Estudios sobre el desarrollo del capitalismo Maurice Dobb
Si bien es cierto que detrás de todo cambio económico hay que buscar una acción humana, la acción que inicia el cambio decisivo puede inspirarse en una intención totalmente ajena al resultado y ser, con ello, un simple producto de la situación anterior; mientras que, si el surgimiento de un nuevo sistema económico debe ser explicado por una “idea”, ella debe encarnar en embrión la esencia del sistema futuro de antemano y el nacimiento de la idea madura de ese sistema, antes y en ausencia del sistema mismo, necesita explicación.
Pero lo que parece necesariamente implícito en toda concepción que divida el desarrollo en periodos o épocas, caracterizados cada uno de ellos por su sistema económico peculiar, es que hay puntos decisivos en el desarrollo económico en que el “tempo” se acelera de manera anormal y en que se rompe la continuidad, esto es, se produce un marcado cambio de dirección en la corriente de hechos.
Es improbable que una clase de mercaderes, que tenga por actividad esencial la de intermediaria entre productor y consumidor, procure convertirse en una clase dominante en aquél sentido radical y exclusivo que mencionábamos hace un momento. Como sus fortunas tenderán a ligarse al modo de producción existente, es más probable que se sienta inducida a preservar ese modo de producción y no a transformarlo. Es probable que luchen por imbricarse en una forma de apropiación del plustrabajo, pero no que intenten cambiar esa forma.
Capitalismo: a) fase inicial: segunda mitad del siglo XVI y principios del siglo XVII; momento en el cual el capital empezó a impregnar la producción en considerable escala, ya sea bajo la forma típica o bajo la forma que supone trabajadores subordinados domésticos.
Dos momentos a) Siglo XVII: transformaciones políticas y sociales, vistas tanto en la revolución cromwelliana contra la aristocracia y los monopolios, como por las luchas dentro de las mismas corporaciones privilegiadas.
b) Finales siglo XVIII-XIX: revolución industrial.
La revolución industrial representó un momento de transición de una fase primitiva y todavía inmadura del capitalismo –en la que el régimen de la pequeña producción precapitalista estaba siendo impregnado por el capital, subordinado a él, despojado de su independencia como forma de economía, pero en la que aún no había sido transformado enteramente-, a una fase en que el capitalismo, sobre la base del cambio técnico, realiza su propio, específico proceso de producción (fábrica).
Es verdad que el siglo XIV presenció una crisis del viejo orden feudal….sin embargo, no se puede hablar aún del final del sistema medieval y, menos todavía del derrocamiento de la clase dominante medieval….La desintegración del modo feudal de producción ya había alcanzado una etapa avanzada antes de que se desarrollara el modo capitalista de producción, y esta desintegración no avanzó en íntima unión con el crecimiento del nuevo modo de producción en la matriz del antiguo.
Hubo, por tanto, un periodo de transición de al menos 200 años en el cual se generó una clase que acumuló capital dinero y capital mercantil; así como también se generó un modo de producción que se había hecho independiente del feudalismo (aun si todavía era subordinada del resto de la sociedad): la pequeña producción del trabajador propietario, de tipo artesano o campesino
El advenimiento del capitalismo es temporalmente desajustado no sólo a nivel de países, sino también internamente a cada país, siempre según sus industrias y zonas geográficas…
En periodos en los cuales la mano de obra es escasa el Estado tiende adquirir un papel mayormente preeminente como regulador del mercado de trabajo (y las penas hacia las clases trabajadoras son menos intensas). Por el contrario, cuando existe abundancia de trabajo el Estado tiende a participar menos, al tiempo que los castigos que éste oficia recrudecen.
Dobb, quien hace suya la tesis de un estadio monopolista del capitalismo en el cual el estancamiento es la norma si no existen factores exógenos lo suficientemente poderosos, postula que el carácter inherentemente revolucionario de la burguesía (enfatizado en el “manifiesto comunista”) no es inmanente al modo de producción capitalista, sino que fue función de una época en la cual existió una abundancia característica de mano de obra y mercados muy elásticos.
Hayek: “las teorías de las ciencias sociales no consisten en leyes en el sentido de reglas empíricas acerca del comportamiento de objetos definibles en términos físicos: todo lo que ellas proporcionan es una técnica de razonamiento que nos ayuda a ligar hechos individuales pero que, como la lógica o la matemática, no se refiere a los hechos y que jamás puede ser verificada o falseada con referencia a los hechos. Todo lo que podemos y debemos verificar es la presencia de nuestros supuestos en el caso particular…la teoría misma…solo puede ser comprobada por su congruencia”
Esta pretensión algo sorprendente deriva de la idead que las totalidades de que tratan las teorías sociales se refieren a relaciones no definibles en términos de propiedades físicas comunes sino sólo en los términos teleológicos de actitudes que reconocemos como similares por analogía con el carácter de nuestra propia mente. Por ello, del conocimiento de nuestra propia mente podemos derivar a priori todas las nociones generales que forman la materia de la teoría social. (Dobb critica a Hayek)
Feudalismo: si lo definimos como u modo de producción, su carácter más específico no está dada por la relación jurídica que lo caracteriza, sino por la relación entre el productor directo (sea éste artesano de un taller o campesino que cultive la tierra) y su superior o señor inmediato y el contenido económico-social de la relación que los liga. Así, feudalismo se igualara a servidumbre: una obligación impuesta al productor por la fuerza, e independiente de su voluntad, de cumplir ciertas exigencias económicas de un señor, ya cobren éstas la forma de servicios a prestar o de obligaciones a pagar en dinero o en especie. Esta fuerza coercitiva puede ser el poder militar de un superior feudal, la costumbre respaldada en algún tipo de procedimiento jurídico o la fuerza de la ley.
