Hegel
Contrasociology
(Gillian
rose)
1. Las antinomias de la razón sociológica
El pensamiento de Durkheim y de Weber
descansa en un marco idéntico: el paradigma neokantiano
También la fenomenología y la Escuela de
Frankfurt descansan en el paradigma neokantiano
“La misma idea de una sociología
científica, tanto marxista como no-marxista, sólo es posible como una forma de
neo-kantismo”
“El pensamiento de Hegel anticipa y
critica todo el esfuerzo neo-kantiano, su metodologismo y moralismo, y consiste
en un modo de análisis social totalmente diferente”
Dos variantes neokantianas:
a)
Escuela de Marburgo: “idealismo
lógico” desarrollado por Herman Cohen (1842-1918) y Paul Natorp (1854-1924)
b)
Escuela de Heidelberg (también llamada Escuela de
Baden):
“teoría lógica de los valores” desarrollada por Wilhelm Windelband (1848-1915)
y Heinrich Rickert (1863-1936)
“Se sigue desde una evaluación
trascendental de la experiencia que ciertos rasgos necesarios de la explicación
son en sí mismos trascendentes y por tanto no cognoscibles. La unidad de la
consciencia general que el objeto hace necesaria es la unidad formal de la
consciencia en la síntesis de la representación de lo diverso. Esta consciencia
pura, original e incambiable de la identidad del yo, la “unidad de apercepción
trascendental”, es al mismo tiempo la consciencia de la síntesis de las
apariencias de acuerdo a reglas”
“El yo como unidad trascendental es
distinguido del yo como objeto intuido, y sólo puede conocerse a sí mismo como
aparece ante sí mismo y no como es en sí mismo. Por tanto la consciencia pura,
la fuente de la validez objetiva, es incognoscible”
“El conocimiento es la síntesis de la
percepción de lo diverso en las apariencias. Estas apariencias no existen en sí
mismas, sino sólo en relación con el sujeto al cual son inherentes. Las
apariencias no son cosas en sí mismas, sino que dependen de que nosotros las
constituyamos. Son también “representaciones de cosas que son desconocidas en
lo que respecta a lo que pudieran ser en sí mismas”
“A pesar de la separación de Kant entre
la validez objetiva y subjetiva, de la cuestión de derecho de la cuestión de
hecho, de una evaluación empírica a una trascendental, la filosofía crítica se
presta a una lectura psicológica. Porque una evaluación trascendental puede
transformar la cuestión lógica de la validez en la cuestión epistemológica de
cómo podemos adquirir conocimiento correcto. La validez objetiva es establecida
mediante la división de la mente en facultades, y por referencia a la
percepción y la representación. De acuerdo a esta lectura, todo el proyecto de
la lógica trascendental reduce la validez a una síntesis de representaciones, a
una descripción de los procesos de la consciencia”
“La validez objetiva es pertinente a la
síntesis de la experiencia, pero a cualquier conocimiento de las
cosas-en-sí-mismas. Si la idea de que la mente sintetiza los objetos del
conocimiento es aceptada, entonces puede ser argumentado que no tiene sentido
retener la “realidad” para algo que está más allá de nuestro conocimiento. La
producción de los objetos puede ser vista como la misma realidad, no de su
apariencia. De acuerdo a esta crítica la hipótesis de las cosas en sí mismas es
ociosa”
“Alternativamente, la restricción del
conocimiento empírico legítimo puede ser aceptada, pero puede ser negado que
este es el único tipo de conocimiento posible para nosotros. Pueden existir
otros tipos de conocimiento, teóricos y prácticos, que abren campos que son
trascedentes en términos kantianos estrictos”
“Otras críticas argumentan que la noción
de cosa-en-sí-misma es contradictoria. Y a que si la cosa en sí misma es
incognoscible, ¿cómo puede ser llamada una “cosa”? Si es incognoscible, ¿cómo
puede su relación con las apariencias, que son cognoscibles, ser especificada?
La relación no puede ser causal, porque entonces la subsumiríamos bajo el
concepto de causa, una categoría del entendimiento, y por tanto sería
cognoscible”
Han existido cuatro grandes generaciones de críticos
de Kant:
1)
1780-1790: K.L. Reinhold (1758-1823), S. Maimon (1753-1800) y
F.H. Jacobi (1743-1819). Se
interesaron por el estatus de la cosa en sí misma
2)
Segunda generación: Fichte, Schelling, Holderlin,
los románticos tempranos y Hegel. Trataron de resolver las aporías kantianas dando
primacía a la filosofía práctica de Kant (la Crítica del Juicio)
3)
Tercera generación (1830-1870): Bernard
Bolzano (1871-1848) y Rudolf Hermann Lotze (1817-1881). Suplementaron a Kant
con la metafísica de Leibniz y Platón.
4)
Neokantianos (después de 1870): se opusieron
al psicologismo de Wilhelm Wundt (1832-1920) y su interpretación de Kant. Buscaron desarrollar una lógica no
trascendental y no formal como la base para unas ciencias históricas exactas
Esta cuarta generación, que tomó la
filosofía kantiana de la transformación accionada en la misma por la tercera
generación en gran medida, fue de la cual la idea de una sociología científica
emergió. En la década de 1870 Lotze era considerado un filósofo del mismo
calibre que Kant y Hegel (al menos en Inglaterra y América). La noción de Lotze
de “validez” y “valores” fue la base de la escuela de Marburgo y de Heidelberg,
así como también de su florecimiento sociológico. El paradigma neokantiano, por
tanto, se desarrolló en este contexto, un contexto en el cual se le podía dar
prioridad a la cuestión de la “validez” por sobre la de los “valores”, o
viceversa.
