes –a la vez que cumplen un rol otros
factores: política, forma de Estado, vinculación con otras zonas del mundo, etc).
Éste es sentido del desarrollo desigual y combinado. Por otra parte, el
capitalismo requiere como punto nodal de cristalización de la ley, el contrato
y la propiedad, al Estado nacional, porque es esta forma “compleja” la que
habilita el mayor grado de unificación y orden posible en un planeta donde la
diversidad cultural y de “poblaciones” es una realidad ya dada, anterior al
capitalismo. Si este es un argumento histórico-empírico, el mismo da cuenta de
ciertas condiciones materiales (e históricas) necesarias para la misma
existencia del capitalismo. Esto porque el capitalismo no sólo emerge a través
del desarrollo desigual y combinado, mediante el cual se expande y amplía, sino
que funciona –dinámicamente hablando- a través de este patrón. Y la forma de
estado nacional –el sistema internacional de estados- se adecua de buena manera
a la generalización de esta tendencia al desarrollo “desigual y combinado”, en
tanto fija y de algún modo esencializa la desigualdad y la diferencia. Que el
capitalismo funciona homogeneizando a través de la forma mercantil, no quita
que esta misma homogeneización necesita y requiera la desigualdad y la
diferencia. Y esta es una afirmación teórica fuerte: la dinámica del mpc
requiere de la desigualdad de productividades, la formación progresiva de
monopolios –que a la vez que eliminan pequeñas unidades empresariales, crean
también otras-, la redistribución del plusvalor en función de las
productividades diferenciales de acuerdo al reparto del producto social, etc.
Así como no existe una perecuación simultánea y atemporal de la tasa de
ganancia –como afirmarían lo sraffianos y los neoclásicos-, sino una tendencia
que funciona mediante la creación y la superación continua de las
desigualdades, así también no es posible teóricamente la existencia de un
estado mundial, al menos en el sentido
homogeneizador y unificador que se le puede dar al mismo. A esto se suma el peso de la historia:
culturas, naciones, tradiciones ya dadas y reproducidas por largo tiempo.
Quizás podríamos decir que la posibilidad de un Estado mundial sólo existe si
al Estado se le sustrae su carácter homogeneizador-unificador eminente
(carácter francés). Si es que puede existir un estado mundial, éste sólo
permanecerá porque reproduce un nivel de desigualdad necesario al
funcionamiento del capitalismo….los estados nacionales ya dados fueron
inicialmente feudales (o monárquicos); la lucha o el compromiso con la
aristocracia feudal fue la que hizo a la burguesía instrumentalizar estas
formas institucionales y culturales. Fue solamente después, debido a la lucha
de los trabajadores que estas formas devinieron verdaderamente nacionales
(homogeneizadoras-unificantes). Claramente, esta lucha no es externa al mpc,
sino que es funcional, al menos en algún sentido, a su desarrollo. La pregunta,
entonces, es sí por sobre lo ya dado (al menos en germen) el capital es capaz
de crear instituciones propias y características: una cultura mundial
cosmopolita y sistema de organización mundial que trascienda el sistema de
estados nacionales. Pareciera altamente imposible: el capital no ha creado algo
así en toda su historia, o, si lo ha creado, ha sido en compleja contradicción con
su forma material basal fundamental (su ampliación al nivel del Estado-nación).
Por lo demás, para esto se requeriría un tipo de unidad burguesa-capitalista
muy difícil de alcanzar bajo el contexto del antagonismo competitivo
estructuralmente inherente al mpc. Quizás una lucha encarnizada de la clase
trabajadora mundial (que además debiera ser
altamente simultánea) sea la que lleva a este tipo de unidad política
superior….)
El
autor sostiene que, aunque el carácter
de clase del estado capitalista se define en términos mundiales, su legitimidad
política se establece al nivel nacional. Así, las contradicciones globales del
capitalismo se expresan bajo la forma de contradicciones nacionales
(proteccionismo o no proteccionismo, por ejemplo). Por otro lado, el autor
interpreta la contradicción entre la ffpp y la rsp como una que se supera en
búsqueda de fuentes de materias y primas y de demanda para “salidas” alrededor
del mundo (nos parece que esta interpretación es errada, como ya establecimos)
“Sin embargo, la crisis no ha emergido como
resultado de la internacionalización del capital sino, por el contrario, porque
el intento del capital de superar las barreras de la acumulación mediante la
penetración de los mercados mundiales ha llegado a su límite en tanto la
sobreacumulación aparece en escala global. El cambio de forma de una
fase del ciclo a otra no se encuentra en el hecho del carácter global de la
acumulación del capital, sino en su forma”
De
acuerdo a la versión regulacionista de la historia, el marco nacional de un
“modo de regulación” podía contener la tendencia a las crisis de
sobreacumulación del capital. Por lo tanto, la tendencia a la
internacionalización que comienza en los 70’s mina estos modos de regulación
nacionales y es, por esto, determinante de la crisis. Contrariamente, Clarke
argumenta que la internacionalización del capital no es una tendencia
radicalmente nueva a partir de los 70’s, sino que estaba ya presente y
generalizándose al comienzo de la segunda posguerra. En este sentido, al crisis
no existe porque el capitalismo se haya vuelto más internacional, sino porque
el capital ya no pudo seguir aplazándola mediante la extensión de los mercados.
“Los
fundamentos del boom de la posguerra fueron puesto sin duda por la actividad
del Estado en el periodo de la reconstrucción. Sin embargo, el rasgo crucial de
esta actividad de los estados nacionales no fue tanto fomentar la
reestructuración de las fuerzas productivas, ni aún contener las aspiraciones
de la clase trabajadora en orden de alzar la tasa de ganancia, sino que el
éxito del esfuerzo dominado por eeuu para reconstruir un sistema internacional
de cambio y pagos mediante el cual los flujos internacionales del
dinero-capital podían acomodarse al desarrollo desigual de las fuerzas productivas en una escala mundial.
La remoción de los controles estatales sobre los movimientos internacionales de
mercancías y de capital fue a la vez una precondición y un resultado de esta
estrategia de reconstrucción. La liberalización del sistema financiero
internacional ent5onces hizo posible la rápida internacionalización del
capital, mediante la cual los capitales más avanzados fueron capaces de
suspender las barreras a la acumulación…Fue
la sostenida acumulación del boom de la posguerra, basada en la rápida
internacionalización del capital y en la liberalización de los movimientos
internacionales de las mercancías, el dinero y el capital productivo, lo que
hizo posible las políticas keynesianas de intervencionismo y planificación
económica…”
El
crecimiento enorme de la posguerra del sistema de crédito hizo posible la
superación de las crisis periódicas y el sostenimiento de la acumulación, al
costo de una inflación creciente. Sin embargo, este no fue un rasgo de un nuevo
modo de regulación. Lo que fue nuevo, fue la voluntad de los gobiernos para
perseguir sistemáticamente políticas inflacionarias de crédito en el intento de
evitar las crisis, una política a la cual los capitalistas se habían opuesto de
manera ampliamente exitosa en el pasado. En consecuencia, no expresaba un
cambio en la forma del Estado, sino un giro en el balance de las fuerzas de
clase, expresado mediante la presión política de la clase obrera.
(Comentario:
retener esta interpretación del periodo keynesiano: no es que ciertas alza en
la productividad permitieran una repartición amigable del excedente entre
capitalistas y obreros, sino que éste fue un factor que permitió, entre otros,
una lucha de clase más exitosa para la clase trabajadora. Por otra parte, debe
establecerse que el desarrollo del sistema de crédito sólo aplaza las crisis,
ya que no elimina la tendencia a la caída en la tasa de ganancia).
“La
crisis del keynesianismo no expresó la barrera puesta por el capital
internacional a la acumulación del capital doméstico, sino que expresó la
barrera colocada a las aspiraciones materiales de la clase trabajadora por la
necesidad del capital de subordinar el desarrollo de las fuerzas productivas a
la forma social de la producción capitalista”
“La
crisis de 1974, fue una crisis de sobreacumulación clásica…Sin importar la
profundidad de la recesión de 1979-1981, ni cuán grandes fueron sus costos
sociales, ella no fue suficiente para restaurar las condiciones para la
acumulación sostenida, ni aún removió la tendencia la sobreacumulación y la crisis. Como en la
década del 70, las políticas fiscales restrictivas fueron pronto revertidas, y
la acumulación global fue renovada bajo las bases del keynesianismo militarista
de Reagan”
“El colapso del bloque soviético al final de
los años 80’s sirvió para distraer la atención e la crisis global del
capitalismo, sin importar el hecho de que la “crisis del socialismo” fue, más
que cualquier otra cosa, ella misma un resultado de la sobreacumulación y el
desarrollo desigual del capital en una escala global, que impactó en el bloque
soviético bajo la forma de una presión competitiva mundial incrementada, un
creciente costo del gasto militar, y una enorme carga de deuda de moneda
mundial –divisa”
“El
boom de la reconstrucción de la posguerra estuvo basado en la reintegración de
la economía capitalista global sobre la base del desmantelamiento de las
barreras la libre movimiento de las mercancías que habían sido erigidas en el
periodo entre-guerras en tanto los gobiernos nacionales habían buscado proteger
sus economías domésticas de los estragos de la depresión”
En
cambio, en la periferia capitalista y en el bloque soviético se mantuvieron las
políticas proteccionistas implementadas para fomentar la industrialización
durante el periodo entre-guerras, por lo cual estas zonas no participaron el
boom de la posguerra ni en sus determinantes centrales en los centros
occidentales dominantes.
“La
globalización durante el curso del último cuarto de siglo fue, por lo tanto,
bajo ningún concepto un proceso automático, sino el resultado de un periodo
extendido de crisis política y económica al nivel nacional, que hizo emerger
intensas luchas de clases y tensiones políticas…Así, mientras la globalización
fue en ningún sentido automática, sí fue, sin embargo, la expresión inevitable
de la dinámica de acumulación del capital” (estimulada después de la crisis
financiera de 1987).
La
apertura del mercado chino y el bloque soviético abrió nuevas tierras
mercantilizables por el capital como nunca antes en la historia, suplementando
la ya limitada base que suponían AL y los tigres asiáticos
“El
hecho de que la acumulación capitalista tome siempre y en todo lugar la forma
de la sobreacumulación y el desarrollo desigual del capital, implica que la
acumulación capitalista siempre será interrumpida crisis signadas por la devaluación de capital
y destrucción de capital productivo. Sin embargo, mientras cada crisis local
tiene repercusiones más amplias, y arriesga una reacción en cadena que puede
llevar a una crisis general, tal generalización de la crisis ajo ningún sentido
es necesaria, si es que las pérdidas pueden ser redistribuidas antes
acumuladas” (esto es lo que sucedió con las crisis de 1987 y 1997)
“La
competencia capitalista compele a cada capitalista a intensificar la
explotación de sus propios trabajadores como su propia contribución para
intensificar la explotación de la clase trabajadora como un todo”
“La
devaluación de capital y la destrucción de capacidad productiva no es solamente
el Armagedón que se cierne sobre el horizonte, sino la amenaza que enfrenta
cada capitalista cotidianamente”
“Mientras el
contradictorio modo de acumulación capitalista puede permanecer incambiado, las
formas económicas, sociales y políticas mediante las cuales esas
contradicciones subyacentes se expresan, las luchas en las cuales se incrustan
y los resultados a los cuales esas luchas dan luz, no son impuestas por ninguna
lógica económica. Los resultados políticos están determinados por las
respuestas políticas frente a las dificultades económicas emergentes” (Reflexión)
VI.
El Estado, la globalización y las fases del desarrollo
capitalista (David Kotz)----Estructura
social de acumulación (ESA)
El
periodo keynesiano (de “Pax americana”) no ha sido el único periodo de
prosperidad y crecimiento que ha experimentado el capitalismo. Antes han
existido al menos dos (1845-1870; 1890-1913). Esto ha llevado a algunos autores
a teorizar sobre la teoría de las “ondas largas”.
La
supuesta mejoría de la economía de eeuu en los 90’s no augura una tendencia de
crecimiento a largo o mediano plazo. El nivel de productividad ha sido menor en
esta década que en la anterior (80’s).
Desde
el término de la última ESA, hace más de 35 años, aún no ha cristalizado
ninguna nueva fase capitalista (signada por el comienzo y desarrollo de
periodos de prosperidad y crecimiento –por esto no puede afirmarse la
existencia de una ESA neoliberal-)
Se
interpreta que, hasta la mitad de los 70’s, cada nueva ESA ha supuesto una
mayor intervención-participación estatal.
Con
el advenimiento de la ola neoliberal se desregulan sectores nunca antes
liberalizados (e.g. transporte, comunicaciones, energía)
Eeuu
se ha caracterizado históricamente por una alta tasa de recolección de
impuestos fijados por la ley. Sin embargo, una ley de 1998 quebró en algún
sentido esta tendencia, al restarle poder al servicio de impuestos internos.