Se distingue de la esclavitud en el hecho de que en ésta los medios de producción y subsistencia son ajenos (no poseídos) al productor, mientras en el feudalismo, éstos medios son efectivamente poseídos por el productor inmediato (pero no son propiedad del mismo). Por otra parte, el feudalismo tiene una de sus distinciones con el capitalismo, en el hecho de que la relación de propiedad tiende a aparecer de manera evidente como una relación de dominio, mientras en el capitalismo la relación de propiedad asume la libertad y la igualdad de los contratantes en el terreno formal…
Por otro lado, la descentralización, propia de tierras entregadas como feudos (derechos condicionales), es una característica común del feudalismo, mas no necesaria: puede existir servidumbre productiva (como la definimos anteriormente) con formas de gobiernos y estado muy centralizadas…
La ampliación del comercio, a partir del siglo XII, no debe entenderse como factor causal exclusivo de la desintegración del sistema feudal. De hecho, existen bastantes evidencias que reafirman la tesis de que el aumento de la producción dirigida al mercado se produjo mediante un reafianzamiento de las relaciones de producción personales-serviles, antes que mediante relaciones contractuales. Esto porque, en parte, la necesidad de aumentar la producción para el mercado llevaba a los señores a regimentar y disciplinar la fuerza de trabajo en mayor medida que antes, lo cual funcionaba a través de los métodos tradicionales de disciplinamiento…
Y si bien el resultado final debe considerarse fruto de una compleja interacción entre la acción externa del mercado y las relaciones internas del sistema, en determinado sentido puede afirmarse que estas últimas ejercitaron la influencia decisiva. (“…los nuevos modos de producción que vengan a ocupar el lugar de los antiguos, no dependerán del comercio mismo, sino del carácter que tuviera el régimen antiguo de producción”, Marx)
…Fue la ineficacia del feudalismo como sistema de producción, ligada a las crecientes necesidades de renta de la clase dominante, los principales responsables de su declinación, puesto que esta necesidad de renta adicional promovió un incremento en la presión sobre el productor hasta el punto en que ella se hizo literalmente insoportable (se sobreexprimirían las fuerzas del trabajo, disminuyendo drásticamente la mano de obra) (Comentario: si el cuadro se presenta de esta manera, existe la posibilidad de señalar que fue la generalización del comercio la que produjo las crecientes necesidades de renta de la clase dominante feudal –dada la ampliación de los productos disponibles-. De esta manera el juicio acerca de la importancia del comercio se complejiza)
La escasa mano de obra, que cuando era sobreexplotada tenía la costumbre de huir hacia otros lugares –por ejemplo, los pequeños burgos-, se sumaba a un modo de producción que era en extremo deficitario en términos de productividad (de hecho, tendía a agotar en términos absolutos las tierras productivas)
Si bien hasta 1300 el incremento de la población vino a sostener el sistema feudal porque aumentaba la producción absoluta, la declinación de la misma implicó lo que hemos denomina crisis del sistema feudal (siglo XIV). Si bien la peste negra reforzó la tendencia, la misma es antecedente y posee causas económicas. El hecho de que los señores instituyeran algunas formas contractuales de trabajo junto a arrendamientos, no supone una inclinación a comerciar –y cambiar la forma de producción-, sino el hecho del establecimiento de una táctica para retener en el campo a una mano de obra ya escasísima.
La crisis de la sociedad feudal, que alcanza cierta disolución con la guerra civil inglesa en el siglo XVII, implicó transformaciones diferenciadas según las situaciones particulares de la diferentes zonas: agudización de la servidumbre, generación de relaciones contractuales, diferenciación entre el campesinado que supuso el afloramiento de una estrato enriquecido.
Al menos en su primer estadio, estas comunidades urbanas estaban mitad al servicio de la economía feudal, mitad vivían de ella como parásitos. La producción artesanal (propietario-trabajador) que aquí existía no poseía aún ningún rasgo capitalista distintivo.
