La sociología como crítica social
Tom Bottomore
Lipset fue uno de los primeros principales partidarios de la moda
intelectual que propugnó “el fin de las ideologías” (países industrializados
con democracia estable)…pone el énfasis en los frenos propios de la estructura
formal de la democracia, de la cual considera enemigo tanto los radicalismote
derecha como de izquierda…al mismo tiempo omite el sentido de la democracia
como movilización de masas en pro del máximo gobierno del pueblo por el pueblo
El funcionalismo predominó en el campo sociológico en una época en la
cual el conflicto social eminente fue entre naciones (conceptualizadas como
sistemas sociales por el funcionalismo), época en la cual el conflicto de
clases intra formaciones sociales estaba “bloqueado”….esta forma de concebir la
realidad social supone, por tanto, la ahistorización o eterización de una
coyuntura histórica…
La década dorada del
funcionalismo (50’s) fue también una conservadora y políticamente improductiva…
Pioneros en la conceptualización
de la noción del “fin de las ideologías”
fueron también Raymond Aron (“The opium of he Intellectuals) y Daniel Bell.
La obra de Parsons está dominada
por la creencia primordial en los valores (en gran parte religiosos), los
cuales están por encima de los intereses. Por lo mismo, se opone a la
concepción del poder formulada por Mills
(el poder como “suma cero”)- según la cual el poder de algunos hombres
lleva consigo la impotencia de otros- porque supone la inversión en la
jerarquía “valores-intereses”
Touraine: conceptualiza la emergencia de un nuevo tipo de sociedad
donde la ciencia es la fuerza productiva eminente, sociedad en la cual el
trabajo industrial manual pierde su predominancia (cualitativa y cuantitativa)
para cederla a las actividades técnicas. Sin embargo, esta “nueva sociedad” no
implica la inexistencia de conflicto sino la transformación de las
manifestaciones del mismo, el cual ahora aparece bajo la forma de la
planificación centralizada tecnoburocrática a la cual se oponen nuevas fuerzas
como el movimiento estudiantil
La noción de una estructura
mundial compuesta de países desarrollados y subdesarrollados, emerge como
manifestación propia y difundida solo después de la segunda guerra…(lo mismo se
había expresado bastante antes bajo conceptos muy diferentes)
“…Hobsbawm sostiene que Marx
formula más bien una teoría del progreso histórico que un esquema de evolución
social, y que es en estos términos (o sea, desde el punto de vista de un
historiador) como deben considerarse sus distinciones entre diversos tipos de
sociedad (Comentario: ver la
distinción entre progreso y evolución social, a través de Hobsbawm –en la
introducción de del texto de” Formaciones precapitalistas” y otros)
Marx…estuvo impresionado desde el principio igualmente por la nueva
“ciencia de la sociedad” prefigurada en los escritos de Saint-Simon (y acto
seguido en el libro de Lorenz Von Stein sobre el movimiento social en
Francia)…y su posterior lectura de los historiadores de la Revolución Francesa
Sociedad Postindustrial:
tecnocrática, programada…sociedades en las que las grandes divisiones han sido
“superadas”
Alain Touraine: …la nueva clase dominante ya no se define por la
propiedad sino por conocimiento y un cierto nivel de educación. Asimismo, el
conflicto capital/trabajo está perdiendo su relevancia absoluta para dejar paso
a conflictos derivados del poder de decisión y “programación” (tecnócratas v/s
estudiantes). Los nuevos conflictos no pueden dejar de lado a la clase obrera,
aun si a la misma se le debe, según Touraine, sustraer su papel de agente
privilegiado de los conflictos y el cambio social. En síntesis, se pone mayor
énfasis en la acción política y cultural que en la acción económica
Birnbaum: si bien la nueva élite tecnocrática es un fenómeno nuevo
que no hay que desestimar, la posesión de propiedad sigue siendo un centro
gravitacional central para la intelección de la sociedad
Evidentemente Marx tomó como
modelo del desarrollo de clases y conciencia de clases la aparición de la
burguesía en la sociedad feudal; pero, con todo, existen importantes diferencia
entre dicho proceso y el posterior desarrollo de la clase obrera. La burguesía
era una tercera clase en la sociedad feudal, no la clase directamente
explotada, y estaba directamente asociada con un nuevo modo de producción
basado en una nueva tecnología. La situación del proletariado se parece más a la del campesinado feudal, y lo
mismo que el campesinado la clase obrera no está conectada con claridad con una
nueva forma de producción más progresiva. Está más obviamente subordinada a, y
determinada por, un sistema establecido de producción.