El
sistema de Bretton Woods: bajo el mismo el intercambio (comercio) y la
inversión devino libera para cruzar las fronteras imperiales. Ciertos aspectos
del sistema de Bretton Woods fueron favorables para la expansión tanto del
comercio cono de la inversión internacionales. La razón de la exportación de
mercancías con respecto al pib sólo en productos físicos se ha triplicado desde
1950; la proporción de inversión extranjera directa es casi en 1913 (9.0) que
en 1995 (10.1); el flujo neto de capitales (inversiones de cartera e inversiones
directas) que traspasan los límites nacionales es menor en 1995 (2.7) que en
1913 (3.8)
Gran
parte del comercio e intercambio mundiales es especulativo (no tiene base
real): en 1973 el intercambio de bienes y servicios sólo montaba el 15% del
intercambio internacional; en 1995 esta cifra había decrecido a 2%.
La
corporaciones transnacionales existieron antes de la primera guerra mundial,
fundamentalmente en el sector extractivo (petróleo y minería).
Aún
si todos estos datos muestran la poca novedad de la reciente “globalización”,
es pertinente consignar que sí ha aumentando grandemente el comercio entre
países, ya que antes de la primera guerra mundial los intercambios eran
imperiales (en el contexto de imperios discretos con base en un Estado-nación y
no entre imperios)
Aún
si es imposible de determinar con seguridad, existen estimaciones tentativas
que sitúan el comercio intra-firmas transnacionales en un 30-40% del comercio
mundial total.
“El
rápido incremento en la exportación de mercancías comenzó en el periodo de
Bretton Woods…Lo mismo con respecto al rol creciente de la transnacionales. Estos
dos aspecto de la actual globalización tuvieron sus raíces en la era de la
segunda posguerra…Esto sugiere, al menos en algún nivel, que la globalización refleja
una tendencia a largo plazo en el proceso de acumulación de capital, no siendo
tanto un resultado del quiebre del sistema de Bretton Woods y/o del incremento
de la influencia de las políticas neoliberales”
“Una
consecuencia importante de la globalización en este periodo ha sido hacer al
capitalismo significativamente más competitivo, particularmente para las
grandes corporaciones. La era dorada fue caracterizada por un significativo
poder monopólico y oligopólico en las mayores economías capitalistas”
(Comentario:
es importante consignar que el monopolio no niega la competencia. Lo que puede
haberse transformado es la forma de la competencia con el término del periodo
keynesiano, y quizás, si acaso, un poco el grado de la misma)
La
idea de que el fin de la época dorada ha supuesto un fortalecimiento evidente
para el capital, debe ser complejizada. Si esto es cierto con respecto a la
relación capital-trabajo, no lo es tanto en la relación capital-capital (dada
la competencia incrementada).
(Comentario:
sin embargo, la relación relevante es la que implica el capital contra el
trabajo. La competencia entre capitales siempre existirá bajo el capital; un
cambio en la forma y en el nivel cuantitativo de la misma no le resta poder al
capital frente al trabajo, ya que las relaciones de clase son entre clases
(totalidades) y no entre agentes particulares de ambas)
A
finales del siglo XIX cristalizó en eeuu una división importante entre el gran
capital y los pequeños negocios. Y, ya en esta época, el gran capital favorecía
una mayor intervención estatal junto con los grupos obreros organizados (el
balance de la fuerzas dentro de esta alianza varió según países –en eeuu
tuvieron gran peso las grandes corporaciones; en Suecia lo tuvo la clase obrera
organizada-), mientras el pequeño capital tenía una política
anti-intervencionista. Este mismo tipo de alianzas, ya más arraigadas y
estabilizadas, cristalizó en el periodo 1933-1948. Las bases del apoyo de las
grandes corporaciones a la intervención estatal estaban dadas porque las mismas
se habían liberado de los peligros de la sobrevivencia inmediata, alcanzando un
nivel de expectativas de mediano-largo plazo. Por el contrario, la cotidiana
sobrevivencia que debían defender los pequeños negocios, hacía que sus
horizontes fueran más inmediatos y, por lo tanto, los enajena de la posibilidad
de apoyo a una política de intervención estatal.
Lo
que ha cambiado desde la mitad de los 70’s es el hecho de que las grandes
corporaciones han pasado, de apoyar la intervención estatal a rechazarla
firmemente. Dentro de las razones que explican esto está su reciente libertad
con respecto a los mercados nacionales de mercancías y trabajo, así como
también el acrecentamiento de la competencia (lo cual acorta sus horizontes que
ahora devienen más inmediatos)
“Sin embargo, el
significado más importante de la globalización del capitalismo se refiere no al
porcentaje del mundo que abarca, sino al grado en el cual los sistemas
capitalistas en el mundo se encuentran integrados entre sí”
Consecuencias de
la caída del socialismo de estado:
a)
Debilitamiento
de la clase obrera en los países occidentales
b)
De
alguna manera se evidenció que cualquier tipo de regulación estatal sobre la
economía estaba destinado al fracaso
c)
El
miedo al sistema rival había sido un aliciente mayor en las posiciones
intervencionistas del gran capital occidental (miedo a que los trabajadores
giraran hacia el comunismo)
d)
La
existencia de un “sistema” competidor determinó un grado de unidad sin
precedentes dentro de los países occidentales
“Dados
sus muchos impactos, uno puede de hecho afirmar que la existencia de un sistema
social rival relativamente fuerte fue un factor crítico en la maduración de un
capitalismo regulado por el estado después de la segunda guerra mundial. La
celebración capitalista con la repentina e inesperada desaparición de ese
sistema quizás haya sido prematura. Su desaparición ha contribuido de manera
significativa en al dificultad para reconstruir un capitalismo regulado por el
Estado, sin el cual pudiera no existir un nuevo periodo de acumulación de
capital rápido y estable”
La
relativa expansión de la economía de eeuu durante la década del 90 llevó la
tasa de desempleo bajo el 5%, fundamentalmente porque el lento crecimiento en
la productividad del trabajo implicó la creación de un amplio número de
trabajos mal remunerados (trabajos, por lo demás, de baja productividad). Por
otra parte, la baja inflación se debió al muy limitado poder de la clase
obrera, aún bajo las condiciones de un mercado laboral saturado, así como
también por la baja continuada en el precio mundial de las materias primas
VII.
Espiral inversa en el desarrollo capitalista: ¿Qué
implica esto para el siglo XXI? (Makoto Itoh)
La
preocupación por las distintas fases del desarrollo capitalista, no es una
propia de Marx, para quien lo esencial se situaba en el nivel Marx abstracto de
las determinaciones esenciales de la economía capitalista en general.
La
teoría del imperialismo de Lenin abreva en la noción de capital financiero de
Hilferding, a la cual le adiciona un análisis del monopolio. Ahora bien, si
bien Hilferding realizó un análisis al mismo nivel de abstracción que Marx,
Lenin desarrolló un trabajo más empírico y concreto; esto fue lo que permitió
distinguir fases en el desarrollo capitalista a partir de los cambio en las
industrias líderes, la formas dominantes de capital y la formas de rivalidad
entre los poderes económicos en el mercado mundial
Kozo Uno
a) Deben
distinguirse tres niveles de análisis en la economía política marxista. El
primero, más abstracto, tiene su ejemplo en el capital, en el cual los ejemplos
históricos son sólo eso, ilustraciones (puede ser desestimados de una análisis
sistemático de la obra). Este nivel supondría el análisis de la economía capitalista
en general, en sus determinaciones esenciales. El segundo nivel establecería un
patrón más concreto de investigación empírica acerca de las distintas fases del
desarrollo capitalista, signadas por las distintas formas de capital
dominantes. El último nivel es el de la economía nacional en su devenir
histórico y su contexto presente
b) El autor
entiende la existencia de tres fases de desarrollo capitalista: mercantilismo
(basado en el predominio del capital mercantil fundado en la industria de la
lana); liberalismo (dominado por el capital industrial con base en el algodón);
imperialismo (dominado por los diferentes tipos de capital financiero con base
en al industria pesada)
c) Se propone que
luego de la primera guerra mundial ya no es posible hablar de una fase de
desarrollo capitalista con su propia lógica de desarrollo, ya que la amenaza
del socialismo hizo a los gobiernos burgueses implementar masivas medidas de
intervención. Este periodo sería, por lo tanto, un periodo transicional (y el
autor establece que esta transición es hacia el socialismo)
Keynesianismo
-
“En medio del
rápido crecimiento económico, el incremento anual en los ingresos derivados de
los impuestos permitieron más y más a los Estados construir las necesarias
infraestructuras. El tipo de política
fiscal keynesiana con déficit presupuestario devino innecesaria y no fue
seguida en muchos países capitalistas, aún si una política monetaria
consistente que mantenía las tasas de interés bajas fue efectiva para la
acumulación de capital”
-
La
“escuela de la regulación”, al enfatizar en el rol de un régimen particular de
acumulación como fundamental para establecer el consenso de los “30 dorados”,
estableció un acrítica al keynesianismo, para el cual este periodo se
explicaría por la mera acción de los gobiernos en los que corresponde a la
política fiscal y monetaria.
Condiciones concretas para el crecimiento económico
de los 30 dorados:
a)
El
fuerte poder competitivo internacional de la economía norteamericana
b)
Avances
radicales en las innovaciones tecnológicas
c)
Flujo
continuo de materias primas baratas desde el Tercer mundo (e.g. barril de
petróleo a dos dólares)
d)
Existencia
de una clase obrera calificada y sumisa, y muy adaptable a las cambiantes
tecnologías
Cuando
estas condiciones perdieron fuerza y se diluyeron, las políticas keynesianas no
pudieron ya sostener el alto crecimiento y la prosperidad de los “30 adorados”
La
introducción de la microelectrónica al proceso de producción supuso un
abaratamiento en el capital invertido (inversiones ahorradoras de capital
constante). Este nuevo tipo de producción automática supuso un acrecentamiento
de la competencia, ya que la diversidad de productos y su rápido cambio,
inhabilitaban la fijación y estabilización de monopolios.
“La
fuerte marea de globalización capitalista con mega-competencia y neoliberalismo
no es el producto de una evolución histórica simple y lineal del capitalismo
desde sus orígenes y desarrollo. Significa una inversión espiral de retroceso,
después de un siglo de intentos del capital, los trabajadores y el Estado de
regular el mercado competitivo libre, así como del socialismo para construir
una economía planificada sin libremercado”
Esta
vuelta al libremercado supone una dinámica más pura y genuina del capital, lo
cual hace emerger sus contradicciones esenciales con más fuerza: ahora más que nunca
tienen validez los análisis abstractos de El Capital referidos a las
determinaciones esenciales del mpc.
Modelos
posteriores al fordismo:
-
Neofordismo: alza la
productividad y la intensidad del trabajo sin redistribuir el producto entre
los trabajadores
-
Volvoismo: refuerza las
bases de la socialdemocracia ofreciendo a los trabajadores una mayor
participación en el proceso decisional
-
Toyotismo: rota
flexiblemente a trabajadores multi-calificados entre firmas manteniendo la
lealtad y la cooperación de los mismos
Aún
si durante gran parte de su historia moderna Japón se caracterizó por su
carácter igualitario, en los 90’s el nivel de desigualdad creció
sustancialmente (Tachibanaki afirma que en el año 2000 la desigualdad de
ingresos es mayor en Japón que en eeuu)
IX . Periodizando el capitalismo: tecnología,
instituciones y relaciones de producción (Gerard Dumenil y Dominique Levy)
La
dificultad para periodizar el desarrollo capitalista es la existencia de varios
criterios en competencia: instituciones como firmas empresariales (su tamaño,
formas de competencia), la división el trabajo, el marco legal, el Estado, etc.
Esto se refleja en la variedad de denominaciones para los diferentes periodos
del capitalismo (imperialismo, capitalismo de Estado, capitalismo monopolista,
capitalismo de estado monopolista, capitalismo gerencial (managerial),
keynesianismo, fordismo, neoliberalismo
Desde
la guerra de secesión hasta 1980 la tasa de ganancia se mantuvo horizontal en
la economía de eeuu. Sin embargo, pueden distinguirse tres periodos definidos
(desde la guerra de secesión hasta 1900, la primera mitad del siglo XX, desde
la mitad del siglo XX hasta 1980)
Esta
periodización no es específica de la tasa de ganancia; el mismo patrón puede
ser observado para la productividad del capital (el ratio de output en relación
con el stock de capital), la productividad del trabajo y los salarios reales
(en estas dos últimas medidas su alternancia periódica de crecimiento fue:
lento-rápido-lento), el ratio capital-trabajo (su alternancia periódica fue:
rápida-lenta-rápida)
El primer y el
tercer periodo son similares en muchos respectos: el
crecimiento de la productividad del trabajo y de los salarios reales fue lento,
la relación capital-trabajo se elevó fuertemente, el stock de capital fijo
incrementó más rápido que las “salidas” (la productividad del capital declinó),
la tasa de ganancia cayó y el crecimiento de los salarios reales fue menor que
su tendencia secular. Estos periodos
evocan los análisis en el tercer tomo de El Capital, por lo cual pueden ser
llamados “periodos a la Marx”. “Inversamente, a pesar de la Gran
depresión, el segundo periodo aparece como sorprendentemente favorable: la tasa
de crecimiento de la productividad del trabajo y de los salarios reales fue
rápida, la productividad del capital y la tasa de ganancia se incrementaron”
Dos
crisis estructurales:
una al final del siglo XIX
(¿1873-1890?); otra entre 1970-1980. Estas son crisis distintas a las
recesiones derivadas del “ciclo de negocios” y se deben, fundamentalmente a la
TDTG. Sus consecuencias son: lenta acumulación, amplias fluctuaciones en
los negocios, desempleo duradero.