Teorías sobre el surgimiento de las ciudades
a) Continuidad con los centros urbanos antiguos, derivados de la existencia antecedente del imperio romano, los cuales fueron retomados una vez la guerra y los desórdenes tendieron a amainar.
b) La comunidad urbana es un desarrollo continuo originado a partir de la comunidad aldeana rural, la pertenencia a la cual estaba determinada por la posesión de tierras agrícolas en los alrededores
c) Las ciudades son función del establecimiento de caravanas de mercaderes en lugares fijos, a los cuales las instituciones reales centralizadas concedieron privilegios y protección a cambio de pagos y préstamos. Esto supuso un enfrentamiento con las tierras rurales de los señores feudales (que también se enfrentaban a los reyes como entes centralizadores)
d) Las comunidades urbanas emergen como creaciones a partir de iniciativas propias de los señores feudales, los cuales requerían de abastecimiento de bienes manufacturados, así como de “comunidades-fuertes” que protegieran los lindes de sus terrenos.
El grado en que establecimientos feudales, en especial la Iglesia , se interesaron por el comercio y organizaron oficios en una escala considerable, es un hecho que merece cierta atención; y debe evitarse el error de concebir la época feudal como si el comercio hubiera desaparecido y desconociera por entero el uso de dinero.
La lucha por la autonomía de las ciudades con respecto a los derechos señoriales (s XIV y XV en Inglaterra, por ejemplo), fue una que tuvo tintes de verdadera guerra civil.
Sociedades urbanas (s XIV-XV). Diferenciación interna: a) pequeña producción mercantil simple (generalizada); b) aristócratas (supuso que el enfrentamiento entre campo y ciudad cobrara un carácter de enfrentamiento interno a las ciudades); c) baja burguesía; d) alta burguesía (medró y acumuló riquezas considerables a través del comercio: pillaje accionado hacia formaciones sociales externas; transferencias de riquezas desde aristócratas, pequeños productores y artesanos en función del intercambio desigual; monopolios de comercio generalizados)
El hecho de que esta primera burguesía haya tenido estas fuentes de riqueza explica su carácter parásito y conservador (reacción de los monopolios ate las transformaciones progresivas futuras)
Las formaciones sociales de esta época se caracterizaban por la eminente regulación política que se ejercía sobre la actividad económica. Esto tanto a nivel local, cuando los municipios y los gremios inhibían la competencia entre los artesanos y prohibían el trato directo de los extranjeros con los campesinos –debía ser intermediado por los comerciantes de las ciudades-, como general, en tanto se protegían los monopolios comerciales más amplios con el extranjero.
Colonialismo urbano: sucedía que algunas ciudades continentales (Italia, Alemania y Holanda, por ejemplo) sometían a sus dictados el ambiente rural que las circundaba.
La ampliación del comercio y la concentración de la riqueza en las ciudades, no debe entenderse como que las mismas urbes eran una entidad homogénea, por entero beneficiadas con el auge del comercio. Por el contrario, el hecho de que el comercio se instituyera a través de monopolios estrechos durantes los siglos XIV y XV, implicó que se diferenciada un estrato burgués específicamente enriquecido (y considerablemente cerrado). Así, este tipo de intercambio con el extranjero acusó las diferencias en las ciudades, toda vez que también los pequeños patronos y gremios tendieron a adoptar una conducta social exclusivista: generóse entonces un estrato susceptible de asalarización por su pobreza y dependencia. Es de esta época la represión extrema por parte de municipios y gremios hacia la organización de este incipiente trabajo asalariado.
Por otra parte, no esta demás consignar que el proceso de estos siglos acusó las diferencias socio-económicas mediante la no repartición de los beneficios derivados del comercio exterior (diferencia relativa); por contraste, el final del siglo XVI y el siglo XVII conocerían la diferenciación de la población en función de la depauperación absoluta de los trabajadores y terratenientes (derivada de la baja del precio del oro, cuando los pagos monetarios no se ajustaron a estos cambios).
Marx reconoce dos vías de generación del capitalismo: a) por un lado, una fracción de los productores artesanos acumula riqueza y se engarza al mecanismo comercial para comenzar así a explotar trabajo asalariado; b) por otro lado, cierto grupo de comerciantes tiende a apoderarse de esferas de la producción mediante la vía de su financiamiento, para luego venir a explotar trabajo asalariado. La primera vía es la que Marx considera “revolucionaria” y progresiva (la predominante). Dobb advierte que tanto el primer proceso como el segundo comenzaron a adquirir fuerza a finales del siglo XVI en Inglaterra, al tiempo que la misma revolución del siglo XVII es una verdadera revolución burguesa.
Mientras que el productor-comerciante (a), se beneficiaba de la baja del precio del oro en términos internacionales, la cual habilitó la disminución de los salarios reales de los trabajadores a casi la mitad; el comerciante-productor (b) debió dirigirse a la producción física porque la fuerza de los monopolios tendió a decrecer con la ampliación de los mercados la competencia. Mientras la existencia de invenciones clave imponía una barrera de financiamiento a parte de los artesanos que quisieran devenir comerciantes, la exiguidad del cambio técnico en algunos sectores productivos fue la norma para comerciante-productor, el cual solo pudo derribar los monopolios y generalizar la producción artesanal.
