lunes, 29 de abril de 2013

Weber3

Sobre Weber

En qué sentido la obra de weber puede ser considerada como un todo coherente? Si entendemos que en el ensayo de 1904, la posición epistemológica adoptada por el autor estaba eminentemente signada por la consideración de la especificidad, inherente a todo objeto de conocimiento de una ciencia sociocultural e histórica, ¿cómo puede explicarse el giro universalista evidenciado en las elaboraciones realizadas en “economía y sociedad”? ¿Cómo hacer confluir en un grado cualquiera la necesidad de constatar conexiones de constelaciones de sentido, en todo momento definidas y demarcadas por una idea de valor determinada culturalmente, con la premisa ahistórica explícita de los conceptos que se desarrollan en 1920? En efecto, la lectura de “economía y sociedad” sorprende –quizás no gratamente-por su amplio espectro: son continuas las referencias argumentativas a los campos culturales más diversos, así se ilustran razonamientos basados en un conocimiento de la antigua China, África, Medio Oriente, India, Latinoamérica, Rusia, etc. ¿En qué sentido la especificidad propia de occidente define de esta manera lo propio de la mayoría de las culturas existentes en el mundo? ¿De qué manera a esto subyace explícitamente-en la ética protestante al menos-un sentido teleológico de preeminencia otorgado a la cultura occidental?

 En un sentido, considerar la legitimidad tradicional, con sus diferenciaciones internas de dominación estamental o patriarcal, como un concepto sociológico aplicable a toda cultura-a toda dominación que se expresa de una forma cultural dada-parece un poco reduccionista. Ahora bien,  está claro que a cada momento Weber advierte que los tipos puros por él elaborados no se presentan propiamente de esta manera en la realidad, sin embargo, ¿cuál es el sentido de un desarrollo tan acucioso y detallado de los mismos? ¿cuál es la intención de ilustrar constantemente las situaciones pergeñadas en factualidades ocurridas en el pasado?

En torno a lo mismo, ¿cuál es la relevancia del autor en la consideración reduccionista de la realidad social en una dicotomía tradición-modernidad, carga que la disciplina soporta aún en sus elaboraciones?

Si adoptamos las elaboraciones teóricos sociales realizadas por Gabriel Salazar que refieren una conducta comunitaria en la cuál primaba la premisa “se obedece pero no se cumple”, ¿cómo se relaciona lo mismo con la teoría weberiana de la legitimidad? La legitimidad de un dominio, tal como es definida por Weber, sustenta más su existencia en la “pretensión del imperante sobre la validez de su dominio”, siendo en algún grado indiferentes las razones que llevan al cuerpo social dominado a obedecer el mandato que se le impone. Mas, en tanto una estructura se encuentra siempre en continua constitución, reafirmándose a cada momento, ¿no es fundamental considerar ambos polos de una relación social que pretende un grado cristalización evidente? ¿No es necesario elaborar no solo el sentido de un dominio de manera descendente, sino también ascendente? ¿En qué sentido se pierde la noción de conflicto en este caso, siendo más bien claro que se ignoran las elaboraciones de los dominados en torno a la constitución del marco en el cuál se les domina? ¿Puede afirmarse que la noción de cambio social se encuentra reificada, siendo que el autor otorga una posición preeminente al acto carismático? ¿No son los grupos sociales, y sus conflictos inherentes, los que modelan a cada momento la organización de la sociedad?

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