Gran Depresión: distinta a las
otras dos crisis, no se debió a la TDTG, ya que ocurrió en un periodo de cambio
técnico favorable. Sus razones están dadas, más bien por la gran heterogeneidad
interna entre las distintas industrias y ramas de la economía, así como también
a la inexistencia de un marco institucional capaz de estabilizar las variables
macroeconómicas. La crisis terminó de destruir y devaluar el pequeño capital
que aún no se había modernizado (era poco productivo); sin embargo, si aún
detuvo la tendencia alcista por algunos años, sólo lo hizo temporalmente, ya
que la misma luego se recuperó…
La
tasa de ganancia cayó grandemente a partir de 1970. En 1982 era sólo un 57% de
su promedio en los años 1856-1965; en 1997, luego de una recuperación parcial,
se había recuperado 65% de la caída que había sufrido la tasa de ganancia entre
1956-1965 y 1982. Se argumenta que esta recuperación parcial, basada en la
mayor productividad del capital (pero que se expresa sólo en una leve mejoría
para la tasa de ganancia), pudiera ser la señal del advenimiento de una cuarta
fase en el desarrollo capitalista desde la guerra civil yanqui.
La
TDTG y sus consecuencias a finales del siglo XIX, determinó un movimiento de
cartelización monopolización. Primero las firmas se combinaron mediante acuerdo
que aún les mantenían sus existencias como unidades separadas; luego, comenzó a
suceder un verdadero proceso de fusión en que muchas empresas individuales
tendieron a perder su unidad discreta separada.
Asimismo,
esta tendencia activó la contratendencia a la caída de la tasa de ganancia
media históricamente más relevante hasta la época. La revolución gerencial
(managerial revolution) supuso una recuperación de la tasa de ganancia por
diferentes métodos: redujo la relación capital-trabajo mediante la introducción
de la cadena de montaje; efectos similares tuvieron las nuevas técnicas de
comercialización, el manejo de inventarios y la liquidez. Esta tendencia creó
las condiciones para que la lucha de la clase obrera pudiera acrecentar los
salarios reales y hacer emerger una suerte de Estado social
Durante
el siglo XIX el manejo financiero de la macroeconomía estaba en manos de bancos
privados en los centros. Sin embargo, no existía una intención ni una política
explícita de estas instituciones en el sentido referido. Esta situación
comienza a cambiar con la creación de la reserva federal en 1913 (eeuu). Sin
embargo, será sólo la Gran Depresión la que afirmará esta tendencia.
La
inflación es siempre perjudicial para aquellos que poseen su riqueza en forma
líquida (prestamistas y capital financiero). Es por esto que al neoliberalismo
le interesa la mantención de bajas tasas de inflación, en tanto actúa
salvaguardando los intereses del capital financiero
El
autor augura que la cuarta fase que ahora posiblemente se experimenta, sea
quizás análoga a la segunda (los aumentos en la productividad del capital
derivados de la revolución informacional, por ejemplo, llevarían a una fase de
crecimiento…)
Aún
si ya desde el comienzo de la segunda posguerra la TDTG estaba presente, no es
sino hasta la década del 60 que la misma se comienza a manifestar con fuerza
“El
perfil de la tasa de ganancia desplegado…es bastante evocativo de las ondas
largas: aparentemente la tasa de ganancia tiene oscilaciones de cerca de un
siglo. Una primera diferencia con el análisis de las ondas largas estándar es
nosotros ponemos gran énfasis, en nuestra periodización del capitalismo de
eeuu, más en el perfil de la tecnología y la distribución que en la tasa de
crecimiento del producto o de los precios. Considerando la tendencia secular
del producto en eeuu, en dólares constantes, desde la guerra civil, ninguna
periodización obvia es aparente, como si es el caso para la tasa de ganancia,
el costo del trabajo, o la productividad del trabajo y del capital”
“Sobre todo es
difícil identificar ciclos de 40-50 años a la Kondratieff. A partir de la
tecnología, la distribución, la acumulación y el crecimiento, nosotros leemos
movimientos seculares más largos. La acumulación y el crecimiento antes de la
primera guerra reflejan largos ciclos de 20 años, lo que evoca ciclos de
Kuznets”
Si
bien es posible que las dos crisis estructurales derivadas de la TDTG fuera
seguidas de un periodo de recuperación y crecimiento (cuyas condiciones fueron
creadas por la crisis), lo distintivo de la Gran Depresión y el hecho de que no
fuera seguida (al menos de manera evidente) por una recuperación y un
crecimiento fuertes, hace dudar del movimiento cíclico descrito por Kondratieff
(fases A y B)
Lo
común de estas tres crisis, eso sí, es que proveyeron las condiciones para
grandes transformaciones institucionales y para nuevas configuraciones de clase
(liderazgos y compromisos).
“…pero la
historia, de hecho, se encuentra aún moviéndose hacia adelante. Una nueva
transición, similar a aquella entre el feudalismo y el capitalismo, está en
marcha. Llevará a un orden pos-capitalista con una nueva clase dirigente
gerencial” (¡Criticar!)
La
distancia entre los trabajadores y los medios de producción se ha acrecentado
con la reestructuración capitalista que ocurrió a partir de los años 70’s.
“El
capitalismo gerencial es una formación social híbrida que combina rasgos
capitalistas específicos y una nueva lógica gerencial que prefigura (presagia)
un nuevo modo de producción. Dos distintas lógicas sociales pueden ser
detectadas en las sociedades contemporáneas: 1) las reglas tradicionales del
juego capitalista, con la maximización de la tasa de ganancia como su principio
básico, y la propiedad privada (aunque colectiva) de los medios de producción;
2) las nuevas formas de socialización entre firmas, instituciones financieras
y, fuera ellas, que progresivamente trascienden los límites de la propiedad privada”
(¡Criticar!)
Compromiso
de clase:
puede ser incluida para incluir otras clases intermedias, o incluso los
trabajadores mismos
La
noción de “régimen” es por sí misma demasiado estrecha, y sería más apropiado
recurrir a conceptos más amplios como configuraciones de poder o coyunturas. En
eeuu y otros centros pueden reconocerse cuatro coyunturas desde la guerra de
secesión:
a)
La
dominación de los capitalista industriales en compromiso con los pequeños
productores (tensionada por el movimiento de cartelización a finales del siglo
XIX)
b)
En
los comienzos del siglo XX, la hegemonía financiera en compromiso con los
capitalistas clásicos (se cae en el mito de la división entre propiedad y
control)
c)
Desde
la Gran depresión hasta 1970 el dominio y autonomía creciente de los gerentes
en alianza con los trabajadores (retroceso de las finanzas)
d)
Desde
1970 en adelante, la reafirmación del dominio de las finanzas, el quiebre del
compromiso con los trabajadores y la subordinación parcial del personal
gerencial
Lis
fundamentos del compromiso keynesiano ya fueron puestos por la revolución
gerencial; a las dos tendencias –que luego se imbrican y retroalimentan- las
originaron tensiones sociales similares.
La
clase capitalista reacciona de tres maneras ante la emergencia de una nueva
clase dominante gerencial
a)
Resistencia:
oposición a la gravitancia de las grandes corporaciones, oposición a la
intervención del Estado y la respuesta neoliberal
b)
Adaptación:
fusión entre ambas “clases” derivada de transformaciones que concilian el
carácter privado de la apropiación del producto con la socialización progresiva
de las fuerzas productivas
c)
Inflexión:
rompimiento de la alianza entre gerentes y trabajadores para componer una nueva
alianza entre capitalistas y managers.
Aún
si la emergencia del neoliberalismo le ha quitado total sustento a la teoría
del capitalismo gerencial, dado que los rasgos cruciales del capitalismo a
secas se hacen ahora más evidentes, los autores siguen sosteniendo que existe
una tendencia subyacente hacia un nuevo modo de producción…
XI. Clase, contradicción y economía capitalista (Stephen Resnick)
Se
entiende que se debe establecer la distinción analítica entre la “estructura de
clase de la economía” y la “estructura de no-clase de la economía”,
pretendiendo que incluso Marx habría realizado y desarrollado sistemáticamente
la misma (no le encontramos mucho sentido teórico a esta distinción)
Asimismo,
se formula una concepción de dialéctica algo unilateral y errada: el
siempre-cambiante sitio de las diversas interacciones determinantes que emanan desde
estas estructuras de “clase” y de “no-clase” (¡! ¡Criticar!).
Y el mismo patrón dialéctico se reconoce para los elementos componentes de
ambas estructuras (la existencia de cada uno de ellos se encuentra
sobredeterminada por las determinaciones combinadas que emanan desde todos los
otros) (¡! ¡Criticar!)
“A
otro nivel, concebida de esta manera, la economía debe exhibir un carácter
profundamente desigual sino caótico…Constituida de esta manera, la economía
deviene un siempre cambiante campo de remolinos de interacciones y procesos
económicos cambiantes de “clase” y “no-clase”, cuyos efectos la empujan aquí y
allá, continuamente cambiando su naturaleza y movimiento” (¡! ¡Criticar!)
“Ningún
orden, ley de movimiento, o fin emerge desde esta relación entre los mercados
(estructura no clasista) y las clases, sino que la misma contradicción lo hace.
En este respecto, el caos y la inestabilidad caracterizan la operación de las
corporaciones empresariales y de la economía capitalista en general” (¡! ¡Criticar!)
De
otra forma se entiende a la estructura “no-clasista” como la esfera de la
distribución del plusvalor a las clases subsumidas (gerentes, comerciantes,
propietarios, prestamistas, terratenientes, etc). También el acceso a los
medios de producción, la fuerza de trabajo, la supervisión, el crédito,
investigación y desarrollo, seguridad, ideología, propiedad, comando, etc….
Las
clases y los mercados se sobredeterminan mutuamente (¡!)
Dado
lo contingente y caótico de la economía, es imposible determinar la existencia
de tendencias de algún tipo (en función e la noción equivicada de dialéctica
que soporta el autor)
“El
argumento presentado acerca de las empresas, sus diferentes tasas de ganancia y
gastos, y la economía toda constituida en contradicción, llevada hacia diversas
direcciones por cualquier fuerza considerada, implica una existencia bastante
frágil para cualquiera de ellos y por tanto para la explotación de clase.
Ningún acontecimiento que haga época es requerido para su posible
eliminación…Para el marxismo, el truco está en ver su siempre presente
vulnerabilidad como una oportunidad para intervenir con el objetivo de
reforzarla…” (¿!?)
XII. ¿Ha contraatacado el
Imperio? (Alan Freeman)
“Uno puede rechazar por adelantado los
intentos del profesor Kondratieff para asignar a las épocas que él denomina
ciclos largos el mismo “ritmo estricto” que es observado para los “ciclos
cortos”. Este intento es claramente una generalización equivocada basada en
una analogía formal. La periodicidad de los ciclos cortos está condicionada
por la dinámica interna de las fuerzas capitalistas siempre que existe y donde
exista un mercado. Para aquellos
largos intervalos (de cincuenta años) que el profesor Kondratieff propone
precipitadamente también llamar ciclos, su carácter y duración está determinado
no por la dinámica interna de las fuerzas capitalistas, sino que por las
condiciones externas bajo las cuales el desarrollo capitalista ocurre. La
absorción del capitalismo de nuevos países y continentes, el descubrimiento de
nuevos recursos naturales, y, adicionalmente, importantes factores de orden
superestructural, tal como las guerras y las revoluciones, determinan el
carácter y la alternancia de épocas de desarrollo capitalista expansivas,
estancadas o declinantes” (Trotsky)
Desde
1970 el mercado mundial ha sufrido una de sus más prolongadas fases de
declinación e inestabilidad que se han conocido
a)
Esta
declinación es endógena (al mercado). Un proceso regular de 20 a 30 años lleva
a una crisis generalizada (desempleo masivo, bajo crecimiento, etc)
b)
La
restauración no es endógena. La salida de la crisis depende de la intervención
política, desde la dictadura hasta la guerra, siempre bajo formas cada vez más
barbáricas; depende de la acción consciente de las clases y del poder que estas
esgrimen
c)
La
polarización es endógena. Entendida como la diferencia creciente entre naciones
ricas y naciones pobres (que se acusa cuando el mercado no se restringe y se
detiene parcialmente cuando el mercado mundial se restringe)
d)
La
restauración está vinculada con la polarización: cada nueva restauración ha
acusado la tendencia polarizante
e)
La
historia exhibe dos patrones de recuperación de una crisis generalizada. La
primera está representa por la revolución industrial (en Inglaterra desde 1845)
y el boom de la segunda posguerra. En ambos casos hubo expansión (incluso de
los países rivales) bajo la hegemonía de un poder económico, prosperidad, y
relativa paz y estabilidad. El segundo patrón tiene como ejemplo 1890-1913,
cuando la tasa de ganancia no se recuperó a sus niveles anteriores y no hubo
hegemonía de ningún poder, sino creciente miseria y barbarismo alrededor del
mundo
f)
En
el periodo que comienza a mitad de los años 70’s, sólo es posible un tipo de
recuperación de este segundo tipo, por lo cual Freeman habla del retorno al
“imperialismo clásico”
“Existe
entonces una esfera para la elección humana consciente distinta de, y superior
a, el mercado. Precisamente porque son exógenas al mercado, esta fuerzas no
están gobernadas ni dominadas por él; precisamente porque el mercado
endógenamente falla, son una parte necesaria de la vida. La política y la
intervención social son esferas de actividad legítima, necesaria y autónoma…”
“Pero
esto no reconoce realmente el problema. Con suficientes ecuaciones podríamos
hacer a cualquier cosa en el mundo parte del mercado. Pero entonces no
tendríamos ya una teoría del mercado sino una teoría del universo. El mercado
capitalista es una institución social distinta, por ejemplo, del gobierno, y exhibe
leyes que aplican bajo cualquier gobierno excepto aquellos que lo suprimen”
“No
afirmo que el mercado opere independientemente de la política o de la
tecnología. Interactúa con ellos. Pero “interacción” no es lo mismo que una
propiedad interna. El mercado interactúa con el clima…Esta conexión realmente
existe, sin embargo no significa que el clima sea parte del mercado, ni que la
economía sea una rama de la meteorología. El curso efectivo del mercado emerge
de su interacción con incontables instituciones; precisamente en orden de
analizar esta interacción, tenemos que distinguirlo de éstas”
Los
mercados no poseen leyes por una necesidad lógica; la existencia de estas leyes
(en el sentido de la “tendencia” marxista) se prueba en la empiria.