La teoría de la revolución
social de Marx afirma que un sistema social experimenta una revolución cuando
se desarrollan nuevas fuerzas de producción (representadas por una determinada
clase) que el sistema establecido ya no puede seguir conteniendo (Comentario:
aun si la tesis de los párrafos precedentes tiene cierta pertinencia, debe
complejizársela, ya que la misma comprende demasiado mecánicamente las fuerzas
productivas como propiedad de una clase, la tecnología como particularidad
propia y exclusiva de un grupo social; cuando, en realidad, las fuerzas
productivas y la tecnología, aun si están determinadas por la dominación de una
clase, son siempre producto de una relación social y, por lo tanto, contienen
elementos que trascienden la mera dominación de una clase –el mero interés de
clase-, elementos potencialmente emancipadores…)
La conciencia de la burguesía
–sus sistemas ideales supremos, por ejemplo- fueron formulados por burgueses.
Por el contrario, la conciencia proletaria no fue generada “espontáneamente”
por la clase obrera (al menos no completamente)…así, el marxismo es un
desarrollo de pensadores que no son totalmente burgueses ni proletarios…
Lukacs: el sentido de la
noción de conciencia de clase no se limita a lo que los hombres han pensado,
sentido y desead en determinadas situaciones históricas y de clase. Esto es importante porque es la materia de
estudios históricos. Pero relacionando esto con la totalidad llegamos a la
categoría de posibilidad objetiva: es decir, los pensamiento y sentimiento que
hubiesen tenido los hombres si hubiesen sido capaces de comprender
perfectamente su situación e intereses. Esta reacción racional imputada es la
conciencia de clase (comentario: el nominalismo objetivista
weberiano resulta palmario aquí en este autor. Se constituye una especie de
mezcolanza entre Weber y Marx. Ahora bien, es importante establecer que la
noción de concepto es muy distinta en un autor o en otro. Mientras en Weber el
tipo ideal es arbitrario, muy propio de un “perspectivismo” nietzcheano, en
Marx el concepto es una realidad, la cual no se manifiesta en las intelecciones
inmediatas de lo dado, sino mediante la reproducción ideal de la totalidad
concreta en el pensamiento –síntesis de determinaciones-. Para Marx, la noción
de tasa media de ganancia, por ejemplo, si bien no existe como dato empírico
fijo, es una realidad no renunciable, en tanto fuerza latente que explica el
carácter necesario de las manifestaciones fenoménicas de la realidad. Por lo
mismo, el “concepto” marxista, nunca podría ser meramente arbitrario y derivado
de una mera perspectiva, como en gran parte entiende sus tipos ideales Weber.
En razón de todo esto, la conciencia de clase, entendida como posibilidad
objetiva –como imputación-, no puede ser concebida como una imputación
arbitraria, sino como un centro gravitacional capaz de explicar las
manifestaciones fenoménicas propias de la lucha de clase, como una
realidad que explica su apariencia
inmediata….)