“La quaestio quid juris de Kant, la
deducción de la validez objetiva, se refiere a las precondiciones a priori de
la experiencia posible. Pero, para Lotze, la validez de los elementos a priori
del pensamiento es establecida independientemente de cualquier referencia a la
experiencia posible, a la representación, al ser de las apariencias o de las
cosas-en-sí-mismas. Sólo si la validez puede ser establecida independientemente
de la cognición puede el procesos mismo de la cognición ser críticamente
evaluado”
“La validez para Lotze, en oposición a
Kant, es pertinente a las proposiciones y no a los conceptos. Las proposiciones
pueden ser afirmadas o negadas sin importar si estamos en una posición para
percibir o experimentar efectivamente los objetos a los cuales los contenidos
de esas proposiciones se refieren. Por tanto una proposición que afirmamos o
negamos tiene una realidad distinta de
los eventos que “ocurren”, o de las cosas que “existen” o “son”
“Este tipo de realidad, la validez de
las verdades, es bastante diferente de la cuestión de si sus contenidos pueden
ser relacionados con cualquier objeto en el mundo espacio-temporal externo”
“Sumado a esta distinción dual entre las
verdades necesariamente válidas que pertenecen al pensamiento, y la realidad de
los hechos dados que pertenecen a la cognición y la percepción, existe una
tercera realidad: la realidad de la determinación del valor”
“Nuestra manera de atribuir significado
y valor depende de juicios que no se conforman con los principios del
entendimiento científico (Verstand), sino que están basados en una “razón
receptiva a los valores”…Tenemos una fe inconmovible en esta razón que
determina valores…La razón que determina valores tiene su significado y meta en
la acción ética, y por tanto, en cierto grado, determina las operaciones del
entendimiento”
Aún si Lotze compara su campo de la
validez (pensamiento) a las Ideas de Platón, esto es contrario con el mismo
Kant, quien niega todo espacio a Platón en su teoría.
La reformulación de Lotze del problema
es la que determina que la filosofía moral sea conocida como “filosofía de los
valores”, y del énfasis en la validez innegable e inmediata de los valores morales
“La aceptación de Lotze de las
facultades de la mente de Kant y su empleo legítimo restrictivo es sólo un
aspecto de un sistema filosófico que culmina en la personalidad de Dios, la
fuente de la validez de los valores, y en cuya personalidad la nuestra
participa. La existencia de Dios no puede ser probada de ninguna manera lógica:
es el más alto valor del cual somos conscientes y tiene validez y certidumbre
inmediata”
“Para Lotze la realidad de la validez y
la realidad de los valores eran esferas última, innegables y separadas de la
vida”
“Sobre la base del pensamiento de Lotze,
la filosofía crítica trascendental se transformó en el paradigma neo-kantiano
del Geltung y Werte, la validez y los valores”
Las tres preguntas kantianas (sobre la
validez de los juicios de belleza, moral y experiencia) se transformaron en
dos: “¿Cuál es la naturaleza de la validez en general? y ¿cuál es la relación
entre la validez y sus objetos? La lógica es separada de la cognición, de la
validez de la representación, pero no de sus objetos. El resultado es una
lógica general pero no formal: una metodología”
“Una lógica trascendental inquiere sobre
las condiciones de posibilidad de la experiencia que es actual. Una lógica general inquiere en cómo un
objeto puede y debe existir y ser creado”
“El enfoque trascendental no reclama
ser el origen de la existencia de la experiencia cuya precondición o
posibilidad es expuesta. La lógica
general, sin embargo, es prescriptiva y normativa no meramente en relación a
las reglas de la validez, sino también en relación a la creación del objeto que
corresponde a esas reglas. La creación de este objeto, su objetificación…no
es la objetificación de la realidad en general, sino la objetificación del
campo objetivo de las ciencias individuales”
El énfasis de Lotze en la realidad de la
validez en contradistinción a la realidad de la existencia empírica resultó en
la derogación de la realidad espacio-temporal, en el desarrollo de las
filosofías de la identidad: identidad entre la lógica pura y sus
objetificaciones.
La distinción de Lotze entre validez y
valores se probó ambigua. En un constructo, la validez y los valores son
igualmente últimos e inderivables; en otro constructo, los valores o el
significado son los portadores primarios de la validez”
Si la escuela de
Marburgo le dio prioridad a la cuestión de
la validez por sobre la de los valores, y la escuela de Heidelberg hizo
lo contrario, en ambos casos “la transformación del método crítico de Kant en
una lógica de la validez, un método general, excluyó una investigación de la
realidad empírica.
Objetificación devino correlato de la lógica pura”
Asimismo, Lotze separó estrictamente la
cuestión de la validez (del pensamiento) de los procesos de la consciencia, del
examen de la percepción y la cognición
La misma idea de una lógica general y de
una razón pura es rechazada por Kant, cuestión que los neokantianos invierten.