Se
afirma la TDTG y la ley del valor. “Este fenómeno es grandemente independiente
de factores externos. Las prolongadas declinaciones de la tasa de ganancia de
1870-1890; 1902-1914; 1962-1978, ocurrieron bajo regímenes de regulación,
tecnología y gobierno bien diferentes, pero adoptaron la misma forma en
términos de valor”
“Específicamente,
el avance tecnológico no contrarresta esta ley. Los periodos de cambio técnico
más rápido, de torbellinos de innovación, son precisamente aquellos periodos en
los cuales el stock de capital se está elevando y la tasa de ganancia está
cayendo”
“Por
lo general la inversión es positiva. Pero cuando el stock se está reduciendo,
la misma deviene negativa –desacumulación-. Esto no es lo mismo que la
destrucción física de stock. Simplemente significa que los capitalistas gastan
su riqueza en el periodo vigente, una situación que Marx describe como la
conversión del capital en ingreso…De
hecho, si está ocurriendo un progreso técnico, la desacumulación se presentará
incluso si los capitalistas reemplazan su stock físico…porque en cada periodo
ellos necesitan gastar menos dinero para asegurar los mismos bienes”
“Esta circunstancia excepcional tiene lugar
sólo durante las crisis. El capital que deja de expandirse se está destruyendo
a sí mismo…sólo bajo el capitalismo debe el mercado expandirse para sobrevivir,
por lo cual la acumulación deviene su forma de existencia. La crisis es,
por lo tanto, una suspensión no del equilibrio, sino una suspensión del
crecimiento. Esto le otorga un significado preciso a que la caída en la tasa de
ganancia es endógena al capitalismo: puede ser revertida sólo mediante la
suspensión de la acumulación capitalista misma”
“La
ley de la acumulación es lo que yo denomino una “ley pura”; es expresada en los
términos de una sola sustancia, valor, sin ningún ingrediente externo. Esto es
lo que la hace universal; también lo que la hace endógena. Se aplica a
pesar de la tecnología o del régimen monetario…la tecnología puede interactuar
con esta ley, pero no puede suspenderla, porque no puede modificar la cantidad
de valor que un número dado de trabajadores crea”
El
autor argumenta que el mismo concepto de valor que explica la crisis de
acumulación, también explica la tendencia a largo plazo a la polarización entre
las naciones. Y esto es lo que hace al concepto de valor uno general y
científico:
a)
Explica
una variedad de fenómeno, no un sólo fenómeno
b)
Exhibe
las relaciones entre fenómenos
-
Un
grupo de naciones “avanzadas” que componen un cuarto de la población mundial, básicamente
formado por los países que ya eran ricos a principios de siglo y pequeño número
de adiciones periféricas
-
Un
grupo crecido de naciones pobres (75% de la población mundial), que a su vez se
subdividen en países de “ingreso medio” (entre 1/5 y 1/10 del ingreso promedio
de los países avanzados) e “ingreso bajo”.
Esta
tendencia nunca ha sido invertida (como sí lo ha sido la TDTG), sino
neutralizada cuando los países se han desligado parcialmente del mercado –e.g.
bajo el ISI en AL- (e.g. Brasil creció a un promedio de 6.4% anual entre
1960-1979; cayendo un 0.54% anual entre 1980-1994).
El
pib percapita mundial promedio es de 3000 dólares en 1987. Y crece
continuamente (en 1970 era de 2000 dólares). Esta cantidad de riqueza podría
proveer una vida digna para cada ser humano de la tierra (salud, educación,
jubilación, etc). No existe ninguna necesidad absoluta en el ser humano de
producir más para poder sobrevivir.
“El
punto es relevado por la actuación económica de China; cuando comparas la
actuación en términos de “valor de uso” con la misma actuación en términos de
“valor de cambio”, empezamos a tener cierto atisbo de lo que pudiera estar
sucediendo. Entre 1980 y 1995, en dólares constantes de 1987, el output per
capita chino se elevó 7.65 veces, mientras que su valor monetario creció menos
que el de eeuu. Esto refleja la declinante razón e apropiación de trabajo”
“Una
ley del valor pura se aplica independientemente de cualquiera otros factores.
Pero la forma bajo la cual aparece ciertamente depende de otros factores”. En
el caso de la desigualdad entre naciones, es interesante comprobar cómo éste es
un proceso en el cual el mercado interactúa con la tecnología, reforzando sus
tendencias intrínsecas. La idea de la redistribución del plusvalor en función
de la mayor productividad derivada de un nivel tecnológico más avanzado, en un
proceso que se refuerza a sí mismo, es bastante ilustrativa al respecto. Con la
reestructuración capitalista post 70’s, se establecieron derechos de propiedad
sobre la tecnología en términos mundiales, sancionando el monopolio de los
países avanzados sobre la misma y legitimando la desigualdad entre naciones (en
1995 sólo 0.16% de las patentes mundiales son propiedad de agentes del Tercer
mundo)
Otro
modo de mantener la desigualdad entre naciones es mediante las medidas
proteccionistas implementadas por los centros con respecto a sus industrias
agrícolas y otras. Si las acciones anti-dumping era excepcionales en 1986, en
1992 los centros habían cursado 1.042, mientras el tercer mundo sólo 137. Esto
es, la liberalización comercial no ha sido recíproca (sólo se permite el
proteccionismo en los centros)
“Aún
los vínculos estrechos no abolen esta distinción, en terminología marxista,
entre la subsunción formal cuando una institución externa condiciona otra, y la subordinación real en la cual cada
una es la condición de existencia de la otra. El trabajo, como una gran reserva
de productores directos no asalariados, inicialmente existió como una condición
externa de la existencia del mercado. El plusvalor relativo hizo al mercado
condición de existencia del trabajo, creando
una nueva totalidad que contuvo y transformó a ambos”
“Por analogía
con el trabajo, la tecnología se encuentra formalmente pero no realmente
subsumida al capital. La presente fase ha introducido un nuevo y único
elemento, que es el intento, mediante los derechos de propiedad
universales, de subsumir realmente la
ciencia al capital.
Esta empresa supone una contradicción: por ejemplo, efectivamente implica la restricción
del intercambio de las mercancías normales, en cuanto hace ilegal la producción
de algo cuya tecnología es propiedad de otro”
“”Lo
clave para entender esto es la forma mediante la cual el capital organiza la
tecnología, que es al mismo tiempo exógena al mercado capitalista y un
prerrequisito del mismo. La ciencia es producida de manera “no-capitalista”.
Pero, como la tecnología, se encuentra incorporad en procesos de producción
definidos que requieren cantidades precisas de inversión de capital”
(Comentario: con respecto a estas dos
últimas afirmaciones, Marcuse y la teoría crítica argumentarían de otra forma:
la ciencia y la tecnología se encuentran subsumidas realmente al capital porque
son parte de un mismo fenómeno que tiende a unilateralizar la razón haciéndola
meramente formal-instrumental…es un tema a debatir)
XIII. Contradicciones imperialistas en el umbral del tercer milenio: ¿una
nueva fase? (Guglielmo Carchedi)
La
caída de la Unión soviética marcó el comienzo de una nueva fase de contradicciones
inter-imperialistas. La misma no supone algo cualitativamente nuevo, sino que
es sólo una extensión cuantitativa de tendencias ya presentes antecedentemente.
La unificación
del continente europeo se fundamentó ideológicamente de esta forma:
a)
Fue
una respuesta al hecho de que los países europeos, tomados individualmente, ya
no tenía el suficiente peso para sostenerse a sí mismos en el mercado mundial
b)
Mediante esta medida se intentó evitar el
proteccionismo que, se dice, habría tenido como una de sus consecuencias la
segunda guerra mundial
c)
De
esta manera se trató de contener el expansionismo de la unión soviética
d)
Fue
determinada por el deseo francés de contener la reemergencia del expansionismo
alemán
a’)
Este argumento obscurece la intención y el impulso expansionista de la
corporaciones europeas
b’)
mediante este punto se evita la referencia al proteccionismo europeo con
respecto al mundo no europeo, especialmente la periferia (e.g. política
agrícola)
c’)
Más que contener a la URSS por motivos ideológicos, se desea esto por razones
de expansionismo económico
d’)
Esta posición ofusca el mismo interés expansionista de Francia
Ahora
bien, esta nueva unificación no elimina las contradicciones internas a los
europeos, sino que las mismas se mantienen en un nuevo tipo de unidad y bajo
forma modificada. Por lo demás, el mismo proceso no es función de una ausente
voluntad democrático-popular, sino que se explica por la voluntad de dominio
del gran capital europeo, el que intenta de esta manera configurar un nuevo
polo imperialista
Imperialismo: sistemática
apropiación de valor de una nación por otra. Existen al menos dos formas de
imperialismo; el colonial (“clásico”, en él el centro imperial produce
manufacturas y bienes de capital mientras las colonias lo proveen de materias
primas) y el dependiente (si el anterior no habilita el desarrollo capitalista
en las colonias, éste nuevo tipo de imperialismo si permite, al menos en algún
grado, este tipo de desarrollo –e.g. AL y Asia-)
Imperialismo dependiente:
-
El
capital en los países dependientes se adapta su producción y actividad
económica general a los mercados del centro, mientras el centro exporta a la
periferia (capital, infraestructura) elementos para que el proceso de pendencia
continúe.
-
La
periferia produce lo que el centro necesita mediante técnicas intensivas en
trabajo (aún si el proceso de trabajo puede utilizar tecnología avanzada), por
lo que existe una transferencia de valor de los países dependientes a los
centros imperialistas
-
Como
no pueden competir con el centro en términos de tecnologías más avanzadas, los
países dependientes deben ahorrar en trabajo
La
distinción entre ambos tipos de imperialismo es analítica; éstos pueden
coexistir imbricados en formas híbridas con uno de los dos tipos siendo
dominante.
Los
países europeos, tomados como unidades individuales, establecen un tipo de
relación imperialista colonial con los países africanos, caribeños y del
pacífico. Los mismos, por otra parte, materializan una relación de imperialismo
dependiente con los países del Este europeo. No obstante, es importante
clarificar que las relaciones imperialistas no se dan sólo entre países
individuales, sino que también entre el bloque imperialista (los centros
tomados como totalidad) y la periferia. Este último tipo de relación se apoya
en instituciones internacionales como el FMI, el BM, la OMC y la OTAN.
Lo
esencial es que estas instituciones hacen posible que todos los países que
participan en la unión europea se puedan apropiar sistemáticamente de valor
producir en la zona no-europea. Así, incluso países que individualmente no
poseen el grado de desarrollo o el peso político-económico para establecer este
tipo de apropiación de valor, una vez se unen al conjunto europeo, si
participan (aunque de una manera subordinada) en la redistribución de estos
“privilegios”.
El
intercambio desigual determinado por las diferencia en la productividad (ergo,
en la composición orgánica de las industrias), también tiene su expresión en la
depreciación de la moneda del país en el cual las industrias son menos
productivas (composición orgánica más baja) y la apreciación de la moneda en
los países con industrias más productivas (composición orgánica más alta)
Un
asegunda ventaja de ser el país imperialista dominante, está dada por el hecho
de que la propia moneda deviene moneda mundial: “este país se apropia de valor
internacional simplemente imprimiendo (con límites) papel moneda no
convertible”
Si
la UE tiene el peso económico para desafiar a eeuu, le falta la fuerza militar
(y es este punto el que hace la diferencia)
Historia del
Euro
-
En
1978 el ECU incluía a 9 países europeos, siendo el marco alemán el de mayor
gravitancia (33% del ECU)
-
Este
mayor peso del marco alemán se ha mantenido con la transformación del ECU en el
Euro: lo cual supone, por lo demás, que la unificación europea refleja los
intereses y la posición económica del capital alemán más que de otros capitales
europeos.