Según Bottomore, la influencia
más importante en la determinación del enfoque de Lukacs, es la definición
inicial del marxismo como conciencia de clase, más bien que como una teoría que
se halla en una relación compleja con la perspectiva social de la clase en la
que está mayormente interesado
(Reflexión: ¿es el marxismo solo
conciencia de clase? En algún sentido, puede responderse afirmativamente a esta
cuestión. Si entendemos que el marxismo es una ciencia social del y para el
conocimiento objetivo de la realidad también social –pero que supone la
intelección de la imbricación del “hombre” con la naturaleza-, también debemos
asumir que la comprensión de esta
realidad supone la aprehensión de esta realidad como la realidad de las
formaciones sociales capitalistas. Esto implica asumir la realidad de las
clases y su potencial transformador; implica entender el papel transformador
que cumple el proletariado –la clase obrera junto a las demás clases
explotadas- en la conformación de la sociedad-. En este sentido, el marxismo es
conciencia de clase proletaria, porque esta conciencia es la única que tiene el
privilegio de la totalización…)
Si Lukacs enfatiza en que lo
único esencial del marxismo es su método, así también no precisa una clara
distinción entre este “método” (¿forma de conocer?) y el contenido
(¿proposiciones teóricas derivada del método?) (¿Supone la distinción de
Lukacs, la igualación del “método” con la “forma de conocer”, en la típica
pareja dialéctica de forma y contenido hegeliana?). Bottomore desestima las
indicaciones que Lukacs proporciona sobre la particularidad del método marxista
–la noción de totalización y la fluidez de conceptos-. (¿es posible totalizar,
efectiva y realmente, desde otra perspectiva teórica?...)
La noción de ideología
lukacsiana, como forma ideal de combate político (pero a la vez siempre
objetiva), es un particular añadido a la noción marxista de ideología…
“…en realidad, hay un racimo de ideas –sobre propiedad, gobierno,
naturaleza humana, trabajo, etc- que no están en armonía total y que no están
representados en una única teoría, que se puede conceptuar que constituyen la
perspectiva burguesa…”. Así, desde el utilitarismo hasta el idealismo,
desde el materialismo hasta el liberalismo, todas estas forma ideales no
completamente coherentes en entre sí, constituyen el pensamiento burgués “…El asunto se parece al desarrollo de la
conciencia de clase obrera. También aquí cierto número de ideas relacionadas,
sobre trabajo, explotación, igualdad, cooperación, son expresadas por diversas
teorías sociales, que van desde el marxismo hasta el anarquismo…”
Raymond Aron: a consecuencia del desarrollo económico el sistema de
estratificación en las sociedades industriales se ha hecho cada vez más
complejo y no se ha producido la polarización de la sociedad entre las dos
clases antagonistas…la clase obrera industrial ha comenzado a disminuir en su
importancia cuantitativa y cualitativa, en función del aumento de las rentas
reales, la reducción de las hora de trabajo, el índice de movilidad social…
Bottomore: “los niveles de vida de la clase obrera han mejorado
en su mayor parte como resultado del crecimiento económico, ya que no ha tenido
lugar ninguna, o escasa, redistribución de riqueza o renta (por ejemplo, en
la Inglaterra
de 1960 el 5% más rico poseía el 92% de la renta total de la propiedad)
Aunque el nivel de vida general a aumentado
considerablemente, las posiciones relativas de las diversas clases han cambiado
muy poco o nada desde antes de la guerra; y las bases económicas de la
diferenciación de clases –la posesión o la no posesión de propiedad- siguen
siendo casi tal cual eran-“
“Una cosa está clara: no podemos
seguir comparando a la clase obrera con la clase superior (o burguesía)
simplemente en términos de pobreza y riqueza…de forma ma´s general se puede
afirmar que la prosperidad creciente cambia el carácter de las elaciones entre
clases aun cuando sus posiciones relativas en la jerarquía de renta y riqueza
permanezcan invariables…”
Lockwood y Goldthorpe teorizan contraponiéndose la difundida
noción del aburguesamiento de la clase obrera. Para esto citan la marcada
diferencia en la afiliación política de la clase obrera –la casi totalidad sus
miembros adhiere a los partidos socialdemócratas de izquierda-. Formulan una
definición de clase más compleja, para la cual no enfatizan necesariamente en
la renta y la propiedad de los agentes (¿las clases se constituyen por su
discurso clasista?)