Hacia fines del siglo XVI y durante gran parte del siglo XVII, existieron fábricas( controladas por aristócratas financiados por la Corona ) que asalarizaban trabajo bajo una base técnica superior a la artesanal, mas la mismas constituyeron islotes que no se difundieron en el conjunto de unas formaciones sociales en las cuales la técnica productiva en general no estaba desarrollada y primaba, por lo tanto, el trabajo por encargo a artesanos en sus propias casas (ya que esto aligeraba las cargas que se hubieran derivado de la instalación de un taller o fábrica propia por parte del capitalista)
La producción doméstica de estos siglos, y luego la manufactura, comportaban ya un carácter de propiedad capitalista, por lo cual la transición a la industria fabril mediante la revolución en la técnica fue relativamente simple. Una diferencia de importancia entre la producción doméstica y la manufactura, es que la segunda permitía un mayor control de la fuerza trabajo, mayor control sobre la calidad del y producto elaborado, así como la posibilidad más cierta de invertir en mejoras técnicas para la producción.
Industria doméstica: la bese de su independencia estuvo dada por el hecho de que muchos de los productores eran todavía poseedores de algunas tierras, por lo cual podían resistir al control que podía establecer sobre la producción el capitalista (que provenía del estrato de mercaderes o productores enriquecidos). Así, pequeña propiedad marchó paralela a pequeña producción: sólo cuando los cercamientos se intensificaran y los terratenientes cooptaran la mayor parte de la tierra, los métodos de control capitalista cobre la producción serían completamente eficaces. Dentro de estos métodos encontramos el control de las vías de transporte, de las materias, e incluso el control de las herramientas y telares, las cuales eran empeñadas por pequeños productores endeudados o alquiladas por los mismos capitalistas a los productores.
Ya desde el siglo XIII y XIV se avizoran rasgos de un surgimiento capitalista en los Países Bajos, Alemania y Flandes. Sin embargo, la resistencia tanto de gremios como de nuevos proletarios al proceso impuso una solución de compromiso para la burguesía ascendente, la cual hubo de aliarse con la nobleza feudal. Así, este precoz capitalismo, fundado en el capital comercial y el financiero, y que aún todavía había hechos suyas algunas esferas de la producción, no pudo germinar y hacerse dominante en estas formaciones en el largo plazo. Por lo tanto, considerada a la luz de un estudio comparativo del desarrollo capitalista, la tesis de Marx de que, en esta etapa, el ascenso de una clase de capitalistas industriales surgida de las filas de los propios productores es condición de toda transformación revolucionaria de la producción, empieza a adquirir una importancia decisiva. Obstáculos a la inversión productiva en estos primeros esbozos de capitalismo, estuvieron dados por las ganancias especulativas de préstamos al extranjero, así como por la especulación con la deuda pública
Prerrequisitos del crecimiento y difusión del modo producción capitalista
a) Lucha contra los monopolios comerciales (así como también algunos monopolios industriales) instalados principalmente en Londres, los cuales no dejaban germinar y desarrollarse a las nuevas industrias de base más capitalista. (La revolución burguesa del siglo XVII enfrentó a las provincias semiindustriales y a los pequeños arrendatarios con la nobleza y los monopolios comerciales: sus resultados contrarios a los monopolios en cierto sentido, ayudaron a formar las precondiciones de la subsiguiente revolución industrial).
b) Quebrantamiento de los monopolios y regulaciones gremiales en la producción urbana, fundamentalmente sostenidos por los artesanos. Este aspecto fue retardado en parte por restricciones reales, cuyo conservantismo estuvo signado por el intento de mantener la estabilidad y el orden social.
c) Deben existir condiciones que no obstruyan la inversión de capital en la agricultura, ya que este completo de la manufactura es clave para la formación de un mercado interno suficiente. En este caso muchos terratenientes aprovecharon la política de cercamientos para invertir y generar productividad en los campos. De esta forma de acción no estuvieron exentos ciertos campesinos medios así como industriales…
Si, no obstante, es preciso atribuir un significado a la noción de acumulación originaria, anterior en el tiempo al florecimiento de la producción capitalista, hay que interpretarla en primer lugar como una acumulación de derechos –de títulos sobre patrimonios existentes, acumulados ante todo por razones especulativas- y, en segundo lugar, como acumulación en manos de una clase que, por su especial posición dentro de la sociedad, es capaz de transformar en definitiva estos títulos acumulados de patrimonio en medios efectivos de producción. En otras palabras, cuando se habla de acumulación en un sentido histórico, nos estamos refiriendo a la propiedad de patrimonios y a una transferencia de propiedad, y no a la cantidad de instrumentos tangibles de producción en existencia.