-
Hasta
1992 existía una fijación de límites (banda de fluctuación) para el movimiento
de las monedas europeas individuales. Estaba fijado en +/-2,25% (con una Italia
en +/-6% hasta 1990)
-
Este
marco beneficiaba a una Alemania de alta productividad y desmedraba a una
Italia de baja productividad. Por un lado, la inflación no era conveniente para
los alemanes porque afectaba su competitividad y hubiera obligado a devaluar su
moneda (y el euro), lo cual atentaba contra la intención de hacer a ésta una
moneda mundial. Por lo tanto, el enemigo número de Alemania era la inflación.
Inversamente, para una Italia de baja productividad, la inflación era una
manera de reducir los salarios y apropiarse más plusvalor y así alzar la tasa
de ganancia. Dentro de la unidad europea esta política no era posible, por lo
que Italia estaba en desventaja; tampoco era posible recurrir a devaluaciones
competitivas (por la fijación de las fluctuaciones con respecto al euro). Como
la alternativa de la inflación-devaluación estaba descartada, los empresas de
los países tecnológicamente atrasados sólo podían alzar su tasa de ganancia
mediante el mecanismo del plusvalor absoluto (intensificación del trabajo,
prolongación de la jornada laboral)
Razones
que explican la permanencia del euro y la unificación del continente:
-
Los
capitales avanzados de Alemania “trabajaban” a favor de todos los capitales
(oligopolios) avanzados de Europa, ya que forzaban a todos ellos a extraer
mayores tasa de plusvalor
-
La
inflación mina el poder de compra no sólo de la clase obrera sino también de
más amplias clases, dentro de las que se encuentran potenciales aliados del
capital. El evitar el recurso a la inflación y recurrir al mecanismo del
plusvalor absoluto evita el hipotecar estos potenciales aliados por parte del
capital.
-
El
mecanismo del plusvalor absoluto alza la tasa de plusvalor junto con la masa de
productos elaborada, mientras la inflación sólo alza la tasa de plusvalor, pero
no acrece la producción
-
El
mecanismo del plusvalor absoluto acrecienta el dominio del capital en el lugar
de trabajo, debilitando al trabajador en general y sus organizaciones (lo cual
no sucede con la inflación)
-
Se
evita el mecanismo de las devaluaciones competitivas, el cual va ligado a la
inflación.
-
El
capital financiero alemán pareciera dominar; sin embargo, su función en la
práctica es fomentar la mayor extracción de valor por parte del capital
industrial. Instituciones como el banco central europeo (ampliamente autónomo) cumplen
este rol.
-
El
recurso a la inflación pierde sentido, al menos en alguna medida, en un mercado
más amplio como el de toda Europa
Aún
si eeuu y Europa son ambos países imperialistas dominantes, internamente Europa
es dominada por eeuu, dada su falta de poder militar
La
inclusión a una OTAN dominada por eeuu, supone la compra de armamento militar
producido en eeuu por parte de los nuevos miembros. Así, sumado a este buen
negocio para los yanquis, se encuentra la dependencia crediticia que se genera,
los cuales no tienen los suficientes recursos para sostener y mantener este
tipod e armamento e el tiempo.
1999:
las universidades europeas forman 50000 alumnos asiáticos; las universidades
yanquis 215000
Los
promotores del mercado común europeo y el euro fueron, antes de devenir
“representantes” políticos, hombres de negocios ligados a las grandes
corporaciones. El ministro de relaciones
exteriores holandés, Beyer, antes de serlo fue ejecutivo de Phillips y director
de Unilever (y antes de llegar al gabinete holandés pasó por el FMI. Por su
parte, el padre de la integración europea, Monnet, siempre un fue un banquero
de profesión.
Guerra de los
Balcanes de 1992
-
Eeuu
necesitaba contener las aspiraciones militaristas de Europa.
-
Para
eeuu y Europa es un lugar estratégico para canalizar el petróleo que llega de
la zona del Mar caspio
Criterios
para unirse a la UE:
-
Déficit
no debe ser mayor a 3% del pib
-
La
deuda no debe ser mayor al 60% del pib
-
La
inflación no puede ser más alta que un 1,5% más que el promedio de la inflación
e los tres países con las tasas de inflación más bajas
-
La
tasa de interés de largo plazo no puede ser más alta que un 2% más que el
promedio de las tasas de los tres países con las tasas más bajas
Francia
volvió a la OTAN en 1995, después de haberla abandonado en 1966
XIV. Periodizando el capitalismo y analizando el imperialismo: el marxismo
clásico y la evolución capitalista (Alex
Callinicos)
Según
la teoría de la regulación (e.g. “A theory of capitalist regulation”, Michel
Aglietta), los criterios comparativos fundamentales serían entre un “régimen
intensivo de acumulación” (fordista), un “régimen extensivo de acumulación”
(prefordista) y el post-fordismo
En
los tres tomos del El Capital Marx tiene dos objetos: el objeto teórico del mpc
y el objeto realmente existente de unas formaciones sociales donde el mpc es
predominante. El desarrollo del marxismo después de Marx, giró en torno a estos
dos objetos. La teoría de Hilferding sobre el “capital financiero” es tan
importante porque sistematiza la teorización sobre ambos objetos. Sin embargo,
el marxismo clásico, bajo la pluma de Lenin, Hilferding, Bujarin y
Probrazhensky tendió a revisar y cuestionar implícitamente ideas centrales
contenidas en El Capital: así, la TDTG, derivada de la vigencia de la ley del
valor que supone la competencia entre capitalistas, es eliminada de la nueva
fase “descubierta” por estos autores, en tanto la misma supone la predominancia
de los monopolios que elimina la vigencia de la ley del valor. Esta
consecuencia, implícita en los análisis del marxismo clásico es sistematizada
por Baran y Sweezy en “El Capital monopolista”.
Así,
lo característico del marxismo de la primera mitad del siglo XX es trabajar con
una teoría de la crisis que elimina la TDTG. Para Hilferding, las crisis se
derivaban de la desproporcionalidad (anarquía) y podían ser eliminadas mediante
una intervención estatal adecuada. Para Bujarin, la desproporcionalidad no
podía ser eliminada por prácticas estatales, ya que la contradicción entre
capital y trabajo ahora tomaba dimensiones nacionales (la inmanencia de las
crisis se expresaba en la guerra imperialista). Preobrazhensky, por su parte, entendía
que el capitalismo monopolista hacía la desproporcionalidad más acusada, lo
cual unido a una tendencia al subconsumo, explicaba la recurrencia de las
crisis capitalistas
Una
de los grandes avances del marxismo de la segunda mitad del siglo XX es el
haber rescatado la teoría de la TDTG (aún y todo con el ataque sraffiano a la
misma). Junto con las preocupaciones epistemológicas de Althusser que tendían a
rebajar la influencia hegeliana en El Capital, estos dos nuevos desarrollos
dirigieron una nueva atención a la estructura de El Capital y de alguna manera
se preguntaron si la misma habilitaba la conceptualización posterior de fases
de desarrollo capitalista.
La teoría de la
regulación de Aglietta rechaza la noción de capitalismo monopolista.
Para este autor, lo fundamental de la “actual” fase del desarrollo capitalista
no son las grandes concentraciones de capital, sino que las condiciones de
reproducción del capital en general. Implícitamente,
se adopta una teoría de la crisis que enfatiza en la desproporcionalidad:
se afirma que el Departamento I (medios de producción) tiende a desarrollarse
más rápido es más productivo) que el Departamento II (medios de consumo). Sólo
un alza del plusvalor relativo en conjunción con un Departamento II que
rápidamente acelere su consumo de medios de producción y, por tanto, su
producción de medios de consumo, pueden evitar que la tasa de ganancia caiga.
Pero, sin embargo, como la contratendencia del plusvalor relativo requiere un
decrecimiento relativo de la proporción del salario (capital variable) en el
ingreso nacional, existirá una tendencia inherente a las crisis de realización.
Es por esto que sólo un régimen de acumulación con un modo de regulación
adecuado (Estado de bienestar, keynesianismo), puede sostener la demanda
derivada del salario (e.g. subsidios, emisión, servicios sociales
desmercantilizados que liberan dinero para el consumo, etc) y así evitar las
crisis de realización (y armonizar la relación entre los departamentos I y II).
Por otra parte, aún si Aglietta no adopta una teoría explícita de la
desproporcionalidad (o, por otro lado, del subconsumo), sí adopta una suerte
de teoría de la crisis subsidiaria derivada de las relaciones de explotación en
su expresión en la circulación: la teoría de la compresión de las ganancias.
La
reinterpretación de la teoría de la TDTG, en palabra de Aglietta, es
ilustrativa de minusvaloración de la misma: “La ley de la tendencia descendente
de la tasa de ganancia tiene entonces el siguiente significado. Afirma que una
fase de acumulación aparentemente regular no tiene mecanismos auto-correctores
que la puedan mantener indefinidamente”. De hecho, Norton afirma que los
regulacionistas no suponen un quiebre radical con la teoría económica
dominante, en tanto sólo formulan una suerte de desarrollo keynesiano.
Lipietz
rechaza la teoría de los sistemas mundiales en 1980, fundamentalmente por lo
que denomina su “pesimismo funcionalista”. Para esto subraya la independencia y
aún gran peso de los Estados nacionales individuales.
La
teoría de la regulación de Aglietta asume la necesidad de regular (modo de
regulación) una fuerzas capitalistas ciegas, las cuales de este modo podrían
asegurar la prosperidad y a cohesión social. Desde este punto de vista,
Aglietta postula que la confrontación relevante es entre distintos tipos de
capitalismo (y su opción es por un tipo de capitalismo renano o, alternativamente
una suerte de capitalismo popular –trabajadores como accionistas, tal como lo
proponía cierto sector de la izquierda opuesto al neoliberalismo de los
tories-).
“Estas
consideraciones sugieren que el concepto de “Fordismo”, del cual Aglietta ofreció
la teorización más influyente, a lo más tiene un valor descriptivo para
identificar ciertas características de la producción y el consumo capitalista
durante el largo boom de los 50’s-60’s….pero le falta cualquier tipo de
consideración teórica satisfactoria de las fuerzas motoras del boom y la
depresión. De utilidad aún menor, aún al nivel descriptivo, es el concepto de
post-fordismo”
Existen
dos opciones extremas que deben ser rechazadas: por un lado, la teoría de la regulación, la cual
elimina las tendencias generales (estructurales y abstractas) del modo de
producción capitalista, cuando lo subdivide en periodos concretos
poseedores de su propia lógica (derivada de complejos institucionales todavía);
por otro, la teoría de la “lógica del
capital”, la cual “sigue un procedimiento metafísico de deducción del
comportamiento concreto de las economías capitalistas a partir de los rasgos
postulados como intrínsecos al concepto de capital”
Un
representante de esta última alternativa teórica es Robert Brenner, para quien
la imposición de ciertas relaciones de producción (relaciones sociales de propiedad) supone un
constreñimiento en el comportamiento de los actores que supera toda tendencia
histórica derivada de marcos institucionales. Así, el distinguir fases de
desarrollo capitalista mediante conceptos intermedios, no tendría sentido:
desde la teoría general abstracta del capital debería investigarse en el curso
empírico de las economías donde el mpc es predominante…
Callinicos cree que sí existe cierto espacio
teórico para conceptos intermedios susceptibles de reconocer fases en el
desarrollo del capitalismo. Así, tampoco habría que adoptar el
contingencialismo postestructuralista de Norton, Resnick y Wolff, para quienes
toda teorización que reconozca tendencias es esencialista (“esencia” para estos
autores significa: “un aspecto constitutivamente separado de la vida social que
se encuentra determinado por su propia naturaleza interna”)
Un
autor de la corriente de Resnick, Cullenberg, postula: “Un análisis de una
empresa capitalista descentrada y sus condiciones de existencia, nunca está
completo. Siempre es el caso que las condiciones de existencia complejamente
son sobredeterminadas entre sí, en un proceso contradictorio sin fin de
desarrollo desigual”
Callinicos
responde: “es difícil ver cómo este
truismo, por sí mismo, puede llevarnos a la formulación de una teoría definida
suficientemente determinada para admitir una evaluación crítica con respecto a
su consistencia interna y su corroboración empírica”
“¿Pero
cómo es que una teoría puede generar hipótesis contrastables sino es que
algunas de sus aserciones son tratadas, al menos apara algunos propósitos, como
simplemente dados? La distinción que Imre Lakatos hizo entre un “núcleo duro”
no revisable de un programa de investigación científica, y las hipótesis
contratables de las que se puede dispensar generadas sobre esta base, refleja
este requerimiento”
El mismo Capital
de Marx no procede no como Resnick ni como Brenner:
“Lejos de proceder mediante conceptos que se
autoproducen, el pensamiento de Marx procedió más bien mediante conceptos
posicionales, inaugurando la exploración (análisis) del espacio teórico abierto
y cerrado por esta posición, luego por la posición e un nuevo concepto que
amplía el campo teórico, y así sucesivamente: hasta la constitución de campos
teóricos de extrema complejidad” (Althusser)
“Dumenil
mismo describe el sistema del Capital como aquél de “abstracciones dosificadas
o, si se prefiere, de una concretización construida elemento por elemento”. Este es un método de complicación
progresiva, en el cual nuevas determinaciones son introducidas en etapas
adecuadas del análisis…Cómo el mismo Marx escribió al comienzo del Volumen
III, “Las varias formas de capital, como
evolucionan en este libro, entonces se aproximan paso por paso a la forma que
adoptan en la superficie de la sociedad, en la acción de los diferentes
capitales entre sí, en la competencia, y en la conciencia misma de los agentes
comunes de la producción”
“Este
método de lo que Dumenil llama “concretización”, establece la pertinencia de
ciertos conceptos abstractos y proposiciones para la comprensión de las
economías capitalistas existentes…mediante un número de etapas intermedias. La
relación entre lo abstracto y lo concreto no es aquí una deductiva: más bien
involucra, bajo la feliz formulación de Althusser, la posición de los conceptos.
