La teoría marxista Hoy. Problemas y
perspectivas
En otras palabras: debe haber
límites al florecimiento de las diferencias. Hay una especie de diferencia que
es socialmente dañina y debe ser eliminada: la diferencia clasista (Borón)
(Comentario: ahora bien, si entendemos que en una FS en la cual es dominante el
MPC, todas las diferencias se encuentran permeadas por la diferencia fundamental,
la diferencia de clase, y que, por lo tanto, todas adquieren una pertinencia de
clase, es importante darse cuenta que las diferencias que encontramos
efectivamente en estas formaciones sociales no son enteramente positivas y se
encuentran deformadas –o incluso su misma génesis y naturaleza es negativa-)
“No se encuentra huella de un
mecanismo a través del cual la lucha de clases estimule el desarrollo de las
fuerzas productivas” (Jon Elster) (Comentario: criticar
-sustitución de trabajo muerto por trabajo vivo, en función de la lucha de los
asalariados, supone el desarrollo de las FFPP: alta composición orgánica del capital
-)
Bensaid
“El
funcionalismo que Elster ataca no es más que una sombra proyectada de la
clásica intencionalidad que se refugia tras su propio “individualismo metodológico”.
Incapaz de comprender las insólitas leyes tendenciales de Marx con su necesidad
sembrada de azar, desarma y rearma el tedioso mecano de las fuerzas y las
relaciones, de la infraestructura y la superestructura”
“La aparición de un nuevo modo de
producción no es la única salida posible del modo de producción precedente. Es
erróneo pensar que la única alternativa concebible para un viejo modo de
producción sea su inexorable superación. Tal desenlace apenas se inscribe en un
campo determinado de posibilidades reales”
“Salvo un aniquilamiento siempre
posible, el desarrollo de las fuerzas productivas es acumulativo e
irreversible. Pero de ello no resulta un progreso social y cultural automático,
sino solamente su posibilidad…Decir que el desarrollo de las fuerzas
productivas tiene direccionalidad, que su película no puede ser rebobinada,
significa que no se regresa del feudalismo al capitalismo y del feudalismo a la
ciudad antigua. La historia no da marcha atrás”.
Se rechaza la idea de que Marx
hubiera desarrollado una teoría de la historia universal, basada en una
sucesión específica de modos de producción. Se rechaza la existencia sustancial
de la teleología en Marx (en oposición a Elster, el cual critica a un Marx
“teleológico”). Para esto, se cita un fragmento de la Contribución a la
economía política, de 1859:
“La así llamada evolución histórica reposa en
general en el hecho de que la última forma considera a las pasadas como otras
tanta etapas hacia ella misma, y dado a que sólo en raras ocasiones…es capaz de
criticarse a sí misma…las concibe de manera unilateral”
La idea de que las formaciones
sociales deben situarse en una escala de “madurez” referente a sus capacidades
“revolucionarias” en función del desarrollo de las FFPP, es erróneamente
endilgada a Marx y Lenin. Ambos enfatizaron en el hecho de que la madurez sólo
se mide en términos internacionales, pudiendo el desarrollo desigual y
combinado generar revoluciones en los eslabones más débiles.
“El carácter prematuro de la
revolución toma, entonces, un sentido que Cohen y Elster no sospechan. Es, en
cierto modo, un acontecimiento anticipado estructural y esencial. No es de tal
o cual país, de tal o cual momento. En la medida en que la conquista del poder
político precede a la transformación social y a la emancipación cultural, el
comienzo es siempre un salto peligroso, posiblemente mortal” (Comentario:
el carácter prematuro de la revolución es específico de la revolución obrera
anticapitalista, ya que la revolución burguesa es antes que nada social y
económica, para devenir política solo muy posteriormente –o quizá nunca devenir
como revolución política-)
“Una revolución justo a tiempo,
sin riesgos ni sorpresas, sería un acontecimiento sin acontecimiento, una
especie de revolución sin revolución. Actualizando una posibilidad, la
revolución es, por esencia, intempestiva y, en cierta medida, siempre
prematura”.