Bottomore constata los cambios en
la estructura social propios del periodo keynesiano. Paso de fuerza de trabajo
desde los campos a al industria; en la misma industria hacia puestos más
técnicos; desde la industria hacia los servicios (Revisar estas ideas y
confrontarlas con los que establece Callinicos…¿la reducción del tamaño de la
clase obrera tradicional supone necesariamente la expansión de las clases
medias?)
Heterogeneidad creciente de la clase obrera: ya a finales de la
década de los 60’s la inmigración de agentes tercermundistas a Europa era una
realidad de importancia sustantiva. La creación de un subproletariado
–compuesto por inmigrantes- dedicado exclusivamente a tareas industriales
manuales, minó el potencial radical y unificante de la clase en su conjunto. Como
ejemplo se puede citar que para estos años casi la totalidad de la clase obrera
manual suiza se componía de inmigrantes…
Teoría de la “tecnoestructura” (Galbraith): la nueva clase
dominante es menos exclusiva y más amplia, tanto en sus miembros constitutivos
como en sus objetivos (esto último porque se le atribuye el empeño
bienintencionado en le bienestar general a través del crecimiento económico)
Touraine: el conflicto
social adopta actualmente la forma de una lucha directamente política y de una
recusación de la alienación, de una rebelión contra un sistema de integración y
de manipulación…
Mallet: los estudiantes se
autoconciben como agentes en formación para ocupar un puesto en la clase obrera
técnica, más que como parte de un estrato profesional y de clase media
Existe verdaderamente una separación formal entre propiedad y control
(entre la posesión de las acciones y las funciones de dirección) en las
modernas firmas de negocios…pero la existencia de una verdadera distinción
social entre propietarios y administradores es mucho más dudosa. Mills
observó, en The Power of the Elite, que las categorías de los muy ricos y de
los altos ejecutivos coinciden considerablemente en los Estados unidos, y casi
no cabe duda de que ocurre lo mismo en los países europeos…
La movilidad social mediante
el aparato educativo fue una ideología que no tuvo correlato en lo real durante
el periodo keynesiano. Así, en Gran Bretaña, el 23% de hijos de obreros
acudía a la educación superior entre 1928 y 1947, porcentaje que solo se alzaba
al 25% en 1961. En Alemania, la segunda posguerra mejoró esta participación
obrera solo desde un 5% a un 6%. En Francia, la cifra fluctúa desde un 6% hasta
un 8%.
La clase superior todavía se
perpetúa mediante la transmisión de la riqueza, de privilegios educativos y de
oportunidades de empleo, y estas cosas aseguran el mantenimiento de la concentración de la posesión de la
propiedad, del prestigio y del poder en manos de muy pocos….Así, las clases superiores de los países de
Europa occidental siguen siendo grupos relativamente cerrados, en los que la
continuidad de sus miembros de generación en generación está aún fuertemente
marcada.
…pero está claro que la mayor movilidad tiene lugar dentro de las clases
más bien que entre ellas..
Así y todo, los relativamente
altos índices de movilidad de empleo que se habitualmente se dan a conocer en
estudios, son susceptibles de ejercer una fuerte influencia sobre la estructura
de clase, y en especial sobre el carácter de la clase obrera, puesto que una
movilidad tal tiende a impedir la formación de comunidades de empleo que posean
una veteranía de varias generaciones en el mismo, y que puedan constituir
puntos focales alrededor de los cuales una conciencia de clase más general sea
capaz de cristalizar.
…el alcance y la naturaleza de
los cambios en la estructura de clase deben ser valorados en gran medida a
través de un examen de los movimientos y conflictos políticos que tienen lugar
en una sociedad.
Nuevo estilo político
(tecnocracia, estudiantes, movimientos regionalistas/inmigración, identidad
cultural)
El término “élite gobernante” fue empleado por Pareto y el término
“clase política” por G. Mosca. Ambos autores subrayaron, en oposición a la
noción marxista de una clase dominante basada en el poder económico y
representada en el terreno político por grupos diversos y cambiantes, la idea
de una élite que comprendía aquellos individuos que ejercían realmente el poder
político en un momento dado y la ineludible necesidad de una élite tal.