En otras palabras, conceptos
especificando una nueva determinación son introducidos cuando deviene necesario
analizar un aspecto del modo capitalista antes excluido de la consideración”
(así, el concepto de rotación del capital, introducido en el segundo tomo de
El Capital e infelizmente no desarrollado de manera sistemática en el tercer
volumen –ya que tiene importantes implicaciones para la comprensión de la tasa
de ganancia-, no se encuentra contenido en el concepto de capital, cómo los
“capitalistas lógicos” suponen: su
inclusión adiciona nuevo contenido a la teoría y permite una mejor
reconstrucción del modo capitalista)
“En
un determinado nivel estructural, son introducidas categorías cuya legitimidad
no se deriva del hecho de su deducción de categorías anteriores, sino de su
conexión e una estructura global inteligible que conjuntamente constituyen…el
pasaje a otr nivel es constituido por la introducción de una categoría nueva…la
que abre una nueva totalidad categorial” (Jacques Bidet)
(Comentario: los desarrollos de estos
cuatro párrafos anteriores llevan a largas reflexiones. ¿Se encuentra Callinicos
argumentando a favor de un método de “aproximaciones sucesivas” a la Sweezy?
¿cómo sería esto coherente con su rechazo de todas las proposiciones
sustantivas que caracterizan a este autor –e.g. rechazo de la TDTG-? ¿Acaso no
argumentan en contrario de manera satisfactoria Rosdolsky y Moseley? ¿Existe
algún vínculo sistemático entre la adopción de esta postura –que asimilamos a
la de las “aproximaciones sucesivas”- y un rechazo althusseriano de la
influencia decisiva de Hegel en Marx? ¿Supone adoptar la posición e Moseley
reconocer este vínculo sistemático entre Hegel y Marx? ¿Son Moseley y Toni
Smith parte de la corriente “lógica del capital” –o lo es alguno de ellos-?
¿Realmente la posición de Callinicos es igual a la de Sweezy? Lo efectivo es
que tanto Toni Smith como Lebowitz deducen las categorías a partir del concepto
de capital –y el argumento de Toni Smith es bastante acabado. Por otro lado, la
investigación empírica ya ha resuelto definitivamente una cuestión crucial:
Marx de hecho ya había pergeñado las líneas generales del tercer tomo de El
capital –“problema de la transformación”- al momento de publicar el tomo I. En
la misma línea, la distinción relevante entre el “capital en general” (I) y los
“muchos capitales” (III), es una de niveles de abstracción, no corrección o
incorrección empírica. Asimismo, no es que el primer tomo se refiera al “valor”
y sólo el tercero incluya a las “clases” –como de hecho proponen los
contingencialistas posestructuralistas-, sino que ambas realidades se
encuentran ya contenidas en el concepto de capital. De algún modo, concordamos
más con la propuesta de Moseley y Toni Smith: la diferencia de niveles de
abstracción entre los tomos de El Capital es una que se explica por cuestiones
expositivas –la cuestión e las clases y la perecuación de la tasa de ganancia
ya Marx las tenía en mente al publica el primer tomo-, y no por cuestiones de
método investigativo: la adición de nuevos conceptos es concordante y derivada
de las determinaciones abstractas esenciales –capital, valor, mercancía, etc-,
no son nuevos descubrimientos que adicionan de manera exógena un nuevo
contenido…)
El campo abierto por el concepto de formación
social no es la única forma de concretizar el concepto abstracto y abarcante de
modo de producción; el desarrollo de fases del mpc es otra forma de concretizar
el mismo (Reflexión)
“Brenner ha sido famosamente crítico de la
teoría de los sistemas mundiales como practicada por Wallerstein y Gunder
Frank, esencialmente porque proponen un capitalismo transhistórico
indiferenciado, en el cual los distintos rasgos y consecuencias de las
relaciones capitalistas de producción se han borrado. Este es un buen
punto, sin embargo el mismo no elimina la necesidad de conceptualizar el patrón
de interrelaciones entre la competencia internacional y la acumulación de
capital. Lo significativo de la teoría clásica del imperialismo es precisamente
que llena tal necesidad…”
Callinicos rescata la teoría del imperialismo
de Bujarin, a la cual señala como la más acabada (aún si contiene problemas).
La idea básica es que Bujarin piensa en términos de economía mundial y de
Estados fusionados con los capitales nacionales, por lo cual la competencia
mundial no es ya primariamente económica sino militar. Lo cual le lleva, por su
parte, a no poder analizar de buena manera la crisis de 1929 (cómo si pudo
hacerlo la noción más compleja de crisis de Preobrazhenski). El defecto de la
teoría de Bujarin es una tendencia a pensar en términos no dialécticos, esto
es, entiendo la presencia de tendencias acabadas y no en desarrollo
contradictorio con otras “contratendencias” (crítica de Lenin a Bujarin). Así,
al tomar la teoría de Bujarin debemos entender que las tendencias estatistas
(militaristas-proteccionistas) se combina de manera compleja con la tendencia a
la internacionalización del capital y que, mientras una de ellas predomina en
cierta fase, la otra sin embargo continúa actuando y se encuentra presente de
forma subordinada. Asimismo, habría que sumar una adecuada teoría de las crisis,
que incluyera sistemática la ley de la TDTG.
Una
periodización basada en Bujarin (pero con las correcciones señaladas)
distinguiría al menos tres fases:
-
1914-1945:
tendencia predominante a la estatización-proteccionismo
-
1945-1973:
ambas tendencias en balance
-
1973
en adelante: tendencia a la internacionalización (globalización)
La
ventaja de una tal periodización es que vincula sistemáticamente la dimensión
de la guerra y el militarismo con el mpc. Para Callinicos la guerra no debe ser tomada
como un factor externo, sino que uno interno y, por lo demás subordinado al mpc
una vez éste deviene dominante (como de hecho sostiene Bujarin). Así, existiría
una teoría más general de la competencia capitalista (teoría de al competencia
sólo implícita en El Capital), la cual distinguiría al menos dos formas de
competencia propias del mpc: la competencia económica y la competencia militar
(sin reducir una a la otra)
Asimismo,
el propio imperialismo no debe ser considerado sólo como una fase del
capitalismo, sino que cómo un momento en la centralización y concentración del
capital que por sí mismo sufre transformaciones y puede ser subdividido en
fases.
“Teoría
de la globalización, post-fordismo…estas creencias llevan a la peligrosa
subestimación de la extensión en que los actores económicos líderes de la
actualidad- las corporaciones multinacionales, los bancos de inversión, los
hedge funds- depende de la afirmación del poder del Estado para efectivamente
perseguir sus intereses”
La
debilidad del análisis de Brenner y sus seguidores, está dado por el hecho de
que, al partir de un modelo abstracto de capital ya dado, trata todos aquellos
aspectos y determinaciones que aparecen como “aberrantes” (no se corresponde con el modelo general del
capital) como “no-capitalistas”. En
cambio, la utilización del método de concretización y la idea de los “conceptos
intermedios”, podrían determinar que estos aspectos nuevos y “aberrantes” son
parte del modo de producción
capitalista, entendido éste como un sistema histórico en evolución que adopta
sucesivamente formas concretas diferentes
“No
puede haber, en la naturaleza de las cosas, una garantía de que esta teoría,
modificada en las formas indicadas más arriba, sea exitosa al aprehender el
camino principal del desarrollo capitalista. En último análisis, incluso el
“núcleo duro” del programa de investigación cuyas predicciones fallan
sistemáticamente, devendrá después de
todo no irrefutable. Pero me parece a mí que, al menos cuando puesta bajo el
trasfondo de la teoría más amplia del modo de producción desarrollada por Marx,
la teoría del imperialismo de hecho formula las preguntas adecuadas” (desde el punto
de vista de Lakatos, la teoría del imperialismo compondría una parte importante
del cinturón de hipótesis auxiliares, a través del cual el “núcleo duro” del
programa de investigación es articulado y hecho susceptible de corroboración
empírica y refutación)
En
un cita se recuerda que Dumenil rechaza la importancia del valor de uso en el
análisis del mpc (lo que concordante con nuestra crítica a la “Nueva
Interpretación” de Foley)
(Comentario: es interesante que, de
hecho, el marxismo “clásico” –al menos algunos de sus autores- que, por lo
general, se lo comprendió como “ortodoxo”, no lo sea en realidad: una posición
ortodoxa no negaría la vigencia de la teoría del valor y la ley de la TDTG)
XVI. Globalize, Globa-lize, Global lies: mitos de la economía mundial en los
años 90’s (John Weeks)
Mito 1: La teoría
neoclásica del comercio (Hecksher–Ohlin-Samuelson, “H-O-S”) es firme (sólida)
-
En
la teoría ortodoxa no se encuentra la tesis de que el comercio desregulado
mejora la eficiencia de cada firma individual mediante la acusación de la
competencia internacional. Esta afirmación está basada en postulados prácticos,
ya que la teoría estándar afirma que la productividad mejora porque los
recursos son asignados de manera más eficiente (la idea de la especialización
según las ventajas comparativas), no porque cada firma baje sus precios en
función de la competencia. Esto porque la teoría estándar asume que cada
productor en cada país opera a la máxima eficiencia técnica y económica.
-
La
teoría ortodoxa predice que cada país se especializará en la producción de
ciertos bienes de acuerdo a sus diferentes disponibilidades de capital y
trabajo. El problema con esto metodológico. No existe forma de medir la
cantidad de capital y trabajo de un país sin que a la vez esta medida no esté
influida por los intercambios comerciales. No existe, por lo tanto un “ex
ante”, un punto de referencia desde el cual se pueda comparar de manera válida.
Por ejemplo, es claro que después del comercio (la única medición que es
posible de realizar válidamente) el ordenamiento del uso de capital o trabajo
por un país dado, puede modificarse (un país pobre en capital puede, con los
efectos del comercio, exportar productos intensivos en capital). Además, dos
estudios de Yeats (un economista del BM) concluyen que el patrón observado en
los países en desarrollo difiere sustancialmente de las predicciones hechas a
partir de la la teoría H-O-S)
-
De
acuerdo a la teoría estándar, el comercio desregulado debiera reducir la
inestabilidad de la tasa de intercambio real y fomentar un comercio balanceado
sostenible. Esta premisa no explica ningún patrón de intercambio comercial
hasta la fecha
“Los
economistas neoclásicos han expresado una frustración creciente acerca de su
fracaso para explicar el movimiento de la tasa de intercambio…A pesar de que
éste es uno de los campos mejor investigados por la disciplina, ni un solo
modelo o teoría ha pasado los test empíricos. Los fracasos han sido tan
desastrosos que los economistas del mainstrean admiten su fracaso fácilmente”
(David Harvey).
“…por
qué los economistas se han encontrado tan desanimados acerca de su capacidad
para explicar la determinación de…los flujos de capital” (Stein)
“Los
defensores de la globalización le harían a uno creer que un gran corpus de una
acabada teoría fundamenta las conclusiones de que: 1) el comercio desregulado
fomenta una asignación eficiente de recursos; 2) el comercio desregulado
asegura menos volatilidad en la tasa de intercambio; y 3) el comercio
desregulado promoverá el equilibrio en la balanza de pagos. Estos son los mitos
de la globalización”
Mito 2:
la globalización ha incrementado el comercio y la inversión internacional
Este
es uno de los mitos de la globalización en el sentido de que, sorprendente, no
reconoce que el comercio y la inversión vienen creciendo desde la segunda
guerra mundial; esta tendencia no se ha acusado con el quiebre del modelo
keynesiano.
En
conjunto, existe poca evidencia convincente de que los niveles de inversión
extranjera directa en el final de los 80’s y durante los 90’s, representaran
algo distinto que una continuación de tendencias anteriores.