“No es lo mismo decir que el
comunismo presupone un grado determinado de desarrollo de las fuerzas
productivas (productividad del trabajo, calificación de la fuerza de trabajo,
desarrollo de las ciencias y las técnicas), al que contribuye el crecimiento
capitalista; o que el capitalismo constituye una etapa y una preparación
inevitable sobre la vía trazada de la marcha del comunismo”.
Se argumenta que Marx nunca fue
un determinista mecanicista, para lo cual se cita su primer escrito: La tesis
sobre la filosofía de la naturaleza de Demócrito y Epicuro:
“…la necesidad aparece en la
naturaleza finita como una necesidad relativa, como determinismo. La necesidad
relativa solo puede deducirse de la posibilidad real….La posibilidad real es la
explicación de la necesidad relativa…”
“Azar y necesidad no se excluyen.
La contingencia determinada de un acontecimiento no es arbitraria ni
caprichosa; solamente deriva de una causalidad no formal…”
Así como ciertos fragmentos de la
“Introducción” a la
Contribución a la economía política han habilitado nociones
marxistas deterministas, teleológicas y mecanicistas, también ha influido en
ello cierto pasaje inscrito en las consideraciones de Marx acerca de la
acumulación originaria (libro primero), en las cuales se utiliza la
expresión “negación de la negación”. En
razón de esto, Engels escribe para poner un freno a ciertas interpretaciones de
Marx:
“¿qué papel desempeña en Marx la
negación de la negación?...al llamar a este proceso la negación de la negación
Marx no pensaba ver en ello la demostración de su necesidad histórica. Por el
contrario, después de demostrar históricamente que este proceso en parte ya se
ha realizado en la práctica y en parte aún debe realizarse, sólo después de esto
lo define como proceso que se realiza de acuerdo con una ley dialéctica
determinada. Eso es todo. De modo que también en este caso incurre en pura
falsedad el señor Duhring al afirmar que la negación de la negación desempeña
aquí el rol de un burdo Deux ex machina”
La necesidad histórica no permite
echar las cartas y hacer predicciones. Opera en un campo de posibilidades,
donde la ley general se aplica a través de un desarrollo particular. Lógica
dialéctica y lógica formal no hacen, decididamente, buenas migas.
Exigir de la ley dialéctica más
que su generalidad llevaría a un formalismo vacío….Conviene insistir en este
punto: ninguna fórmula sustituye el análisis concreto de la situación concreta,
del que la Guerra
campesina, el dieciocho de Brumario o las luchas de clases en Francia
proporcionan brillantes ejemplos”.
La necesidad determinada no es lo
contrario del azar, sino el corolario de la posibilidad determinada. La
negación de la negación dice lo que debe desaparecer. No dicta lo que debe
ocurrir.
Los “animales de burgess” (unas
especies de seres microscópicos) testimonian respecto del hecho de que la
necesidad del progreso no es inevitable, como tampoco lo es la creciente
complejidad y diferenciación. La dinámica de la historia y la naturaleza supone
también la eliminación de posibilidades normativamente preferibles (y también
Darwin entendía la evolución como un curso no dominado por ninguna especie de
plan o dirección)
Callinicos
La media de crecimiento países en
desarrollo: 1960-1979----------2,5%
(reformas
neoliberales) 1980-1999-----------0%
El ingreso relativo es más
relevante en términos de salud que el ingreso absoluto (tienen evidencia los
factores psicosociales)
Liberales radicales
(igualitaristas): Amartya Sen (igualdad de capacidades y no sólo de recursos,
ya que las necesidades suponen un diferencial a tener en cuenta: tratar a todos
por igual implica tomar en cuenta las diferencias y no imponer estándares
iguales para todos), Ronald Dworkin, Brian Barry, John Rawls, Gerald Cohen y
John Roemer (estos dos últimos, marxistas analíticos, proponen un
cooperativismo en el cual los colectivos de trabajadores compitan en el
mercado)
Descansan sobre una concepción
individual-subjetivista de bienestar.