Escuela de
Marburgo (Cohen y Natorp): toman los a priori de Kant pero, aún si mantiene su
ontología, les quitan su referencia y empleo empíricos. Es un error denominar a
estos principios “sintéticos”, porque la idea de una “síntesis” hace depender
su unidad de una pluralidad dada de la cual es la síntesis. Pero la unidad y la
pluralidad son igualmente precondiciones de cualquier pensamiento. Por tanto no
pueden ser “dadas” al pensamiento, sino que deben ser producidas o creadas por
el acto mismo del pensamiento. Debe existir un origen que es previo tanto a la
unificación como a la diversificación, previo a la distinción entre pensamiento
y ser. La lógica es la lógica de este origen. En vez de llamar al pensamiento
una “síntesis”, con esta implicación heterónoma, el pensamiento debe ser
considerado como creador o productor”
Una nueva
modificación del pensamiento de Lotze es hecha por Cohen: si para éste
también los juicios de validez son independientes de la representación y la
cognición, estos juicios son siempre juicios de ser. “Porque el ser
solamente puede ser puesto por un juicio. Ninguna distinción puede ser hecha
entre la lógica del pensamiento y la realidad del ser. El ser es el ser del
pensamiento: y el pensamiento es el pensamiento del ser”
La lógica ya no es crítica,
trascendental ni formal, es, en cambio una doctrina de cognemes basada en los
principios de la ciencia natural matemática. “La unidad de la consciencia no se
refiere a la consciencia en un campo opuesto entre ella y sus objetos. Se
refiere a la unidad basada en el principio de la lógica pura, la lógica de la
consciencia científica. La conciencia científica es la unidad de lo creador y
sus creaciones”. Esta misma lógica basada en las ciencias matemáticas es ideal
para las ciencias humanas y culturales
Escuela de
Heidelberg (Rickert y Windelband): “el origen y la naturaleza de la validez
no puede ser asegurado por referencia a la representación o a los contenidos de
la consciencia. La cognición no puede ser entendida como la síntesis de las
apariencias, como el conocimiento de los objetos espacio-temporales…”
El
acto primario de la consciencia no es la representación o la percepción, sino
que el juicio (tal como para Lotze y los de Marburgo). Sin embargo, Rickert establece que “el juicio no es válido porque
afirma o postula lo verdadero, sino, por
el contrario, es la fuerza prescriptiva del juicio lo que confiere validez lo que llamamos verdad”. El juicio no
tiene validez porque es verdadero, sino que es verdadero porque tiene valor. El
valor confiere significado y autoridad al juicio, su validez
Existe un valor trascendental que es
anterior a cualquier juicio valorativo y que no puede ser justificado dentro de
los límites de la experiencia espacio-temporal. Algunos intérpretes de Rickert
sostienen que los valores o prescripciones son valores ternos intemporales a
los cuales nuestro acceso es limitado
La validez está dada por la
inderivabilidad de los valores. La validez lógica está impresa moralmente
Así como para los de Marburgo la
destrucción de la distinción sujeto/objeto tiene implicancias para el estatus
de la realidad objetiva, también sucede algo similar para los de Heidelberg. “Rickert denomina valor o Sollen tanto al
criterio de la cognición como al objeto de la cognición. Esta paradoja emerge porque, desde el punto
de vista de la consciencia del juicio, el sollen o valor es un criterio, una
fuerza prescriptiva que confiere validez. Pero la consciencia del juicio es en
sí misma posible sólo porque el valor o Sollen es válida independientemente del
acto del juicio. En este sentido el valor o sollen es el objeto del
conocimiento”
“Pero la lógica
de la identidad de Cohen, el círculo puro de los cognemas, juicios y objetos, y
la lógica trascendental de Rickert, el círculo del valor, juicios y objetos,
transforman la lógica trascendental en Geltungslogik. Transforman el método
crítico de Kant en una lógica de la validez basada en una unidad original e
inderivable que no es la unidad de la conciencia”
La emergencia de la sociología
científica está estrechamente vinculada a la transformación de la lógica
trascendental en la Geltungslogik, el paradigma de la validez y los valores. A
primera vista la misma idea de una sociología de la validez parece
contradictoria, ya que la misma lleva a pensar que se abordaran las cuestiones
de hecho referidas la historia y la
experiencia. Sin embargo, tanto
Weber como Durkheim rechazan lo que denominan el psicologismo, la derivación de
la validez de los procesos de la consciencia. Como los neokantianos,
tanto Durkheim como Weber trataron la cuestión de la validez como pertinente a un
campo distinto; “hechos morales”
en Durkheim (en contraste con las sensaciones o percepciones individuales),
“valores” en Weber (en contraste con la psicología del individuo)
Durkheim: prioridad la
tiene la validez por sobre los valores; la primera es el fundamento sociológico
de los valores –modo Cohen-. Fue bastante cercano a los representantes
franceses del neokantismo alemán: Charles Renouvier, Emile Boutroux, Octave
Hamelin y León Brunschwig
Weber: prioridad la
tienen los valores sobre la validez; los primeros son el fundamento sociológico
de la validez (legitimidad) –modo Rickert, a quien fue cercano-
“Pero Durkheim y Weber vuelven un
argumento kantiano contra los neokantianos.
Porque cuando se argumenta que es la sociedad o la cultura la que confiere la
validez objetiva de los hechos sociales o los valores, entonces el argumento
adquiere una estructura meta-crítica o cuasi-trascendental. El a priori social
o cultural es la precondición de la posibilidad de los hechos sociales o
valores efectivos o actuales…Los hechos o valores válidos y
actuales identificados, pueden ser tratados como objetos de una lógica general
(naturalística). El estatus de la precondición deviene ambiguo: es un a priori,
esto es, no empírico, porque es la base de la posibilidad de la experiencia.