Elites: Mills, Aron, G.D.H. Cole. Conciben la existencia de una
pluralidad de élites en potencial conflicto entre sí y con las clases propias
de una formación social. Cole entiende la posibilidad de que “no todas las
élites se fundamenten en una clase…” (las cúpulas sindicales, en la mayoría de
estas teorizaciones, se incluyen como un grupo elitario más, o parte de uno de
estos grupos)
Mills comprende la emergencia de
las élites como una ampliación del foso de poder y desigualdad que separa a
éstas de las masas. Asimismo, pone énfasis no solo en la proveniencia de clase,
sino también en el periodo de formación y la actuación dentro de ciertas
estructuras institucionales.
Francia (politización de la
burocracia); Inglaterra (neutralidad de la burocracia)
“…es más probable que el poder
independiente de una burocracia se establezca cuando el orden político es
inestable…”
“…la historia de las
instituciones de educación superior demuestra que han sido reservados (estos
lugares) a individuos procedentes de los estratos superiores de la sociedad.
Verdaderamente, han desempeñado un papel preeminente en la perpetuación de las
diferencias de clase que ya no podían ser mantenidas mediante la desigualdad de
derechos civiles y políticos…”
Simmel: realiza la distinción entre competición y conflicto.
Según este autor, la primera sería una forma indirecta de los segundo, pero a
la vez comprendería características específicas: que el propio resultado no
constituye el objetivo, que no se utiliza la fuerza, que proviene de la hostilidad
(Criticar y reflexionar). El conflicto deriva de una cierta naturaleza del
hombre, explica Simmel.
Dahrendorf: la intensidad del conflicto de clases en las sociedades
capitalistas del siglo diecinueve se debía a la sobreposición del conflicto político
y del conflicto industrial (el obrero que se enfrentaba al capitalista en la
fábrica, volvía a encontrárselo de una manera analógica en la arena política).
Se sostiene que esta sobreposición ha sido desgajada en las sociedades
postcapitalistas, que el conflicto industrial se ha disociado del conflicto
político
(Es otra manera de decir que las
mediaciones eran menores en el siglo anterior. El conflicto era más evidente,
más inmediato a la percepción. Sin embargo, esta evidencia no constituye el
carácter específico del MPC, sino más bien es una remanencia de formas de
explotación mediante plusvalía absoluta y no plusvalía relativa. Una vez la
tendencia eminente en este modo de producción –el plusvalor relativo-, se
constituye como tal, las mediaciones que ofuscan la permanencia del conflicto y
su percepción aumentan. Ahora el conflicto se expresa en inflación, baja del
crecimiento, aumento inorgánico de la división del trabajo, desempleo, etc)
Funciones positivas del conflicto: puede contribuir al mantenimiento,
ajuste o adaptación de relaciones sociales y de estructuras sociales. De esta
manera, el conflicto que afecta a la totalidad de la formación social, puede
incluir entre sus características la mayor unidad interna de los grupos
principales que articulan las situaciones conflictivas (también hay que contar
con que el conflicto desembozado puede debilitar y desintegrar a uno o ambos
grupos). Asimismo, para muchos autores el conflicto es el motor del cambio
social (Simmel entre ellos, el cual arguye que “sin conflicto un grupo social
no puede mostrar un verdadero proceso vital”)…ahora bien, Bottomore establece que no se puede demostrar que todos los cambios
provienen del conflicto, así como no todo conflicto produce cambio (los
conflictos ritualizados, por ejemplo, viene a reforzar la solidaridad social)
Radovan Richta: existe un nuevo patrón de cambio en ciertas
formaciones “postindustriales”. En ellas el crecimiento económico no se traduce
en una tendencia “expansiva” (aumento de fábricas, de obreros industriales, de