En
lo que refiere a la tasa de exportación con respecto al pib mundial, la
cuestión tiene ribetes similares. La tasa de crecimiento de las exportaciones
crecía más rápido que el pib mundial ya desde la segunda guerra; en los
80’s-90’s esta tasa de crecimiento de las exportaciones se desaceleró en
relación con el pib mundial en los países de la ocde. Esto es, la globalización
hizo decrecer el nivel relativo de las exportaciones precisamente entre
aquellos países que más producen y exportan. En AL, por otra parte, el
crecimiento de las exportaciones en relación con el producto durante la década
de los 80’s, no se explica por un crecimiento cualitativo de éstas, sino por la
baja sistemática de los productos en esta década en la región. Sólo en Asia se
visualiza una tendencia alcista significativa en las exportaciones en relación con
el producto
Mito 3: la
globalización mejoró la tasa de crecimiento
Esta
aserción tampoco está basada en la teoría neoclásica estándar, ya que esta
firma que la mejora en la eficiencia derivada de una asignación más adecuada de
los recursos produce incrementos en el crecimiento y el bienestar de una vez
para siempre (no una tasa de crecimiento constante)
1961-1980 1984-1998
OCDE 3.8% pib anual 2.3% pib anual
AL 5.1% pib anual 3.2% pin anual
Sub-sahara 4.2%
pib anual (desde 1965) 2.1% pib
anual
Sudeste
asiático 3.6% pib anual 5.6% pib anual (pero
decreciente cada año a partir de 1992)
Estos
datos hay que interpretarlo en el siguiente sentido: los países que adoptaron
la globalización de manera más rápida y drástica han reducido sustancialmente
sus tasas de crecimiento. Aquellos que lo hicieron más tarde no decrecieron (y
comienzan a decrecer ahora que empiezan a asumir la globalización). El país con
un crecimiento más alto es uno de los que tiene controles de capital más
rígidos (cuestión ajena a la globalización), como es China.
Mito 4: los
consumidores han ganado con la liberalización comercial
“En la teoría
del comercio, todos los miembros de la sociedad son tratados como maximizadores
de utilidad, y todos son consumidores. Así, el deseo de de los agentes de
mejorar sus condiciones de consumo es un interés general de la sociedad. Por el
otro lado, como productores, la gente trabaja en diferentes sectores y
ocupaciones, y su deseo por mejorar sus condiciones de trabajo es un interés
particular (especial). El debate político sobre el comercio es presentado como
una tensión entre el interés general de la sociedad como consumidora y el
interés particular de los productores”
“Se
ignora la posibilidad de que un poder desigual de la agentes como productores
puede reducir los ingresos de unos e incrementar los ingresos de otros, por lo
que los beneficios del consumo (bajos precios) son considerados como triviales
en comparación con las ganancias o las pérdidas de ingreso derivadas de la
producción. El tratar a todos los agentes como consumidores también ignora el
efecto de bienestar de las condiciones de trabajo”
Probar
que los precios se han reducido debido a la globalización no es una cuestión
simple. Primero, debe tenerse en cuenta que una baja inflación no implica que
los precios se hayan reducido, sino, primariamente y fundamentalmente, que los
ingresos (el poder de compra) se ha reducido.
El
autor utiliza una metodología particular distinta a la comparación entre
precios de los bienes importados y precios de los bienes producidos domésticamente.
Para esto elabora una medida que llama “índice de precio de consumo” (CPI en
inglés) e “índice de precio de producción” (PPI en inglés). A partir de esta
metodología, y distinguiendo entre los beneficios de una mayor productividad y
una mayor apertura comercial, concluye que no han existido beneficios
sustantivos para los consumidores a partir de la década de los 80 (se ha
mantenido la tendencia previa), en eeuu, GB, México y Canadá.
Retener metodología para utilización propia
Mito 5: los
trabajadores se benefician con la globalización
En los 90’s, el crecimiento fue menos
generador de empleo
“El denominado proceso de globalización en el final del
siglo XX, no fue inevitable. Fue el resultado de un conjunto de políticas
claras e intencionadas, motivadas por el interés del capital, con poca
preocupación por el bienestar de la vasta mayoría de la población mundial. Claramente, no podía presentarse como tal, por lo que
los defensores de la globalización produjeron un conjunto de mitos para inducir
la creencia de que lo era supuestamente inevitable era también deseable….”
“Este argumento, de que los miedos acerca del
impacto negativo del comercio y los flujos de inversión son irracionales, es
particularmente irónico viniendo de los globalizacionistas, dado que sus
fundamentos teóricos tratan a los agentes económicos como decisores racionales que se encuentran
racionalmente informados. Pareciera que la gente a lo largo del mundo es
racional: ella puede distinguir entre los mitos y las realidades de la
globalización”
XVII. ¿Que sigue al fordismo? sobre la
periodización del capitalismo y su regulación” (Bob Jessop)
Una aproximación
estratégico-relacional:
“Enfatizando la interacción entre la
estructura y la estrategia, esto implica que, dentro de los amplios límites
impuestos por la lógica abstracta del capitalismo, sus contradicciones
estructurales y sus dilemas estratégicos, el desarrollo capitalista se
encuentra sin embargo abierto. Trayectorias y secuencias particulares de
desarrollo capitalista siempre son mediadas y transformadas a través de fuerzas
sociales específicas actuando en contextos o coyunturas específicas”
“Esta apertura invalida los intentos de
periodizar el desarrollo pasado del capitalismo od e predecir su destino como
si esto estuviera conectado con una lógica ya dada. Pero esto no significa que
la sucesión de fases (o etapas) es puramente accidental”
“El propósito primordial de cualquier
periodización es interpretar lo que de otra manera sería un flujo de tiempo
histórico indiferenciado, mediante la clasificación de eventos y/o procesos en términos de sus afinidades
internas y sus diferencias externas en función de identificar periodos
sucesivos de relativa invariancia y las transiciones entre ellos”
“La asunción ontológica básica es la
paradójica simultaneidad de la continuidad/discontinuidad en el flujo del
tiempo histórico”
“Continuidad
relativa no presupone la stasis o la autorrepetición idéntica –sólo que los
cambios relevantes no interrumpen la coherencia estructural típica del periodo…discontinuidad relativa tampoco
presupone variación azarosa y por lo tanto total ausencia de estructura –sólo
que los cambios relevantes interrumpen la coherencia estructural previa…esta
interrupción puede tener ella misma una lógica distintiva (por ejemplo, los
programas de ajuste estructural impuestos en los estados en desarrollo) y/o
fungir como una fase transicional experimental con diferentes fuerzas luchando
sobre los patrones futuros de coherencia estructural (por ejemplo, las
nuevas estrategias de acumulación después de la crisis asiática)”
Premisas de la perspectiva “realismo crítico”.
-
Un mundo real diferenciado y estratificado
crea la posibilidad de la relativa invariancia y de orden secuencial”
-
Estas posibilidades se actualizan en
diferentes coyunturas específicas
-
Uno puede identificar empíricamente la
continuidad en la discontinuidad y la discontinuidad en la continuidad
(el capitalismo posee una tal estructura
natural)
“Epistemológicamente, la simultaneidad o la relativa
invariancia o el cambio secuencial significan que, tal como los eventos
individuales, los periodos no existen en sí mismos antes de su identificación.
Un participante u observador, debe primero abstrae ciertos rasgos del flujo del
tiempo que le permitan identificar periodos secuenciales de relativa
continuidad y relativa discontinuidad (o vice versa) relevantes para la tarea
intelectual y/o práctica a la mano…los niveles de abstracción y complejidad
elegidos también afectan si es que se le otorga mayor énfasis a la continuidad
o a la discontinuidad…Las periodizaciones se refieren siempre a problemas
particulares y unidades de análisis. No puede haber ninguna periodización
maestra que captura la esencia de un periodo y revele su coherencia para todos
los propósitos” (reflexión
y discusión)
Metodológicamente, una aproximación
estratégico-relacional examinaría como estructuras particulares relativamente
invariantes pudieran privilegiar ciertos actores, identidades, estrategias,
horizontes espacio-temporales, algún tipo de acción por sobre otro tipo; y las
maneras…mediante las cuales los actores (individuales y/o colectivos) consideran
estas diferencias analizándolas estratégico-contextualmente para decidir cómo
actuar…
“Esta coherencia estructural (siempre
tendencial) co-producida involucra una selectividad estratégica inscrita
estructuralmente que recompensa diferencialmente las acciones (incluyendo
aquellos intentos destinados a la transformación) que son compatibles con la
reproducción recursiva de la estructura en cuestión”
Distinción entre una periodización y una cronología:
a) Una cronología ordena los eventos, acciones o periodos
bajo una escala temporal unilineal que sirve como parámetro neutral (por
ejemplo, el tiempo de reloj hasta la eras geológicas). Inversamente, una
periodización utiliza diversas escalas temporales que incluyen las
temporalidades de los fenómenos que están siendo periodizados. Ordena acciones,
eventos o periodos en términos de horizontes de tiempo múltiples (por ejemplo,
el tiempo “eventual, la larga duración, las tendencias, los ciclos de negocios,
los ciclos políticos, las temporalidades de las diferentes fracciones del
capital)
b) Una cronología cuenta la coincidencia temporal o la
sucesión. Agrupa acciones, eventos o periodos en etapas sucesivas de acuerdo a
su ocurrencia en intervalos de tiempo dados (demarcados simplemente mediante el
calendario u otro marcador social relevante como los cambios de gobierno), Una
periodización, por otra parte, se enfoca en las coyunturas. Clasifica eventos,
acciones y periodos de acuerdo a sus implicancias coyunturales (como
combinaciones específicas de constreñimientos y oportunidades) para diferentes
fuerzas sociales sobre diferentes horizontes de tiempo y/o para diferentes
sitios de la acción social
c) Una cronología típicamente provee una explicación
narrativa simple, esto es, se refiere a la coincidencia temporal o a la
sucesión de una sola serie de acciones o eventos. Inversamente, una
periodización presupone un marco explicativo orientado a las necesidades
contingentes generadas por más de una serie de eventos que se despliegan en
diferentes horizontes de tiempo; puede, por lo tanto, proveer la base para una
narrativa compleja
Los propósitos sustantivos también hacen una
diferencia. Así, por ejemplo, existen autores que insisten en no otorgarle
relevancia a la lucha de clases a la hora de periodizar el capitalismo y
distinguir sus fases, como Robert Albritton; otros, como Cleaver, descendientes
como éste de la escuela operaria italiana, le otorgan un rol central a la lucha
de clases en esta tarea de análisis.
Además de la periodización, existen otras maneras de
estudiar la historia:
-
Crónicas:
registran eventos o listas de estadísticas en tiempo de calendario
-
Narrativas:
seleccionan eventos y fuerzas y las sitúan en una secuencia que posee un
comienzo, un medio y un final, en una suerte de estructura abarcante coherente
que exhibe ciertas causalidades y es posible interpretación moral
-
Cronologías (ya
descritas)
-
Genealogías:
rastrean los orígenes diferenciales y fragmentarios de diferentes elementos que
luego son combinados en un patrón estructural coherente que marca un nuevo
periodo de relativa invariancia. (El Capital es una “genealogía” así como
también un análisis de la lógica de desarrollo)
“Si el desarrollo capitalista no tiene ningún final, las
transiciones son momentos de disyunción y relativa apertura. Ellas involucran
una complejidad relativamente poco estructurada en tanto la coherencia
estructural precedente y nuevas fijaciones institucionales son buscadas”
Las intervenciones estatales en estos
periodos de disyunción pueden suponer medidas sólo temporales (propias sólo
para establecer las precondiciones de un nuevo patrón estructural que a su vez
supone intervenciones estatales de mayor regularidad, cualitativamente
distintas)
“Tercero, en tanto las transiciones entre
periodos nunca involucran una ruptura total, sendas dependientes de los efectos
de “conservación-disolución” pueden emerger. El cambio puede transformar y
refuncionalizar relaciones sociales anteriores, instituciones o discursos,
conservándolos en un nuevo patrón; o, alternativamente, pueden disolverlas en
elementos que son selectivamente articulados en nuevas relaciones,
instituciones o discursos”
La utilización de prefijos como “pre”,
“post”, “tardío”, “neo”, “proto”, para que sea más que una meramente
descriptiva, debe implicar cierta fundamentación y rigurosidad. “En el caso de
del post-fordismo, por ejemplo, uno podría mostrar cómo este emerge de las
tendencias que se originan en el fordismo pero sin embargo marca un quiebre con
él; y7o indicar cómo la articulación de viejos y nuevos elementos en el
post-fordismo resuelve o desplaza una o más contradicciones, dilemas o crisis
que decisivamente debilitaron el fordismo. En cualquier caso, esto demostraría
la primacía de la discontinuidad por sobre la continuidad necesitada para
justificar el término post-fordismo. En otro caso, sería mejor hablar de un “alto-fordismo”,
un “fordismo tardío”, o un “neo-fordismo”. Pero sin ningún tipo de continuidad,
un descriptor que muestre simplemente que el nuevo sistema no es fordista,
sería suficiente (Sonysmo, Toyotismo, Wintelismo)”
En la Introducción de 1857, Marx establece
que ni el concepto de “producción general” ni la “producción general” existen;
sólo las producciones particulares y una totalidad de producción. Pero uno
puede aún teorizar la producción en general como una abstracción racional que
permite fijar elementos comunes a todas las formas de producción.