“En primera instancia, uno podría
decir que el marxismo mismo sufre de un déficit ético; en realidad, de una
flagrante contradicción”.
“O, para expresarlo más
firmemente: una crítica marxista teóricamente consecuente del capitalismo
requiere de la articulación de principios éticos según los cuales éste pueda
ser censurado como injusto.¿De qué otro modo podría resultar exitosa una
crítica?. Perseguir esa visión demanda un diálogo genuino entre el marxismo
clásico y el liberalismo igualitario”
La discusión de tales modelos nos
conduce aún más allá de de Marx: desde la teoría normativa hasta las
especulaciones utópicas. Pero tal sendero es absolutamente inevitable
actualmente.
Lowy
La religión es el opio del
pueblo. Esta afirmación no es específicamente marxista: es propia también de
Kant, Feuerbach, Herder, Bruno Bauer, Moses y Heine.
La afirmación, en el caso de
Marx, supone más una raigambre neo-hegeliana que ilustrada. Esto lo vemos en el
hecho de que Marx significa con la misma más la alienación de la esencia
humana, que la existencia de una conspiración clerical.
“Toda religión…es realmente una
multiplicidad de distintas y a veces contradictorias religiones: hay un
catolicismo para los campesinos, uno para la pequeña burguesía y trabajadores
urbanos, uno para la mujer, y un catolicismo para los intelectuales” (Gramsci)
Luxemburg, Mariátegui y Sorel (teoría
del sindicalismo revolucionario) rescatan el sentido “religioso” del marxismo
(“…los socialistas son más leales a los principios de a cristiandad que el
clero conservador de hoy. Desde que los socialistas luchan por un orden social
de igualdad, libertad y fraternidad…-Luxemburg-”)
Anderson
“…todo gran sistema de creencias
constituye una jerarquía de diferentes niveles de complejidad conceptual, que
incluye construcciones intelectuales sumamente sofisticadas –accesibles sólo
para una élite educada- en la cima, versiones más amplias y menos refinadas en
las zonas intermedias, y las simplificaciones más crudas y elementales en un
nivel popular. Todo esto unido, sin embargo, por un lenguaje único y apoyado
por la serie correspondiente de prácticas simbólicas”
Imperio romano: “…pero al crear
en la Iglesia
(la cristiandad) un complejo institucional paralelo al Estado, que sobrevivió
al colapso definitivo del imperio, aseguró continuidades culturales y políticas
mínimas para el subsiguiente surgimiento del feudalismo”
Guerras de religión. En la génesis del Estado moderno,
constituyeron episodios característicamente determinados por lo ideológico (la
revolución gloriosa en la
Inglaterra del siglo XVII; la revolución holandesa de s XVI
contra la España
católica que destruía imágenes como un signo de idolatría)
Revolución francesa y norteamericana: menos determinadas en lo
inmediato por lo ideológico; su génesis se explica más por intereses materiales
desnudos (quiebra del Estado y hambre en Francia; impuestos a Inglaterra por
parte de eeuu)
“El capitalismo, en le siglo XIX
y en gran parte del siglo XX, rara vez, si es que alguna vez lo hizo, mencionó
su propio nombre –el término fue un invento de sus opositores-….No es
casualidad que nadie hablara de un movimiento capitalista”
“Ya en 1848, el nacionalismo
demostró ser, en Europa, un movimiento aún más poderoso que el socialismo en
tanto factor de movilización…Por un lado, produjo muy pocos pensadores
importantes u originales…Como doctrina articulada era, en comparación, más
pobre y superficial que sus dos coetáneas. Por un lado, su relativo vacío
conceptual, era sumamente plástico, y podía entrar en una gran variedad de
combinaciones tanto con el capitalismo como con el socialismo…El triunfo del ideal nacional a través del
mundo ha demostrado la ausencia de cualquier correspondencia necesaria entre
sistema e impacto; entre la profundidad intelectual y el alcance de una
ideología y su poder de movilización en el mundo moderno”
“…la ideología del
marxismo-leninismo, en su forma más o menos estalinista, se mostró capaz de
generar, en escenarios sin capitalismo, sociedades superiores a éste. Eso dio
origen, dentro del marxismo mismo, a la noción popular en los sesenta y setenta
según la cual las relaciones de producción en efecto tenían primacía sobre la
fuerzas de producción, e incluso las definían. Pero los argumentos de Marx no serían tan fácilmente refutados:
finalmente, las fuerzas productivas saborearon su venganza con el colapso de la URSS , puesto que la mayor
productividad económica de los países en los cuales la revolución debería haber
tenido lugar, pero no sucedió así, terminó aplastando a aquellos en los que la
revolución se realizó efectivamente”
(Comentario: en sus
propios textos, Anderson toma una postura opuesta, relevando el papel de las
RSP en la transformación entre modos de producción. Asimismo, aquí evidencia
una argumentación causal meramente externa. Criticar simplismo)
La explicación “exógena”
continúa: “…la ventaja comparativa del mundo libre que determinó el resultado
del conflicto yace en el dominio del Shopping más que en el del sufragio”
Occidente redefine el conflicto
de la Guerra Fría :
no es socialismo contra capitalismo, sino democracia contra totalitarismo.