máquinas), sino en una tendencia “intensiva” (crecimiento cuantitativo y
cualitativo de la ciencia y la investigación como fuerzas productivas)
Touraine: realizó una analogía
entre las universidades francesas de los años 60’s y las primeras fábricas
capitalistas. En ambos casos se forman comunidades que comportan un aislamiento
de relativa importancia, así como también se formulan en ellas visiones utópicas… A esto le
adiciona que las universidades constituyen ya en este tiempo las principales
“fuerzas de producción” de las sociedades desarrolladas (Comentario: es
importante dar cuenta del hecho de que una sección sustantiva del socialismo
utópico es propio de pequeñoburgueses, burgueses o nobles pobres…no de los
obreros de las workhouses –ver si esto
se da en el caso de Fourier)
Crítica al estudiantado
revolucionario: no constituye un grupo explotado, sino más uno
privilegiado. Asimismo, como no puede constituir mayoría, no puede apostar por
una revolución independiente –como la que conceptualizaba Marx para los
proletarios (Comentario: es importante consignar que el estudiantado nuca podrá
constituir mayoría, ya que está desligado del mundo del trabajo. Solo si el
trabajo necesario para la reproducción de la sociedad disminuye en un nivel
sustancial, los mismos podrían constituir mayoría. Ahora bien, esta situación,
económica y materialmente posible, no puede generalizarse y estabilizarse en el
tiempo, principalmente porque toda formación social requiere integrar a sus
miembros en su funcionamiento más propio, y el medio más adecuado de hacerlo es
mediante la inserción laboral)
Los estudiantes son un grupo
social transicional, de paso, que carece de estabilidad de sus miembros.
Los obreros de la construcción
norteamericanos se han opuesto al movimiento pacifista de los años 70’s (al
menos una fracción de ellos). Esto demuestra el abismo entre los obreros y los
estudiantes
Las clases en la sociedad moderna
Clase social: en los tiempos modernos, constituye la representación
concreta del principio de desigualdad
“Las desigualdades originadas en la
clase social no deben ser asimiladas a la desigualdad humana en general”
“El poder político mismo puede
crear nuevas clases sociales, nuevos derechos de propiedad y nuevos
privilegios” (discutir)
Marx: “…no es mérito mí haber descubierto la existencia de las
clases en la sociedad moderna, y ni siquiera la lucha entre ellas. Mucho antes
que yo los historiadores burgueses han descrito el desarrollo histórico de esta
lucha de las clases, y los economistas burgueses la anatomía económica de las
clases…” (en una carta a Weydemeyer)
“Los rasgos distintivos de la
teoría del Marx son, por consiguiente, la concepción de las clases sociales
desde el punto de vista del sistema de producción, y la idea del desarrollo
social a través del conflicto de las clases”
“Las referencias de Marx al tipo
asiático de sociedad (modo de producción) son particularmente interesantes
porque este último está fuera de la línea de desarrollo de las sociedades
occidentales, y también porque él acepta aparentemente la posibilidad de que en
este caso una clase gobernante esté formada por los altos funcionarios que
controlan la administración”
“…nunca aparecen nuevas y más
elevadas relaciones de producción antes de que las condiciones materiales de su
existencia hayan madurado en la matriz de la antigua sociedad…”
(Comentario: ¿existió
realmente la figura del profesional como tendencia efectiva en el desarrollo de
las sociedades? Una apreciación que viene a negar esto es el hecho de que los
primeros juristas, antes de ser propiamente asalariados en un sentido
capitalista, siempre fueron “dependientes” de un Señor determinado, o, en su
caso, del monarca y el estado premoderno…continuar reflexión)
Marx al menos elabora dos concepciones sobre la noción de clase social.