Asimismo, no es necesaria solo un transferencia de propiedad, sino también una concentración de la misma en pocas manos: en estos os sentidos entenderemos entonces la noción “acumulación originaria”.
Podemos señalar dos formas en las cuales esta acumulación originaria pudo tener lugar. La primera nos muestra una clase ascendente que ahorra para comprar patrocinio a una clase dispendiosa y despilfarradora. Sin embargo, esta vía no pudo tener mucha importancia, porque, ceteris paribus, el primer movimiento de compra generalizada alzaría los precios, así como el segundo momento de venta generalizada los haría decrecer. Por lo tanto, el método de acumulación originaria fundamental hubo de ser el segundo: debió existir un mecanismo que abaratara aquellos patrimonios que en un principio adquiría la burguesía, para que luego los mismos alzaran su precio, todo lo cual crearía un margen suficiente para luego hacerse de unos medios productivos que hubieran decrecido en su precio.
Este mecanismo estuvo dado por influencias políticos-estatales evidentes, así como medidas extraeconómicas de todo tipo.
La abundancia de oro (“revolución de los precios”) proveniente de las colonias tuvo dos efectos principales. Por una parte, llevó a la clase terrateniente a desprenderse de parte de sus tierras en función de la acumulación de tesoros; en este desprendimiento perdió con el cambio, porque los precios en oro mantuvieron su nivel tradicional. Por otro lado, los cercamientos y la inversión productiva en el campo creó a la vez un proletariado rural como una masa desposeída en las ciudades. Sumada a la abundancia de oro, que significó una baja sustancial de los salarios reales (se redujeron al mitad en el curso del siglo XVII), ya que estos siguieron siendo cobrados según su precio “tradicional”, todo esto supuso la generación de trabajo barato en las ciudades. Asimismo, el fácil acceso a materias primas tanto internas como externas, llevó a que las inversiones productivas de la burguesía en la industria fabril fueran relativamente mucho más convenientes que la mantención de las tierras rurales que habían adquirido a la nobleza.
Fuentes de acumulación originaria a) Deuda pública; b) guerras y las deudas que ocasionan, tanto privadas como públicas; c) alza del precio de las tierras a finales del siglo XVII (y después), cuando éstas ya habían sido adquiridas por la burguesía.
Condiciones favorables ala inversión capitalista productiva (s XVIII): ampliación de mercados y generalización de un tipo conveniente de libre comercio, todo lo cual tuvo en alguna medida su base en la inversión estatal de los siglos anteriores (XVI-XVII) en armada y navíos de carga.
Mercantilismo-colonialismo el hecho de que la teoría económica de este tiempo no haya considerado que la plusvalía podía ser autogenerada mediante la propia inversión productiva, tiene que ver con el bajo nivel de la técnica y las fuerzas productivas. En la realidad, la ganancia no parecía surgir de la producción, sino del comercio internacional, por lo cual se instituye la abundancia de oro en un país dado como la medida en que su balanza comercial era excedentaria. Por lo mismo, la noción de objetividad económica, y plustrabajo autogenerado, era ajena aun pensamiento que sabía que la riqueza se generaba por un intercambio internacional desigual, controlado por métodos políticos. Como la caracterizó un autor, era “la vieja política municipal proyectada a los asuntos de Estado”. Se trataba de una política monopolista similar a la que, en una etapa anterior, persiguieron las ciudades con el campo circundante, y los mercaderes y mercaderes fabricantes de las compañías privilegiadas, con relación a los artesanos…Asimismo, no está demás apuntar que las colonias eran un “mercado cautivo” al cual se le podían imponer precios, por lo cual el problemas de la “realización” ni siquiera se planteaba
Contraste: si en siglo XIV y XV se veía malla exportación y el alza de precios; en el siglo XVII y XVIIII, la exportación era la norma y el alza de precios algo natural.
“…Surgió una clase capitalista, no como producto de la frugalidad y la abstinencia –según la pintura tradicional de los economistas-, sino del despojo de otros sectores sociales a fuerza de prerrogativas económicas o políticas”
La caída de los salarios reales, producto de la revolución de los precios (XVI-XVII), fue en España más pasajera, ya que estos recuperaron su nivel y crecieron en un lapso medio de tiempo. En esto influyó la escasez de mano de obra: expulsión de los moros, emigración a América.
Dobb argumenta que la caída de de los salarios reales dependió no sólo de la revolución de los precios, sino también de la situación del mercado de trabajo nacional (mientras en España había escasez de trabajo en Inglaterra abundancia). Asimismo “probablemente la mayor parte de la caída de los salarios reales producida, hubiera sobrevenido aún sin inflación monetaria” (en ello influyeron los cercamientos propios del siglo XVI, XVII y XVIII)
Generación de un proletariado: a) cercamientos-desposesión (Inglaterra); b) mediante un proceso de parcelación de la tierra que generaba familias campesinas que subsistían con ingresos mixtos -industriales y rurales- (Francia); c) diferenciación en las comunidades de pequeños productores derivada de diferencias en tamaños y productividad de las tierras, materiales o materias primas (se acusaba esta diferenciación con la institución del crédito y el monopolio)
Si bien es una condición importante para la generación de un proletariado la ausencia de tierras y medios productivos libres, también puede ser un factor desencadenante primordial el monopolio y el endeudamiento.