Pero un a priori sociológico es, ex hypothesi, externo a la mente, y por tanto
pareciera adquirir el estatus de un objeto natural o causa. El estatus de la relación entre la
precondición sociológica y lo condicionado deviene correspondientemente ambiguo
en todos los argumentos sociológicos cuasi-trascendentales”
Durkheim
Afirmó
estar presentando una respuesta alternativa a la pregunta kantiana: ¿cómo son
los juicios teóricos y morales posibles objetivamente válidos? Rechazó la
respuesta de Kant en tanto que tautología ininformativa y meramente verbal. “Durkheim argumentó que las capacidades
mentales y el origen y empleo de las categorías mismas presupone una organización
social: que la sociedad como realidad sui generis es el origen de la validez de
los juicios”
“El criterio para la existencia de
los hechos morales o sociales es la fuerza coercitiva o la sanción, y la fuerza
coercitiva o el poder moral es también el criterio de la existencia del “ser
colectivo” o “personalidad”. Este “ser colectivo”, el origen de la
fuerza moral que confiere validez a las instituciones sociales o hechos
sociales, es inderivable…No puede
ser un hecho, porque es la precondición de los hechos sociales y por tanto no
puede ser uno de ellos: es una “objetividad trascendental”.
Durkheim traza un paralelo entre su
sociedad como entidad moral y el postulado kantiano de Dios. “Estrictamente hablando, en términos
kantianos un “postulado” cuando es imposible en principio que cualquier
experiencia corresponda a un concepto. En particular, la totalidad de la
filosofía crítica estaba dirigida contra la idea de que cualquier experiencia
podía corresponder al concepto de Dios. De acuerdo con Kant, el postulado o
idea de Dios solo puede ser un principio regulativo y no constitutivo, esto es,
no puede ser un principio que sea la base de la validez objetiva. Pero, para Durkheim, la sociedad sui
generis es constitutiva, la base de la experiencia moral (social). En
tanto la sociedad es la precondición trascendental de la posibilidad de esa
experiencia, debe ser demostrable cómo hace posible esta experiencia.
Contrastantemente, un postulado meramente ejecuta la función de “hacer sentido”
de la experiencia. Finalmente, ni un
postulado ni un principio constitutivo pueden ser fácilmente verificados por la
experiencia, porque ellos hacen la experiencia posible o inteligible en primer
lugar
“Si el origen social es la base de la
validez de las categorías, entonces la relación entre lo condicionado y la
precondición que confiere validez necesita ser especificada…Sin embargo, una
vez el origen social de las categorías es admitido, deviene imposible explicar
la relación entre el origen y las categorías sin utilizar las mismas categorías
(por ejemplo, al categoría de “causa”),
cuya posibilidad tiene aún que ser justificada. Durkheim trató de evitar
este problema utilizando frases sin compromiso, tal como “las
categorías…traducen estados sociales”, o “son tomadas de la vida social”, o
“son elaboradas sobre el modelo de las cosas sociales”
“De acuerdo a Durkheim, una ventaja de
la explicación sociológica de las categorías es que ellas no son ya primarias y
inanalizables, sino que las variaciones en ellas pueden ser explicadas. No
obstante, el éxito de Durkheim para conformarse a la estructura del argumento
kantiano significa que la nueva precondición, la sociedad, deviene “primaria e
inanalizable” en lugar de las categorías. Para mitigar esta consecuencia
Durkheim afirma que la explicación sociológica de las categorías no las depriva
de su valor objetivo, o de la razón de su necesidad. La necesidad del
pensamiento deviene una necesidad moral o social. Entonces el marco
trascendental de la sociología de Durkheim deviene elíptico y precario”
Para Durkheim los juicios objetivos son
morales (“este hombre tiene un gran valor moral”) y los juicios individuales
son reales en términos subjetivos (“me gusta la caza”). “Esta identificación de un sollen, que es
reconocido por los juicios y les confiere su validez, suena rickertiana. Pero
Durkheim inste en que porque estas realidades morales son “distintas” de las
individuales, ellas deben ser tratadas como objetos naturales, y pueden ser
clasificadas, comparadas y explicadas de acuerdo con la lógica de cualquier
ciencia natural…”
“Durkheim, tal como Cohen, dio prioridad
a la cuestión e la validez, y el resultado fue la misma conjunción de una
validez inderivable y un método general basado en las ciencia naturales
exactas”
Weber
La cultura para éste es un valor (tal
como para Rickert). La validez de los valores culturales no puede ser sujeta a
cualquier evaluación científica o racional. La validez es conferida por los
valores
“¿Cómo puede existir entonces un estudio
científico de los valores, esto es, uno que reclame validez, si la validez
depende de los valores y los valores no pueden ser justificados? Bastante
consistentemente, Weber admitió que la ciencia es un valor en sí mismo, el
valor de una cultura histórica particular…La única validez que la ciencia puede
alcanzar es admitir escrupulosa y continuamente su relación con los valores”
“Pero si la
realidad es un valor que sólo es adecuadamente cognoscible mediante
tipos-ideales, que son valores acentuados en sí mismos, entonces no podemos
tener un acceso independiente a la empiria dada que podría ser “medida” o
“comparada” mediante los tipos ideales”