“El final de la Guerra fría ha traído una
configuración totalmente nueva. Por primera vez en la historia el capitalismo
se proclama a sí mismo como tal…tal es el mensaje central del neoliberalismo…”
Neoliberalismo“…la gran transformación de nuestro tiempo, tan
radical y a la vez de alcances infinitamente mayores que la que Karl Polanyi
describiera al escribir acerca del advenimiento del liberalismo clásico en la
época victoriana” “Estamos refiriéndonos a la ideología política más exitosa en
la historia de la humanidad” (Comentario:
se sobredimensiona el fenómeno del neoliberalismo, o la transformación de
mediados de los setenta: si la descripción de Polanyi refería el establecimiento
de un modo de producción sobre sus propias bases –subsunción real del trabajo
al capital-, asumimos, por lo tanto, que el neoliberalismo supone el
establecimiento sobre sus propias bases de un nuevo modo de producción?)
Neoliberalismo (especulación
+ consumo) fue aplicado en los países desarrollados por la “centroizquierda”
(incluso los países escandinavos apoyan las guerras “democráticas” de eeuu); el
mismo no suponía la negación del intervencionismo estatal, sino lo que
redefinía: era normativamente deseable aquél intervencionismo guerrero cuya
fachada ideológica la constituía la defensa de los derechos humanos
“En los tres grandes casos de
impacto ideológico moderno, La
Ilustración , el marxismo y el neoliberalismo, el patrón fue
el mismo. En cada caso se desarrolló un sistema de ideas con un alto grado de
sofisticación, en condiciones de aislamiento inicial de –y en tensión con- el entorno político circundante, y con poca o
ninguna esperanza de influencia inmediata. Fue sólo al producirse el estallido
de una crisis objetiva muy importante, de la cual ninguno de estos sistemas fue
responsable, que recursos intelectuales subjetivos que fueron acumulándose
gradualmente en lo márgenes más apacibles adquirieron súbitamente una fuerza
arrolladora como ideologías capaces de influir directamente sobre el curso de
los acontecimientos”
Ellen
Meiksins Wood
Tesis: “a pesar de todo lo que nos han dicho sobre la globalización
y la decadencia del estado-nación, el capital global depende más que nunca de
un sistema global de múltiples estados locales. De modo que las luchas locales
y nacionales por una democracia real y un verdadero cambio del poder de clase
–tanto al interior como fuera del Estado- pueden plantearle una amenaza real al
capital imperialista”
El capitalismo es incompatible
con la democracia (no en su sentido formal, sino entendida como un genuino
gobierno del pueblo)
“Toda práctica humana que pueda
ser convertida en mercancía deja de ser accesible al poder democrático. Esto
quiere decir que la democratización debe ir de la mano de la
“desmercantilización”.Pero desmercantilización significa, por definición, el
final del capitalismo”.