En la primera, establecida paradigmáticamente en el Manifiesto Comunista,
entienden a las clases como realidades presentes en todo tipo de formación
social posterior a la comunidad primitiva; en la segunda, explícita en la
ideología alemana, muchos autores entienden que Marx postula a la clase social
como una realidad propiamente moderna (el texto dice así: “la distinción entre
lo personal y lo individual, la naturaleza accidental de las condiciones de la
vida par el individuo, aparece solo con la constitución de la clase, la que en
sí misma es un producto de la burguesía”) (Comentario: ver Ossowski,
quien trata más detenidamente estos temas)
“Nuestra época, la época de la
burguesía, posee, sin embargo, este rasgo distintivo: ha simplificado los
antagonismo de clase” (Manifiesto Comunista)
Las relaciones entre los grupos jerárquicos en los diferentes niveles
son de competencia y emulación, y no de conflicto.
Dahrendorf: “las relaciones sociales de la industria, incluso el
conflicto social, no dominan el conjunto de la sociedad…en la sociedad
postcapitalista la sociedad industrial y el conflicto industrial se encuentran
aislados institucionalmente –es decir, están confinados en los límites del
dominio que les es propio, y desprovistos de influencia sobre otras esferas de
la sociedad” (Bottomore critica acertadamente esta concepción señalando que el
tipo keynesiano de sociedad, que regula el conflicto mediante la inclusión de
los sindicatos como un actor relevante, en todo momento expresa el conflicto
industrial constitutivo de la sociedad capitalista)
Bottomore sostiene que la
burguesía ha dejado de ser una clase gobernante porque ya no se encuentra lo
suficientemente cohesionada, porque la creciente diferenciación de la sociedad
moderna supone la competencia entre grupos particulares que luchan por el poder
político…
Mallet: el obrero industrial se ha aburguesado en el consumo,
mientras en la producción su carácter más propio de obrero se ha mantenido como
eminente.
Ossowski: cuando las autoridades políticas son capaces de modificar
franca y eficazmente la estructura de clase; cuando los privilegios más esenciales para el mantenimiento de la
jerarquía social, incluso una participación más elevada en la renta nacional,
dependen de la decisión de la autoridad política; cuando gran parte o aún
la mayoría de la población se encuentra incluida del tipo que puede ser
observado en una jerarquía burocrática, el concepto de la clase propio del
siglo XIX se convierte más o menos en un anacronismo, y los conflictos de clase
ceden el sitio a otras formas de
antagonismo social
(Comentario: la generación de nuevas clases
mediante el mecanismo político, con la mantención del modo de producción
vigente, es una imposibilidad práctica. Si bien el mecanismo político es capaz
de realizar diferenciaciones evidentes en la estructura social, si esto no
supone la modificación sustancial del modo de producción dominante en una
formación social, las nuevas clases generadas nunca serán tales. Las
modificaciones en este caso existirán, pero solo revelaran estratos no
pertinentes para el conflicto fundante de la formación citada, o en todo caso
solo pertinentes por su determinación de clase particular. La transformación de
las clases evidentemente se da mediante la acción de la esfera política –pero
no está demás consignar que esta acción solo mediatiza intereses propios de una
de las clases fundamentalmente, la cual se apoya siempre en fundamentos
económicos-, como claramente sucedió en el proceso de acumulación primitiva del
capital, mas si esta transformación no modifica el modo de producción, no puede
generar nuevas clases pertinentes al mecanismo básico de funcionamiento de toda
formación social…)
“Los servicios sociales no solo
contribuyen a la igualdad de las condiciones de vida de todos los ciudadanos;
en la medida en que son utilizados por todos el nivel cualitativo del servicio
tiende a elevarse.”