Terratenientes ----------Usura capitalista----------------Pequeños productores
Revolución industrial: a) abundancia de mano de obra; b) invenciones-cambio técnico en la producción, c) ampliación de mercados (todos estos factores nunca se presentaron juntos por tan largo tiempo y en tan gran magnitud en un periodo anterior de tiempo)
La transformación de la estructura industrial a la que se ha dado el nombre de “revolución industrial” no fue un acontecimiento único que pueda ser ubicado dentro de los límites de dos o tres décadas. La desigualdad de desarrollo entre las diferentes industrias fue uno de los rasgos salientes del periodo.
En la primera mitad del siglo XIX, se generalizó y adquirió cierta preeminencia el pequeño patronaje capitalista, ya que, si bien perdía algo de terreno ante la gran industria, lo ganaba con creces suplantando y subordinando a la antigua industria doméstica y artesanal.
La supervivencia, en la segunda mitad del siglo XIX, de las condiciones de la industria doméstica y de la manufactura, tuvo una importante consecuencia para la vida y la población industriales…Implicó que la clase trabajadora no empezó a cobrar, hasta el último cuarto de siglo, el carácter homogéneo de un proletariado fabril. Con anterioridad, la mayoría de los obreros conservó los rasgos del periodo anterior del capitalismo, tanto en sus hábitos como en sus intereses…
Todavía en 1870 el patrono inmediato de muchos obreros no era el gran capitalista, sino el subcontratista intermediario, que era un empleado y, al mismo tiempo, un pequeño empleador de trabajadores. En la práctica, el obrero calificado de mediados de siglo XIX tendió a ser, en cierta medida, un subcontratista y, en su psicología y sui mentalidad esa condición dejó sus huellas (aun en industrias de carácter fabril fue común el subcontrato)
Una vez lanzado el cambio técnico por su nueva vía, éste fue un proceso continuo. Una vez sobrevenida la transformación decisiva, el sistema industrial se embarcó en toda una serie de revoluciones en la técnica de producción… el progreso técnico pasó a ser un elemento técnico aceptado como normal del orden económico, en lugar de algo excepcional e intermitente.
Si bien algunas de las invenciones científicas en las cuales se apoyaba la nueva técnica industrial procedían de periodos anteriores, la aplicación técnica (y la concentración de invenciones a finales del siglo XVIII) fue función de hombres prácticos que participaban en le proceso de producción.
Mercado de trabajo: si bien los salarios reales no debían ser altos para favorecer la inversión en la industria, salarios demasiado bajos y extendidos desincentivaron (y desincentivan) la inversión en maquinaria y nuevos métodos productivos. De hecho, la intención deliberada de muchas máquinas aplicadas a la producción por parte de sus inventores, fue el ahorrar trabajo. Y esta fue la tónica durante todo el siglo XIX: invenciones e inversiones ahorradoras de trabajo.
Mientras que el capital para financiar la nueva técnica en buena parte salió de firmas comerciales y centros mercantiles como Liverpool, el personal que capitaneó la nueva industria fabril y tomó la iniciativa de su expansión fue, en buena parte, de origen humilde, proveniente de las filas de ex maestros artesanos o arrendatarios independientes, dueños de un pequeño capital que incrementaron entrando en sociedad con mercaderes más acaudalados.
Cuando la productividad del trabajo es baja y la técnica atrasada, una invención y nuevos métodos supondrán un crecimiento considerable del excedente. Por el contrario, cuando la productividad ya es alta y los métodos relativamente adelantados, una nueva invención y su técnica asociada supondrán una menor alza proporcional de la productividad y, por lo tanto, un menor crecimiento del excedente.
Proceso de inversión de capital
a) Ensanchamiento: estado constante de conocimiento técnico (esto es una gama de métodos alternativos parciales, con diferencias de productividad no sustanciales). Se multiplica el método que, bajo las condiciones existentes, resulta más beneficioso (Shaik propondrá que reutilizará aquél que permite bajar costos en mayor medida para competir de mejor manera)
b) Profundización: cambio de método técnico “inducido” (bajo un conocimiento técnico estable) por la ampliación del capital y a la vez una saturación del mercado de trabajo, que alza el precio de la mano de obra.
c) Cambio técnico autónomo: supone una alteración del conocimiento técnico disponible que modifica toda la gama de técnicas disponibles. Asimismo, es una respuesta que, al elevar en grados sustanciales la productividad y la relación de precios, se enfrenta de manera eficaz a la caída de la rentabilidad.