“Pero es importante comprender
que la mayoría de los ciudadanos atenienses trabajaban para vivir, y trabajaban
en ocupaciones que los críticos de la democracia consideraban como vulgares o
serviles. La idea de que la democracia
consistió en el imperio de una clase ociosa que dominaba a una población de
esclavos es sencillamente errónea. Este fue el punto central de la
oposición antidemocrática. Los enemigos de la democracia odiaban este régimen
sobre todo porque otorgaba poder político al pueblo formado por trabajadores y
pobres”
“La noción de igualdad de
expresión, tal como la entendían los atenienses, se relacionaba con el ideal de
participación política activa de trabajadores y pobres”.
La democracia dejó de ser una
mala palabra en la boca de las clases dominantes, cuando las mismas se
apercibieron de la real significación de la misma en sociedades en las cuales
primaba el modo de producción capitalista. Este tipo de sociedades se
caracteriza por la autonomización de esferas, la diferenciación entre lo
político y lo económico: esto permitió que la democracia supusiera una mera
cáscara política cuya fuerza de incidencia en lo económico no fuera
inestabilizante, si no se ponía en cuestión el modo de producción.
“La separación de las esfera política y económica…esta vieja separación
ha sido desbaratada porque el capital internacional necesita del estado más que
nunca para organizar los circuitos económicos que el capital no puede manejar
por sí mismo”
John
Bellamy Foster
Durante todo el siglo XX la
noción de imperialismo fue abandonada –por una supuesta poca cientificidad- por
lo círculos académicos en general. Sin embargo, al final del siglo XX, la misma
vuelve a ser utilizada de una forma particular: el imperialismo sólo posee una
veta militar y política (nunca económica), y el mismo es irrenunciablemente
benévolo
Imperialismo: la fase superior
del capitalismo (capitalismo monopolista, en el cual la competencia se
transforma pero no elimina: ahora se da sólo entre grandes firmas)
Magdoff “…el capitalismo ha sido un sistema mundial desde sus
comienzos…la expansión imperialista en un sentido amplio fue parte del sistema
en sus inicios, tanto como la búsqueda de ganancias…la eliminación del
capitalismo requiere el derrocamiento del imperialismo”
La izquierda norteamericana
–junto a los postmarxistas de los ochenta- sufrieron implícitamente de manera
tardía este ataque del establishment al vocablo imperialismo: mientras los
conservadores se reapropiaban del término, el mismo brillaba por su ausencia en
la literatura de izquierda”
Eagleton
“Aún así, con todas sus
horrendas consecuencias, los sucesos de finales de los ochenta fueron una
revolución (referencia al colapso de la
URSS ); y no se suponía, al menos de acuerdo con algunos
teóricos posmodernos, que existieran revoluciones por aquellos años, ya que
no había totalidad para ser revolucionada ni ningún sujeto colectivo para hacer
la revolución” (Comentario: reflexionar sobre si podemos analogar la noción de “colapso”
de una formación social –o de un conjunto de las mismas- a la de “revolución”.
¿Realmente fue una revolución el colapso de la URSS ?)
“Hay poca evidencia, entonces, de que la ciudadanía sea en general
abúlica o complaciente. Por el contrario, la evidencia sugiere que está
considerablemente alarmada acerca de un número importante de asuntos, incluso
cuando la mayoría está tan lejos de virar hacia el socialismo en busca de
soluciones como lo está la teosofía”
“Si para el marxismo la clase
trabajadora tiene un rol especial, no es porque sea especialmente miserable ni
necesariamente numerosa, sino porque es, en el sentido freudiano,
“sintomática”. Como tal, es aquello que representa la contradicción…si en algún
sentido es un totalizador de este sistema, lo es porque representa las
contradicciones de este régimen como un todo”
El marxismo no ha sido
desacreditado, sino estruendosamente derrotado.
El capitalismo es
impresionantemente poderoso; pero no estable. No hace falta el socialismo para
derrocar al capitalismo; éste puede colapsar debido a las consecuencias que se
siguen de su propia lógica (es en este sentido que la consigna “socialismo o
barbarie” es relevante)
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