“Weber concedió que lo que llamamos
“realidad” o “ideas” pueden ser ya tipos-ideales… Por tanto Weber tuvo que
especificar la función de los tipos-ideales en diferentes términos. Los tipos
ideales “son constructos en términos de los cuales nosotros formulamos
relaciones por la aplicación de la categoría de posibilidad objetiva. Por medio
de esta categoría, la adecuación de nuestra imaginación, orientada y
disciplinada por la realidad, es juzgada”. La “posibilidad objetiva” es situada
como la relación entre el tipo-ideal y la realidad empírica”
“La noción de posibilidad objetiva es
sin embargo extraña. No significa una posibilidad simplemente lógica o formal:
cualquier cosa es posible si no es auto-contradictoria. No significa la
posibilidad “real” en el sentido kantiano, donde lo “objetivamente posible” es
la precondición de lo actual. Weber deseaba evitar esta implicación. Haber
establecido la posibilidad objetiva de algo es simplemente haber diseñado un
constructo teorético adecuado, un dispositivo heurístico, como Weber lo llama,
que ayuda a que el explanandum sea inteligible. La exposición de los
tipos-ideales de Weber se conforma a lo que Kant postulados regulativos en
oposición a principios constitutivos. Un tipo-ideal cumple la misma función que
Kant le adscribía a una Idea”
“Por tanto es Weber, no Durkheim, quien
introduce los postulados o principios regulativos que “hacen sentido” de la
experiencia, y Durkheim quien introduce los principios constitutivos, las
condiciones de posibilidad del objeto actual, su validez objetiva”
“Para Weber, la metodología de los
tipos-ideales puede en sí misma sólo tener el estatus de un valor, una tarea
infinita que adquiere validez por referencia a su estatus hipotético,
contingente y corregible… Una vez la validez es determinada por un valor,
cualquier intento subsecuente de establecer la validez científica lleva una
regresión infinita”
A
pesar de este problema lógico Weber fue capaz de desarrollar una teoría consistente
del capitalismo. Esto fue posible porque la misma ciencia que él practicaba se
derivaba de un tipo de cultura que no analizaba la validez de los valores, sino
que sólo intentaba su comprensión. El método de la comprensión es análogo a la
racionalidad instrumental que se fija en los medios en relación con los fines pero en los fines
mismos
“Si para Weber los valores son la fuente
de la validez, los primeros no son definidos por una fuerza prescriptiva
(Sollen), sino que por su significado subjetivo, como creencias respecto de las
cuales la gente orienta sus acciones. Un orden legítimo o válido es definido
por el tipo de creencia en él, por la posibilidad de que la acción de hecho
esté orientada por él. La validez de un orden social no está definida por la
sanción”
“Para
Weber la creencia subjetiva (valor) constituye la validez; para Durkheim, es la
validez del “ser social” la que enviste a las normas con un poder coercitivo o
sanción. Un resultado paradójico
de que Durkheim le dé prioridad a la validez por sobre los valores, y que Weber
le otorgue prioridad a los valores sobre la validez, es que Durkheim produjo
una sociología empírica de los valores (hechos morales) y Weber produjo una
sociología empírica de las valideces (órdenes legítimos). En cada
caso, una vez la precondición ha sido establecida (validez para Durkheim,
valores para Weber), el objeto (valores para Durkheim, valideces para Weber)
pudo ser clasificado, explicado y entendido como un objeto natural o dado de
acuerdo a las reglas de un método general”
“El paradigma neo-kantiano de la validez
y los valores fundó dos tipos de socio-logía, dos lógicas de lo social: una
lógica de los principios constitutivos
para la sociología basada en la prioridad de la validez, y una lógica de
los postulados regulativos, para lo sociología basada en la prioridad de los
valores. La primera identifica la realidad social por una acrítica de la
conciencia; la última localiza la realidad social entro del campo de la
consciencia y sus oposiciones”
“Es la lógica que otorga prioridad a
los valores la que es conocida, estrictamente hablando, como “sociología”. Esta tradición abreva en Simmel, Weber, Von
wiese y Parsons. Insiste en la sociedad o la cultura como valor, como
“orientación de la acción”, aún si los valores pueden ser subsecuentemente
descritos de una manera formal o sistemática”
La lógica que otorga prioridad a la
validez fue insistentemente criticada por su positivismo, por su transformación
del problema de la validez en un metodologismo. Dilthey, Heidegger, Mannheim, Benjamin y
Gadamer tiene esta crítica en común: las respuestas neo-kantianas a la cuestión
de la validez degradan la cuestión el ser, la realidad, la existencia, la vida
o la historia, por su evaluación proposicional
de la verdad y por la correlación entre la lógica formal y la
objetificación… “Por el
contrario, ellos desarrollaron el tipo de metacrítica de Kant ya intentada por
Durkheim: el argumento de que el a priori kantiano mismo, las categorías, tiene
una presuposición histórica, social o externa”
Este
argumento metacrítico rechazaba la epistemología kantiana (tanto el
psicologismo como el examen de los límites de la razón discursiva)
“¿Porque cómo puede ser la razón
examinada sino racionalmente, y cómo puede ser una lógica general establecida
sino lógicamente? En corto, ambos
proyectos pueden ser sólo logrados por el mismo uso de las mismas capacidades