“En coyunturas definidas, sin embargo, “una producción
definida existe, y ella determina un consumo, una distribución y un intercambio
definidos, así como también las relaciones entre estos distintos elementos” (Marx). Así, la periodización podría implicar no sólo
la diferencia específica entre el capitalismo y los modos de producción
precapitalistas, sino también la distinción de fases internas al mpc
“Incluso al nivel más abstracto de análisis,
el capitalismo depende de un balance inestable entre sus soportes económicos en
las variadas expresiones de la forma valor, y sus soportes extra-económicos más
allá de la forma valor. Esto excluye la comodificación de todo y, por lo tanto,
una economía capitalista pura. En cambio encontramos olas desiguales de
comodificación, decomodificación y recomodificación en tanto la lucha para los
momentos de valor del capital encuentra límites estructurales reales así como
también una incrementada resistencia…” (Reflexión)
“Marx identificó una contradicción en la
forma mercancía entre el valor de cambio y el valor de uso. Bajo esta base,
desplegó dialécticamente la naturaleza compleja del modo de producción
capitalista y su dinámica; y mostró la necesidad de las crisis periódicas y su
rol en la reimposición forzosa de la unidad relativa de la acumulación de
capital”
(Comentario:
este mismo argumento lo presenta Martin Nicolaus en sus escritos de los
60’s-70’s. La pregunta es que si esta contradicción fundamental determina
reconocer que las crisis capitalistas son fundamentalmente unas crisis de
subconsumo y no unas crisis derivadas de la TDTG. Reflexión e investigación)
“Específicamente, argumento que todas las
formas de relación capitalista incorporan diferentes versiones de la
contradicción entre el valor de cambio y el valor de uso y que estas impactan
de diferente manera en (diferentes
fracciones) del capital y el trabajo. Estas contradicciones son reproducidas en
tanto el capitalismo mismo es reproducido. Los cambios en su articulación
proveen una base para la periodización”
Algunas de estas versiones (formas) de la contradicción
fundamental:
-
Mercancía
-
Trabajador (unidad abstracta de fuerza de
trabajo sustituible por otra cualquiera, a la vez que un individuo concreto con
sus características diferenciales)
-
Salario (costo de producción y fuente de
demanda)
-
Dinero (contradicción entre su forma mundial
y su distinta forma nacional)
-
Capital productivo (máquinas e
infraestructura, a la vez que valor abstracto en movimiento –particularmente en
la forma de ganancias realizadas listas para ser reinvertidas)
(Comentario:
los ejemplos de “salario” y “dinero” no logran encajar adecuadamente en el
patrón “forma-contenido”, que es la relación o el marco que realmente define
Jessop. Pensar)
La preeminencia de una u otra de estas formas
de la contradicción fundamental marca y define las distintas fases del
capitalismo (así, argumentan algunos autores que la forma de contradicción
eminente bajo el fordismo sería el salario). Sin embargo, Jessop argumenta de
forma diferente: en una fase podría no existir sólo una forma predominante; el
análisis de una fase particular es mejor leído mediante la interpretación de
Mao que hace Althusser, en la cual distingue entre la contradicción principal y
la contradicción secundaria (y el cambiante orden de dominancia de los
elementos componentes de cada una de estas contradicciones)
Se trata a los desarrollos de Poulantzas como
unos que, al menos en su versión final, tienden a esencializar la lucha de
clases.
“Porque las contradicciones subyacentes y
dilemas siempre existen, no obstante, cualquiera de estos regímenes es siempre
parcial, provisional e inestable. El circuito del capital puede aún romperse en
muchos puntos. Las crisis económicas entonces sirven para reimponer la siempre
relativa unidad del circuito del capital mediante su reestructuración. Si esta
última es concordante con el régimen de acumulación prevaleciente, el
crecimiento será renovado dentro de sus parámetros. Si no es así, una “crisis de” –y no solo una “crisis en”- el
régimen de acumulación se desarrollará…”
La misma idea de que existen límites
estructurales para la comodificación de la vida social, supone que la economía
capitalista no es una unidad auto-contenida, sino que depende de relaciones
sociales que no están subordinadas a la forma valor. La misma clase obrera,
productora del valor, es en gran parte reproducida fuera del proceso de trabajo
inmediato. Dentro de las condiciones extraeconómicas necesarias para el
funcionamiento del capitalismo se encuentra el “mundo de la vida”
(Habermas-Husserl): su incrustación en el mpc suponer el peligro de sus
“colonización”. Asimismo, las fases capitalistas (periodos) deben
conceptualizarse no sólo a partir de la forma contradictoria dominante (la
secundaria y sus elementos, etc), sino también en función de la incrustación
cambiante del capitalismo en relaciones sociales no exógenas (e.g. mundo de la
vida, etc)
“En conjunto, esta aproximación implica que no existe una
sola e inambigua lógica del capital sino, por el contrario, distintas de tales
lógicas con un parecido de familia. Porque, dada la indeterminación de la
dinámica del capitalismo al nivel de su genérica pero inevitable lógica
abstracta, cada régimen de acumulación y/o modo de regulación imparte su propia lógica distintiva y
dinámica al circuito del capital –incluyendo formas distintiva de quiebre o
crisis” (esto
se condice con la idea de Dumenil y Levy y Weber y Rigby, para quienes
existen crisis derivadas de la TDTG y crisis derivadas de otras factores)
El fordismo y el post-fordismo pueden ser
analizados en términos regulacionistas bajo cuatro niveles distintos; a) proceso
de trabajo; b) régimen de acumulación; c) modo de regulación; d) modo de
societalización
El autor afirma que el fordismo se
caracterizó por su matriz nacional (ciudadanía nacional, economía nacional,
estado nacional, etc)…¿no supone esto un problema conceptual y empírico si entendemos que
la tendencia a la internacionalización está ya presente desde el origen del
asegunda posguerra? (y además teniendo en cuenta que esta
tendencia no se acusa con el quiebre del fordismo). Otra cosa es que el regulacionismo
sólo ha podido distinguir de buena manera una fase distintiva poseedora de un
modo de regulación (el fordismo). Ningún otro régimen de acumulación y modo de
regulación es distinguido sistemática y rigurosamente (¿cómo puede, una teoría
de las fases del desarrollo capitalista, fundarse en un tipo de teoría que sólo
ha podido reconocer y delimitar de buena manera un solo periodo?)
Una crisis interna en el fordismo se
manifiesta a través del fenómeno de la estanflación. La superación recurrente
de este tipo de crisis se realizó mediante mecanismos institucionales que
indujeron nuevas formas de crisis y aplazaron la forma contradictoria
fundamental del periodo. La crisis del fordismo (como periodo) sucede una vez
que los mecanismos que usualmente resolvían las crisis internas la periodo
dejaron de producir el efecto acostumbrado y, por el contrario, aceleraron la
crisis de esta fase capitalista (aquí Jessop repite el
argumento de Offe: “Crisis en el manejo de la crisis”; sin embargo, esta
interpretación tienden a negar la adecuación empírica de una crisis derivada de
la TDTG –Mandel, Dumenil, Webber, Moseley, Shaik, etc. Criticar)
Por lo demás, el autor sistematiza
teóricamente su argumento: la crisis invertiría los elementos dominantes de la contradicción
“principal” y “secundaria” del fordismo. Así, el rasgo predominante del salario
no sería ya el ser fuente de demanda, sino costo de producción; por su parte,
la dimensión dominante del dinero no sería ya su carácter nacional sino su
rasgo internacional (divisa)
La reestructuración capitalista concomitante
al neoliberalismo supone la reversión del elemento secundario y el elemento
principal en la contradicción fundamental: ahora el capital refuerza su
carácter de de valor de cambio (formal-abstracto), dejando de lado su rasgo de
valor de uso. Este cambio se imbrica con las nuevas contradicciones no resultas
por el neoliberalismo (las cuales evitan que de un modo de regulación
post-fordista estabilizado): el carácter líquido del capital (capital
financiero) con la necesidad del mismos de valorizar en una espacio-tiempo
concreto; el cortoplacismo del capital con la dependencia de condiciones
extraeconómicas que toma largo tiempo generar (e.g. ajustes estructurales, la
necesidad de generar conductas culturales adaptables económicamente: capital
social, redes, comunidades de aprendizaje, capital humano…todas la cuales se
relevan como sustanciales cuando la forma conductual esencial del gran capital
es hoy en día la inversión especulativa, cortoplacista…lo cual choca con la
naturaleza intrínseca de los procesos culturales -que son de ritmo lento y
larga duración-)
Contradicción actual: la acusación de la
privatización del conocimiento y al tecnología (leyes internacionales de
propiedad intelectual) contrasta con el actual funcionamiento de la economía en
redes, el cual hace difícil distinguir adecuadamente las diferentes propiedades
involucradas en la producción y distribución de un producto.
El autor hace uso de conceptos ideológicos
como el de la sociedad de la información, economía de redes. Asimismo, entiende
la emergencia de un tipo de régimen schumpetariano (porque se enfatiza la
relevancia reforzada de la competencia) post-nacional (lo que es un error: ver
Meiksins Wood, por ejemplo) y de Workfare (régimen en el cual el Estado le
entrega servicios al ciudadano si éste aporta con algún tipo de trabajo útil o
productivo)
“La lógica abstracta del capitalismo es el
mejor punto de partida para teorizar los regímenes de acumulación y sus modos
de regulación y, a fortiori, para distinguir y periodizar fases del desarrollo
capitalista. Por tanto, mi análisis parte de la contradicción básica entre
valor de cambio y valor de uso y su relación con diferentes pero vinculadas
contradicciones estructurales y los dilemas estratégicos en todas las
expresiones de la forma valor. Luego introduzco conceptos
estratégico-relacionales para examinar cómo la relación del capital puede
adquirir una siempre relativa unidad sustantiva (como opuesta a una mera unidad
formal) para la reproducción ampliada. Esta unidad relativa puede ser analizad
en una espiral de concretización-complejización para revelar sus momentos
estructurales y estratégicos. Estos incluyen los compromisos
institucionalizados, las fijaciones espacio-temporales y los horizontes
temporales de la acción que aseguran una relativa estabilización y coherencia
estructural a los regímenes de acumulación y los modos de regulación”
No debe privilegiarse ninguna periodicidad
particular (ciclos de negocios, ondas largas, etc)
XVIII.
Fases capitalistas y cambio social
post-capitalista (Richard Westra)
Dentro del ámbito del marxismo clásico, que
privilegia como marco general fundamental el materialismo histórico, el estudio
de la economía política del capitalismo es visto como una sub-teoría
Lo problemático es que, al consignar como el
marco fundamental el materialismo histórico, se le confirió una importancia sin
precedentes a la predicción histórica: se supuso que Marx escribió El Capital
como un estudio histórico que probaba la pronta sucesión del socialismo por el
capitalismo. Por esto, muchos de los autores clásicos fijaron su objetivo en
teorizar acerca de las razones de la persistencia del capitalismo, lo cual
derivó en las nociones acerca de la existencia de una nueva fase del
capitalismo. Esta nueva fase preludiaría “in nuce” la forma de la sociedad
nueva que ya emergía (socialización de la producción mediante monopolios). Por
otra parte, tanto Hilferding como Lenin aceptaron las proposiciones básicas de Kautsky
(el preludio del socialismo por el capitalismo monopolista y la precedente al
capitalismo producción simple de mercancías). Así, el capitalismo aparecía como
una formación de corta vida entre la “pequeña producción” y el “imperialismo”…
Las disquisiciones luego de la caída del
muro, versaron sobre el sorprendente parecido entre el socialismo soviético y
la versión pre-fordista del capitalismo (imperialismo clásico). En este
sentido, el socialismo de la urss pareció haberse quedado atrás en la historia…¿cómo
es posible reconciliar la afirmación de que el socialismo es prefigurado por
los monopolios que socializan el capitalismo de la fase imperialista…cuando el
capitalismo mismo ha experimentado un desarrollo nuevo y una transformación
hacia otra fase, más allá de las fronteras del mundo socialista?...La misma
nueva transformación del capitalismo hacia otra nueva fase (post-fordista)
niega que la fase imperialista-monopolista preludie el advenimiento del
socialismo (por lo demás, esta “nueva fase” supone una sorprendente
desagregación de la producción, cuestión que niega la tendencia secular del
capitalismo hacia la agregación/socialización)
El autor no acepta la mitología del
“postfordismo” ni de la “globalización”.
Teoría unoista
-
El marco fundamental del marxismo es la
teoría de la economía política capitalista, a partir de la cual se deriva el
materialismo histórico (este es el sentido de la frase de Marx: “la anatomía
del hombre es la llave para entender la anatomía del mono”)
-
Desarrolla y completa la teoría de la
economía política del capitalismo en un nuevo volumen que bosqueja una economía
capitalista pura (todos los bienes y la realidad se encuentran mercantilizados)
-
Lo anterior le permite precisar los criterios
básicos de la reproducción material de la vida, con lo cual puede entender las
sociedades anteriores y establecer ciertos criterios fundamentales de la futura
sociedad socialista (negación de la reificación, el fetiche, el absoluto
control sobre la vida social, etc)
-
Niega que cualquier fase del capitalismo
prefigura la futura sociedad
-
En las formulaciones de Albritton se
distinguen en función de los distintos valores de uso predominantes (lana,
algodón, hierro, automóvil, etc)
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