“…el progreso general de las
condiciones de la clase obrera británica durante las últimas décadas se ha
debido esencialmente al rápido desarrollo de la renta nacional, lo que ha
permitido la expansión de los servicios sociales, y no una redistribución
radical de la riqueza o de la renta entre las clases…”
(Comentario: tener en
cuenta el tratamiento del problema de la movilidad descendente cuando se trata
la noción de movilidad social)
Wright Mills (1951): “…en los últimos cien años los estados
unidos han dejado de ser una nación de pequeños capitalistas para convertirse
en una nación de empleados a sueldo; pero la ideología apropiada para una
nación de pequeños capitalistas persiste, como si el mundo de la pequeña
propiedad fuera todavía un ente en pleno funcionamiento” (esto lo explica
en parte el hecho de que la expansión de la asalarización fue a cuenta de gran
cantidad de trabajo de cuello blanco, así como el hecho ideológico- por su
falsedad- de la conciencia común de una sociedad móvil. A esto se suma la
variable estructural de la inmigración y la raza que, al crear un
subproletariado dedicado exclusivamente a las tareas manuales, eleva la autoconcepción
social del asalariado yanqui blanco)
La desigualdad de los ingresos y
la movilidad social no son realidades efectivas en el mundo desarrollado de la
segunda posguerra
URSS: Stalin estableció que el socialismo y el igualitarismo nada
tenían que ver. Las diferencias socioeconómicas de renta en la Rusia soviética stalinista
eran iguales o mayores que las de los centros occidentales –en parte, también,
porque los impuestos en el socialismo real fueron mayormente regresivos en esta
época, así como por los privilegios materiales dados a los técnicos y
burócratas: vivienda, almacenes especiales, educación, etc-) Luego de 1956
estas desigualdades intentaron ser corregidas y en parte lo fueron (mediante la
abolición de privilegios educativos, por ejemplo, ya que se elimina el pago en
la educación secundaria y superior)
La generación de élites –y el abismo social que sostienen con la masa
de la población- depende ciertos factores particulares: crecimiento de la
administración pública; crecimiento de partidos burocratizados masivos; la
influencia que puede ejercerse a través de los medios modernos de comunicación;
etc
No debe igualarse mecánicamente
industrialización a igualitarismo (no son variables recíprocas; muchas veces la
industrialización puede acentuar la desigualdad)
Bottomore sostiene que la
distinciones más importantes entre el sistema soviético y el sistema occidental
están dadas por el carácter de las élites en cada caso, y no por cuestiones
derivadas de las clases (Comentario: ¿la utilización rigurosa del
concepto de élite elimina la asunción de la noción marxista de clase? ¿la
noción de élite supone la intelección de una sociedad de masas?)
Si bien los obreros se identifican
palmariamente con los partidos clasistas clásicos, han dejado de considerar el
colectivismo como un fin para entenderlo más como mero medio, una herramienta
para conseguir beneficios materiales a ser disfrutados de manera individual. La
concepción de una nueva forma de sociedad, ampliamente colectiva, ha dejado
paso a una nueva clase obrera que deviene mayormente individualista en le
consumo y que, en este sentido, converge con las actitudes de la nueva clase
media (Goldthorpe y Lockwood) Estos
autores utilizan expresiones como “colectivismo instrumental”, o “actitud
centrada en la familia” (“…un retiro a la vida privada, y que se refleja en el
hecho de que el obrero individual se preocupa esencialmente por el nivel de
vida de su familia, por sus propias perspectivas de progreso, por la educación
de sus hijos…”)
“…De los marxistas posteriores Gramsci fue el único que encaró
seriamente esto problemas, y me inclino a pensar que fue influido en este
sentido por el trabajo de su compatriota Mosca, que había introducido el
término fórmula política para describir el cuerpo de doctrina que en la opinión
del autor toda clase gobernante tiene que desarrollar; y que ha de imponer al
resto de la sociedad, si pretende conservar el poder”.
Se ha acentuado el contraste
entre trabajo y el ocio: en el trabajo todavía hay imposición, subordinación
estricta, falta de responsabilidad, ausencia de medios de autoexpresión (Comentario:
en contraste con esto la teoría crítica entiende la homogeneidad muy real
entre el consumo y la producción en las sociedades centrales, estando ambas
esferas igualmente “manipuladas”. Por nuestra parte, podemos establecer
claramente que en el “ocio controlado” priman la imposición ideológica, la
pasividad de los “consumidores”, la ausencia tendencial de medios de
autoexpresión, en cierta medida la subordinación estricta…
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