cuyo correcto uso debe ser precisamente justificado. Por tanto es necesario comenzar de una manera diferente: una que
reconoce la inevitable circularidad de cualquier examen de la cognición y que
deriva las precondiciones históricas y sociales de la cognición
sistemáticamente suprimidas tanto por los enfoques kantianos como
neo-kantianos”
El nuevo tipo de ontología supone que las
precondiciones de la experiencia kantiana, el a priori son el ser (Heidegger),
la vida (Dilthey), la situación social (Mannheim) y la historia (Gadamer)
“No obstante, estos enfoques radicales a la
cuestión de la validez permanecen dentro de un círculo trascendental kantiano:
la condición de posibilidad de la experiencia (significado), es también la
condición del objeto de la experiencia (significado)…El análisis se revuelve dentro de un
círculo hermenéutico o trascendental, esto es, un círculo sin un resultado. Una
nueva identidad es presupuesta entre la condición y lo condicionado”
“Como en el caso de Durkheim, el
argumento toma una forma cuasi-trascendental. El nuevo a priori especificado,
la precondición de la validez, es trascendental. Pero la precondición es
entonces externa a la mente, y por tanto parece adquirir el estatus de un
objeto natural, empírico y contingente”
“Schutz se las arregló para fundir o confundir
la reformulación fenomenológica de la validez, la más solipsista y asociológica
de las nuevas ontologías, con la verstehen de Weber, la sociología basada en la
prioridad de los valores. El resultado es un momento crítico dentro de la
sociología fenomenológica: que los significados o instituciones pueden ser
reificados, esto es, que su intencionalidad puede no ser reconocida…”
Adorno y Lukacs
Los intentos más serios de romper con el
paradigma neokantiano de los valores y la validez. Si en general ambos son
conocidos como hegelianos, en lo real su intento es uno neokantiano (lo que
explica de hecho por su educación neokantiana). Sus desarrollos implican la
conversión el neokantismo en una sociología marxista de las formas culturales
que combinaba los aportes de Simmel y una generalización selectiva de la teoría
del fetichismo de la mercancía de Marx
Lukacs: “En su ensayo
“La vieja cultura y la nueva cultura” (1920), Lukacs definió la cultura como un
valor en sí mismo, el cual ha sido destruido por la fragmentación de la
producción capitalista en la cual la economía domina a toda la sociedad” (esto
tiene mucho que ver con los desarrollos de Simmel)
En
Historia y conciencia de clase Lukacs generaliza la teoría de Marx del
fetichismo de la mercancía, haciendo una distinción entre el proceso total de
producción, el “proceso de la vida real”, y la resultante objetificación de las
formas sociales. “Esta noción de
objetificación tiene más en común con la noción de objetificación neo-kantiana
de los dominios objetivos específicos, que con una confusión “hegeliana” de la
objetificación, de la praxis humana general, con la alienación, su forma en la
sociedad capitalista, como Lukacs más tarde afirmó”
Las formas sociales son válidas si son vistas
sólo desde el punto de vista de la totalidad, no en su aislamiento. Así, Lukacs
transformó la Geltungslogik y sus objetificaciones, la lógica de los principios
constitutivos, de una lógica de la identidad en una teoría de la mediación
histórica
Lukacs no desarrolló una verdadera
metodología (aún si trataba al marxismo como un método). El hecho de no haber
codificado el método marxista fue en efecto una llamada a la anarquía
hermenéutica, muy seductora para los neokantianos recién graduados que no
gustaban de la crítica formalista y metodologista vigente (tales como Adorno,
Bloch, Benjamin y Horkheimer)
“Interpretando la teoría del fetichismo
de la mercancía de Marx como una teoría de la objetificación, Lukacs no fue
capaz de transformar el paradigma neo-kantiano de la manera que deseaba.
Argumentar que la reificación puede ser abolida por un cambio en la
consciencia, por tanto efectuando una reconciliación entre el sujeto y el
objeto, aún implica que el sujeto dominaría el objeto, “el imperialismo
filosófico de la anexión de lo externo”…Adorno argumentó que Marx no igualó la
reificación con la división capitalista del trabajo o su objetificación, sino
que él había reconocido la necesidad de la planificación en una sociedad libre,
y por tanto “preservado la cosa externa”
Adorno critica
el neo-kantismo de Lukacs. Afirma que éste, junto con el mismo Kant,
suponían el acto del juicio mismo como un constituyente, aunque en realidad
sólo las apariencias eran las que estaban siendo constituidas
“Aislar la validez como pertinente a los
juicios y no “al hecho juzgado mismo y sus causas objetivas” también reduce la
verdad a un proceso de la consciencia”
“Estos análisis, aún si radicalmente
sociológicos, quedan suspendidos teoréticamente. El rechazo de Adorno de toda
filosofía de la historia, de toda teleología de la reconciliación, tanto
hegeliana, como marxista o lukacsiana, significó que él no pudo apuntalar sus
análisis de las formas culturales con el análisis de aquellas formas económicas
de las cuales aprehensión de la teoría del fetichismo de la mercancía depende”
Adorno criticaba acerbamente todo
metodologismo (positivismo) que otorgaba validez a un método autónomo y sus
objetificaciones, ya que esto suponía suprimir las precondiciones sociales e