El cambio técnico aplicado a la producción también tiene la ventaja de ampliar el mercado y el campote inversiones para el capital, toda vez que las máquinas nuevas generadas proporcionan todo un nuevo campote oferta y demanda…
Dobb argumenta que es el alza del valor de la fuerza de trabajo (entre otras cosas, inducida por la fuerza de los sindicatos y la aminoración del desempleo) la fuerza impulsora del cambio técnico (tanto “inducido” como “autónomo”). Esta tesis se asienta en la teoría de la “compresión” de las ganancias por los salarios en ascenso, cuestión que Shaik rebate argumentando que el cambio técnico es inmanente al control capitalista del proceso de trabajo (la mecanización y subdivisión del trabajo es la norma cotidiana del capital, e tanto enfrentado a otros capitales)
Se argumenta que la sobrecapacidad, inherente al desarrollo del mpc, fue absorbida en el curso del siglo XIX por factores en alguna medida extraordinarios: crecimiento de los mercados, en específico de los mercados compradores de máquinas y materiales relacionados a las mismas (ferrocarril propio y en el resto del mundo, por ejemplo).
Gran Depresión (1873-1895)
Dobb plantea que la causa estuvo dada por el alza de los salarios reales de los trabajadores, los cuales llevaron a una caída en la tasa media de ganancia. Para esto, argumenta que la caída sustancial de los precios ocurrida entre 1850-1880, no se debió a una contracción de la demanda, sino a un crecimiento radical de la productividad. Esto supone quitarle peso a la interpretación de la crisis que atribuye su factor causal a la sobrecapacidad en relación a una demanda que no aumenta en el mismo nivel. En razón de esto los salarios habrían crecido todavía más que la productividad, debido al poder de los sindicatos, toda vez que también éstos lograron contrarrestar el abaratamiento de los componentes básicos de la reproducción de la fuerza de trabajo debido a las importaciones baratas desde Norteamérica: los salarios reales no cayeron sino que aumentaron. Ahora bien, como factor causal de segunda mención Dobb apunta la reducción de la elasticidad de la demanda (estrechamiento de los mercados).
Un factor coadyuvante en la generación de la crisis, tiene que ver con el cierre de la válvula de escape típica de la inversión de capital, esto es, el cierre de la exportación de capital (aunque menor, este factor no es desdeñable).
Luego de una inicial parálisis de inversiones el resultado fue, en cambio, alentar una mayor inversión en el mercado interno. Este hecho explicaría uno de los hechos más curiosos de la Depresión : que producción y capacidad productiva siguieran aumentando a un ritmo levemente menor que en la década anterior a 1870. Esta expansión de la capacidad productiva fue especialmente notable en las industrias de bienes de capital a mediados del decenio de 1870…aun así, podemos hablar de crisis sostenida (el nivel de exportaciones de GB solo alcanzó su escala anterior de 1872 a finales siglo XIX).
La generalización de la tendencia imperialista británica estuvo dada, en parte, por la pérdida efectiva del mercado norteamericano, país que ya se había industrializado y competía en pie de lucha con Inglaterra. Asimismo, existió el fenómeno del “colonialismo interno” en eeuu (colonización de la tierras del oeste), lo cual explica su tardía y mínima inclusión en le imperialismo europeo previo a la primera guerra mundial.
Diferencias de la Gran Depresión de 1929 con la Gran Depresión de 1873: precios rígidos en una vasta gama de industrias y mantenimiento de los márgenes de ganancia, en lugar de caída de los precios; producción restringida antes que reducción de costos; creciente y universal capacidad ociosa; desempleo persistente y de dimensiones sin precedentes.
Capitalismo monopolista (modelo)
a) reacción frente a reducción en la demanda no mediante baja de precios, sino por medio de disminuciones en la producción.
b) grandes diferencias entre precios y costos, con la subsecuente ampliación de la rentabilidad de los monopolios
c) baja participación del salario en la ganancia extraordinarias de los monopolios
d) desempleo generalizado
e) sobrecapacidad (capacidad ociosa, 20% de maquinaria, 50% de fuerza de trabajo en algunos países)---“destrucción de máquinas”
f) baja tasa de inversión por parte de los monopolios en contradicción con expectativas de inversión en otros sectores del capital (salida capital al exterior, lucha imperialista)
g) languidecimiento de la demanda y los mercados en general
h) osificación de la estructura industrial (los monopolios, aunque poseen condiciones objetivas favorables a la inversión en maquinaria, no lo hacen ya que se estabilizan en una base técnica dada y no necesitan una distinta para genera ganancia aceptables)
En la crisis de 1929 la reducción de precios fue mucho menor en los bienes de producción que en los bienes de consumo, por lo cual la tendencia anterior que abarataba el capita constante, dejó de ejercer una influencia decisiva para detener la caída en la tasa de ganancia.
La recuperación fue tambaleante e inestable: hubo una recaída sustancial en términos mundiales en el año 1938.
c’) los salarios reales de aquella mano de obra que efectivamente se mantuvo ocupada durante esta larga crisis, no decrecieron (quizá aumentaron). Esto estuvo dado por la fuerza de los sindicatos y la importante reducción en el valor de los artículos que tradicionalmente componían la “canasta obrera” (ya mencionamos el abaratamiento de los artículos de consumo en relación al capital constante). El desempleo deja de funcionar como arma de lucha de clase específica del mpc (fuerza de los sindicatos e intervención del Estado)
f’) la tasa de inversión no fue baja, ya que se aumentó el método de “profundización”, lo cual implicó un aumento de la productividad. Esta alza se expresó en capacidad ociosa y mantención de equipos viejos debido a que los monopolios funcionaban con cuotas de producción restrictivas. Asimismo, esta expansión de la producción y la productividad (muy relativa y que sólo duró hasta 1938), halló su puesto en las ramas productivas aún no cooptadas por los monopolios. La segunda guerra, con su carrera armamentista, bloqueó el estallido de una nueva crisis
Un rasgo algo distintivo de esta época es la sorprendente resistencia de la pequeña producción (al menos en número, porque no ya en peso ni en el sostenimiento de algún área productiva estratégica). Entrelazada a la manera de de subcontratista, o controlada por precios y cuotas fijadas por los monopolios, la pequeña empresa siguió siendo una realidad
Producción en masa de este modo sucesivas etapas, que antes constituían actos separados de producción coordinados de manera laxa, son integradas firmemente. De esta manera el obrero se convierte en un simple apéndice de la máquina (se radicaliza la subsunción real del trabajo al capital)
Esto supuso cierta rigidez en las condiciones técnicas de producción, por lo cual la relativa autonomía que poseía cada proceso individual dentro de la unidad de la fábrica, tendió a perderse, para ser sustituido por un proceso continuo. Si bien antes la producción podía variar más libremente (y en ese sentido era menos precisa), ahora la nueva técnica suponía dos alternativas: una producción fija o una producción nula.
Se argumenta que, al encontrarse restringida la variación de la producción, reducciones no sustanciales en la demanda podían hacer más conveniente para el empresario la clausura de fábricas antes que la mera disminución de la producción. Asimismo, esto implica también que la nómina salarial pasa a constituir en gran medida un costo fijo (paralelo a la maquinaria), en tanto los costos directos de producción disminuyen relativamente en lato grado.
De todas maneras, los cambios provocados por la técnica moderna han quitado a esas industrias una buena parte de la flexibilidad para fijar la producción –supuesta en los manuales de economía-, haciendo que la técnica determine cada vez más las decisiones de los dirigentes de la economía (ya no son pertinentes esas funciones marginales de costos , ingresos y producción en tanto la continuidad de la producción se encuentra muy mermada, en tanto la forma técnica hace primar la discontinuidad del proceso productivo)
La tendencia al cambio técnico funciona cada vez más por medio de “saltos” y no gradualmente, lo cual inhibe el “espíritu inversor aventurero” propio del capitalista, ya que la introducción de maquinaria moderna es muy costosa y la incertidumbre respecto a su retribución futura muy grande.
Preferencia por el optimo financiero antes que el óptimo técnico: entre dos métodos, de los que uno es el más eficiente cuando se lo emplea a plena capacidad y el otro es mucho menos eficiente pero incluye una mayor proporción de costos variables, que pueden reducirse cuando desciende la cantidad de producto, el empresario tenderá a escoger el segundo, que es el que envuelve menos riesgos de pérdidas
Sobrecapacidad-----constitución de stocks de productos
------abandono de plantas y equipos
Imperialismo fascista (alemán)
a) En un momento en el cual los países coloniales tendían a demandar cierta independencia económica y social, este tipo de imperialismo vino de reemplazo
b) Aplicado a países ya industrializados, pero usualmente periféricos.
c) Desindustrialización de estos países, a los cuales se convierte en proveedores de materias primas para el centro, así como en compradores obligados de de productos elaborados alemanes.
d) Suscripción de créditos desde los bancos centrales de los nuevos países periféricos hacia Alemania, la cual tendía a pagar a discreción (y siempre en menor valor)
e) Adquisición de excedentes mediante importación (una especie de crédito que Alemania no se apuraba en pagar)
f) El Estado y los carteles compraba de manera suficiente la oferta incrementada de bienes de producción, por lo cual énfasis estuvo puesto en el abaratamiento de los insumos (materias primas y artículos de consumo para los salarios) para la producción
g) Sobrevaluación del marco con lo que mejoraban los términos de intercambio del centro (sus exportaciones).
Diferencias son el advenimiento de la Posguerra : a) mayores fluctuaciones en el ciclo económico. Sin embargo, las mismas se expresan en la producción mientras el consumo se mantiene en niveles relativamente estables; b) tendencias inflacionistas recurrentes, ya no deflacionistas; c) reequipamiento industrial mediante financiamiento interno (ganancias no distribuidas)
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