históricas de su propia posibilidad. Sin
embargo, en tanto Adorno mismo deviene en un nietzscheano, él vuelve a un
metodologismo neokantiano. Esto porque Nietzsche desarrolla una forma exagerada
de metodologismo: en tanto rechaza la validez y lo objetivo, él desarrollo un
método de la insinuación, una “consciencia del método”
El método de la moral de Adorno heredó
todas las aporías del metodologismo y moralismo neo-kantiano. Esto
porque, si bien éste no significa una lógica general con sus objetificaciones
correspondientes, de hecho resultó en una preocupación consigo mismo, con el
modo de intervención. Por tanto permaneció en el campo de un esfuerzo o
tarea infinitos, una moralidad en el sentido limitado que Hegel criticaba: “una
prescripción general no localizada en las relaciones sociales que subyacen a
ella, y por tanto incapaz de proveer cualquier análisis sostenido y riguroso de
esas relaciones”
En tanto Lukacs
y Adorno criticaron el sistema conservador de Hegel y conservaron su método
radical, en realidad accionaron un procedimiento conservador. Esto porque esta
misma distinción supone desvestir los elementos más radicales del pensamiento
de Marx y Hegel, los que se siguen la crítica de Hegel de la mente metodológica
Althusser
“La noción de ciencia de Lukacs es una
Geltungslogik del tipo de Marburgo, y su teoría de la estructuras de las
formaciones sociales, es una metacrítica sociológica del tipo que permanece
dentro de las asunciones de la Geltungslogik. Althusser es único en tanto
realiza todos los movimientos neokantianos clásicos solo mediante su proyecto
de relectura de Marx”
1)
Intenta rechazar la filosofía en general en nombre
de la ciencia mediante una crítica a una epistemología tradicional concebida en
términos demasiado amplios (no distingue entre una epistemología hegeliana una kantiana). En
esta operación Althusser no se da cuenta de que los neokantianos también
criticaron a Kant en nombre de una ciencia autónoma
2)
La distinción entre el empirismo (que cree que sus
abstracciones -¿categorías?- aprehenden la realidad) y la concepción del
“conocimiento como producción” (que supone que el objeto es producido por la
operación el conocimiento, que éste no existe previamente a la cognición, sino
que la producción misma es idéntica con el objeto), con su ausencia de las
connotaciones sujeto/objeto es una
versión cruda de la noción de los cognemas y producción de Hermann Cohen
3)
La
distinción entre la cognición de la realidad y la producción e conocimiento corresponde
a la distinción neokantiana entre la epistemología como una descripción del
proceso de la conciencia y la lógica o ciencia como un campo autónomo de
validez junto con sus objetificaciones
“En
su celoso intento de desarrollar una crítica de la conciencia y una evaluación
metacrítica de las condiciones de su posibilidad, Althusser ha cortado
completamente la precondición cuasi-trascendental de su sociología, tanto si
ésta supone las “estructuras de la formación social” como la “ideología”, del
objeto que es condicionado, el “sujeto”, a través de su etiquetado de cualquier
explicación que conecte a los dos como “ideológica”. La relación entre ellas
puede sólo ser concebida mediante la reducción del sujeto a lo que es
“interpelado” por y “sujeto” al “sujeto”. Esto implica meramente renombrar el problema de la relación entre la
precondición trascendental y lo condicionado pero no supone su explicación”. Esto es propio de todas las sociologías
metacríticas
Mientras Durkheim mantiene los polos
estrictamente separados (individuo/sociedad), Althusser sí desarrolla los
conceptos (relación imaginaria, práctica) que pueden mediar fértilmente esta
relación.
Sin embargo, las estructuras permanecen
inexplicables en Althusser porque los medios de explicación (relación
imaginaria, práctica) son entendidos como ideología en oposición a ciencia. Este autor no entiende que Marx provee
una crítica de la conciencia que no depende de una estructura autónoma y
trascendente
“En
conjunto, tanto la sociología marxista como no-marxista ha mistificado el
pensamiento de Hegel. Dilthey,
Simmel y Mannheim afirmaron que estaban demistificando la noción de “espíritu
objetivo” de Hegel mediante su desvinculación del resto de su filosofía, y
demostrando que éste podía tener un usos general y descriptivo. Pero, haciendo
que el “espíritu objetivo” signifique la “cultura”, el “pensamiento” o la
“visión de mundo” de cualquier sociedad, ellos establecieron su relación con
las otras esfera de la vida social y por tanto su significado de manera poco
clara. En el pensamiento de
Hegel, el “espíritu” significa la estructura del reconocimiento o
no-reconocimiento en una sociedad. El “espíritu objetivo” es inseparable del
espíritu absoluto, del significado la historia como un todo”
Por su parte, la sociología marxista ha mistificado
a Hegel en tanto divide su pensamiento en un “método radical” y un “sistema
conservador”.
Como resultado de esta división
espuria, la centralidad de las ideas que Hegel desarrolló para unificar la
filosofía práctica y teórica de Kant y Fichte ha sido obscurecida. Estas ideas,
el “reconocimiento” y la “apropiación”, son fundamentales para la noción de
sistema de Hegel. De hecho, Hegel, demostró la conexión entre las limi8taciones
de la comprensión del método por pare de Kant y Fichte y el tipo de teoría
política que produjeron.
Tanto la sociología marxista como la
no-marxista intentan reapropiarse de Hegel desestimando el “absoluto” (una se
queda con el método y otra con el espíritu objetivo). Sin embargo, cualquier implicación sociológica de
importancia es en realidad eliminada en el momento en que el absoluto es
desestimado: éste es esencial en este procedimiento
“La línea principal del argumento de
la filosofía crítica nos pide una pausa antes de proceder a la investigación
acerca de Dios o acerca de la verdadera naturaleza de las cosas, y nos dice
primero que examinemos la facultad de la cognición y veamos si ésta es digna de
tal esfuerzo. Debemos, dice Kant,
devenir familiarizados con el instrumento, antes de que llevemos a cabo el
esfuerzo par el cual éste es empleado; porque si el instrumento fuera
insuficiente, todo el esfuerzo sería gastado en vano. La plausibilidad de esta sugerencia ha ganado para ella asentimiento
y admiración: el resultado de lo cual ha sido un retraimiento de la cognición
de un interés en sus objetos y una absorción en el estudio de ellos, y la ha
dirigido de vuelta sobre sí misma; y así lo ha transformado en una cuestión de
forma…En el caso de otros
instrumentos, podemos tratar de criticarlos de otras maneras distintas a las
del trabajo especial para el que fueron diseñados. Pero el examen del
conocimiento sólo puede ser llevado a cabo por un acto de conocimiento.
Examinar este denominado instrumento es la misma cosa que conocerlo. Pero
buscar conocer antes que conozcamos es absurdo”
Las demarcaciones kantianas suponen que
son incognoscibles: dios, las cosas en sí mismas, la unidad de la apercepción,
la fuente de la causalidad de la voluntad. En suma sólo lo finito es
cognoscible, mientras lo finito es incognoscible. En tanto la incognoscibilidad
de la unidad de la apercepción implica la imposibilidad de conocernos a
nosotros mismos, es cierto que las determinantes sociales, políticas e
históricas de toda acción y conocimiento permanecen incognoscibles.
“Hegel no critica el método trascendental
porque ésta reduzca la validez objetiva a los procesos psicológicos, sino
porque la restricción del conocimiento al conocimiento finito…hace
manifiestamente incluso a los objetos finitos incognoscibles. La filosofía de
la conciencia solo puede ser criticada si lo infinito es cognoscible”
“Sólo podemos girar desde nuestro
limitado conocimiento de lo finito a un deseo insaciable por lo infinito
inaccesible e incognoscible. Pero esta relación irracional con lo infinito hace
que la relación racional con las condiciones sociales y políticas de nuestras
vidas sea imposible. La limitación del conocimiento justificado de lo finito
nos imposibilita reconocer, criticar y por tanto cambiar las relaciones
sociales y políticas que nos determinan. Si el infinito es incognoscible, somos
impotentes. Porque nuestro concepto del infinito es nuestro concepto de
nosotros mismos y de nuestras posibilidades”
Hegel
No desarrolla una “fenomenología” que
viene a reemplazar la cuestión de derecho de
Kant, ni tampoco una “vida ética absoluta” como sucedáneo de la moral
práctica kantiana, sino que siempre intenta unificar ambas en una Lógica,
unificación que realiza en todas sus obras (la unificación entre la razón
práctica y al razón teórica), especialmente en la “Lógica”.
“La restricción concomitante del
conocimiento legítimo a la aplicación de las reglas discursivas del
entendimiento finito es igualmente contradictoria. Porque es la conciencia misma la que hace la distinción entre lo
finito y lo infinito, entre las apariencias cognoscibles y las
cosas-en-sí-mismas incognoscibles.
Es la consciencia la que postula un infinito incondicionado, un ser o las
cosas-en-sí-mismas, que existen fuera de cualquier relación con la conciencia,
y por tanto están a la vez relacionadas con la conciencia en un sentido
negativo. El infinito incognoscible ha sido definido por la conciencia misma”
“La
cuestión no es cambiar el método de Kant por un método diferente, porque todo
“método” por definición, impone un esquema sobre su objeto, en tanto realiza la
asunción de que externo al objeto y no lo define. La única forma consistente de criticar la filosofía de la
conciencia de Kant es demostrar que la contradicción en la cual una conciencia
metodológica (o cualquier conciencia natural) cae cuando considera que el
objeto es externo, puede ella misma proveer la ocasión para un cambio en esa
conciencia y en la definición de su objeto. El nuevo procedimiento y la nueva
definición del objeto pueden ser también contradictorias, en tal caso, también,
cambiarán, hasta que ambas devengan adecuadas recíprocamente”
“Una vez ha sido
demostrado que el criterio de lo que debe contar como finito e infinito ha sido
creado por la misma conciencia, entonces una noción es implicada que no divide
la realidad o la conciencia entre lo finito y lo finito. Esta noción es implicada por la misma
división entre lo finito e infinito que ha devenido incierta. Pero no se
prejuzga lo que esta noción, más allá de la distinción entre finito e infinito,
puede ser. No es prejuzgada en dos sentidos: ninguna justificación autónoma es
dada de un nuevo objeto, y ninguna afirmación es hecha antes de que es
alcanzado. El infinito o
absoluto está presente, pero no es aun conocido, así como tampoco es tratado
metodológicamente desde el exterior como incognoscible, ni “disparado por una
pistola” como certeza inmediata. Esta totalidad solo puede devenir conocida
como resultado de un proceso de experiencias contradictorias de la conciencia
que gradualmente lo realizan”
En términos de
la razón práctica Rose aplica el mismo procedimiento: la legalidad es lo finito
y la moralidad lo infinito. La “vida ética absoluta” se refiere a la unidad de
la legalidad y la moralidad, y el absoluto a la unidad de lo finito y lo
infinito.
“Si el absoluto no puede ser prejuzgado
pero debe ser alcanzado, siempre debe estar presente y tener una historia”
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